9 resultados para Testimonios

em Universidad Politécnica de Madrid


Relevância:

20.00% 20.00%

Publicador:

Resumo:

Para entender con cierta objetividad los trabajos teóricos y publicaciones del profesor Fernando de Terán, dentro del panorama de la urbanística en España, no se puede eludir el clima cultural en el que vivía el país, superada la mitad del siglo XX.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

Este estudio está dedicado al tramo del río Valdemembra a su paso por Motilla del Palancar, el cual pertenece a la Confederación Hidrográfica del río Júcar (CHJ). A través de un estudio histórico, se determinará la magnitud de inundaciones pasadas, así como los puntos más propicios al desbordamiento, obteniendo la información de fuentes bibliográficas, pero sobre todo, de los testimonios de los vecinos de Motilla del Palancar. Posteriormente se realizará un estudio geomorfológico, que se podría dividir en dos fases. En la primera de ellas se determinará una aproximación de la extensión de la llanura de inundación, a través de la estratigrafía de la zona. El tercer y último estudio, sería el estudio hidráulico. En él, utilizando las ecuaciones fundamentales de la hidráulica, se calculará la mancha de inundación asociada a los períodos de retorrno de 10, 100 y 500 años, así como el Dominio Público Hidráulico, con la finalidad de poder elaborar posteriormente los mapas de peligrosidad de inundación, además de los mapas de riesgo de inundación. Para ello, utilizaremos dos software de cálculo hidráulico. El primero se conoce con el nombre de HecRas y realiza los cálculos de manera unidimensional, el segundo se llama Iber, este calcula flujos bidimensionales, por lo que ofrece resultados más precisos. Por último, realizaremos un Plan de Gestión del Riesgo de Inundación que permitirá disminuir los daños humanos y materiales ocasionados por las avenidas futuras,tomando las medidas estructurales o no estructurales necesarias.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

La energía basada en turbinas hidráulicas de reducida potencia es, a menudo, un ejemplo- modelo dentro del campo de las energías renovables desde su aparición a finales del S. XIX, aunque los ingenios precursores surgen mucho antes. Entre los testimonios más antiguos destacan la saqia o rueda persa y la rueda hidráulica romana que había sido previamente implementada en Extremo Oriente, y que después llega a Europa a través de Egipto. Más tarde, durante la Edad Media y el Renacimiento, se generaliza el uso de los molinos hidráulicos, además de los eólicos. Ejemplos de ello son las norias de Alepo (Siria) y de Córdoba (España). Otro caso interesante es el de los molinos de regolfo en la Península Ibérica e Iberoamérica, muy cercanos en su forma y fundamentos a las turbinas hidráulicas. Algunos de estos ingenios siguen activos en los ríos de España. Posteriormente los estudios de Euler, Burdin y Fourneyron prepararon las bases para el definitivo avance de Pelton, Kaplan, Francis, y otros, pero ya como máquinas motrices de los generadores eléctricos. En la actualidad, se admite como límite superior para minihidráulica aquellas centrales con una potencia instalada de 5000 kW, y considerando que cuando las potencias son inferiores a 100 kW se denomina micro hidráulica, aunque en Latinoamérica este límite se fija en 20 kW. El estudio del recurso hídrico, ayudado del geotécnico, constituyen la base sobre la que podremos proyectar el aprovechamiento hidroeléctrico: selección del tipo de central dentro de la tipología disponible, diseño y cálculos de la turbina, obra civil necesaria (azud, presa, canal, tubería forzada, edificio, aspiración, desagüe, etc.) y equipo electromecánico. El proyecto tecnológico se complementa con el estudio de impacto ambiental y de viabilidad económica. Muchos de estos proyectos tratan de reducir la falta de acceso a la energía en poblaciones desfavorecidas, entendida esta carencia como un factor determinante de la pobreza. Así la energía mini y micro-hidráulica adquiere un nuevo valor como tecnología para el desarrollo humano.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

El cemento natural fue patentado en Inglaterra en 1796, pero no llegó a España hasta 1835, aunque todavía se discute dónde comenzó la producción nacional, ya que surgió casi simultáneamente en el País Vasco (Zumaya y Rezola) y en Cataluña (San Celoní y San Juan de las Abadesas). Desde entonces fue ampliamente utilizado en la ornamentación arquitectónica durante el siglo XIX y principios del siglo XX en Madrid. Con su llegada reemplazó materiales tradicionales que se utilizaban anteriormente, como las cales aéreas e hidráulicas, y el yeso. Sin embargo, su uso no se alargó en el tiempo, pues pronto fue sustituido por el cemento Portland. En la actualidad, lo que queda de el son cientos de " testimonios de piedra" que hay que conservar y reparar ocasionalmente de la mejor manera posible. Las propiedades finales del cemento natural dependían en gran medida de las materias primas utilizadas y su temperatura de obtención y en general, se caracterizaba por un fraguado rápido (aproximadamente de 15 minutos), una buena resistencia y un agradable color ocre. Esta comunicación muestra las características de las fachadas madrileñas del S.XIX recubiertas con morteros de cemento natural, su estado de conservación y deterioro, así como los daños producidos como resultado de intervenciones desafortunadas en las que han empleado materiales no compatibles con este cemento.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

El tema de la presente tesis es la valoración del patrimonio y en ella se considera que el patrimonio es un proceso cultural interesado en negociar, crear y recrear recuerdos, valores y significados culturales. Actualmente el patrimonio como proceso se está consolidando en la literatura científica, aunque la idea de que es una ‘cosa’ es dominante en el debate internacional y está respaldada tanto por políticas como prácticas de la UNESCO. El considerar el patrimonio como un proceso permite una mirada crítica, que subraya la significación. Es decir, supone el correlato que conlleva definir algo como ‘patrimonio’, o hacer que lo vaya siendo. Esta visión del concepto permite la posibilidad de comprender no sólo lo que se ha valorado, sino también lo que se ha olvidado y el porqué. El principal objetivo de esta investigación es explorar las características de un proceso de razonamiento visual para aplicarlo en el de valoración del patrimonio. Éste que se presenta, implica la creación de representaciones visuales y sus relaciones, además su meta no está centrada en producir un ambiente que sea indiferenciado de la realidad física. Con él se pretende ofrecer la posibilidad de comunicar la dimensión ‘poliédrica’ del patrimonio. Para que este nuevo proceso que