2 resultados para Poésie dominante
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Resumo:
Stomach contents of 110 franciscanas (Pontoporia blainvillei), from northern Argentina were analysed in order to improve our knowledge about the feeding habits of this species and to better characterise the lactation period. The samples included calves, juveniles and adults of both sexes. Evidence of predation by franciscanas is seen at a very young age (2.5-3 months), with a transition diet composed by both milk and solid food, mainly represented by crustaceans. Weaning seems to begin by April, when franciscanas are about 6-7 months old. Franciscanas inhabiting two different habitats were analysed in this study: a brackish water estuary and an adjacent marine coastal system. The diet of Pontoporia blainvillei in northern Argentina was composed by a total of 26 prey species: 20 teleosts, 4 crustaceans and 2 cephalopods. Based on the Index of Relative Importance (IRI) the main prey species were Cynoscion guatucupa, Micropogonias furnieri, Loligo sanpaulensis and Urophycis brasiliensis. Estuarine franciscanas preyed mainly on Micropogonias furnieri (dominant species), Cynoscion guatucupa, Odonthestes argentinensis and Macrodon ancylodon, while dolphins from marine areas preyed mainly on Cynoscion guatucupa (dominant species), Loligo sanpaulensis and Urophycis brasiliensis. Our results confirm that franciscanas prey mainly on juvenile fish (< 8cm) and small loliginid squids, in close agreement with previous results obtained in southern Brazil and Uruguay. Qualitative and quantitative differences observed in the diet of dolphins from each habitat emphasise the need to discriminate between samples from different habitats and environmental parameters. SPANISH: Se analizaron 110 contenidos estomacales de franciscanas (Pontoporia blainvillei) provenientes de la costa norte de Argentina, para extender en conocimiento sobre su dieta y caracterizar la lactancia. Las muestras incluyeron cachorros, juveniles y adultos de ambos sexos. Las primeras etapas de predación se inician a muy temprana edad (2,5-3 meses), presentando una dieta de transición compuesta tanto por leche como por presas sólidas, principalmente crustáceos; el destete se iniciaría a partir de abril, a una edad estimada entre 6 y 7 meses. Las franciscanas estudiadas provienen de dos habitats diferentes: un área estuarial de baja salinidad y la region marina adyacente. La dieta de Pontoporia blainvillei de Argentina estuvo compuesta por un total de 26 especies: 20 teleósteos, 4 crustáceos y 2 cefalópodos. Basados en el Indice de Importancia Relativa (IIR), las presas más importantes fueron Cynoscion guatucupa, Micropogonias furnieri, Loligo sanpaulensis y Urophycis brasiliensis. Las franciscanas provenientes del área estuarial predaron principalmente sobre Micropogonias furnieri (especie dominante), Cynoscion guatucupa, Odonthestes argentinensis y Macrodon ancylodon, mientras que los delfines marinos predaron sobre Cynoscion guatucupa (especie dominante), Loligo sanpaulensis y Urophycis brasiliensis. Nuestros resultados confirman que la franciscana preda sobre peces juveniles (< 8cm) y pequeños calamares Loliginidae, coincidiendo con resultados previos obtenidos en el sur del Brasil y Uruguay. Las diferencias cualitativas y cuantitativas observadas en la dieta de cada uno de las áreas analizadas, nos sugieren que los futuros estudios sobre ecología trófica de la franciscana deberían discriminarse de acuerdo al origen de los ejemplares y a la tipificación del ambiente.
Resumo:
La situación de las ciencias del mar en la Argentina se puede caracterizar como una de ‘excelencia en aislamiento’. El tema dominante de las discusiones mantenidas por el comité que preparó este informe fue la virtual inexistencia de coordinación entre programas de investigación, equipo para realizar tareas de campo y personal científico y de apoyo en las instituciones. La coordinación que existe ocurre gracias a enormes esfuerzos individuales y a relaciones personales. Si bien en muchos lugares hay investigadores destacados y entusiastas, casi todos sufren de aislamiento físico, mínima financiación y la necesidad de prestar servicios por contrato para llevar adelante su trabajo. Además, como suelen carecer de interacción científica con colegas, les resulta muy difícil diseñar programas con una perspectiva amplia del ecosistema. Muchos laboratorios padecen de problemas estructurales, en especial la carencia de equipamiento moderno y destrezas actualizadas. Muy pocos reúnen una masa crítica de investigadores, y aun aquellos que congregan a muchos científicos no parecen practicar la coordinación entre proyectos ni usan mecanismos que faciliten una interacción constructiva. No se advierten programas que utilicen técnicas moleculares más allá de un nivel superficial. No hay bibliotecas adecuadas, por lo que es poco realista que las autoridades institucionales pretendan que resulten publicaciones de alto vuelo y de circulación internacional. Las mejores instituciones se encuentran diseminadas entre Ushuaia y Buenos Aires, pero hay escasas reuniones nacionales en las que establecer contactos, intercambiar ideas y diseñar colaboraciones. Con una excepción, no hay buques oceanográficos disponibles para investigar y las embarcaciones menores son pocas, lo que impide realizar estudios sobre la plataforma e incluso cercanos a la costa. Algunos de los mejores grupos han concentrado su actividad en el área costera, lo que limita seriamente el alcance de sus investigaciones. El comité formuló algunas recomendaciones, detalladas al final del informe, que permitirían comenzar a atacar estas carencias. Una necesidad fundamental sería un plan oceanográfico nacional que reconozca la magnitud de la plataforma argentina, la importancia de las ciencias del mar y la escala de los problemas que encaran sus disciplinas. Un elemento crítico de tal plan sería la necesidad de apoyar amplios estudios integradores, para comprender cómo peces y mamíferos marinos utilizan la productividad del Mar Argentino, desde la costa hasta más allá del borde de la plataforma. El plan también debería encarar la financiación unificada y el uso compartido de embarcaciones y equipo de alto costo. Por último, debería asegurar recursos para apoyar a estudiantes y, más importante aún, promover la creación de oportunidades laborales para graduados, lo que contribuiría a solucionar el problema de la fuga de cerebros que al presente acosa a estas disciplinas. Las recomendaciones contenidas en este informe acerca de reflexionar y reorganizar la infraestructura científica en el más alto nivel gubernamental no podrán encontrar aplicación sin que haya coordinación y comunicación entre la comunidad de científicos del mar en la Argentina. Las ciencias marinas necesitan unificar su discurso para explicar la importancia del ambiente oceánico y sus recursos para la nación, y para presentar recomendaciones en orden de prioridad para el futuro.