7 resultados para Disciplinamento corporal
em Scielo España
Resumo:
Introducción: El aumento de peso después del trasplante es relativamente común, además suele ser multifactorial y suele estar influenciado por glucocorticoides y los medicamentos inmunosupresores, pudiendo retrasar la función del injerto y provocar complicaciones graves de salud. Objetivos: Evaluar los cambios en el peso, grado de obesidad e índice de masa corporal asi como el efecto que el tratamiento inmunosupresor produce sobre estos 5 años postrasplante renal sobre estos. Métodos: La muestra estuvo formada por 119 pacientes trasplantados renales, 70 hombres y 49 mujeres, trasplantados renales, que asistieron durante cinco años a la consulta postrasplante. A todos los pacientes se realizaron mediciones pretrasplante y postrasplante (desde el 1º año hasta el 5º año) de peso, altura e índice de masa corporal calculado mediante la fórmula peso/talla2 relacionándolo con el tratamiento inmunosupresor que tomaban. Resultados: Existe un aumento considerable del índice de masa corporal, peso y grado de obesidad en el primer año tras el trasplante aumentando mas lentamente en los siguientes cuatro años. El tipo de tratamiento inmunosupresor influencia el peso y grado de obesidad que se produce en este periodo de tiempo. Conclusiones: Hay una elevada prevalencia sobrepeso y obesidad tras el trasplante especialmente durante el primer año. Al año los pacientes ganan una media de 6,6 kg de peso y una media de 2,5 kg/m² en su IMC. Durante el tratamiento se debe minimizar las dosis de esteroides e incluir tratamiento dietético y ejercicio físico adecuado.
Resumo:
Introducción: La obesidad infantil es una epidemia que afecta especialmente a los países desarrollados, pero cuyos efectos negativos sobre la salud podrían verse disminuidos por una buena condición física. Objetivos: El objetivo de este estudio fue determinar el nivel de condición física de una población de escolares de una ciudad del norte de España (Logroño, La Rioja), así como analizar las relaciones del mismo con la composición corporal, la tensión arterial y diversos factores socio-demográficos. Métodos: El estudio se llevó a cabo sobre una muestra representativa compuesta por 329 escolares de 11-12 años de las 31 escuelas de la ciudad. Se obtuvieron datos socio-demográficos, antropométricos, tensión arterial, desarrollo madurativo y de condición física. Resultados: Los escolares de género masculino y los normopesos obtuvieron rendimientos superiores en las pruebas de condición física que las chicas y que quienes padecían sobrepeso u obesidad. El 88% de los niños y el 80% de las niñas presentaron valores saludables de capacidad aeróbica, mientras que sólo el 73% de los inmigrantes lo hicieron. Un mayor riesgo de padecer sobrepeso u obesidad se asoció con un menor rendimiento en las pruebas de condición física, encontrándose relaciones inversas entre el porcentaje graso y el volumen máximo de oxígeno (r = -0,524), la fuerza explosiva del tren inferior (r = -0,400) y el rendimiento en velocidad (r = 0,385). Conclusiones: Las relaciones encontradas entre la condición física y la composición corporal ponen de manifiesto la importancia de realizar intervenciones destinadas a mejorar la condición física, especialmente la capacidad aeróbica, haciendo hincapié en los alumnos inmigrantes y de género femenino.
Resumo:
La adolescencia es la etapa más vulnerable para la aparición de problemas relacionados con la imagen corporal. Este estudio examinó las diferencias entre chicos y chicas adolescentes (13-18 años) en el Índice de Masa Corporal (IMC), la percepción y satisfacción con la imagen corporal, y hacer dieta para perder peso. Los resultados muestran que las chicas, a pesar de presentar menor sobrepeso y obesidad que los chicos varones, estaban más insatisfechas con su imagen corporal, se percibían más gordas y tendían a realizar dietas para controlar su peso con mayor frecuencia que los chicos. Por otro lado, tanto en chicos como en chicas, la percepción corporal tomó mayor importancia a la hora de predecir la conducta de hacer dieta que la adecuación del peso en base al IMC. Además, en las chicas, la satisfacción corporal se colocaba también por delante del IMC en dicha predicción. Los resultados de este estudio ponen de relieve la importancia de tener en cuenta las percepciones de los adolescentes sobre su imagen corporal a la hora de diseñar, desarrollar e implantar programas de intervención destinados a la prevención y tratamiento de trastornos alimenticios. Así mismo, las diferencias de género encontradas, apuntan a la necesidad de tener en cuenta las distintas percepciones de chicas y chicos para aumentar las probabilidades de éxito de las intervenciones.