propongo sea viable y sostenible, existe la necesidad de tener en cuenta el fin que se quiere lograr: la valoración. Es importante considerar que es un proceso en el cual las dinámicas de aprendizaje, comportamientos y exploración del patrimonio están directamente relacionadas con su valoración. Por lo tanto, hay que saber cómo se genera la valoración del patrimonio, con el fin de ser capaces de desarrollar el proceso adaptado a estas dinámicas. La hipótesis de esta tesis defiende que un proceso de razonamiento visual para la valoración del patrimonio permite que las personas involucradas en el proceso inicien un proceso de interacción con un elemento patrimonial y su imagen mental para llegar a ciertas conclusiones con respecto a su valor y significado. El trabajo describe la metodología que da lugar al proceso de razonamiento visual para el patrimonio, que ha sido concebido sobre un modelado descriptivo de procesos, donde se han caracterizado tres niveles: meta-nivel, de análisis y operacional. En el modelado del proceso los agentes, junto con el patrimonio, son los protagonistas. El enfoque propuesto no es sólo sobre el patrimonio, sino sobre la compleja relación entre las personas y el patrimonio. Los agentes humanos dan valor a los testimonios de la vida pasada y les imbuyen de significado. Por lo tanto, este enfoque de un proceso de razonamiento visual sirve para detectar los cambios en el valor del patrimonio, además de su dimensión poliédrica en términos espaciales y temporales. Además se ha propuesto una nueva tipología de patrimonio necesaria para sustentar un proceso de razonamiento visual para su valoración. Esta tipología está apoyada en la usabilidad del patrimonio y dentro de ella se encuentran los siguientes tipos de patrimonio: accesible, cautivo, contextualizado, descontextualizado, original y vicarial. El desarrollo de un proceso de razonamiento visual para el patrimonio es una propuesta innovadora porque integra el proceso para su valoración, contemplando la dimensión poliédrica del patrimonio y explotando la potencialidad del razonamiento visual. Además, los posibles usuarios del proceso propuesto van a tener interacción de manera directa con el patrimonio e indirecta con la información relativa a él, como por ejemplo, con los metadatos. Por tanto, el proceso propuesto posibilita que los posibles usuarios se impliquen activamente en la propia valoración del patrimonio. ABSTRACT The subject of this thesis is heritage valuation and it argues that heritage is a cultural process that is inherited, transmitted, and transformed by individuals who are interested in negotiating, creating and recreating memories and cultural meanings. Recently heritage as a process has seen a consolidation in the research, although the idea that heritage is a ‘thing’ is dominant in the international debate and is supported by policies and practice of UNESCO. Seeing heritage as a process enables a critical view, underscoring the significance. That is, it is the correlate involved in defining something as ‘heritage’, or converting it into heritage. This view of the concept allows the possibility to understand not only what has been valued, but also what has been forgotten and why. The main objective of this research is to explore the characteristics of a visual reasoning process in order to apply it to a heritage valuation. The goal of the process is not centered on producing an environment that is undifferentiated from physical reality. Thus, the objective of the process is to provide the ability to communicate the ‘polyhedral’ dimension of heritage. For this new process to be viable and sustainable, it is necessary to consider what is to be achieved: heritage valuation. It is important to note that it is a process in which the dynamics of learning, behavior and exploration heritage are directly related to its valuation. Therefore, we need to know how this valuation takes place in order to be able to develop a process that is adapted to these dynamic. The hypothesis of this thesis argues that a visual reasoning process for heritage valuation allows people involved in the process to initiate an interaction with a heritage and to build its mental image to reach certain conclusions regarding its value and meaning. The thesis describes the methodology that results in a visual reasoning process for heritage valuation, which has been based on a descriptive modeling process and have characterized three levels: meta, analysis and operational -level. The agents are the protagonists in the process, along with heritage. The proposed approach is not only about heritage but the complex relationship between people and heritage. Human operators give value to the testimonies of past life and imbue them with meaning. Therefore, this approach of a visual reasoning process is used to detect changes in the value of heritage and its multifaceted dimension in spatial and temporal terms. A new type of heritage required to support a visual reasoning process for heritage valuation has also been proposed. This type is supported by its usability and it covers the following types of heritage: available, captive, contextualized, decontextualized, original and vicarious. The development of a visual reasoning process for heritage valuation is innovative because it integrates the process for valuation of heritage, considering the multifaceted dimension of heritage and exploiting the potential of visual reasoning. In addition, potential users of the proposed process will have direct interaction with heritage and indirectly with the information about it, such as the metadata. Therefore, the proposed process enables potential users to be actively involved in their own heritage valuation.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

Comúnmente la Arquitectura se manifiesta en los edificios como un hecho de la realidad que tiene siempre carácter contemporáneo y ése debe ser el valor supremo de un arte que no distingue entre antiguo y moderno, por afectar al presente y ser contemporáneo como experiencia. Los objetos se insertan irremediablemente en su medio e incluso llegan a definirlo en ocasiones: así, arquitectura y paisaje, aparecerán a veces confundidos con diferencias difíciles de determinar. El término “paisaje” es relativamente moderno y se deriva de ciertas representaciones gráficas o pictóricas producidas en Occidente en época algo posterior al Renacimiento. No obstante, el hecho de que una palabra se pueda escribir o se cite no quiere decir que la realidad a la que responde no pueda existir, pues lo escrito es solamente un medio de expresión, y es obvio que existen otros quizá más antiguos y de idéntica importancia, pues la propia escritura no es más que el reflejo de un fenómeno que ya se ha producido con anterioridad. Parece así que el testimonio de la realidad