3 resultados para iniciativas de base
em Universidad Politécnica de Madrid
Resumo:
Este trabajo lleva a cabo un análisis de la aportación que las políticas urbanas de la Unión Europea (UE), y en particular las dos fases de la Iniciativa Comunitaria URBAN2, han hecho a la práctica de la regeneración urbana en España desde la perspectiva de la Planificación Colaborativa. La adopción de la Planificación Colaborativa como marco conceptual ha provisto la base teórica, el punto de vista e hilo conductor desde el que se ha analizado la dimensión urbana de las políticas comunitarias, poniendo el foco específicamente en URBAN, a través de la realización de un estudio que ha profundizado en el contexto histórico y el debate teórico desde los que se pusieron las bases metodológicas de esta forma de incidir en la degradación urbana, propuesta por la Comisión Europea en 1994. Esto ha llevado a profundizar en el escenario británico de la regeneración urbana, en el que la investigación ha encontrado la referencia sobre la que en gran medida se gestó esta Iniciativa Comunitaria. El trabajo descrito ha permitido caracterizar URBAN como un instrumento de regeneración urbana que conlleva la asunción de un enfoque colaborativo, que en última instancia tiene como objetivo la transformación de la gobernanza. Asimismo, ha sentado las bases sobre las que se ha fundamentado el análisis de la materialización de la dimensión colaborativa de los programas URBAN y URBAN II implementados en España. Los resultados alcanzados por los programas, considerados a la luz de la profundización en la práctica de la regeneración urbana del país, han permitido llegar a conclusiones sobre la aportación que la dimensión colaborativa de URBAN ha hecho al contexto español y señalar un conjunto de líneas de investigación que suponen la continuación del camino emprendido por esta Tesis Doctoral. Summary This work analyses the contribution that the urban policy of the European Union (EU), and in particular the two rounds of the URBAN Community Initiative3, as its most especific instrument, have made to the urban regeneration practice in Spain from the perspective of Collaborative Planning. The adoption of Collaborative Planning as a conceptual framework has provided the theoretical base, the focus and the guiding principle from which to analyse the urban dimension of European policies, and particularly URBAN, through the development of a study that has delved into the historical context and the theoretical debate that laid the methodological foundations of this approach to fight urban degradation launched by the European Commission in 1994. This has included the study of the British scenario of urban regeneration, in which the research has found the reference point on which URBAN was largely conceived. The work described has allowed this Community Initiative to be characterised as a tool of urban regeneration which involved the adoption of a collaborative approach, whose ultimate aim was the transformation of governance. It has also laid the foundations on which the analysis of the implementation of the collaborative approach in the URBAN and URBAN II programmes developed in Spain has been based. The results attained by the programmes considered in light of the development of the practice of urban regeneration in the Spanish scenario, have led to conclusions about the contribution that the collaborative dimension of URBAN has made to the Spanish context and have resulted in the identification of a number of lines of research that represent the continuation of the path taken by this Thesis.
