5 resultados para Apariencia
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
La indumentaria en los siglos XVI y XVII es un elemento más de la apariencia del individuo, mediante ella se construye la identidad de cada uno de los grupos sociales. Determina muchos aspectos de la sociedad moderna, desde los bienes de consumo hasta las formas de representación. Además, puede considerarse como un medio de información que garantiza las formas de comunicación entre los diferentes grupos que gestan la compleja sociedad moderna. No hay que olvidar que las prendas no dejan de ser objetos móviles que revelan los valores y principios de cada uno de los grupos sociales, mediante su análisis se puede entrar en varios debates tanto morales como económicos o incluso religiosos. A través de los diferentes testimonios de la época se puede comprobar cómo la indumentaria no sólo es un referente para determinar la jerarquía social, sino que además también refleja la diferencia sexual. Priman los testimonios que construyen la identidad femenina a través de las diferencias con lo masculino. Las mujeres en la sociedad moderna pueden pertenecer a todos los grupos sociales, pero tienen su propia identidad y está se construye a partir de los discursos que se gestan a lo largo de los siglos XVI y XVII. En ellos se considera que las mujeres son inferiores a los hombres por naturaleza, porque su origen está en Eva que se convierte en pecadora por no saber evitar los vicios. La concepción de la feminidad en los siglos XVI y XVII también está asociada a otras mujeres tanto bíblicas como clásicas. Son muy frecuentes los discursos donde se menciona qué principios ha de seguir la mujer para alcanzar la virtud. Uno de los modelos femeninos principales será el de María.
Resumo:
Este trabajo aborda el estudio de «La ciudad» de Max Weber desde un punto de vista metodológico. Muestra de un comparativismo extremado y en apariencia autosuficiente, el texto de Weber pone ejemplarmente en evidencia los límites de la pura comparación en el campo de la sociología histórica. Para hacerlo más inteligible se hace un triple recorrido: el primero muestra los resultados y límites de la estrategia comparada que lo domina; el segundo rescata su estrategia analítica; el tercero muestra su estructura narrativa de fondo. La propuesta final es que sólo es posible hacerlo plenamente inteligible si se toman en consideración las tres estrategias y su combinación.
Resumo:
El objetivo de la exposición es ofrecer una visión de diferentes aspectos de la cultura de las apariencias y de la indumentaria entre los siglos XVI y XVIII a través de libros, documentos y grabados de la Biblioteca Histórica, así como una selección de prendas del Museo Pedagógico Textil. El deseo de vestirse y adornarse es tan antiguo como la humanidad. El vestido es uno de los elementos que se emplea para atraer y gustar a los demás. La apariencia física a través del traje permite a la persona expresarse de manera voluntaria o involuntaria y tiene un papel importante en la comunicación. Pero en muchas ocasiones el deseo de agradar convertido en vanidad ,desvirtúa la función natural del vestido, su protección moral o de pudor, para convertirse en ostentación de riqueza. Aunque esta ostentación se haga a través de posesiones, joyas, viajes, etc. es el vestido su mayor exponente. Traje y riqueza mantienen una estrecha relación, ya sea por los tejidos exclusivos, confección profesional, elementos decorativos como pasamanerías y bordados, zapatos, cinturones… Que se van introduciendo poco a poco en el traje popular, como signo de riqueza, aunque a menor escala.La demanda de moda, de trajes que cambian por capricho y aportan novedad crece. Nos situamos en el siglo XVIII para conocer algunos inventos que mejoran la calidad y la producción de vestidos en Francia y que se extienden por toda Europa. Instrumentos como la máquina de hilar, que evoluciona en su manejo, o tratados de sastrería donde se fijan las normas de un arte complicado. En su constante evolución, la indumentaria se irá renovando.Para atraer al público se requiere una publicidad: los franceses serán los pioneros, no sólo en el arte del buen hacer, sino en el del buen vender.