viene dado por distintos contextos en lo que suele llamarse “cultura” de modo que las culturas pueden tener aspectos de gran interés mediante diferentes sistemas de expresión variados sin que eso tenga que pasar forzosamente por el filtro de un alfabeto y una escritura. A tenor de los primeros descubrimientos, parece que la cuestión de escribir tuvo originalmente un carácter de constatación de apunte contable y tampoco se puede establecer con certeza si algunos utilizaron la escritura como el so-porte adecuado para referir mitos o historias, pues la Arqueología no ha proporcionado sino testimonios fragmentarios; de lo que si está repleta sin duda la historia es de apuntes contables. Otra cuestión que suscita dudas es la propia definición de escritura, pues parece que los más antiguos modos de expresión escrita se reducen a pictogramas que resultan aún indescifrables. Lenguas y toponimia son también herramientas muy útiles para bucear en el pasado, pero aún así persisten dudas en las escrituras que pro-vienen de las representaciones primordiales: la propia escritura en sus orígenes parece alimentarse de las propias intuiciones inmediatas de la representación, algo que evolucionaría representando esa realidad urgente e inmediata del control o el abastecimiento que luego se convertirían en los fragmentos de texto que han podido conservarse. Es notorio, sin embargo, que ese conjunto enorme de convenios gráficos estaba sujeto a la palabra y la desaparición de las culturas determinó también la desaparición consecuente de sus lenguas, y esos signos - fueran o no escritura - han pasado definitivamente a las zonas oscuras del conocimiento. Escribir supone también disponer de capacidad de abstracción gráfica que diferencie la palabra y la cosa, y es posible que la razón que llevara a ese descubrimiento fuera simplemente el de una economía de signos, pues escritura y lenguaje son limitados por definición, mientras que las cosas del mundo son innumerables: ningún idioma contiene todas las palabras para describir todo lo que puede aparecer. Aparentemente, ese el motivo por el cual existe un localismo – un término específico que refiere algo que existe en un lugar y no en otros - en lo que se refiere a dar el nombre a la cosa y también fuente de paradigma entre los pueblos que se consideran primitivos y los que se consideran civilizados. Debe tenerse en cuenta también que esa transposición se da en ambos sentidos, de modo que las culturas más aisladas también incorporan conceptos que carecen de una explicación racional consistente. Las mitologías son así eternas, pues sirven para explicar realidades que carecen de un entendimiento alcanzable y está también bastante claro que los lenguajes resultan ser un enigma, como realidad autónoma que queda en-cerrada y se explica en sí misma. Parece también que los primeros en escribir las consonantes aisladas fueron los pueblos semíticos occidentales de las orillas del Mediterráneo, pueblos que crearon un alfabeto silábico que llegó a ser utilizado incluso por los tartesios en el sur de la península ibérica como el primer alfabeto de toda Europa occidental. Resulta patente que el término “paisaje” se ha nutrido siempre de representaciones, bien escritas o artísticas, pero queda también claro que esas representaciones se suponen derivadas de la creencia en una idea de paisaje como algo que se ve representado en sí mismo, es decir, como la imagen de una realidad externa situada fuera del individuo. Eso es un hecho trascendente, pues el paisaje requiere lejanía de la cosa, de modo que el actor – aún sabiéndose inserto en su paisaje – es incapaz de percibirlo desde dentro. En el paisaje ocurre igual que en un teatro o en una representación: los actores son conscientes de su papel y su posible cometido, pero no son los que realmente pueden disfrutar de la eficacia o de la propia presencia de la obra, pues forman parte de ella. La idea de paisaje proviene de una lectura externa a la de los propios protagonistas del drama, de modo que si quieren ser un crítico del paisaje se debe abandonar la representación para mirar el espectáculo desde una distancia adecuada, al fin y a cabo externa. De ese modo, aparece la primera constatación del hecho del paisaje como una realidad construida por objetos y personajes, pero, sobre todo, es una realidad construida por miradas. Llama también la atención otorgada en las lecturas de los especialistas hacia esa referencia externa - artística si se quiere - sobre el término “paisaje”, de modo que la bibliografía no especializada sobre el particular siempre acaba en tratados de pintura o poesía. Parece sin embargo que el hombre y sus paisajes son realidades indisolubles desde la propia aparición de la especie, de modo que llevar la cuestión hacia términos exclusivamente esteticistas parece una posición parcial. Hombre y medio han formado siempre una sola unidad, aunque esa unidad se haya convertido en determinados casos en sinónimo de depredación y destrozo. Sin embargo, esa destrucción crea igualmente un paisaje como desolación que es resultado del propio quehacer del hombre: elementos que también poseen un contenido sustancial de memoria en los paisajes industriales como un momento de la Historia previo a la automatización y a la globalización de la vida actuales. Quizá el concepto más interesante desde el punto de vista teórico sea precisamente el de esa cualidad del paisaje como mirada, algo externo producido por el contemplador en un momento ajeno a la pertenencia, una mirada que no es tan sólo estética sino comprensiva, gozosa, activa o analítica - pues existen tantas maneras de mirar como sujetos - sin que pueda definirse con precisión esa contemplación más que en términos que alcanzan la propia individualidad. En términos poéticos, también podría establecerse como ese conjunto de miradas individuales crean también una estructura que hace que ese paisaje se valore y se comprenda, de modo que desde ese punto de vista ese paisaje supone una creación colectiva. Con respeto o como depredador, el hombre se ha instalado en su medio, y al hacerlo, ha dejado huellas dentro del propio paisaje que hacen que tome una determinada significación. Naturalmente, existe una teoría que distingue entre “país” y “paisaje”, asumiendo para el primero la noción exclusiva de territorio en la cual el hombre no tiene papel estético alguno. He intentado muchas veces comprender esa posición, sin acabar de entender el planteamiento que la sustenta: parece que la visión de la cosa estará siempre humanizada, aún en las zonas “vírgenes” o intactas, pues la propia visión hace que el objeto se modifique en su propia unidad perceptiva, creando una curiosa indeterminación que lleva a los conocidos equívocos entre imagen real y representación. Efectivamente, la visión de la cosa requiere de una cultura y unos