20 resultados para Universidad de México
Resumo:
Se evaluaron siete genotipos de tomate (Lycopersicum esculentum, Mill.) de los cuales AVTO1203, AVTO1883, AVTO1082, AVTO1031 y AVTO1173 provienen del Centro Mundial de Vegetales (AVDRDC) y dos variedades comerciales Shanty y Butero, que se usaron como testigos. El ensayo se estableció en el centro experimental ̈LAS MERCEDES̈ propiedad de la Universidad Nacional Agraria con el propósito de evaluar el comportamiento agronómico de los genotipos bajo sistema casa malla. El diseño experimental utilizado fue un bloque completo al azar, el análisis de la información se realizo utilizando análisis de varianza y separación de medias por TUKEY. Los genotipos mostraron diferencias estadísticamente significativas para las variables evaluadas, con excepción de los grados Brix, cuyos valores oscilaron entre 4.5 y 4.6. Los genotipos mostraron forma de fruto redondeada y redondo-alargada, en general el color de fruto fue rojo con distintas tonalidades oscuro e intermedio. Para el diámetro polar el carácter vario entre 6.36 cm y 3.8 cm; el diámetro ecuatorial vario de 4.89 cm y 2.72 cm. los genotipos presentaron números de lóculos de 6.6 a 2. Con respecto a frutos por plantas los valores oscilaron de 55.8 y 17.1 siendo los genotipos: A VTO1883, AVTO1203, y AVTO1082 los que estadísticamente se encontraron en la categoría superior con el testigo Shanty. El peso de los frutos vario entre 101.1 g y 58.1 g. Para el rendimiento los valores oscilaron entre 18.9 kg y 6 kg/parcela (la parcela fue de 2m2), los genotipos AVTO1203, AVTO1883, AVTO1082 y AVTO1173 se encontraron estadísticamente en la categoría superior con la variedad testigo Shanty. Basado a las características estudiadas se determinó que los genotipos AVTO1203 y AVTO1883 son promisorios por presentar similitud en rendimiento y características comerciales con el hibrido testigo Shanty.
Resumo:
Las palabras pitahaya y pitaya se derivan del Taino, una lengua de los pueblos indigenas de los países caribeños y ambas significan fruta escamosa. Los frutos de pitahaya crecen sobre un cactus tropical de forma columnar que pertenece a los géneros Stenocereus y Pachycereus. Por otro lado, los frutos de pitahaya crecen sobre un cactus tropical trepador que pertenece a los géneros Hylocereus y Selenicereus. En esta reseña se hará referencia a la biología y manejo postcosecha de los frutos de pitahaya que crecen en cactus de hábito trepador. La pitahaya amarilla (Selenicereus megalanthus) se cultiva en Colombia, Ecuador e Israel. La pitahaya roja, especialmente Hylocereus undatus, es cultivada en 19 países. Los principales países productores de pitahaya son en este orden Vietnam, Colombia, Nicaragua, México e Israel. Los frutos de pitahaya son una buena fuente de minerales, glucosa, fructosa, fibra dietética y vitaminas. La pitahaya es un fruto no climatérico, con tasas de producción de etileno de 0.025 a 0.091 iL.kg-1 hr-1. Los índices de cosecha incluyen: cambio de color de la cáscara, contenido de sólidos solubles, acidez titulable y días después de la floración (mínimo 28 días y máximo 35 días). El daño por congelamiento, daños mecánicos y la pérdida de agua, son los tres principales desórdenes fisiológicos postcosecha que se presentan en los frutos de pitahaya. Se recomienda almacenar los frutos de pitahaya a 7-12°C y 85-90% de humedad relativa. Se necesita más información acerca de la manipulación de la planta de tal manera que florezca durante todo el año, y no solamente unas cuantas veces, para satisfacer la demanda nacional y los mercados internacionales.