Resumo:
El amplio mapa del Simbolismo europeo vivió un momento sobresaliente a finales del siglo XIX y con el cambio de siglo. Los simbolistas no convivieron como un grupo compacto. Fueron decadentes y estetas a los que unió una búsqueda y un espíritu común. Les interesó lo esotérico, lo secreto y crearon un nuevo mundo hermético con aquello que no está a simple vista en la realidad. Presentaron una irrealidad de ensueño aludiendo a contenidos en profundidad. La atención a lo subjetivo, a la apariencia no objetiva y la oscuridad romántica fueron antecedentes que anunciaron los contenidos cultivados por los simbolistas. La naturaleza difusa del Simbolismo se sirvió de justificaciones poéticas, literarias y filosóficas. Las referencias formales y poéticas atienden a sus dilatados contenidos. La emoción espiritual se adentra en lo intangible e indefinible de la magia simbolista. La influencia del Simbolismo en España se hace notar con cierto retraso y la cronología difiere de los ejemplos del resto de Europa. En el caso español nos movemos entre los años 1890 y 1930. Se ha distinguido un primer núcleo aventajado en Barcelona, con nombres propios como el de Rusiñol y el círculo de los Llimona. Posteriormente los artistas del entorno de Valle-Inclán y su tertulia en el madrileño Nuevo Café de Levante se convertirán en otro exponente que aglutine a artistas diversos. Las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y la repercusión crítica, también añaden información del impacto simbolista en el arte español. Además del núcleo madrileño existe un conjunto de referentes periféricos y artistas “olvidados” igualmente relevantes. Observando las obras simbolistas, se subraya una actitud común en estos artistas. Este talante es clave para trazar un hilo conductor entre los autores. Las formas varían, los significados se solapan y las señas visuales se alteran al no responder a unos cánones siempre fijos. Por ello, es la actitud lo que une a los pintores, escultores y literatos. Decadentismo, Dandysmo, Ocultismo o Esoterismo, son piezas añadidas a esta amalgama artística. Ser simbolista significa trascender más allá de la vida cotidiana. El simbolista accede y cultiva un universo enigmático, turbador y lírico. Es la vía para abandonar lo rutinario. El artista prefiere ensimismarse y regodearse en la creación. Una complicación añadida a su definición, es la falta de unidad estilística o unas características visuales siempre repetidas. Es importante prestar atención a los contenidos de fondo para distinguir puntos de encuentro comunes. Eso sí, los artistas españoles recibieron estas ideas e influencias de manera muy personal. También se añaden otros aspectos como los Regionalismos o la confrontación España Blanca - España Negra. Las fuentes de inspiración miran al Renacimiento, los Primitivos italianos o los Prerrafaelitas ingleses. Existen problemáticas, convivencias y diferentes ingredientes que se suman al discurso del Simbolismo español. El Modernismo, la Generación del 98, los Nacionalismos históricos, Orientalismo, Flamenquismo, Esteticismo, Wagnerianismo o el paisaje, revelan señas simbolistas. Extensión y posición del Simbolismo español en las afueras del Modernismo catalán es el título de esta Tesis Doctoral, en busca de una definición de un momento artístico complejo, rico y desbordante.
Resumo:
Ante la ausencia de músicas de vanguardia en los programas de estudio de conservatorios superiores de diferentes partes del mundo, esta tesis toma el Conservatorio Superior de Música de la Ciudad de Buenos Aires Ástor Piazzolla como estudio de caso instrumental. A partir de un programa implementado en el año 2011 en los cursos de Piano Superior dictados en ese conservatorio propugnando la inclusión de músicas contemporáneas en los recitales públicos de egreso, se indaga en la tensión Tradición–Vanguardia en las aulas de esa institución y los modelos de gestión resultantes. Si bien se trata de una investigación en apariencia local, enmarcada en contextos culturales específicos, la bibliografía y la evidencia que se presentan permiten una indagación global del conservatorio, este concebido como entidad (Chasins, 1974; Kingsbury, 1988; Nettl, 1995; Kramer, 1996; Musumeci, 1998, 2001, 2002, 2003, 2004, 2007, 2008). Se trata de un estudio que apela a la metodología de indagación cualitativa (Denzin y Lincoln, 2005), a la indagación etnográfica y autoetnográfica presentada narrativamente (Alexander, 2005; Clandinin y Connelly, 2000; Clandinin, 2007; Wolcott, 2001), y a la indagación basada en las artes e informada mediante las artes (Mello, 2007). Por pertenecer el investigador a la institución indagada, se han considerado también enfoques de investigación-acción (Stenhouse, 1998) con posicionamiento de experiencia próxima/experiencia lejana (Geertz, 1983). Los componentes del diseño de la investigación se encuentran diagramados en un todo interactuante (Maxwell, 1996). Los resultados de esta indagación permiten afirmar que, más allá de que el conservatorio se ofrece a la sociedad como un espacio dedicado a las músicas de vanguardia, tal propuesta no tiene correlato con su verdadera identidad y gestión cultural, que excluyen la vanguardia para optar por una gestión y repertorios tradicionales. Se concluye que los motivos de este oxímoron se remontan al modelo del conservatorio francés de fines del siglo XIX y comienzos del XX, fuente en la que se basaron los primeros conservatorios argentinos y en la sigue reflejando la formación del pianista clásico profesional en el seno de la institución.