medios que la informan, de modo que un texto, una pintura, una descripción o una fotografía quedarán ya humanizadas por el propio hecho de ser informadas, pues ello otorga una forma a priori. De ese modo, el paisaje figura inscrito en una función que establece tanto aspectos de un paisaje posible como aspectos del paisaje descrito y solamente podrá hablarse sobre la potencialidad del estado final de ese paisaje y nada del propio paisaje en sí, mientras ese paisaje no quede humanizado por el propio observador. Esta cuestión obliga a elegir una definición de paisaje alejada de presupuestos esteticistas para acercarla a los puramente culturales, de modo que no existe otra vía para la investigación que contemplar esa realidad física en función de las coordenadas del hombre que la habita, dotada del contenido correspondiente a esa revelación. Lejos de las posiciones de la geomorfología, el término “paisaje” implicará así unas condiciones determinadas de contemplación por parte de un sujeto por el cual el espectáculo queda humanizado en dicho acto.Cabe pensar también si no es cierto que todos los paisajes requieren de esa condición humanizada, pues aunque no estén habitados están siempre ocupados por esa mirada que los habita, al igual que un escenario sin público que carece de vigencia. A partir de ahí se sitúan las coordenadas en donde este trabajo configura la presencia de la arquitectura en la definición del paisaje, una premisa que parece ya venir otorgada desde el principio, pues esa misma mirada del espectador ya está dotando de un sentido de orden y jerarquía a la contemplación, unas cualidades que están en la base de toda actividad arquitectónica, De hecho la propia definición de “monumento natural” - en si misma una contradicción – expresa ese conflicto, dotado de un fenómeno de admiración y solape entre cultura y naturaleza, como conceptos enfrentados desde su origen. La conclusión sobre el dilema propuesta en la tesis no ha sido otra que suponer que esas dos realidades que son la cultura y el paisaje se han solapado desde el principio de los tiempos del hombre formando un binomio indeslindable. Se ha dicho antes que el proceso de invasión del territorio por el hombre es significativo, y esa significación es la que origina una creación autónoma que se aísla como un concepto abstracto de los entes naturales, tomándolos como material de trabajo, y estableciendo una oposición conceptual en la realidad perforada e interpretada por el hombre que viene a oponerse a lo que supone la caja cerrada e ignota del enigma del mundo. La cuestión de la significación del hombre sobre el territorio se subsume en la creación de unos productos que permanecen y que son testimonio de la propia cultura, de forma que la cantidad de rastro que el hombre deja sobre el territorio contribuye en mayor medida a la cualificación del paisaje como concepto. Eso lleva a establecer que cualquier paisaje - por el mero hecho de serlo y ser definido así – es ya cultural, puesto que está configurado por los productos de la cultura. Las palabras que puedan quedar encerradas en las piedras de los monumentos o de las ciudades son las de los hombres que trabajaron allí, y también las de los que las habitaron: más aún, el propio sentido del paisaje y su conservación vienen determinados por la presencia del hombre como único interprete de conceptos como ecología o conservación, algo que se pone de manifiesto también en la espantosa devastación que producen los fenómenos propios de la naturaleza. La historia natural, al igual que la vida, están conformadas por éxito y devastación, sin que uno y otra tengan especial preferencia, pues la preferencia se alimenta de otra clase de conceptos. La cuestión de atribuir valores morales al mundo natural es algo muy antiguo, y quizá sea la fuente o el manantial de las primeras religiones, una cuestión que se une a la indefectible noción de mortalidad que define la existencia del hombre frente a la inmanencia de la naturaleza. Esa propia naturaleza está dotada intuitivamente de un carácter “inocente” suponiendo que la inocencia es lo opuesto a la sabiduría. La cuestión es bien otra, ya que la naturaleza no posee ni siquiera algo que pueda definirse como “carácter”, en el sentido personal del término. La cuestión no cae, evidentemente, del lado de las definiciones o de las cualidades, sino del propio análisis de la realidad que el hombre va construyendo, destruyendo, embelleciendo o perjudicando para definir el territorio que habita, interponiendo a su manera recursos, instalaciones y en definitiva todos los testimonios posibles como principal manifestación de su esencia. Entre los artefactos que el hombre produce, uno de los más persistentes y más conspicuamente descritos es el de la arquitectura - entendida aquí en un sentido amplio - es decir, como el conjunto de modificaciones del espacio y del territorio. El espacio se puede modificar de muchos modos, pero en cualquiera de los casos constituye una de las huellas más características que el hombre establece como manifestación física de su propio ser discursivo. También la arquitectura ha demostrado ser una de los fenómenos más persistentes, incluso más que la propia lengua que la origina en su discurso primero antes que pueda ac-cederse a una idea sobre la conformación del material. Es paradigmático que el episodio descrito sobre la Torre de Babel en la Biblia la cuestión de la ambición de los hombres frente a Dios, representada precisamente en una arquitectura, se asimile a la discusión sobre el lenguaje primordial. La cuestión no es baladí, pues el fenómeno de la creación es algo que se concede exclusivamente a los dioses, que por esa razón habitan los territorios a los que los hombres no pueden llegar; territorios de albergue en los que las mitologías sitúan a dioses y demonios, con amplios espacios intermedios donde situar a las divinidades menores, héroes o seres híbridos en los que la coyunda de los dioses con los humanos produce sujetos que alivian el sentido de la mortalidad. El comentario del Génesis también concede un valor a la técnica, al mito de Prometeo y al fuego como creador de excelencia. Frente al progreso prometeico, se postula el valor divino, y la única forma posible de paliar ese progreso es la confusión del lenguaje, pues eso será lo que produzca la dispersión y la falta de acuerdo. La cuestión también puede explicar esa afición tan común por lo canónico en arquitectura que se mantiene a lo largo de grandes períodos, al igual que una gran máquina de inercia. Parece que los conceptos primordiales de la arquitectura basados en elementos simples como el hito, el dintel, lo recto y lo curvo, la rampa o la escalera, y el uso distinto o cualificado que se otorga a la piedra, el ladrillo, la madera o el metal como componentes primordiales del material arquitectónico se haya