3 resultados para estudio longitudinal
em Scielo España
Resumo:
Introducción: El aumento de peso después del trasplante es relativamente común, además suele ser multifactorial y suele estar influenciado por glucocorticoides y los medicamentos inmunosupresores, pudiendo retrasar la función del injerto y provocar complicaciones graves de salud. Objetivos: Evaluar los cambios en el peso, grado de obesidad e índice de masa corporal asi como el efecto que el tratamiento inmunosupresor produce sobre estos 5 años postrasplante renal sobre estos. Métodos: La muestra estuvo formada por 119 pacientes trasplantados renales, 70 hombres y 49 mujeres, trasplantados renales, que asistieron durante cinco años a la consulta postrasplante. A todos los pacientes se realizaron mediciones pretrasplante y postrasplante (desde el 1º año hasta el 5º año) de peso, altura e índice de masa corporal calculado mediante la fórmula peso/talla2 relacionándolo con el tratamiento inmunosupresor que tomaban. Resultados: Existe un aumento considerable del índice de masa corporal, peso y grado de obesidad en el primer año tras el trasplante aumentando mas lentamente en los siguientes cuatro años. El tipo de tratamiento inmunosupresor influencia el peso y grado de obesidad que se produce en este periodo de tiempo. Conclusiones: Hay una elevada prevalencia sobrepeso y obesidad tras el trasplante especialmente durante el primer año. Al año los pacientes ganan una media de 6,6 kg de peso y una media de 2,5 kg/m² en su IMC. Durante el tratamiento se debe minimizar las dosis de esteroides e incluir tratamiento dietético y ejercicio físico adecuado.
Resumo:
Objetivo: comprobar la validez de las escalas Braden y EMINA y seleccionar puntos de corte cuantitativos para discriminar el riesgo de úlcera por presión (UPP) en pacientes domiciliarios. Método: estudio longitudinal o de seguimiento de una cohorte de 6 meses de duración, con cuatro valoraciones, una cada 2 meses. Ámbito de estudio: áreas de gestión sanitaria Este de Málaga-Axarquía y Serranía, de Málaga. Sujetos de estudio: pacientes en programa de inmovilizados sin UPP. Cuestionario confeccionado por los autores que incluye entre otros: datos demográficos, ingreso hospitalario, escalas de Braden y EMINA. Muestra: 353 pacientes, usando muestreo aleatorio simple. Resultado: las escalas originales mantienen consistencia interna con alpha superior a 0,7. Se han establecido nuevos puntos de corte, discriminando pacientes con riesgo de UPP o sin él, resultando una sensibilidad del 61-89% y una especificidad del 64-70%. Las escalas categorizadas tienen exactitud como método diagnóstico igual o superior al 65%. Las odds ratio (OR) son significativas e indican que existen diferencias en el riesgo de UPP en función de nuevos puntos de corte. La determinación de los puntos de corte resultaron: riesgo alto: sensibilidad ≤ 10%, especificidad ≥ 95%, puntuación en la escala de Braden ≤ 10, EMINA 12-15; riesgo moderado: sensibilidad entre el 10% y el 83%, especificidad entre el 64% y el 95%, Braden 11-15 y EMINA 7-11; riesgo bajo: sensibilidad entre el 83% y el 100%, especificidad entre el 0% y el 64%, Braden 16-22 y EMINA 1-6; riesgo nulo: sensibilidad 100%, especificidad 0%, Braden 23, EMINA 0. Conclusiones: la escala de Braden resultó tener mayor consistencia que EMINA para población domiciliaria, existiendo alta correlación entre variables de ambas escalas; medición del riesgo: similar. Para ambas escalas las razones de verosimilitud positiva son similares, por lo que se validan ambas escalas por igual como métodos de diagnóstico del riesgo. Los puntos de corte definidos por este estudio son válidos para discriminar entre pacientes con y sin úlcera en domicilio: Braden 15 y EMINA 7.
Resumo:
Antecedentes y Objetivos. La creciente complejidad de la Especialidad de Cirugía Plástica, ha inducido a su ramificación en varias subespecialidades. Una de las limitantes de la Cirugía Plástica ha sido la obesidad, enfermedad que conlleva complicaciones, aumenta el riesgo de inconvenientes y hace insuficiente el resultado proyectado para la estética y la función. El objetivo del presente trabajo es mostrar la importancia de la evaluación de la inflamación celular en la preparación de pacientes sometidos a cirugía electiva, previamente tratados con dieta con carbohidratos de baja carga glicémica, ácidos grasos omega 3 y 6 y antioxidantes. Material y Método. Realizamos un estudio longitudinal prospectivo cuasi-experimental no aleatorio de 23 pacientes que solicitaron intervenciones de Cirugía Plástica y aceptaron entrar en el protocolo de diagnóstico y tratamiento de inflamación celular. Primero realizamos el cuestionario de Reporte de Inflamación Celular "RIS" y tomamos a los pacientes pruebas de inflamación celular y de ácido eicosapentaenóico (EPA), ácido decosaexaenóico (DHA), acido araquidónico (AA) y ácido dihomogamalinoléico (DGLA) al ingreso y antes de la cirugía. Analizamos los datos con estadística descriptiva y comparamos los rangos con la prueba McNemar y de hipótesis t de student, del sistema SPSS. Resultados. Tras aplicar el RIS a los 23 pacientes antes de la preparación con dieta y tras un periodo de 1 a 3 meses, evaluamos las respuestas de cada uno de los cuestionarios a través de las pruebas no paramétricas, encontrando diferencia significativa en los 14 items. Se mejoró considerablemente a la alza el EPA; el DHA y el AA sin cambios significativos; y el DGLA disminuyó considerablemente. Con t de student encontramos variación significativa en los fosfolípidos del plasma y no hubo diferencia significativa entre los DHA y AA. Conclusiones. Demostramos así la efectividad de la dieta de los omegas, que contribuye a la disminución de la sintomatología inicial de los pacientes.