6 resultados para Nagler, Isidore, 1895-
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Resumo:
Notas sobre las condiciones de la pesca, economía pesquera y comentarios adiciones durante la excursión realizada por Lahille durante setiembre a octubre de 1895, a localidades marítimas y cuerpos de agua dulce de la provincia de Buenos Aires.
Resumo:
Presentamos aquí una lista actualizada de los condrictios (tiburones, rayas, quimeras y pez elefante) que han sido citados de la Argentina y Uruguay, incluyendo las especies de agua dulce de la familia Potamotrygonidae. Cuando una especie está presente en Argentina o en Uruguay, se lo indica a continuación de la especie; las demás, son compartidas. No se indica la distribución de las especies en otras áreas. Muchas de las especies conocidas de Uruguay terminan allí su distribución meridional, y ocasionalmente algunas entran a aguas argentinas y otras podrían hacerlo. Estas presencias ocasionales parecen no ser muy comunes. La progresiva disminución de las capturas de Dasyatis violacea con la disminución de temperatura hacia el sur ha sido demostrada (Domingo et al., 2005). En 1981 Menni publicó una lista de las familias de peces que no sobrepasaban la latitud del Río de La Plata, y de los condrictios mencionados, Orectolobidae, Ginglymostomatidae y Rhinopteridae, sólo una especie de la última familia ha sido citada en años recientes de Uruguay. Al contrario, especies que han sido citadas de la Argentina, como Sphyrna tudes de Mar del Plata por Berg (1895) o Narcine brasiliensis de la provincia de Buenos Aires por Lahille (1928), no han sido halladas de nuevo. La lista está basada en el catálogo crítico de Menni et al. (1984), y se han hecho las modificaciones taxonómicas necesarias y agregado las especies nuevas para el área. Debido al carácter práctico de esta lista, sólo se incluyen los autores de las especies y la fecha de su descripción. En los nuevos registros se agrega un breve comentario fundamentando la inclusión. Estando disponible el catálogo de Eschmeyer (1998) y su versión on-line, nos pareció que más detalles eran innecesarios. En la macrosistemática de los holocéfalos se sigue a Didier (2004), en la de los tiburones a Compagno (2005) y en la de los batoideos a McEachran & Aschliman (2004). Para las especies de Uruguay se ha seguido principalmente a Nion et al. (2002) y a Meneses y Paesch (1997), y deben mencionarse los trabajos anteriores de Ximénez (1962) y de Carrera (1991) que proveen referencias previas. La bibliografía se limita a trabajos generales que pueden ser de utilidad, los trabajos en que se basan las nuevas referencias, y los que corresponden a comentarios. No se han incluido numerosos trabajos sobre biología y ecología de estos organismos, que han modificado mucho la información resumida en Menni (1986), pero sí algunos que muestran cambios considerables de distribución. (PDF tiene 18 paginas.)
Resumo:
Publicación de la lista de materiales depositados en la Colección de la Sección Zoológica del Museo de La Plata y sus localidades. (PDF tiene 13 paginas.)
Resumo:
John Nathan Cobb (1868–1930) became the founding Director of the College of Fisheries, University of Washington, Seattle, in 1919 without the benefit of a college education. An inquisitive and ambitious man, he began his career in the newspaper business and was introduced to commercial fisheries when he joined the U.S. Fish Commission (USFC) in 1895 as a clerk, and he was soon promoted to a “Field Agent” in the Division of Statistics, Washington, D.C. During the next 17 years, Cobb surveyed commercial fisheries from Maine to Florida, Hawaii, the Pacific Northwest, and Alaska for the USFC and its successor, the U.S. Bureau of Fisheries. In 1913, he became editor of the prominent west coast trade magazine, Pacific Fisherman, of Seattle, Wash., where he became known as a leading expert on the fisheries of the Pacific Northwest. He soon joined the campaign, led by his employer, to establish the nation’s first fisheries school at the University of Washington. After a brief interlude (1917–1918) with the Alaska Packers Association in San Francisco, Calif., he was chosen as the School’s founding director in 1919. Reflecting his experience and mindset, as well as the University’s apparent initial desire, Cobb established the College of Fisheries primarily as a training ground for those interested in applied aspects of the commercial fishing industry. Cobb attracted sufficient students, was a vigorous spokesman for the College, and had ambitions plans for expansion of the school’s faculty and facilities. He became aware that the College was not held in high esteem by his faculty colleagues or by the University administration because of the school’s failure to emphasize scholastic achievement, and he attempted to correct this deficiency. Cobb became ill with heart problems in 1929 and died on 13 January 1930. The University soon thereafter dissolved the College and dismissed all but one of its faculty. A Department of Fisheries, in the College of Science, was then established in 1930 and was led by William Francis Thompson (1888–1965), who emphasized basic science and fishery biology. The latter format continues to the present in the Department’s successor, The School of Aquatic Fisheries and Science.
