17 resultados para Teoría de la Sociología urbana
Resumo:
¿De qué se componen los sistemas semióticos propios de cada lenguaje, el dramático y el cinematográfico? ¿Cuáles son los complejos procesos de transformación por los que un texto dramático se convierte en una función teatral o bien en una obra fílmica? ¿Qué diferencia esencialmente la recepción de ambas obras? Y, finalmente, ¿existe la posibilidad de una teoría que estudie sistemáticamente el fenómeno de la adaptación? Estas son las preguntas que voy a tratar de responder en este trabajo, que llevarán a elaborar un esbozo de teoría de la adaptación del modo dramático al cinematográfico. Como cimientos previos a la elaboración de esta investigación, planteo un acercamiento a las teorías dramáticas y cinematográficas. Las fuentes que utilizo son, en primer lugar, los estudios sobre ambos sistemas semióticos. Para el estudio del drama utilizo el método de análisis dramatológico perfectamente sistematizado de José Luis García Barrientos en Cómo se comenta una obra de teatro (2001) y en Análisis de la dramaturgia. Nueve obras y un método (2007), complementándolo con las teorías de José Luis Alonso de Santos, Antonin Artaud, Ian Bernard, Keir Elam, John Gielgud, Roger Manvell, Vsévolod Emílievich Meyerhold, Konstantin Stanislavki y Anne Ubersfeld entre otros. Para el estudio de la teoría cinematográfica me apoyo en los estudios, principalmente, de Rudolph Arnheim, Henri Agel, Andrew Dudley, Daniel Arijon, Jacques Aumont y Michel Marie, Béla Balázs, André Bazin, David Bordwell y Kristin Thompson, Fernando Canet y Josep Prósper, Francesco Casetti, Sergei Eisenstein, Joaquín de Entrambasaguas, Jean Epstein, Susan Hayward, Siegfried Kracauer, Yuri Lotman, Marcel Martin, Christian Metz, Jean Mitry, Vsevolod Pudovkin, Vicente Sánchez Biosca y Robert Stam entre otros, quienes, en conjunto ofrecen un compendio muy amplio y dan una idea bastante completa y sistematizada del arte y lenguaje cinematográfico...
Resumo:
El objetivo de este trabajo ha sido honrar al gran protagonismo del que ha gozado el concepto de conflicto en la tradición de la sociología y aún más si cabe en los debates teóricos que más han recientemente han tenido lugar en su seno. La perspectiva que hemos adoptado, sin embargo, ha sido la de un análisis crítico que nos permitiera afrontar el enmarañado “juego de lenguaje” que se ha constituido en derredor suyo, producto de la multitud de paradigmas teóricos y campos de estudio empírico en los que se ha desarrollado. No ha sido nuestra finalidad tanto el conseguir la definición más depurada del mismo como la articulación de una larga serie de términos inscritos en su campo semántico, con la intención de elaborar una cartografía, lo más inclusiva posible, de los distintos significados, esto es, usos, que en un plano teórico ha recibido el conflicto, pues pensamos que esa diversidad da cuenta de aplicaciones fructuosas y necesidades reales de la investigación. No obstante, hemos tratado de conjugar esa diversidad en un esquema con sentido que pudiera eliminar paradojas y abrir vías alternativas en algunos callejones sin salida. Nuestra apuesta a la hora de afrontar esta crítica conceptual del conflicto ha sido una reconstrucción teórica a partir de las dimensiones metateóricas que consideramos fundamentales, siendo nuestra principal baza la continuidad con los trabajos que han hecho de la inclusión de la dicotomía conflicto-integración uno de sus rasgos definitorios, frente a los intentos de diversos teóricos de reducirla a algunas de las otras más frecuentemente utilizadas. Hemos defendido, por tanto, la autonomía analítica de lo que hemos preferido llamar relaciones opositivas y no-opositivas en la distinción de tipos teóricos de relaciones, implicando con ello la imposibilidad de limitarlas a uno solo de ellos y potenciando su dispersión en, lo que creemos que es, un reflejo de esa diversidad de usos productivos que hemos podido contemplar en la historia de la sociología...