mantenido a lo largo de muchos milenios sin apenas cambios, al igual que ocurre con las costumbres alimenticias que siguen una progresión ascendente a través de lo crudo, lo asado y lo cocido, hasta obtener distintos grados de refina-miento, pero que siempre se sustentan en la sensación primigenia. El descubrimiento de la arquitectura proviene de un cierto manejo de las dimensiones, y consiguientemente de la geometría. Pero la geometría es cosa abstracta al igual que el lenguaje, de modo que para poder realizar arquitectura se hace necesaria esa capacidad de abstracción primera que luego permite la realización de un dispositivo. La realidad y su número exhiben un divorcio, al igual que las cosas y sus nombres exhiben el suyo, y el análisis numérico es solamente una forma de ver la realidad, una forma rigurosa y exacta – aunque parcial - que solamente representa el modelo ideal al cual la realidad se aproxima en mayor o menor medida: esa aproximación matemática hace que el universo pueda condensarse parcialmente en números, al igual que la realidad puede condensarse en nombres, pero ni el nombre ni el número reflejarán el mundo en toda su complejidad. El número es quizá solamente un medio de describir las cosas, como lo serían las formas puras que responden a una configuración matemática que pueda producirse en teoría en cualquier parte del Universo. Sin embargo, para el ejercicio de la arquitectura es preciso acudir a esa simplificación que exige la visión abstracta del plano como una sección cierta realidad como un corte abstracto del elemento considerado. Con su traza o sin ella, con la propia expresión matemática que lo describa o sin precisarla, esa intuición del plano como elemento generador del espacio es anterior a aquella expresión, al igual que el habla fue anterior a la escritura, pues solamente se produjo a través de ella y como refuerzo y sustituto de la memoria. Existen así abstracciones de la memoria que aparecen derivadas de los signos de la naturaleza aparecidos solamente de forma eventual y fragmentaría: así ocurre con la línea, el cuadrado y el círculo, formas iniciales y abstractas sonsacadas en cierta medida de la observación que dan origen a los primeros signos de la arquitectura primordial, de modo que cuadrados y círculos, elevados a prismas y superficies esféricas o esferoides aparecen en tumbas y edificios elementales de los primeros tiempos mediante una geometría primordial que se superpone al paisaje en el que se inserta. Es cierto también que esas formas se encuentran ya aproximadas en objetos que se encuentran en el medio físico, líneas en extremidades, ramas y miembros; ángulos rectos en algunos cristales que se observan mediante corte o formas circulares en astros y cráteres, pero esa realidad solamente presenta su forma aproximada y no su abstracción pura, de igual modo que el jeroglífico propondrá al ave rapaz para representar la idea de vigilancia y la buena vista, o incluso que la imagen del propio ojo sustituya la idea del Dios que todo lo ve en las culturas anti-guas. La elección fue resuelta, después de muchos intentos y aproximaciones, con la adopción del ángulo recto como un artificio fácil para el replanteo a través del triángulo sagrado 3:4:5 que ya se utilizó para construir las pirámides de Egipto, y que dio origen también a la mayor parte del urbanismo antiguo, coexistiendo con la forma circular primordial en el tipo denominado “tholo”. Aquella trama cuadrangular era uno de los patrones de relleno del espacio más comunes y compactos, y esa fue probablemente la razón por la que en tiempos muy posteriores fuera adoptada como una forma eficaz permanente de organización frente al desorden topológico que procura el conjunto de asociación de plantas circulares. Otra cuestión paradigmática es que esos conceptos primordiales e ignotos - que convergen en el mismo origen de las civilizaciones - se conviertan luego en algo canónico, a través del uso. El canon en sí mismo es algo ideal, como una norma aplicable a objetos de una realidad que ha sido creada solamente como indicio del ca-non, algo abstracto que tiene proporciones estrictas que son siempre las mismas y no obedece a criterios racionales: será absurdo sin embargo buscar el canon griego entre los templos de época como algunos lo hicieron, pues los edificios solamente se aproximan a los ejemplos canónicos y por esa razón se habla del “dórico del Partenón” que es diferente del de Egina o del de Paestum, siendo todos ellos evidentemente dóricos. Sin embargo, esa idea resulta útil al tratadista, al teórico de la arquitectura y al historiador, aun-que solamente refleje una vaga idea de lo que sucede más allá del tratado. Otra cuestión es la sutileza de los ejemplos de arquitectura, y del mismo modo que los cuerpos de los seres vivos jamás son simétricos, aunque respondan a un diseño simétrico general derivado de las condiciones de la división celular, los edificios supuestamente canónicos en los que los especialistas se inspiraron para definir los órdenes clásicos no disponen de esa simetría modular exacta, sino que adaptan un modelo general al lugar siempre cambiante del emplazamiento, es decir, se adaptan con habilidad a la vez que configuran el paisaje en el que se insertan. La luz de los distintos intercolumnios del Partenón es ligeramente distinta, aunque guarde un evidente sentido de simetría axial, de manera que aquellos “órdenes” que formaron la Teoría de la Arquitectura no son más que una bella interpretación sectorial de la arquitectura antigua elaborada por los tratadistas del Renacimiento y, posteriormente, por los neoclásicos. Parece, sin embargo, que ese ansia por el canon como claridad de lenguaje es algo consustancial al desarrollo de la arquitectura, una lingua franca que tiende a evitar la dispersión producida entre los mortales por los dioses antiguos, de modo que si no era posible llegar al cielo de los dioses se procuró que el lenguaje de la Tierra fuera al menos inteligible para poder entenderse entre los hombres. Parece que la estructura del poder siempre requirió de un determinado nivel de organización, y también que las instrucciones se entendieran con claridad: parece que en nuestros tiempos esos antiguos cánones se han sustituido por la obediencia a normas abstractas, dictadas por instituciones también algo abstractas y que tienen nombres divertidos compuestos por siglas, aunque no se conozca bien su virtud. El canon actual está constituido por “normas” que dejan tranquilos a algunos, aunque parece quizá que todo ese entramado formal que sirve como anestesia para el cuerpo social procura también la destrucción de los bosques en formas de montañas ingentes de papel burocrático. Durante muchos siglos las normas fueron otras, en la forma de un canon del cual nadie podía escapar: aún así, mediante la utilización de cánones o