3 resultados para Carlos I, Rey de España, 1500-1558

em Universidade Complutense de Madrid


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Fueron las actuaciones que van de 1500 a 1516 las que hicieron destacar a la diplomacia y el ejército de la Monarquía Hispánica que en estos 16 años consiguieron la total incorporación de Nápoles a la Corona y una muy buena red diplomática y militar en Italia tan efectiva que logran derrotar dos veces a Luis XII de Francia. Baste con leer las palabras que Maquiavelo dedicó a Fernando el Católico en Il Principe en el capítulo XII dedicado a los príncipes que han sabido hacerse estimados. A Maquiavelo no se le ocurre un mejor ejemplo de una mezcla entre príncipe hereditario y príncipe nuevo, dado que hereda el reino de Aragón, pero él se convirtió en rey de España y por su gloria el primer rey de la Cristiandad. Bajo la lupa del embajador florentino, Fernando siempre ha hecho hazañas raras como la conquista de Granada, las guerras de África e Italia o ataques a Francia, y además Fernando el Católico las ha ido encdenando una tras otra de manera que ha conseguido poner los esfuerzos de sus súbditos en estas hazañas, sin dejarles tiempo para la conspiración.Además, la red diplomática y militar de Fernando, en manos de Carlos V y Felipe II, conseguirá, no el equilibrio italiano con el que Fernando soñaba, sino una verdadera hegemonía de la Monarquía Hispánica en la Península Italiana. La Biblioteca Histórica de Marques de Valdecilla es el lugar idóneo en el que desarrollar la exposición dado el fondo bibliográfico que tiene. Uno de los puntos fuertes son las distintas obras que tiene del propio fundador de la Universidad Complutense, el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, coetáneo a los hechos que queremos exponer. De hecho, es impresionante el ingente número de biografías del propio Cisneros que guarda la biblioteca. Además, fruto del apoyo de la monarquía y de la importancia misma de la Universidad Complutense, tenemos un alto número de historias de varios lugares y personajes. Además, los fondos provenientes del Colegio de los Jesuitas combinan bien con los fondos propios, con lo que se enriquece el resultado final de 60 obras estudiadas.Además, se demuestra el carácter internacional de los fondos, dado que se pueden encontrar obras en francés, italiano y catalán que ayudan a comprender la circulación de textos en diferentes idiomas desde el siglo XVI.

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El fútbol es el deporte rey en España. Los clubes nacionales siempre han cosechado grandes triunfos en Europa y en el mundo. Sin embargo, la selección española, históricamente, ha sido una decepción en todas las competiciones en las que participaba, en las que no lograba llegar a las finales, solo en la Eurocopa de 2008 y en pocas ocasiones más lo logró. Millones de personas iban a estar pendientes de Sudáfrica durante un mes: desde el 11 de junio, hasta el 11 de julio de 2010. Medios de comunicación de todo el globo desplegaron equipos a la zona para cubrir el evento futbolístico más importante del mundo. Tras la victoria española en 2008, la expectación por ver qué papel haría la selección en este Mundial aumentó considerablemente y, esta vez sí, aseguraban muchos, España podía volver con la Copa a casa. La prensa deportiva madrileña, Marca y As, tenía que hacer frente a la ilusión generada en la sociedad española, y el interés que por ello se despertaba en una época nada fácil, en la cual la crisis comenzaba ya a hacer mella en la población que utilizaba el fútbol, en muchos casos, para evadirse de los problemas. “Si no hubiera fútbol, la crisis la viviríamos con más tensión o de una forma más obsesiva”, asegura Santiago Álvarez de Món, profesor de la prestigiosa Escuela de Negocios IESE. “Sinceramente, prefiero una sociedad con fútbol que sin él. Al fin y al cabo, este deporte es un estado de ánimo”, dice este docente. Una sensación de euforia que se intensifica con las recientes victorias de la Selección Española, señala Miguel Ángel García Vega, autor del artículo “El fútbol, balón de oxígeno social”...

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La Mezquita de Córdoba fue reconocida por Unesco en 1984 como Patrimonio Mundial por constituir la obra cumbre del arte islámico y andalusí en Europa y ser paradigma universal de concordia entre culturas. Construida en el año 785 por Abderramán I, en 1523 Carlos I autoriza edificar en su interior una Catedral renacentista que rompió la infinitud del bosque de columnas al tiempo que precipitó un mestizaje sin precedentes del islam y el cristianismo. Ambas realidades artísticas, históricas y culturales han convivido durante siglos en Córdoba hasta que en 1998, el Cabildo catedralicio, sus actuales gestores, se propusieron borrar la huella andalusí de todos los documentos oficiales de divulgación hasta el punto de eliminar el nombre de Mezquita y suprimir toda alusión a la arquitectura y herencia omeya de un monumento que es conocido en todo el mundo como el edificio andalusí emblemático por excelencia. En un acto de intolerancia y expolio cultural, el Obispado pretendió roclamar la supremacía católica sobre el Islam a costa del sentido común, de la historia, del arte, de la arquitectura y de la memoria de Córdoba y su significado en el mundo. En febrero de 2014, un grupo de ciudadanos cordobeses organizados como “Plataforma Mezquita-Catedral, Patrimonio de Tod@s” lanzó una campaña de denuncia que ha logrado reunir más de 385.000 firmas para reclamar la restitución del nombre y la memoria del universal monumento y exigir una gestión profesional. Entre los firmantes, se encuentran personalidades de la cultura de la talla de Juan Goytisolo, José Manuel Caballero Bonald, Emilio Lledó, Josefina Molina, Antonio Muñoz Molina, Antonio Gala, Rosa Montero, Norman Foster, Eduardo Galeano, Federico Mayor Zaragoza, Manolo Sanlúcar, José Chamizo y muchos otros de reconocido prestigio. La Plataforma ciudadana estima que la actual gestión de la Mezquita-Catedral de Córdoba es profundamente lesiva para la integridad del monumento, desleal con su historia, ofensiva con la memoria de Córdoba y contraria a los valores fundamentales sobre los que la Unesco la reconoció en 1984 como Patrimonio Mundial.