3 resultados para Airborne H 2O DIAL

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la Sección Ictiología del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia" de Buenos Aires, comenzó desde principios del año 1952 el estudio de la merluza del sector bonaerense. Las investigaciones se limitaron a la obtención de datos biológicos de pequeñas muestras, seleccionadas de los lances de los buques pesqueros de altura, que actuaban en las áreas de pesca ubicadas hacia el sur de la latitud de Mar del Plata. Para llegar a un estudio completo biológico-pesquero de esta especie, se hizo imperiosa la necesidad de realizar investigaciones tanto sobre las particularidades merísticas y estadísticas de las poblaciones, como también de las condiciones hidrológicas del ambiente en el cual viven, abarcando áreas más extensas y manteniendo una continuidad en el tiempo. Pero, todo ello estaba supeditado a la existencia y utilización de un buque oceanográfico y de pesca experimental, como es de práctica en los países del litoral marítimo del hemisferio norte, en los cuales las investigaciones pesqueras se hallan grandemente desarrolladas. Entretanto el Servicio de Hidrografía Naval de la Secretaría de Marina, por intermedio del Departamento de Oceanografía, planeó el estudio oceanográfico sistemático del Mar Epicontinental Argentino según distintas regiones geográficas, con el fin de lograr un conocimiento más completo de la dinámica de sus aguas. Como el mundo biológico está íntimamente relacionado con la dinámica de las masas de agua, para complementar los datos hidrográficos con algunos biológicos que podrían ser de utilidad para la pesca marítima del país, se incluyó en el mencionado plan el estudio de la merluza. A tal ppropósito en las campañas efectuadas bajo la denominación de "Operación Merluza", durante el período de mayo de 1954 a febrero de 1956. ha participado en lo que a trabajos de biología pesquera se refiere, personal de la Sección Ictiología del Museo Argentino de Ciencias Naturales "B. Rivadavia" y del Departamento de Investigaciones Pesqueras del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación. A los efectos de la correlación de las observaciones biológicas con las fisicoquímicas del ambiente, se procuró realizar salidas coordinadas a bordo de algunos barcos pesqueros que actuaban en la misma región de los cruceros oceanográficos, buscando la posibilidad de coincidencia en tiempo y espacio. Conforme a este planteamiento se efectuaron varias salidas a las áreas de pesca de altura del sector bonaerense, principalmente a bordo del barco pesquero "Presidente Mitre" de la compañía "Pesquería Argentina de los Mares del Sud" de Buenos Aires. De acuerdo con el plan general de las campañas oceanográficas de la "Operación Merluza" (ver Capurro, 1955), los estudios de biología pesquera tuvieron los siguientes objetivos: 1o) Conocer la composición faunística, por distintos grupos de organismos, de los lances efectuados en la zona de pesca de altura del sector bonaerense y el grado de abundancia aparente de las especies de peces de importancia comercial; 2o) Determinar desde el punto de vista taxonómico las especies de peces extraídas, en particular las de la familia Merlucciidae, tratando de dilucidar si la merluza del Mar Argentino pertenece o no a una sola especie y si dentro de la misma existen entidades menores; 3o) Estudiar la estadística biológica de la población de merluza, según la distribución de las frecuencias por clases de largo total, y al mismo tiempo establecer el porcentaje de las clases comerciales y el estado del efectivo de la población;4o) Determinar las clases de edad, el ritmo de crecimiento y las relaciones entre la longitud y el peso total del cuerpo; 5o) Obtener un conocimiento más exacto acerca de la proporción de los sexos y el estado fisiológico de las gonadas a través del ciclo sexual; 6o) Determinar los componentes faunísticos que constituyen el alimento principal de la merluza, la cadena alimentaria, las variaciones individuales, estacionales y regionales del régimen nutritivo; 7o) Establecer las relaciones entre la dinámica de la población de merluza y las condiciones hidrológicas del ambiente; y 8o) Calcular el rendimiento de captura por unidad de esfuerzo en la zona de pesca de altura y relacionar los valores promedios con el fin de lograr alguna información acerca de los desplazamientos estacionales de la merluza. El presente trabajo se refiere a los tóptópicos mencionados y contiene los resultados obtenidos durante un período de 22 meses, es decir desde mayo de 1954 a febrero de 1956. Las conclusiones a las cuales se arribó tienen validez para la zona de pesca de altura del sector bonaerense y en especial para las condiciones de captura del buque "Presidente Mitre" en lo que a la estadística biológica se refiere. Además, uno de los fines de aplicación práctica de este trabajo fué el de verificar en qué medida las muestras biológicas obtenidas de los lances de la pesca comercial de altura, pueden servir de base para el estudio estadístico de la población de una determinada especie que se captura en gran cantidad. También merece destacarse que el presente trabajo constituye el punto de partida para el estudio biológico estadístico de la población de merluza en su dinámica a través del factor tiempo para un período mayor que debe sobrepasar el lapso normal del ciclo vital de esta especie. La finalidad de todo esto es la de obtener una base de comparación científica y estadística para un futuro control racional de la pesca de merluza en el Mar Argentino. Por último, los resultados del estudio de la merluza — en conexión con los de las campañas oceanográficas efectuadas en el sector bonaerense — podrían constituir los fundamentos iniciales para la confección de la carta pesquera del Mar Argentino. (PDF tiene 223 paginas.)

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Coral reefs exist in warm, clear, and relatively shallow marine waters worldwide. These complex assemblages of marine organisms are unique, in that they support highly diverse, luxuriant, and essentially self-sustaining ecosystems in otherwise nutrient-poor and unproductive waters. Coral reefs are highly valued for their great beauty and for their contribution to marine productivity. Coral reefs are favorite destinations for recreational diving and snorkeling, as well as commercial and recreational fishing activities. The Florida Keys reef tract draws an estimated 2 million tourists each year, contributing nearly $800 million to the economy. However, these reef systems represent a very delicate ecological balance, and can be easily damaged and degraded by direct or indirect human contact. Indirect impacts from human activity occurs in a number of different forms, including runoff of sediments, nutrients, and other pollutants associated with forest harvesting, agricultural practices, urbanization, coastal construction, and industrial activities. Direct impacts occur through overfishing and other destructive fishing practices, mining of corals, and overuse of many reef areas, including damage from souvenir collection, boat anchoring, and diver contact. In order to protect and manage coral reefs within U.S. territorial waters, the National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) of the U.S. Department of Commerce has been directed to establish and maintain a system of national marine sanctuaries and reserves, and to monitor the condition of corals and other marine organisms within these areas. To help carry out this mandate the NOAA Coastal Services Center convened a workshop in September, 1996, to identify current and emerging sensor technologies, including satellite, airborne, and underwater systems with potential application for detecting and monitoring corals. For reef systems occurring within depths of 10 meters or less (Figure 1), mapping location and monitoring the condition of corals can be accomplished through use of aerial photography combined with diver surveys. However, corals can exist in depths greater than 90 meters (Figure 2), well below the limits of traditional optical imaging systems such as aerial or surface photography or videography. Although specialized scuba systems can allow diving to these depths, the thousands of square kilometers included within these management areas make diver surveys for deeper coral monitoring impractical. For these reasons, NOAA is investigating satellite and airborne sensor systems, as well as technologies which can facilitate the location, mapping, and monitoring of corals in deeper waters. The following systems were discussed as having potential application for detecting, mapping, and assessing the condition of corals. However, no single system is capable of accomplishing all three of these objectives under all depths and conditions within which corals exist. Systems were evaluated for their capabilities, including advantages and disadvantages, relative to their ability to detect and discriminate corals under a variety of conditions. (PDF contains 55 pages)