sin ellos, la arquitectura prosperó en la civilización desde los primeros refugios cavernarios o los abrigos primigenios y de ese modo fue configurando la realidad, es decir, el paisaje. Como antes se dijo, ese es un viaje de ida y vuelta en el cual ambos se confundían y subsumían: el manejo de las formas y lenguajes de la arquitectura posibilitaría con el tiempo la distinción entre el campo en donde reina el caos y la ciudad, en donde reina teóricamente el orden, creando un divorcio que duraría milenios y que aún persiste. Esa oposición generaría también una forma de paisaje y una serie de usos simbólicos y sagrados de los elementos de la arquitectura - como son puertas y murallas - que se han mantenido conceptualmente aunque hoy las ciudades ya no posean murallas físicas, ni puertas que se cierran con la llegada de la noche. En ese sentido, la arquitectura ha podido definir el paisaje, entendiendo la arquitectura no solamente como los edificios en sí, sino como el hecho de la manifestación del hombre sobre el territorio, de modo que no podrá hablarse de paisaje sin su arquitectura, del mismo modo que no puede hablarse de paisaje sin hombres. Por esta razón, la Tesis habla sobre Arquitectura y Paisaje, pero más particularmente sobre el hecho de la arquitectura en la definición del paisaje, es decir, de como los hechos arquitectónicos van a determinar o no la cualidad y la calificación de un paisaje. Deberá partirse en primer lugar de una definición de lo que se entiende y se ha entendido comúnmente por paisaje: igualmente, y habida cuenta del contexto en el que sitúa el propio trabajo de tesis, la cuestión solamente se circunscribirá a lo que se entiende como cultura occidental, pues el desarrollo de la civilización presenta siempre un color local que hace que el análisis de un fenómeno de esta envergadura tenga distintas connotaciones en las distintas áreas de civilización. De igual modo, y habida cuenta también que el paisaje se construye a través de todas las manifestaciones culturales, se hará a veces necesario indagar en otras disciplinas no arquitectónicas para comprender el alcance de algunos casos en los cuales los restos arquitectónicos han desaparecido, o en los que subsisten escasas trazas. Una definición tan amplia de la Arquitectura llevaría a escribir un relato sobre toda la cultura occidental y por ese motivo solamente se han esbozado ideas sobre la aparición de esos signos sobre el paisaje basados en elementos antiguos y primigenios que se repiten con insistencia y van dando lugar al variado repertorio de la arquitectura occidental cómo conformación de ideas sobre el me-dio y sobre el mundo que se percibe y se habita. ABSTRACT About Architecture in defining Landscape. Abstract Architecture is commonly manifested in buildings as a fact of reality that has always a contemporary character and that should be the highest value of an art that does not distinguish between ancient and modern, to affect the present and be contemporary as experience. Objects are inserted irremediably in their midst and even sometimes come to define it: thus, architecture and landscape, appear sometimes confused with differences difficult to determine. However, the term "landscape" is relatively modern and is derived from certain graphical or pictorial representations produced in the West in some subsequent period to the Renaissance. The fact that a word can be written or quoting does not mean that the reality that can not be answered, because the writing is only a mean of expression, and it is obvious that there are other and perhaps older equally important, because the writing itself is nothing more than the reflection of a phenomenon that has occurred before. It thus appears that the testimony of reality is given by different contexts in what is called "culture", so that cultures can have aspects of great interest by many different expression systems without this necessarily have to pass through the filter of alphabet and writing. Under the initial findings, it appears that the question of writing originally had a character and finding accounting entries, and it can not be established with certainty whether some used writing as the support appropriate to refer myths or stories, because archaeology has provided only fragmentary evidence. Another issue that raises questions is what can properly be defined as writing, it seems that the oldest modes are reduced to writing pictograms are still indecipherable. Languages and place names are also very useful tools for diving in the past, but still questions remain in the scriptures that come from the primordial representations: either it is very well defined what the own writing in its origins: the beginnings seem to feed on immediate intuitions of representation, which would evolve representing reality that urgent and immediate control or supply which is then inherited into fragments. It is noteworthy, however, that this huge set of graphics agreements was subject to the word and the disappearance of cultures determined also the consequent disappearance of their languages, and those signs - whether or not they write - have passed definitively to dark areas of knowledge. Writings supposed also the capacity of abstraction graph differentiates the word and the thing, and it is possible that the reason to carry this discovery was simply that of an economy of signs, for writing and language are limited by definition, while the things of the world are innumerable: no language contains all words to describe all that may appear. Apparently, that's why there is a localism - a specific term that refers to something that exists in one place and not in others - in regards to name the thing and also the source of paradigm among peoples are considered primitive and civilized. It should be noted also that transposition occurs in both directions, so that the most isolated cultures also incorporate concepts that lack a consistent rational explanation. Mythologies are eternal and therefore serve to explain realities that lack an understanding achievable and also pretty clear that languages happen to be an enigma, as an autonomous reality that is enclosed and explains itself. It also seems that the first to write consonants were isolated western Semitic peoples from the shores of the Mediterranean, peoples who created a syllabic alphabet came to be used even by tartesios in southern Iberia as the first alphabet in Western Europe. It is clear that the term "landscape" has always nurtured representations, either written or artis-tic, but it is also clear that these representations are assumed arising from belief in an idea of landscape as something that is represented in itself, as the image of a reality external located outside the individual. That is an important fact because the landscape requires remoteness of the