2 resultados para Tamburini, Pietro, 1737-1827
em Repositorio Institucional de la Universidad Nacional Agraria
Resumo:
En el mes de junio de 1996, se estableció un experimento de campo en la empresa Frutas Tropicales Ltda, localizada en la comarca de Guanacastillo, departamento de Masaya, con el propósito de evaluar la influencia de cinco leguminosas de cobertura asociadas con el cultivo de la pitahaya (Hylocereus undatus Britt & Rose), como manejo de las malas hierbas y aporte de nutrientes a partir de la materia orgánica incorporada. Al estudio se le aplicó el diseño de bloques completos al azar con cuatro repeticiones.Los tratamientos evaluados fueron: Vigna radiata (L.) Wilczek, Mucuna pruriens (L.) DC., Vigna unguiculata (L.) Walp., Canavalia ensiformis (L.) DC., Lablab purpureus (L.) Sweet y el tratamiento Testigo, el cual representa el manejo tradicional en el control de las malezas de parte del productor. Los resultados indican que el mayor peso seco acumulado lo presentó C. ensiformis al registrar 7 401 kg/ha. En tanto, V. radiata con 2 331.66 kg/ha presentó el menor valor de peso seco. En el comportamiento del peso seco de las malezas se registró mas alto en M. pruriens con 1 600 kg/ha. En tanto, L. purpureus con 545 kg/ha fue el más bajo.Para medir el aporte de nutrientes a partir de la materia orgánica se hizo un análisis de suelo previo a la siembra de las leguminosas. Un segundo y tercer análisis de suelo se efectuaron 3 meses y 11 meses después de realizado el primer análisis. En nitrógeno el mejor resultado se obtuvo en V. unguiculata al ubicarse como mejor aportador en el primer análisis con 149.60 kg/ha y segundo mejor aportador en el segundo análisis con 113.28 kg/ha.Superado levemente en este caso por el tratamiento testigo con 113.40 kg/ha. En ambos análisis el menor aportador de nitrógeno fue C. ensiformis con 122.40 kg/ha y 103.32 kg/ha para el primer y segundo análisis respectivamente.En cuanto a fósforo, V. radiata se ubicó como mejor aportador en el primer análisis con 16.80 kg/ha, mientras que en el segundo análisis se ubicó como tercero con 26.49 kg/ha, superado por C. ensiformis y V. unguiculata con 40.66 kg/ha y 31.32 kg/ha respectivamente. En cambio M. pruriens se ubicó como el aportador más bajo de fósforo con 6.60 kg/ha en el primer análisis y 3.98 kg/ha en el segundo.En relación al potasio, el mejor resultado se obtuvo en M. pruriens con 567.73 kg/ha y 694.42 hg/ha en el primer y segundo muestreo respectivamente. Mientras que L. purpureus fue el menor aportador con 384.74 kg/ha y 273.70 kg/ha en el primer y segundo muestreo respectivamente.Con respecto a la influencia sobre la dinámica de las malezas el mejor resultado se presentó en M. pruriens, al eliminar por completo la presencia de malezas a los 95 días de establecido el ensayo. Similar comportamiento tuvo C. ensiformis con la diferencia que fue en un período más prolongado. Mayor abundancia de malezas presentaron los tratamiento L. purpureus, V. radiata y V. unguiculata, en los cuales hubo necesidad de acompañarlos con controles mecánicos. Por último, se ubicó el tratamiento Testigo el cual siempre necesito de control mecánico. En relación al mayor número de brotes por planta, los tratamientos implementados no tuvieron diferencias significativas entre ellos, pero en términos numéricos los que presentaron mayor número de brotes fueron V. radiata y Testigo con 4,856 y 4,417 respectivamente, seguidos de V. unguiculata y C. ensiformis con 3,933 y 3,922 respectivamente. Por último se ubicaron M. pruriens y L. purpureus con 3,267 y 3,034 respetivamente.De acuerdo a los resultados obtenidos en cobertura de suelo, diversidad y abundancia de malezas, biomasa y aporte de nutrientes a partir de residuos vegetales, excepto en fósforo, se recomienda el uso de la leguminosa Mucuna pruriens (L.) DC. En asocio con el cultivo de la pitahaya.
Resumo:
El presente trabajo se realizó con semilla de maíz ( Zea mays L.) de 9 agricultores del territorio nicaragüense, bajo condiciones naturales de cada productor y condiciones controladas del Programa de Recursos Genéticos Nicaragüense, adscrito a la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional Agraria, con los objetivo de determinar la calidad inicial de la semilla, el mejor envase y el período de almacenamiento que permitan mantener a la semilla agronómicamente viable como insumo para la siembra. La calidad inicial de la semilla se determinó a través de la medición de las variables contenido de humedad, vigor, germinación y sanidad, a partir de muestras representativas de lotes de semilla de 9 productores artesanales. Para el análisis de los resultados de la calidad inicial de la semilla se utilizaron rangos y promedios; exceptuando las variables vigor y germinación, cuyos datos provenientes de un experimento bifactoríal (factor A= zonas y factor B =productores dentro de zonas) arreglados en un diseño completamente al azar fueron sometidos al análisis de varianza. De igual manera se realizó el análisis de componentes de varianza a fin de determinar el efecto de cada uno de los factores bajo estudio sobre la respuesta de las variables antes mencionadas. La semilla fue secada en condiciones ambientales de cada zona de estudio, y posteriormente envasada en silo Metálico, bolsa plástica y saco. De esta manera se estudiaron tres factores (modelo trifactoríal): productor; localidad y envase arreglados en un Diseño Completamente al Azar (DCA) con cuatro réplicas de 50 semillas cada una, con el fin de evaluar el efecto del manejo de la semilla de cada productor ,las condiciones de almacenamiento y el tipo de envase sobre las variables vigor y germinación de la semilla. El monitoreo de la calidad de la semilla se realizó a través de la prueba de vigor y germinación a los O, 90, 180 y 270 días de almacenamiento. El monitoreo de la calidad de la semilla se realizó únicamente a 7 productores ya que dos de ellos utilizaron las semillas como insumo. Los análisis estadísticos Fueron analizados con el programa JMP, versión 4.05 (SAS, 2000). De acuerdo al análisis de varianza, los efectos zona y productores dentro de zonas resultaron altamente significativos para las variables vigor y germinación. Según los resultados, el 77.8 % de los productores tenían la semilla en un rango óptimo de humedad y el 100% presentaban semillas de calidad fisiológica y sanitaria elevada. Respecto al comportamiento de la semilla durante el almacenamiento, el análisis reveló que las variables vigor y germinación fueron influenciadas significativamente por los factores productor, ambiente de almacén, envase y sus interacciones, más el efecto del factor tiempo. El silo metálico y la bolsa plástica fueron los envases que mejor preservaron la calidad de la semilla, ya que a los 270 días de almacenamiento, el 57 % de los lotes de semilla mostraron germinación con valores superiores al 80 %, que es el mínimo establecido por las Normas Específicas de Certificación de Semillas.