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Introducción: el bajo peso al nacer (BPN) es un factor de riesgo para desarrollar obesidad en la vida adulta. Objetivo: evaluar diferencias en la composición corporal de niños de entre 8 y 10 años de edad con y sin antecedente de BPN. Métodos: fue un estudio observacional, transversal comparativo. Participaron 112 niños (95 con adecuado peso al nacer [APN] y 17 con BPN). Se realizó antropometría (peso, talla, circunferencias de cintura y cadera, pliegue cutáneo de tríceps [PCT] y subescapular [PCSE]). Resultados: se encontró una prevalencia combinada del 41% para sobrepeso y obesidad en ambos grupos de estudio. El porcentaje de grasa corporal total fue menor en las niñas con BPN (no significativo); sin embargo, el indicador PCT-PCSE fue significativamente más alto (p = 0,04) que el de las niñas con APN. En contra de lo esperado, al estratificar según porcentaje de grasa y peso al nacer, se encontró que el grupo con BPN presentó un porcentaje de grasa bajo (p < 0,05) en comparación con el grupo de APN, siendo 6 veces mayor la posibilidad de que un niño con BPN presente porcentaje de grasa total bajo a esta edad. Conclusiones: a estas edades no se encontró mayor porcentaje de grasa en el grupo con BPN en comparación con el de APN; sin embargo, las niñas con BPN presentaron mayor deposición de grasa troncal que las de APN. La deposición de grasa es un indicador que hay que considerar, y no únicamente el índice de masa corporal, en la evaluación nutricia infantil.
Resumo:
Introducción: la categorización del estado nutricional a través del índice de masa corporal (IMC) es uno de los recursos de valoración clínica más utilizados en el síndrome metabólico (SM). Sin embargo, es desconocida su capacidad para identificar las diferencias en la composición corporal. Objetivo: determinar si las variaciones en el estado nutricional se reflejan en la composición corporal en mujeres con SM e identificar la concordancia de clasificación del riesgo cardiometabólico entre el estado nutricional e índices antropométricos. Material y métodos: la muestra incluyó 136 mujeres (edad 42 ± 3,5 años) con SM. Se evaluó el estado nutricional, masa muscular, masa adiposa, perímetro de cintura (PC), índice cintura-cadera (ICC) e índice cintura-estatura (ICE). Se compararon los valores de composición corporal e índices antropométricos; adicionalmente se determinó la concordancia clasificatoria del riesgo cardiometabólico entre los índices y el IMC. Resultados: solo la edad (p = 0,358), estatura (p = 0,209) y porcentaje de adiposidad (p = 0,234) no mostraron diferencias significativas entre los grupos. La mejor concordancia clasificatoria del riesgo cardiometabólico se observó en el PC > 88 cm (94,9%) e ICE ≥ 0,5 (94,1%) al categorizar el IMC en normopeso vs. exceso de peso; mientras que el PC > 88 cm obtuvo mejor concordancia separando al grupo en normopeso-sobrepeso vs. obesidad (85,3%), aunque la sensibilidad y especificidad fueron más homogéneas con el ICC ≥ 0,85. Conclusión: el IMC no logra identificar las variaciones de la adiposidad corporal en mujeres con SM agrupadas según su estado nutricional. El IMC presenta mejor sensibilidad que especificidad respecto a los índices considerados para determinar riesgo cardiometabólico en mujeres con SM.
Resumo:
Introducción: actualmente los programas de entrenamiento interválicos de alta intensidad parecen ser una forma de optimizar el tiempo, provocando cambios en la composición corporal debido a la activación de diferentes mecanismos hormonales y metabólicos. Objetivo: observar el efecto de cuatro semanas de entrenamiento de esprints repetidos basados en la prueba de Wingate sobre la potencia y la composición corporal en adultos jóvenes. Métodos: los participantes (22,4 ± 1,8 años) fueron asignados aleatoriamente a un grupo experimental o a un grupo control. Antes de comenzar y al acabar el periodo experimental, a los sujetos se les realizó una densitometría de cuerpo completo y una prueba de Wingate. El grupo experimental realizó 12 sesiones de esprints repetidos, realizando de 3 a 6 esprints de 30 segundos con un tiempo de recuperación de 4 minutos. El grupo control continuó con su rutina diaria y no se le aplicó ningún tipo de intervención. Resultados: en el grupo experimental, la potencia media y máxima incrementó un 9,4-16,5% (p < 0,001). Además, disminuyó la masa grasa total un 8,1% (p < 0,028) y la grasa abdominal un 10,0% (p < 0,038). El grupo control no sufrió cambios en ninguna de las variables estudiadas. Conclusiones: cuatro semanas de entrenamiento de esprints repetidos basados en la prueba de Wingate con un volumen específico de ~3 minutos por sesión y una frecuencia de 3 sesiones por semana, muestra mejoras estadísticamente significativas en la potencia máxima y media. Además, provoca cambios en la composición corporal, principalmente en la masa grasa total y de la zona abdominal.