11 resultados para Grupo de reflexão de homens autores de violência
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Resumo:
En 1987 publicamos una lista de los peces de agua dulce de la Argentina restringida a la información básica, por la que entendíamos los autores de géneros y especies con sus fecha, y las citas de los autores de trabajos que resultaban en modificaciones del catálogo de Ringuelet et al. (1967). A pesar de su modesta presentación (o quizá debido a ella), esa lista alcanzó una divulgación mucho más amplia que la esperada y fue evidente que los investigadores, docentes, funcionarios y alumnos, necesitan un esquema accesible del grupo que los alivie de la búsqueda permanente de las modificaciones taxonómicas, muchas de las cuales en los últimos tiempos han dejado de lado el saludable tono conservador del código de nomenclatura. Después de tres quinquenios la lista está bastante gastada y hemos recibido muchos pedidos de una nueva versión. Dos argumentos nos han decidido a rehacerla bastante en contra de nuestra disposición. La conciencia de que se trata de un trabajo de alguna utilidad como referencia y en temas aplicados, y la evidente circunstancia, curiosamente ignorada, de que las listas faunísticas constituyen la evaluación más inmediata y manejable de la biodiversidad. Esta es una observación que ofrecemos a los lectores y que es ciertamente paradójica; que se destinan enormes esfuerzos y gran cantidad de dinero a la organización de grupos de trabajo, simposios y jornadas sobre la diversidad, cuando ésta en general está a la vuelta de la esquina, en el permanente trabajo taxonómico y faunístico de decenas de investigadores que lo realizan habitualmente. A veces ni siquiera es necesario rastrearla en publicaciones dispersas, ya que parece estar en la naturaleza de los taxónomos preparar listas, catálogos y elencos, que habitualmente no son considerados relevantes como resultado de investigación. Queremos dejar en claro que esta lista, si bien está basada en las mejores fuentes accesibles, no es estrictamente un catálogo crítico, en el sentido que se hayan buscado todas las publicaciones originales, se hayan revisado materiales, o se haya llevado a cabo investigación original sobre todos los grupos. Cualquiera familiarizado con los peces, comprenderá que esa tarea no era posible en el nivel requerido por la taxonomía actual. Sin embargo, hemos buscado las publicaciones originales cuando las dudas excedían lo razonable y hemos revisado material original en nuestro trabajo personal con varios grupos. Las distribuciones se dan de una manera muy general, y se basan principalmente en Ringuelet et al. (1967), con el agregado de datos nuevos publicados que recogimos personalmente. En la consideración de las especies válidas, se han seguido los criterios de autores recientes y, cuando carecíamos de referencias particulares, se utilizaron el Catálogo de la Academia de ciencias de California (Esmeyer, 1998) y el Fish Data Base. Según Margalef, una de las funciones de la ciencia es proveer descripciones abreviadas de los fenómenos. Esta lista es una descripción abreviada de la diversidad de los peces continentales de la Argentina. Incluye todas las especies que se sabe que habitan el país, más unas cuantas que es posible qu4e lo hagan. Todos los cambios que han ocurrido desde la lista anterior están indicados con la referencia a los autores correspondientes. En muchos casos, hemos incluido nuestra opinión y en otros comentamos, con algún detalle, cual es el estado del conocimiento. Las disciplinas cambian, progresan y a veces también, retroceden. Rara vez son inmutables. Esta lista tampoco. (Lista PDF tiene 90 paginas; Indice Ordenes y Familias tiene 17 paginas.)