thing, so that the actor - even knowing insert in landscape - is unable to perceive from within. The landscape is just as in a theatre or a performance: the actors are aware of their role and their possible role, but they are not the ones who can really enjoy the efficiency or the presence of the work itself, as part of it. The idea comes from an external landscape reading the principles of players in the drama, so if you want to be a critic of the landscape should leave the actual representation to watch the spectacle from a safe distance, finally external. Thus, the first finding of fact of the landscape appears as a reality constructed by objects and characters, but above all, a reality constructed by looks. Also noteworthy given the readings of specialists to the external reference - art if it could be - on the term "landscape", so no specialized literature on the subject always ends in treatises on painting or poetry. It seems however that the man and his landscapes are inseparable realities from the very onset of the species, so bring the issue into terms exclusively aesthetics seems a partial position. Man and environment have always been a single unit, but that unit has become synonymous with certain cases predation and destruction. Nevertheless, this destruction also creates a landscape as desolation that results from proper task of man elements that also have substantial contents of memory in industrial landscapes as a time of pre-automation history and globalization of current life. Perhaps the most interesting from a theoretical point of view is precisely that quality of landscape as something external produced by the viewer in a strange time of membership, a look that is not only aesthetic but sympathetic, joyful, active concept or analytical - because there are so many ways to look as subjects - it may not be precisely defined that contemplation rather than in terms that reach one's individuality. In poetic terms, it could also be set as the set of individual gazes also create a structure that makes this landscape is valued and understood, so from that point of view that landscape is a collective creation. With respect or as a predator, man has settled in his environment and in doing so has left traces in the landscape itself that make take a certain significance. Naturally, there is a theory that distinguishes what is "home" and what is "nature" providing for the first notion of the exclusive territory in which man has no aesthetic role. I tried many times to understand this position, without understanding the approach that supports: it seems that the vision of the thing is always humane, even in the "virgin" or untouched areas, as the vision itself makes the object modified in its own perceptual unit, creating a curious indeterminacy leading to the known misunderstandings between real image and representation. Indeed, the vision of the thing requires a culture and means that the report, so that a text, a picture, a description or photograph will be humanized by the very fact of being informed, as this provides a way a priori. Thus, the landscape provides a function that sets both aspects of a potential landscape as described aspects of the landscape and can only talk about the potential of the final state of the landscape, while the landscape remains humanized by the observer himself. This question forces to choose a definition of remote landscape budgets purely cultural, so there is another way for research to contemplate that physical reality in terms of the coordinates of the man who inhabits gifted content corresponding to that revelation. Far from the positions of the geomorphology, the term "landscape" and involve a certain condition by contemplation of a subject for which the show is humanized in the act. It should also consider, in the light of the above, if it is not true that all landscapes require that humanized condition, because although they are not inhabited they are always occupied by the look that dwells, like a stage without audience produces no consistent effect. From there the coordinates where this work sets the presence of architecture in defining landscape, a premise which seems to come from the beginning given lie, because that same look is already giving the viewer a sense of order and hierarchy to contemplation, qualities that are at the basis of all architectural activity, in fact the very definition of "natural monument" - in itself a contradiction - expresses this conflict, which has a phenomenon of admiration and overlap between culture and nature as concepts faced since its inception. The conclusion on the dilemma proposed in the thesis has not been another to assume that these two realities are the culture and landscape have overlapped since the beginning of man time forming a pair. It has been said before that the process of invasion of the territory by man is significant, and that meaning is the originating autonomous creation that is isolated as an abstract concept of nature, taking them as working material, and establishing a conceptual opposition in reality and punched by the man who comes to oppose representing the closed and unknown to the enigma of the world interpreted. The question of the significance of the man on the land is subsumed in the creation of products that remain and are testimony of their own culture, so that the trace amount that the man leaves the territory contributes most to the qualification landscape as a concept. That brought into any landscape - by the mere fact of being and being well defined - is already cultural, as it is configured by culture products. The words that can be locked in the stones of the monuments or cities are those of the men who worked there, and also of those who inhabited: even more, the sense of the landscape itself and its conservation are determined by the presence of man as the sole interpreter of concepts such as ecology or conservation, something which becomes manifest also in the awful devastation that produce the phenomena of nature. The natural history, like life, are shaped by success and devastation without special preference, the preference is used for feeding on other kinds of concepts. The question of moral values attributed to the natural world is very ancient, and may be the source or the source of the first religions, an issue that joins the unfailing notion of mortality that defines the existence of man against immanence of nature. That nature is endowed intuitively an "innocent" character assuming that innocence is the opposite of wisdom. The other issue is well, since nature does not even have what is defined as "character" because that is something that serves to qualify beings, but not objects. The question does not fall clearly on the side of the definitions or qualities, but from the analysis of the reality that