5 resultados para Indicador de liquidez
em Biblioteca Digital de la Universidad Católica Argentina
Resumo:
Resumen: En el presente trabajo, la autora sostiene que las opciones conceptuales, metodológicas y prácticas involucradas en todo ejercicio de medición de la pobreza tienen consecuencias sobre la estimación de su dimensión, profundidad y estructura. Sin embargo, dichas opciones no están siempre explícitas. El informe de pobreza de Irak de 2010, publicado por el Banco Mundial, representa una excepción en este sentido. La autora propone en este caso, explorar en detalle las opciones subyacentes a la construcción del indicador de bienestar, la línea de pobreza y las medidas de pobreza, señalando la importancia de la explicitación de dichas elecciones.
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Resumen: El Informe de Economía e Instituciones cuenta con tres columnas que abordan cuestiones teóricas y de política económica relacionadas con la temática de la economía y las instituciones. En la primera columna, Instituciones y oportunidades, la autora describe las fallas de Argentina, como de muchos países Latinoamericanos, para lograr avances significativos en la economía, tanto en la política distributiva como en la satisfacción de fines múltiples. Resalta que el problema del país no es la escasez de recursos sino la gestión de éstos, y que en muchos casos el énfasis por la distribución ha puesto en jaque la creación de riqueza. Luego plantea que la debilidad institucional impulsa un permanente cambio en las reglas de juego, y que es necesario que tanto la creación como la distribución de riqueza se complementen. En segundo lugar, menciona al “indicador de oportunidades humanas” del Banco Mundial como herramienta para medir la disponibilidad de bienes y servicios indispensables para poder progresar en la vida, “penalizado” por cuan inequitativamente están distribuidos entre la población. Concluye afirmando que está en nosotros utilizar inteligente y eficientemente los recursos brindados por el Banco Mundial y el BID para programas orientados al desarrollo y al fortalecimiento institucional. En la segunda columna, Innovaciones, Instituciones y Desarrollo Económico, el autor comienza resaltando la idea de que los procesos de innovación, claves del crecimiento económico “endógeno” en la década de 1980, eran algo que ocurría a través del tiempo e influenciados por las interacciones existentes entre los variados factores presentes en los contextos de cada caso. Procura sintetizar como, partiendo de una posición básicamente antagónica entre las innovaciones y las instituciones, se fue pasando a una versión “sistémica” en la cual lo importante era examinar con precisión cuales eran los factores que pudieran incidir (positiva o negativamente) en el avance y la concreción de las innovaciones tecnológicas deseadas. Finalmente menciona que, a través del National Innovation Systems, se procuro establecer cuales eran los factores, en cada nación, que especialmente pudieran congregarse a fin de alcanzar nacionalmente el logro de las innovaciones necesarias para apoyar el desarrollo económico deseado. En la tercera columna, El debate en torno a los sistemas de gobierno, se comenta que una amplia literatura sostiene que el desempeño económico de los países está estrechamente vinculado con sus instituciones políticas, dado que éstas configuran el contexto donde se desenvuelven los agentes. En este sentido, se menciona que no habría para un país, a priori, elección más relevante en materia institucional que la que concierne a su sistema de gobierno. Sin embargo plantea que, a pesar de que la alternativa presidencialismo versus parlamentarismo sugiere la existencia de un determinado sistema político “perfecto”, éste no existe. Concluyendo que la idoneidad del diseño depende de otros factores, como la cultura política y la tradición institucional del sistema de partidos: el contexto hace la diferencia.
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Este trabajo se enfoca en la diferencia entre el precio internacional y el que reciben los productores Argentinos, al cual se le suele llamar la paridad de exportación, y plantea una serie de interrogantes, a saber: • Existe una relación ente el precio internacional y el local? • La misma es estable en el tiempo? • A qué responde el diferencial? o Es un ruido blanco? o Existen componentes estacionales, estructurales o temporales. • Generaron alteraciones en este diferencial los cambios en el entorno macroeconómico de la convertibilidad, el de la postconvertibilidad, y las limitaciones a las exportaciones de granos introducidas por el mecanismo de ROE VERDE? • Tuvo el episodio popularmente conocido como “conflicto de la 125” un efecto sobre este indicador? En la medida en que se avance con el programa se irán planteando hipótesis alternativas, siendo la de partida que en el caso de la soja la relación de precios local e internacional es fuerte, estable en el tiempo, y que el diferencial responde a los costos de transacción de las operaciones de exportación. Por otro lado, si bien el diferencial de precios externo versus el local, se puede haber visto influido en momentos puntuales por las turbulencias en el contexto macroeconómico y por sucesos específicos del mercado de granos, los valores rápidamente tienden a normalizarse
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Introducción: A raíz de la crisis de hipotecas sub-prime de 2008 en Estados Unidos, tanto la Reserva Federal (FED) como los demás bancos centrales del mundo (en especial, el Banco Central Europeo y el de Japón actualmente) comenzaron a aplicar un continuo estímulo monetario vía bajas tasas de interés (cercanas a cero en los tres casos). Dicha política monetaria activa fue efectiva, en el caso de Estados Unidos, para otorgar liquidez al mercado y actuar sobre las expectativas de los agentes. De este modo, además de generarse una importante recuperación de valor en los activos y un colapso en las yields de la parte larga de la curva de bonos soberanos, se comenzó a observar una muy gradual mejora en la economía real, la cual viene siendo cada vez más robusta a juzgar por ciertos indicadores que se verán más adelante en este ensayo...
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Resumen: El proceso penal de cuño acusatorio no solo es trending topic dada su inminente implementación, sino que también constituye el hashtag más representativo de una Constitución imbuida por el principio republicano de gobierno, la división de poderes y la premisa de no autocontrol. La imparcialidad miliaria de un sistema respetuoso de la separación de funciones (acusación, defensa, juicio) solo puede conquistarse en un modelo de este signo, que a través de otros principios potencia la expresión constitucional al máximum. Empero, un “derecho penal líquido” ligado umbilicalmente a un principio de oportunidad emparentado al modelo acusatorio, nos abre el camino hacia nuevos interrogantes sobre los peligros inherentes a una incertidumbre e inestabilidad normativa, que impedirían solidificar la ley en un bien perdurable. Es que el encumbramiento de una oportunidad oscurantista conduce a la banalización de la justicia, el imperio de la arbitrariedad y una selectividad vacua de contrapesos. De modo que, sin resortes aptos, los vasos capilares y derechos contenidos en la Constitución Nacional resultarán indefectiblemente afectados. Pues si el proceso penal no contempla mecanismos de coagulación eficaz, la liquidez caótica de la ley penal propenderá a desangrar y disolver la manifestación constitucional. Por tanto, el desafío de los ingenieros de los sistemas de administración de justicia consiste en ajustar los paradigmas procesales a los dictámenes de la Ley Materna, con el afán de que ese dar a cada uno lo suyo, definido por el bien común político, se vuelva realidad en cada intervención del Poder Judicial y permita superar falaces antinomias