Resumo:
ENGLISH: All available longline data on skipjack captured in the Pacific Ocean by Japanese research vessels (1949-1965) and from incidental skipjack catches by Japanese commercial vessels (1956-1964) were analyzed. As skipjack are not specifically sought by longline vessels, the data are limited. Considering this it was found that: longline gear captures skipjack of wider size-range and is more selective for larger skipjack than conventional fishing methods, i.e. pole-and-line and purse-seine; skipjack are widely and almost continuously distributed across the Pacific; throughout the year average hook-rates are greater in the southeastern Pacific than in the northwestern Pacific; areas of high hook-rate shift south during the second and third quarters and north during the first and fourth quarters; in the western Pacific the north-south range of the catch distribution was greatest in the first and fourth quarters; skipjack hook-rates are relatively high in the northwestern Pacific east of Japan only during the first and fourth quarters; the highest hook-rates were recorded in extensive areas along the equator (from lO°N to 20°8 between approximately 155°W-100°W); generally more skipjack were captured by research longline gear in water temperature ranges approaching both the upper and lower temperature limits of skipjack distribution (18-21C and 26-28C), than is the case in surface skipjack fisheries; tentative comparisons of longline skipjack catch distributions with Pacific current systems, suggests low skipjack abundance in both North Pacific Central and North Pacific Equatorial water; the sex ratio was 95 males : 63 females in a small sample of skipjack examined; longlines capture skipjack of three, and possibly more, age groups; in skipjack size-composition samples studied, the smaller modal group (65 cm) observed in January-March in the northwestern Pacific (1600E-180oE and 20oN-45°N) corresponds in size to the larger modal group appearing in the late-summer surface fishery off the Izu-Bonin Islands southeast of Japan, and also compares in modal size to the skipjack taken in the Hawaiian fishery in spring time; the analysis of skipjack catches by hook position on the longline and by death-rate studies, indicates that part of the catch is made while the gear is in motion near the surface, and a lesser part of the catch is made when the gear is stabilized at a depth of 70 to 140 m. A brief discussion is given, in the light of new information presented, on several hypotheses by other authors concerning the population structure and migration of skipjack in the Pacific Ocean. SPANISH: Se analizaron todos los datos disponibles de la pesca con palangre de barriletes capturados en el Océano Pacífico por barcos japoneses de investigación (1949-1965) y por las capturas incidentales de los barcos comerciales japoneses (1956-1964). Como los barcos palangreros específicamente, no persiguen al barrilete, los datos son limitados. Considerando ésto, se encontró: que el arte palangrero obtiene barriletes con una distribución más amplia de tallas, y es más selectivo en cuanto a los barriletes de mayor talla, que los métodos convencionales de pesca, Le. cañas de pescar y redes de cerco; el barrilete se encuentra amplia y casi continuamente distribuido a través del Pacífico; en todo el año, las tasas promedio de captura por anzuelo son superiores en el Pacífico sudoriental que las del Pacífico noroeste; las áreas con una tasa alta de captura por anzuelo, se cambian hacia el sur durante los trimestres segundo y tercero, y durante los trimestres primero y cuarto hacia el norte; en el Pacífico occidental la amplitud de la distribución de captura norte-sur, fue superior en los trimestres primero y cuarto; las tasas de captura por anzuelo de barrilete, son relativamente altas en el Pacífico noroeste al este del Japón, únicamente durante los trimestres primero y cuarto; las tasas de captura por anzuelo más altas fueron registradas en extensas áreas a lo largo del ecuador (desde los 10°N hasta los 20°S, aproximadamente entre los 155°W-100°W) ; generalmente las artes palangreras de investigación capturaron más barrilete en aguas en las que la temperatura se aproximaba a los límites más altos o bajos de la temperatura en la distribución del barrilete (18-21 C y 26-28 C), que en el caso de la pesca superficial de barrilete; las comparaciones tentativas de la captura de barrilete con palangre, con el sistema de las corrientes del Pacífico, sugieren una abundancia inferior de barrilete tanto en las aguas del Pacífico central del norte como en las del Pacífico ecuatorial del norte; la proporcíon sexual examinada en una pequeña muestra de barriletes, fue de 95 machos y 63 hembras; los palangreros capturan barriletes de tres grupos de edad y posiblemente de más; en las muestras estudiadas de la composición de las tallas de barrilete, el grupo modal más pequeño (65 cm), observado en enero-marzo en el Pacífico noroeste (160 0E-180° y 20 oN-45°N), corresponde en talla al grupo modal más grande que aparece en la pesca de superficie a fines del verano frente a las Islas Izu-Bonín al sudeste del Japón, y se compara también con la talla modal del barrilete obtenido en la pesca hawaiana en la época de primavera; el análisis de las capturas de barrilete por medio del estudio de la posición de los anzuelos en el palangre y por la tasa de mortalidad, indica que parte de la captura se efectúa cuando el equipo está en movimiento cerca a la superficie y una parte inferior de la captura se realiza, cuando las artes se estabilizan a una profundidad de 70 a 140 m. Se ofrece una breve discusión sobre varias hipótesis de otros autores, en vista de la nueva información presentada referente a la estructura poblacional y a la migración del barrilete en el Océano Pacífico. (PDF contains 100 pages.)
