5 resultados para Mine subsidences

em Archivo Digital para la Docencia y la Investigación - Repositorio Institucional de la Universidad del País Vasco


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La contaminación del suelo es una de las principales amenazas para los ecosistemas y la salud humana. Actualmente, desde un punto de vista tanto económico como ambiental, la fitoestabilización es la mejor tecnología para remediar suelos contaminados con elevadas concentraciones de metales como son los suelos mineros. La fitoestabilización asistida consiste en el empleo de plantas y enmiendas orgánicas y/o inorgánicas con el fin de reducir la movilidad y la biodisponibilidad de los contaminantes y recuperar la salud de suelo. En este trabajo se han realizado ensayos en microcosmos y en campo centrándonos en la salud del suelo minero contaminado con Pb y Zn durante un proceso de fitoestabilización empleando enmiendas orgánicas (purines vacunos, gallinaza, estiércol de oveja y lodos de papelera mezclados con gallinaza) y/o la especie metalífera Festuca rubra con el objetivo de (i) estudiar las interacciones suelo-enmienda responsables de los cambios inducidos por el proceso de quimioestabilización en las propiedades físicoquímicas y biológicas del suelo, (ii) evaluar la efectividad del proceso de fitoestabilización sobre suelos vegetados y de la revegetación sobre suelos desnudos (iii) valorar la idoneidad de distintos indicadores químicos y biológicos (parámetros microbianos y de la vegetación) para monitorizar la efectividad de la fitoestabilización asistida en términos de reducción de la biodisponibilidad de metales en el suelo, mejora de la vegetación y de la recuperación de la salud del suelo. La aplicación de enmiendas al suelo minero supone una entrada de materia orgánica y nutrientes que conduce a una disminución de la biodisponibilidad de metales, facilitando la colonización de las plantas y el crecimiento de la vegetación nativa, además de estimular la actividad microbiana del suelo. El pH del suelo es un factor crítico que condiciona la movilidad de los metales y la toxicidad del suelo. Las poblaciones microbianas de las enmiendas no modificaron la diversidad funcional de las comunidades microbianas nativas de la mina. Los purines vacunos y los lodos de papelera mezclados con gallinaza son los tratamientos más efectivos en el proceso de fitoestabilización asistida bajo condiciones de campo. La gallinaza fue el tratamiento que más estimuló el crecimiento de la vegetación nativa y la colonización en los suelos desnudos. El bioensayo de elongación radical de lechuga es un test sensible, sencillo y barato para evaluar la biodisponibilidad de metal y la ecotoxicidad del suelo. Los tocoferoles son biomarcadores de exposición a metales con potencial para su implementación en bioensayos de toxicidad. Este trabajo permite concluir que la población metalífera de F. rubra, combinada con enmiendas orgánicas, es una excelente candidata para los proyectos de fitoestabilización asistida. Además, la monitorización simultánea de los parámetros fisicoquímicos y microbiológicos del suelo y de su ecotoxicidad permite una evaluación adecuada de la salud del suelo, así como la selección de enmiendas apropiadas para el desarrollo de un proceso fitoestabilizador.

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In order to study the colonization and development of moss mites (Oribatida) communities in a Scots pine forest of a reclaimed limestone mine dump in Northern Poland, 3 plots from the dump were chosen. The selected plots differed in age, 5 years old, 35 and 50 years old. From a total of 30 samples 499 mites (Acari) were extracted in Tullgren funnel from which 262 were Oribatida. Abundance (N) was analyzed in all mites and after determining the species of both, juvenile and adult stages of oribatids, the following indices were analyzed: Abundance (N), Dominance (D), Species diversity (S), Species richness (s) and Shannon’s diversity index (H). Regarding to the results obtained; oribatid mites were dominant with the highest abundance in all assemblages (Plot 1: 139 Oribatida /299 Acari. Plot 2: 40/55 and Plot 3: 83/145). Tectocepheus velatus showed a very high dominance (45,99%) in plot 1; the highest value for Shannon’s diversity index belonged to plot 3. On the other hand, juvenile’s percentage was significantly higher than adult’s percentage, especially at plot 2 (95,02%). These results made us to conclude that the high abundance of oribatids in the youngest forest is due to T. velatus’s high abundance and that plot 3 is the best habitat for mites. Finally, the high occurrence of juvenile stages requires keeping on studying the area.

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Homenaje a Georges Laplace, realizado en Vitoria-Gasteiz el 13,14 y 15 de noviembre de 2012. Edición a cargo de Aitor Calvo, Aitor Sánchez, Maite García-Rojas y Mónica Alonso-Eguíluz.

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One of the most controversial inquiries in academic writing is whether it is admissible to use first person pronouns in a scientific paper or not. Many professors discourage their students from using them, rather favoring a more passive tone, and thus causing novices to avoid inserting themselves into their texts in an expert-like manner. Abundant research, however, has recently attested that negotiation of identity is plausible in academic prose, and there is no need for a paper to be void of an authorial identity. Because in the course of the English Studies Degree we have received opposing prompts in the use of I, the aim of this dissertation is to throw some light upon this vexed issue. To this end, I compiled a corpus of 16 Research Articles (RAs) that comprises two sub-corpora, one featuring Linguistics RAs and the other one Literature RAs, and each, in turn, consists of articles written by American and British authors. I then searched for real occurrences of I, me, my, mine, we, us, our and ours, and studied their frequency, rhetorical functions and distribution along each paper. The results obtained certainly show that academic writing is no longer the faceless prose that it used to be, for I is highly used in both disciplines and varieties of English. Concerning functions, the most typically used roles were the use of I to take credit for the writer’s research process, and also those involving plural forms. With respect to the spatial disposition, all sections welcomed first person pronouns, but the Method and the Results/Discussion sections seem to stimulate their appearance. On the basis of these findings, I suggest that an L2 writing pedagogy that is mindful not only of the language proficiency, but also of the students’ own identity may have a beneficial effect on the composition of their texts.