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em Biblioteca Digital de la Universidad Católica Argentina
Resumo:
Cuando nos proponemos encarar el pensamiento de un autor hay varios elementos previos que deben ser considerados. En primer lugar —aunque haciendo las veces de filólogos «amateurs»— debemos fijar el mejor texto y —en el caso que se abarque la totalidad de la obra— asegurarse no dejar nada afuera. Así ha pasado desapercibida en la comunidad científica la importantísima tesina de Don Sebastián de Benalcazar titulada «Kelsen y la aproximación historicista al derecho natural clásico», en la cual se analizan las inexactitudes en las que incurre, como consecuencia de no contar con un adecuado texto del pensamiento de Aristóteles que, honradamente, él busca analizar...
Resumo:
Resumen: En el pensamiento de Santo Tomás de Aquino, la Filosofía Moral y la Teología Moral tienen al bien como concepto central, es decir, el ser en cuanto apetecible y en cuanto fin de la tendencia o apetito. Lo anterior es debido a que lo bueno expresa el ser en cuanto se relaciona con el apetito y de este modo señala la capacidad del ser para mover la voluntad o una tendencia cualquiera hacia su fin. Es por esto que Santo Tomás sostiene con Aristóteles que el bien coincide con la noción de fin. Y es por la importancia de estos principios y por su repercusión en la moral y sobretodo en la explicación de la libertad moral, que este breve trabajo consiste en una profundización en las relaciones entre el bien, el fin y la naturaleza y algunas de sus aplicaciones a lo que se conoce como tendencia natural o apetito natural y la tendencia libre que se refiere a la voluntad sobre todo a la voluntad de la persona humana. No se trata de un intento por presentar todas las conclusiones que de estos principios se siguen, lo cual correspondería a la Filosofía o a la Teología Moral, sino más bien de una profundización en los principios metafísicos, para asentar los cimientos del orden moral.
Resumo:
Conocí a Mons. Guillermo Blanco como alumna suya primero: maestro inigualable por su sabiduría vertida con orden, claridad, paternal paciencia y suave humor; luego fui profesora en la Facultad de Filosofía —posteriormente Filosofía y Letras— que con tanta prudencia y profunda humanidad gobernó durante muchos años. Tiempo después me convocó para colaborar con él en la edición de su Curso de Antropología Filosófica. Y de allí en más, continué recibiendo su generosa amistad, su bondadoso apoyo en situaciones difíciles, su opinión y consejo en cuanto a mis trabajos y su alegría ante los logros, brindándose siempre con sus palabras y sus silencios…
Resumo:
Introducción: A partir del año 1981 tuve la suerte de comenzar a trabajar como Profesor de Teología en la UCA. En octubre de 1982, su Rector, Monseñor Guillermo Blanco, creó el Centro de Espiritualidad y Acción Pastoral y me nombró su primer Director. Desde entonces y hasta que el Señor lo llamó para ir a su casa definitiva, tuve la suerte de compartir con él todos estos años, como discípulo, colaborador directo y acompañante espiritual. En este artículo quisiera recordarlo como: 1) Hijo del Padre; 2) Padre de todos y 3) Rector de la UCA.
Resumo:
La Guerra de la Independencia, según la denominación tradicional de la historiografía española o The Peninsular Wars, como se suele denominar ese acontecimiento por los historiadores de habla inglesa, se perfila como uno de esos momentos en que las relaciones hispano-británicas adquieren una intensidad especial. De esa colaboración, de ese acto de comunicación intensa entre combatientes de un mismo enemigo, surgen unas manifestaciones literarias y muchos más relatos y diarios escritos por oficiales e incluso simples soldados del ejército de su majestad que contienen todo un tesoro de anécdotas, descripciones, y, principalmente, valoraciones dignas de analizar y hasta de disfrutar. Se trata, en este caso, de una recopilación de vivencias muy personales, en la mayoría de las ocasiones muy dolorosas, como cabría esperar de una guerra, y que a menudo ofrecen juicios y opiniones de España y Portugal que revelan una actitud paternalista y crítica.
Resumo:
Escribo este texto con el más profundo agradecimiento a Monseñor Guillermo Pedro Blanco, profesor y maestro a quien tanto debo desde el inicio de mis estudios filosóficos, cuando esta Pontificia Universidad Católica Argentina nacía. Desde esos primeros momentos he seguido con atención su magisterio, de palabra precisa y orientadora. De sus lecciones me he beneficiado como alumna y luego como integrante de su cátedra, Antropología Filosófica, en la carrera de Filosofía y desde allí a otras facultades. Admirables su erudición filosófica y sus dotes didácticas y pedagógicas. Su ilimitada bondad se manifestaba como la sobreabundancia de las virtudes con las que vivía todas las situaciones...
Resumo:
El entendimiento es la principal potencia del alma, la que primero emana de ella, la más perfecta de todas y la característica distintiva de la naturaleza humana. A través de ella el hombre participa en algo de los seres superiores, Dios y los ángeles. Como las demás potencias, el entendimiento no puede ser directamente conocido por nosotros, sino sólo por medio de sus actos propios. A diferencia de los sentidos, cuyo conocimiento se limita a los accidentes, el entendimiento penetra hasta la esencia de la realidad; más aún, la esencia de las cosas materiales constituye el objeto propio del entendimiento humano. El nombre con que se le designa (intellectus = intus-legere = leer dentro) quiere expresar precisamente esta índole peculiar. Penetrando en las esencias, el entendimiento humano es capaz de abstraer (extraer lo universal de lo particular o singular) y concebir ideas o conceptos. Estos actos y objetos, eminentemente espirituales, demuestran que su sujeto, el entendimiento, también lo es; y si el entendimiento es una potencia o energía espiritual, necesariamente debe serlo también el principio del cual fluye, o sea, el alma humana...