Resumo:
Corría 1968. Yo era un estudiante enamorado de las ampularias, y alguien me regaló una separata del trabajo de María Isabel Hylton Scott titulado “Estudio morfológico y taxonómico de los ampulláridos de la República Argentina”. Hoy soy un profesor e investigador jubilado, … enamorado de las ampularias ¿Qué pasó en el medio? Por diversas circunstancias de mi vida comencé mi carrera estudiando roedores. Pero como canta un tango, “siempre se vuelve al primer amor” y dos décadas después (hacia 1990) conseguí algo de financiación para estudiar uno de estos extraordinarios animales: Pomacea canaliculata. Esto fue para mí un nuevo comienzo: poco a poco fui dejando mis estudios en ratones silvestres, y formando un grupo dedicado a esta ampularia ¡Fue un cambio de phylum! Pecado difícilmente perdonable en un ambiente científico cada vez más competitivo, pero que me llenó de satisfacción, por lo que me felicito de haberlo cometido. Desde entonces he dirigido a siete doctorandos en distintos aspectos de la morfología y la ecofisiología de este animal (Albrecht, 1998; Vega, 2005; Gamarra-Luques, 2007; Koch, 2008; Giraud-Billoud, 2009; Cueto, 2011; Giraud-Billoud, 2011), y sus tesis tienen al menos dos cosas en común: P. canaliculata casi siempre en el título, y el trabajo de Hylton Scott (1957) siempre citado en la bibliografía. Ella, “la doctora”, la “decana de los zoólogos argentinos” (como escribió Cazzaniga, 1991) fue para nosotros, atrevidos que no la conocimos personalmente, a quien llamábamos por sobrenombre “Doña Marisa”, y lo seguimos haciendo. Lo sigo haciendo yo, porque aunque jubilado “en los papeles”, sigo trabajando detrás de sus pasos. Hoy tengo un doctorando (C. Rodríguez) trabajando en P. canaliculata , el octavo de mis tesistas en esta especie, y deseo que no sea el último. Una revisión de la biología de ampuláridos actualmente en prensa en Malacologia (Hayes et al., 2015) cita repetidas veces el trabajo que hoy reedita ProBiota. Los autores provienen de un amplio “mundo”, porque “el mundo” de los ampuláridos se ha extendido antropocóricamente a lo que hoy es Estados Unidos, Europa, China y Japón. Esto no lo podría haber soñado Doña Marisa cuando comenzó sus pacientes estudios de la embriología de P. canaliculata hace ochenta años (Hylton Scott, 1934). Y si algún cientómetra quisiera calcular la vida media de sus citas, se encontraría con algo sorprendente: que la curva temporal de éstas no va decayendo ¡sino creciendo! Hoy no puedo imaginarme a mí mismo, como investigador, si no me hubiera topado con esa separata de cien páginas, escritas en un castellano elegante y hoy amarillentas, a las que guardo como un tesoro (porque las que usamos son sus fotocopias). Por eso, al acercarse los 25 años de la muerte de esta gran cordobesa (y platense por adopción) le propuse a mi amigo Hugo L. López esta reedición, que el aceptó con entusiasmo. Y también le propuse a mi alumno G. I. Prieto, excelente dibujante, que le diera nueva vida a una vieja foto de Doña Marisa que fue publicada por Cazzaniga (1992). Los que conocieron a “la doctora” personalmente, podrán decir si Prieto logró revivir su penetrante mirada. Creo que sí. Alfredo Castro-Vazquez