5 resultados para Publicação científica
em Aquatic Commons
Resumo:
Abarca los trabajos que se presentan durante los 3 días que dura el evento infantil.
Resumo:
El próximo septiembre se cumplen treinta años de la llamada Expedición Naútica-Cientifíca “R. P. Francisco Morillo” realizada en botes neumáticos por un grupo de personas de diferentes orígenes y entre los que se encontraban naturalistas y profesionales de las Ciencias Naturales. A nivel profesional fue una gran experiencia, ya que me permitió transitar por un ámbito geográfico de difícil acceso, con flora y fauna cuya referencia la tenía solo a través de textos. Por otra parte y mirado a la distancia, fue muy interesante el comportamiento humano del grupo. Entiendo que un sociólogo podría dar alguna interpretación, pero he visto de todo, actos de solidaridad, de mezquindad, egoísmo y de cierta locura, como por ejemplo, querer matar un yacaré por el simple hecho de que estaba en la playa tomando sol. En este caso, la suerte estuvo del lado de la noble bestia, ya que los involucrados en las Ciencias Naturales pudimos detener semejante barbaridad y hacer comprender a los de “gatillo fácil” que no había ningún sentido en lo que querían hacer. Irónicamente, entre otras cosas, este viaje tenía dentro de sus objetivos participar en un Congreso de Conservación… Los objetivos del viaje para los naturalistas, sólo se cumplieron en parte, ya que al principio de esta travesía comenzaron a suscitarse problemas, principalmente por las características del río, lo que dificultó, por falta de tiempo, la toma de muestras y las consiguientes observaciones. A nivel personal me queda la riqueza que me dio esta experiencia y el haber conocido a dos personas que me llamaron profundamente la atención. A nuestro baqueano José “Pipo” Marty, un hombre generoso y de una gran sabiduría. El otro fue Exequiel Martínez, al que conocí en el congreso que se realizaba en Resistencia y con quién, a partir de ese momento, me une un lazo afectivo que nace de un profundo respeto y admiración.
Resumo:
Si bien existen varios ensayos biográficos que enfocan diferentes momentos de su vida (ANÓNIMO, 1963, BAHAMONDE, 1962, LÓPEZ et al., 2015, NION, 2015, PEQUEÑO, 2015, SÁNCHEZ CARRILLO, 2001), hasta donde tenemos conocimiento, no se ha publicado aún una bibliografía completa de la obra del Dr. FERNANDO DE BUEN Y LOZANO (Fig. de tapa). Bibliografías parciales se encuentran, entre otros, en los autores arriba citados. Aquí nos atrevemos a hacer el intento, aunque en forma defectuosa, ya que muchas de sus publicaciones no las hemos podido consultar directamente (se señalan con un asterisco, *). En parte nos hemos basado en una compilación hecha por el propio DE BUEN, que abarca los años 1915 a 1949 (Fig. 1), aunque no siempre con los datos necesarios para una completa información sobre la publicación; en lo posible intentamos complementarla. En sus casi cincuenta años de actividad científica, llegó a producir casi 300 títulos, de variado contenido, aunque siempre relacionados con el medio acuático, sea marino o dulceacuícola. Esta producción se puede dividir en cuatro períodos, que comienza con su etapa española, europea y africana (marroquí), entre 1915 y 1937, durante la cual publicó más de 140 títulos. Como consecuencia de la Guerra Civil Española, en 1939 se radica en México, donde permanece desde el 12 de Julio de 1939 hasta Noviembre 1946, país al que regresa entre 1953 y 1957. Durante este período escribe unos 70 artículos. Entre esas dos etapas mexicanas, estuvo brevemente radicado en el Uruguay, desde el 26 de Noviembre de 1946 hasta 1953, sin duda la etapa de menor producción científica, con una docena trabajos. A ésta sigue el último período de su vida, en Chile (Fig. 2), la que lamentablemente termina trágicamente, en 1962. Durante este período publica más de 60 publicaciones, de los cuales, aparentemente, seis quedan inéditas. Cabe señalar que durante estas tres etapas de exilio americano, si bien sus publicaciones están mayoritariamente relacionadas con el país de residencia, hay algunas excepciones. Preivo a estas estadías en América, hay que mencionar tres europeas, fuera de España, a saber: en el Museo Oceanográfico de Mónaco (1919), en el Instituto Centrale di Biologia Marina, Messina, Italia (1919), y en el Laboratorio Arago, Banyuls sur Mer, Francia (1939). En general, puede considerarse que FERNANDO DE BUEN fue un investigador solitario, ya que solamente seis, de sus casi 300 trabajos, fueron publicados en colaboración: dos con su hermano SADÍ DE BUEN (#31 y 32), dos con F. FRADE (#115 y 116), y dos con MANUEL ZOZAYA (#162 y 176). En su obra científica hemos podido identificar la descripción original de 12 géneros, 9 subgéneros, 54 especies y 11 subespecies, como se indican en la Tabla I.
La obra de Samanta Vanesa Faiad, Departamento de Dibujo e Ilustración Científica, Museo de La Plata.
Resumo:
Esta serie tiene como propósito mostrar diferentes expresiones artísticas relacionadas con la Ictiología nacional y regional, generadas en diferentes épocas y que surgen por diversas motivaciones personales que, en algún caso, muestran casi con exactitud a los modelos que inspiraron la obra, en otras, por lo contrario, responden a la imaginación y creatividad del autor. En este caso nos referimos a la exquisita obra de Samanta Vanesa Faiad a cargo del Departamento de Dibujo e Ilustración Científica del Museo de La Plata, FCNyM, UNLP. Sólo me resta invitar a quienes quieran sumarse a esta iniciativa, se acerquen con sus aportes para consolidar esta idea, ya que podría ser otro instrumento de difusión del conocimiento de nuestra disciplina a los diferentes estamentos de la sociedad. El Museo de La Plata contiene tesoros, muchos fuera del conocimiento público. Creo que los menos conocidos a nivel popular son aquellos de las tareas llevadas a cabo por parte de su personal, aunque sí reconocidos en su medio. Este artículo tiene la modesta pretensión de poner al alcance de la mayor cantidad posible de integrantes de nuestra sociedad la refinada obra de Samanta Faiad, quien actualmente para el común de la gente pertenece a los tesoros casi silenciosos del Museo de La Plata.