Resumo:
Las diez Universidades que conforman el Consejo Nacional de Universidades (CNU) en Nicaragua participaron en un programa (2007 a 2010) orientado a desarrollar el papel y la contribución de las Universidades en los procesos de innovación. El programa fue financiado por la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (Asdi), y se basó en una metodología de acción-aprendizaje, en el cual las universidades compartían sus experiencias, competencias, estrategias y actividades entre ellas, así como, con otros actores claves en los sistemas de innovación. La Universidad Tecnológica de Chalmers, a través de la fundación Stiftelsen Chalmers Industriteknik (CIP) fue la contraparte sueca, con participación de investigadores de la escuela de tecnologías, gestión y economía, y el centro para estudios de propiedad intelectual (CIP). Los objetivos del programa fueron de extrema importancia para el desarrollo de las Universidades Nicaragüenses, y se asemejan a los retos y desafíos que las Universidades en todo el mundo enfrentan en el momento actual. En busca de la mejora de los procesos innovadores de las Universidades se definieron los siguientes objetivos: Desarrollar los roles y las responsabilidades que el CNU y las Universidades poseen en el sistema actual y futuro de innovación en Nicaragua, en asociación con otros grupos de claves en Nicaragua; generar las políticas que permitan a la Universidad incluir la innovación en su misión y prácticas; evaluar y mejorar el proceso de manejo de la investigación, incluyendo planes, diseños, métodos, construcción de relaciones y prácticas gerenciales que apoyarán la aplicabilidad e integración de las actividades de investigación y los resultados en la sociedad; desarrollar funciones, procesos y estructuras en las Universidades, que permitan que la innovación y el emprendedurismo sean integrados en su visión y prácticas, particularmente en el proceso de “investigación para el mercado”. Desarrollar a fondo el rol y la profesión del investigador, que incluyan contratos e incentivos para asegurar el desarrollo continuo de este grupo profesional desde una perspectiva de investigación e innovación; desarrollar una atmósfera y cultura en las Universidades (y el CNU) que estimulen transparencia, cooperación y aprendizaje, por medio del desarrollo de métodos de trabajo sistemáticos y conscientes, reflexionando y compartiendo; desarrollar habilidades y estrategias para proteger y extraer valor de la propiedad intelectual, basada en nuevos conocimientos y tecnologías generadas en las universidades, y por ultimo formar personal especializado a nivel de maestría, con el propósito de desarrollar habilidades locales en el área de propiedad intelectual y gerencia del capital intelectual. Este escrito presenta las acciones realizadas, los resultados y las conclusiones del programa.
Resumo:
La cooperación científica sueca en la Universidad Nacional Agraria inició en el año 1986, teniendo como contraparte a la Agencia Sueca para la Cooperación en Investigación (SAREC), quien administró la cooperación hasta 1995, año en que dicha institución se integra a la estructura de la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (Asdi). Durante los primeros años la cooperación se orientó a la capacitación institucional a través de becas de dos años otorgadas a académicos para la obtención de maestrías en ciencias. Para el año 1995, la cooperación decide dar un salto, continuando con la formación a nivel de doctorado con un tiempo de duración de cinco años. El modelo de estudios utilizado fue el método sándwich donde la investigación se realizaba en Nicaragua y los cursos se tomaban en Suecia u otro país. La contraparte de la UNA en esta colaboración fue la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia (Sveriges Lantbruksuniversitet - SLU). En el año 1997 se amplió el apoyo hacia la formación de capacidades institucionales. Suecia apoyó el fortalecimiento de la administración de la investigación científica, infraestructura (plataformas de tecnología, informática y laboratorios), el acceso a publicaciones electrónicas, etc., con la intención de desarrollar las capacidades, fomentar la capacidad analítica y generar conocimientos con base científica que respondieran a niveles internacionales. Producto de esta cooperación, la capacitad de investigación ha aumentado en torno a temas vinculados a Nutrición y genética Animal, Control Biológico de Plagas, Manejo Integrado de Plagas, Gestión de la Fertilización, Manejo de Cuencas Hidrográficas, Restauración de Ecosistemas Degradados, Manejo de Áreas Protegidas, Agronomía y Biotecnología de Raíces y Tubérculos, Agro forestaría, Ordenamiento Territorial, Medicina Homeopática, Recursos Genéticos, Seguridad Alimentaria, Turismo y Desarrollo Rural. También, se mejoró la calidad de los programas de cooperación y se cuenta con docentes capacitados para tutorar estudiantes a nivel de grado y posgrado. La cooperación científica ha dado resultados positivos en varios aspectos; hasta mediados del año 2011 han alcanzado el grado de maestría 22 académicos de la institución y 17 el grado de doctor. Se han publicado 93 artículos científicos y bajo un programa de fondos competitivos se financiaron un total de 91 proyectos de investigación, seleccionados mediante un proceso abierto y transparente. La UNA actualmente cuenta con capacidades para ofrecer educación de maestrías a nivel local. El fortalecimiento de la UNA ha contribuido a mejorar el nivel de eficacia, así como la gestión de la investigación científica, se formularon las políticas de investigación, y se crearon espacios de intercambio con actores claves del sistema de investigación. El apoyo de Asdi en tecnología de la información en la UNA ha contribuido a un mayor acceso al conocimiento para los investigadores y estudiantes, a través de publicaciones científicas y redes internacionales.