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Resumo:
Justificación: La osteoporosis es causa de fracturas patológicas y pérdida de autonomía y validismo en la mujer post-menopáusica. La identificación de factores de riesgo puede servir en la prevención de la aparición de esta co-morbilidad. Objetivos: Determinar la asociación entre la desmineralización ósea y características demográficas, clínicas y antropométricas selectas de la mujer post-menopásica que puedan asumirse como factores de riesgo. Diseño del estudio: No experimental, transversal, analítico. Serie de estudio: 53 mujeres con edades ≥ 60 años atendidas en el Hospital "San Juan" de Especialidades de Riobamba (Provincia del Chimborazo, República del Ecuador). Material y método: Se determinó la densidad mineral ósea (DMO) en 2 regiones de interés (columna lumbar I fémur) mediante DEXA (DPX-L, Lunar Technologies, EEUU). La desmineralización ósea se estableció ante puntajes "t" < -1,0 desviaciones estándar. La cuantía y calidad de los ingresos de Calcio dietético se estimaron mediante el puntaje pCa que tiene en cuenta la frecuencia de consumo de alimentos tenidos como fuente de calcio y la biodisponibilidad del mineral. Se evaluaron la naturaleza y la fuerza de la asociación entre la desmineralización ósea, por un lado, y los factores presuntivos de riesgo de osteoporosis y el estado del ingreso del calcio dietético, por el otro. Resultados: La desmineralización ósea fue dependiente de la región de interés: Fémur: Osteoporosis: 13,2% + Osteopenia: 50,9%; Columna lumbar: Osteoporosis: 49,1% + Osteopenia: 37,7%. Los mayores ingresos de calcio dietético se concentraron en: Leche y lácteos (pCa = 26,56), Carnes, pescados, mariscos y huevos (pCa = 6,51), Frijoles y otras leguminosas (soja incluida) (pCa = 2,85); y Verduras (pCa = 2,54); respectivamente. El puntaje "t" de DMO se asoció con la edad de la mujer, los antecedentes familiares de fracturas óseas, el Índice de Masa Corporal (IMC), y la grasa corporal (estimada mediante DEXA). Los ingresos de calcio dietético fueron independientes de los factores presuntivos de riesgo de desmineralización ósea, y del puntaje "t" de DMO en las regiones de interés. Las razones de disparidades para las variables asociadas univariadamente con la DMO fueron como sigue: Edad: OR = 2,09 (p < 0,05); IMC: OR = 0,278 (p = 0,059): y Grasa corporal: OR = 0,553 (p > 0,05); respectivamente. Conclusiones: La desmineralización ósea se asocia significativamente con el envejecimiento femenino, y una mayor presencia de la grasa corporal. Los antecedentes familiares de fracturas óseas pueden servir para identificar a la mujer post-menopáusica con un riesgo incrementado de desmineralización ósea. Se deben emprender investigaciones ulteriores para establecer el papel del ejercicio físico y mejores ingresos de calcio dietético como factores protectores de la pérdida de la DMO.
Resumo:
Objetivos: La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) se asocia a un incremento del riesgo de fracturas y de enfermedades cardiovasculares. Los objetivos de nuestro estudio fueron evaluar los niveles séricos de Dickkopf-1 (DKK1) en una cohorte de pacientes con DM2 y analizar su relación con el metabolismo óseo y la enfermedad ateroesclerótica (EA). Pacientes y métodos: Se estudiaron 126 sujetos: 72 pacientes con DM2 (edad media de 58,2±6 años) y 54 sujetos no diabéticos (edad media de 55,4±7 años). Se midió DKK1 mediante ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA, Biomedica Gruppe), se determinó la densidad mineral ósea (DMO) mediante absorciometría dual de rayos X (DXA), se registró la presencia de EA (enfermedad cerebrovascular, enfermedad arterial periférica, cardiopatía isquémica) y se evaluó el grosor de la íntima-media (GIM, ultrasonografía doppler) y la calcificación aórtica (radiología simple). Resultados: No se encontraron diferencias significativas en DKK1 entre diabéticos y no diabéticos. Las concentraciones séricas de DKK1 fueron significativamente mayores en las mujeres de la muestra total (24,3±15,2 vs. 19,6±10,2 pmol/L, p=0,046) y del grupo DM2 (27,5±17,2 vs. 19,8±8,9 pmol/L, p=0,025). Hubo una correlación positiva entre DKK1 y DMO lumbar en la muestra total (r=0,183, p=0,048). Sin embargo, no se encontraron diferencias en función del diagnóstico de osteoporosis o presencia de fracturas vertebrales morfométricas. Los valores de DKK1 fueron significativamente mayores en los pacientes con DM2 y EA (26,4±14,5 pmol/L vs. 19,1±11,6 pmol/L, p=0,026) y también en pacientes con GIM anormal (26,4±15,1 pmol/L vs. 19,8±11,3 pmol/L, p=0,038). En el análisis de la curva ROC para evaluar la utilidad de DKK1 como un marcador de alto riesgo de EA, el área bajo la curva fue de 0,667 (intervalo de confianza -IC- del 95%: 0,538-0,795; p=0,016). Una concentración de 17,3 pmol/L o superior mostró una sensibilidad del 71,4% y una especificidad del 60% para identificar un mayor riesgo de EA. Conclusiones: Los niveles circulantes DKK1 son más altos en los diabéticos con EA y se asocian con un GIM patológico. Por tanto, consideramos que DKK1 puede estar implicado en la enfermedad vascular de los pacientes con DM2.
Resumo:
Introducción: La implementación de las nuevas Guías Alimentarias Basadas en Alimentos (GABA) para la población chilena, requiere el diseño de estrategias innovadoras y efectivas. Objetivo: Determinar las motivaciones y barreras de niños y madres de preescolares ante los nuevos mensajes de las GABA, para identificar amenazas y oportunidades a considerar en el diseño de estrategias de comunicación e implementación aceptables para ellos. Métodos: Estudio cualitativo, con 12 grupos focales de niños de 9 a 13 años y 6 grupos focales de madres de preescolares en el norte, centro y sur del país, para analizar su reacción ante cada uno de los 11 mensajes de las GABA 2013. Resultados y discusión: Las respuestas de los niños y madres no mostraron diferencias por género (en el caso de los niños) o región del país. Se presentan los comentarios más frecuentes y representativos ante cada mensaje. Como amenazas para reducir el consumo de alimentos de alta densidad energética, altos en grasas, azúcares y sal se identificó la publicidad, gran oferta y bajos precios de este tipo de alimentos en las escuelas y en la calle. Las oportunidades identificadas incluyeron la publicidad de frutas, verduras y lácteos como facilitadoras de su consumo, así como la próxima implementación de la Ley 20.606, que se espera represente un apoyo efectivo a esta iniciativa. Conclusión: Los resultados del presente estudio indican que el diseño de estrategias basadas en los valores, deseos y necesidades de los distintos grupos contribuirá a optimizar la implementación de las GABA en el país.