Resumo:
Dentro del objetivo común que persigue alcanzar una estabilidad social y una economía de éxito sostenible en el actual e incierto contexto mundial, el pronóstico es que la demanda de energía siga aumentando y que la generación mundial de electricidad se duplique entre los años 2005 y 2030. En este escenario, los combustibles fósiles podrían mantener una contribución muy significativa al mix energético posiblemente hasta el año 2050, participando del mercado de generación de energía eléctrica mundial en aproximadamente un 70% y siendo base de la generación de energía eléctrica europea en un 60%. El carbón sin duda seguirá teniendo una contribución clave. Este incremento en la demanda energética y energía eléctrica, en el consumo de carbón y de combustibles fósiles en general, sin duda tendrá impacto sobre los niveles de concentración de CO2 a nivel global en los diferentes escenarios evaluados, con un fatal pronóstico de triplicar, si no se contiene de alguna manera su emisión, los niveles actuales de concentración de CO2 hasta valores próximos a 1.200 ppm para finales de este siglo XXI. El Protocolo de Kyoto, adoptado en 1997, fue el primer tratado de responsabilidad a nivel mundial para el monitoreo y limitación de las emisiones de CO2, realizando una primera aproximación hasta el año 2012 y tomando como valores de referencia los referidos a los niveles de concentración de gases de efecto invernadero registrados en 1990. Algunos de los principales países emisores de CO2 como USA y China no ratificaron los objetivos de límite de emisión y niveles de reducción de CO2, y sin embargo están tomando sus propias acciones y medidas en paralelo para reducir sus emisiones. Los procesos de combustión más eficientes y con menor consumo de combustible, proporcionan una significativa contribución del sector de generación eléctrica a la reducción de los niveles de concentración de CO2, pero podría no ser suficiente. Tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCS, del inglés Carbon Capture and Storage) han comenzado a ganar más importancia desde principios de esta década, se ha intensificado la investigación y proliferado la creación de fondos que impulsen su desarrollo y estimulen su despliegue. Tras los primeros proyectos de investigación básica y ensayos a pequeña escala, casi embrionaria, tres procesos de captura se posicionan como los más viables actualmente, con potencial para alcanzar niveles de reducción de CO2 del 90%, mediante su aplicación en centrales de carbón para generación eléctrica. En referencia al último paso del esquema CCS en el proceso de reducción de las ingentes cantidades de CO2 que habría que eliminar de la atmósfera, dos opciones deberían ser consideradas: la reutilización (EOR y EGR) y el almacenamiento. El presente artículo evalúa el estado de las diferentes tecnologías de captura de CO2, su disponibilidad, su desarrollo y su coste de instalación estimado. Se incorpora un pequeño análisis de los costes de operación y varias extrapolaciones, dado que solo están disponibles algunos de estos datos hasta la fecha. Además este artículo muestra los principales hallazgos y los potenciales de reducción de emisiones de CO2 en la utilización del carbón para generar electricidad y proporciona una visión del desarrollo y despliegue actual de la tecnología. Se realiza una revisión de las iniciativas existentes a nivel mundial mediante proyectos de demostración orientados a la viabilidad comercial del esquema CCS para el período 2020 ? 2030. Se evalúan los diferentes programas en curso y sus avances, como el programa de UK, el EEPR (European Energy Program for Recovery), etc. Las principales fuentes empleadas en la elaboración de este artículo son el DOE, NETL, MIT, EPRI, Centros e Institutos de Investigación, Universidades Europeas, Administraciones Públicas y Agencias Internacionales, suministradores de tecnología crítica, compañías eléctricas (utilities) y empresas tecnológicas.
Resumo:
El contexto actual de crisis financiera, ambiental y social parece estar reflejando una crisis del sistema vigente. La revolución tecnológica, los movimientos sociales que reaccionan frente a la persistencia de desigualdades, la explotación de recursos naturales hasta sus límites ecológicos o los cambios políticos son signos de que el modelo de vida contemporáneo provoca visiones y prácticas no sostenibles. En este escenario, la innovación social está emergiendo como potencial motor de generación de alternativas que responden de una forma más eficiente a las demandas sociales. Nuevos modelos de provisión de servicios básicos a poblaciones vulnerables, uso y aplicación de los últimos avances científicos y tecnológicos, o emprendimientos sociales inspiradores son sólo algunos ejemplos de estas respuestas innovadoras. Diversas organizaciones están realizando esfuerzos para apoyar y promocionar este tipo de iniciativas innovadoras que, en muchos de los casos, emergen desde la ciudadanía y están expresando alternativas interesantes al modelo de producción y consumo globalizado. El gran reto que supone el necesario cambio social y estructural está en dilucidar cómo avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible, que reduzca las desigualdades, respete los límites ecológicos del planeta y promueva avances científicos y tecnológicos que amplíen las capacidades de la sociedad.