2 resultados para Cartografias do desejo. Humor. Erotismo. Pornógrafo

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Charles M. Breder and his wife Ethel spent part of the summer of 1942 at the Palmetto Key field station, known today as Cabbage Key, on the west coast of Florida south of Charlotte Harbor. The Palmetto Key field station began in 1938 and ended in 1942 because of World War II. His Palmetto Key diary ran for 95 pages of notes, tables, diagrams, drawings, lists, and business records and this report presents a variety of fascinating entries. Diaries from other years all bear Breder's style of discipline, curiosity, humor, and speculations on nature. The diary was transcribed as part of the Coastal Estuarine Data/Document Rescue and Archeology effort for South Florida. (PDF contaons 24 pages)

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Este es un homenaje realizado bajo mi entera responsabilidad. En mi opinión no puede cerrarse la edición de ProBiota sin publicar un número sobre quien fue su alma mater. En lo personal, hacedor de un humor irónico increíble, aunque melancólico, con tendencia al abatimiento y a hacerse responsable por todo. Mediador, proclive a “poner la oreja”, con actitud democrática hacia sus laderos, otorgando una prudente libertad de acción a quienes trabajaron o trabajan bajo su jefatura. Fiel simpatizante de River Plate, fan de Clint Eastwood y admirador incondicional de Raúl A. Ringuelet a quien estará eternamente agradecido. Si tuviera que definirlo profesionalmente, al margen de su labor académica formal, diría que es un promotor, un luchador y un historiador innato. Generador de ideas, siempre intentó reunir a aquellos científicos de trayectoria con los jóvenes iniciados en el camino de las ciencias, impulsando el trabajo en equipo. Además de su producción a nivel de su especialidad, promocionó el rescate de trabajos ya editados digitalizándolos con el fin de ponerlos a disposición de todo interesado y despertar el interés de quienes no los conocían, especialmente las publicaciones “incunables” como él las denomina. Poseedor de un espíritu inquieto y motivador, en su camino quedaron algunos intentos frustrados por circunstancias ajenas, pero a su vez, muchísimos logros con aire renovador e integrador y con una marcada originalidad. Sería interesante y necesario que alguien más con parecida inquietud, continuara gran parte de esos logros para que no quedaran truncos desperdiciando en parte tanto esfuerzo y constancia. Sólo resta comentar que aunque a veces estuvimos en veredas opuestas siempre nos tendimos la mano en apoyo mutuo. Fuiste mi mejor jefe. Gracias Hugo! Justina Ponte Gómez