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The marine invertebrates of North America received little attention before the arrival of Louis Agassiz in 1846. Agassiz and his students, particularly Addison E. Verrill and Richard Rathbun, and Agassiz's colleague Spencer F. Baird, provided the concept and stimulus for expanded investigations. Baird's U.S. Commission of Fish and Fisheries (1871) provided a principal means, especially through the U.S. Fisheries Steamer Albatross (1882). Rathbun participated in the first and third Albatrossscientific cruises in 1883-84 and published the fist accounts of Albatross parasitic copepods. The first report of Albatross planktonic copepods was published in 1895 by Wilhelm Giesbrecht of the Naples Zoological Station. Other collections were sent to the Norwegian Georg Ossian Sars. The American Charles Branch Wilson eventually added planktonic copepods to his extensive published works on the parasitic copepods from the Albatross. The Albatross copepods from San Francisco Bay were reported upon by Calvin Olin Esterly in 1924. Henry Bryant Bigelow accompanied the last scientific cruise of the Albatross in 1920. Bigelow incorporated the 1920 copepods into his definitive study of the plankton of the Gulf of Maine. The late Otohiko Tanaka, in 1969, published two reviews of Albatross copepods. Albatross copepods will long be worked and reworked. This great ship and her shipmates were mutually inspiring, and they inspire us still.
Resumo:
Esta serie tiene como finalidad dar a conocer las especies presentes en los diferentes estados provinciales. Tomando como base los trabajos de López et al., (2003); Reis et al., (2003); Liotta (2006) y Ferraris (2007) actualizamos el elenco ictiofaunístico de cada territorio provincial. No se realizan, con excepción del nombre vulgar y localidad tipo, comentarios y/o observaciones de las especies señaladas ya que estos se encuentran en la bibliografía adjunta. Se incluyen dos tablas que contienen información sobre especies introducidas y de aquellas de presencia dudosa o que requieran confirmación en el territorio provincial. Para éstas últimas se cita el trabajo que las menciona por vez primera. Consideramos que este modesto aporte contribuirá a precisar el conocimiento ictiofaunístico regional ya que además de la lista de especies, presentamos el marco biogeográfico e hídrico correspondiente. Por otra parte entendemos que la participación de autores involucrados en la región considerada, le da un verdadero sentido federal a esta contribución, además de reforzar vínculos en los protagonistas de nuestra especialidad. En este nuevo número presentamos la provincia de Catamarca que se encuentra enclavada en el centro-oeste de nuestro territorio, limitada por Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba y La Rioja. Uno de los grupos mas representativos del sistema hidrográfico de Catamarca es el de los Trichomycteridae (López, 1992). Esta familia es un ejemplo de alta diversificación en áreas restringidas. Presentan una extensa distribución latitudinal y altitudinal, algunas especies viviendo en el Altiplano boliviano, a más de 4000 m s.n.m., y otras en ambientes de llanura. Las especies de esta familia poseen alta sensibilidad a cualquier alteración del medio en que viven. Por ello, los cambios que se pudieran producir en su hábitat provocarían efectos directos sobre sus poblaciones (López et al., 1996; Monasterio de Gonzo et al., 2011). Podemos afirmar que el conocimiento de la ictiofauna de la provincia de Catamarca comienza a tomar forma a partir de fines del siglo XX ya que se produce un incremento en los relevamientos de su red hidrográfica, dando como resultado una ampliación del número de especies presentes en su territorio, sumándose desde el trabajo de Berg (1895), 24 especies de las cuales 5 son endémicas.