man is building, destroying or damaging to define the territory, interposing his way resources facilities and possible witness as the main manifestation of its essence. Among the artifacts that man produces one of the most persistent and most conspicuously disclosed is architecture as a way of modification of space and territory. The space can be modified in many ways, but in either case is one of the most characteristic traces that man establishes as a physical manifestation of his own discourse being. Architecture has also proven to be one of the most persistent phenomena, even more than their own language that originates in his speech first. The paradigm wrote in the episode described on the Tower of Babel in the Bible shows the question of ambition of men before God - represented precisely in architecture - is assimilated to the discussion about the primary language. The issue is not trivial, since the phenomenon of creation is something that is granted exclusively to the gods, for that reason inhabit the territories to which men can not reach; territories where the hostel located mythologies gods and demons, with large gaps where to place the minor deities, heroes or hybrid beings where the yoke of the gods with human subjects produces relieving sense of mortality. The commentary on Genesis also gives a value to the art, the myth of Prometheus and fire as creator of excellence. In front of promethean progress, divine value is postulated, and the only possible way to alleviate this progress is the confusion of language, because that is what will produce the dispersion and lack of agreement. The issue may also explain such a common passion for the canonical architecture maintained throughout long periods, like a great machine inertia. It seems that the main concepts of architecture based on simple elements like milestone, lintels, straight and curved stairs or ramps, or other qualified and used are granted to the stone, brick, wood or metal as the primary components of the architectural material maintained throughout many millennia are almost unchanged, as is the case with the eating habits that follow a progression through the raw, the cooked and roasted or fried until obtain different degrees of refinement, but always are based on the primal feeling. The discovery of the architecture comes from a management dimensions, and consequently the geometry. But the geometry is abstract thing like the language so that to make architecture that first absorption capacity which then allows the realization of a device is necessary. Reality and its number exhibit a divorce, like things and their names displayed his; numerical analysis is just one way of seeing reality, rigorous and accurate - though partial - only represents the ideal model to which reality is coming to a greater or lesser extent: the mathematical approach makes the universe can condense on numbers, like reality may condense on names, but neither the name nor the number will reflect in all its complexity. The number is only a means of describing things, such as the pure forms that match setup a mathematical theory that occurs anywhere in the universe. However, for the practice of architecture is necessary to go to the simplification that requires abstract view of a section plane of reality, as an abstract element considered cutting. With its trace or not, with the mathematical expression that describes what or without clarify, this intuition of the plane as a generator of space predates his own expression, like speech preceded the writing, which only occurred through it and as reinforcement and replacement of memory. There are abstractions of memory displayed on the signs of nature only on casual and fragmentary, such as line, square and circle: those initials and abstract forms located in abstraction give rise to the first signs of primordial architecture, so that squares and circles, lifting two prisms and spheroids or spherical surfaces appear in tombs and elementary buildings the first few times, and that primordial geometry overlaps the landscape in which it is inserted. It is also true that these forms are approximate objects found in the physical environment, limb lines, branches and limbs; straight in some crystals angles observed by cutting or circular in stars and craters forms, but only the approximate shape and not its abstraction, just as the hieroglyphic of a falcon to represent the idea of surveillance presents the good view, or even the image of the eye itself replace the idea of the all-seeing God. The election was resolved, after many attempts and approaches, with the adoption of the right angle as an easy trick for stake through the sacred triangle 3:4:5 already used to build the pyramids of Egypt, and also gave rise to most of the old urbanism tend coexist with the primary circular form type called "Tholo". That frame homer was one of the fill patterns of common and compact space, and that was probably the reason why in much later times was adopted as a permanent effective form of organization against the topological disorder that seeks the set of association circular plants. Another issue is that these paradigmatic and unknown primary concepts - that converge at the origin of civilizations - then become something canon, through use. The canon itself is something ideal, as a rule for objects of a reality that has been created only as an indication of the ca-non, something abstract that has strict proportions are always the same and not due to rational criteria: be absurd however seek the Greek canon among the temples of time as some did, because the buildings only approximate the canonical examples and for that reason we speak of "doric from Parthenon" which is different from Aegina or Paestum, being all clearly doric. However, this idea is useful to scholar, the architectural theorist and historian, although it reflects only a vague idea of what happens beyond the book. Another issue is the subtlety of the examples of architecture, just as the bodies of living beings are never symmetrical, even if they involve a general symmetrical design derived from the conditions of cell division, the supposedly canonical buildings where specialists were inspired to define the classical orders do not have that exact modular symmetry, but a general model adapted to the ever changing location of the site shaping the landscape in which they are inserted. The light of the various bays of the Parthenon is slightly different, but keep a clear sense of axial symmetry, so that those "orders" that formed the theory of architecture are just a beautiful sectoral interpretation of ancient architecture developed by writers of the Renaissance and later by neoclassical. It seems, however, that craving for clarity of language canon as is inherent to the development of architecture, a lingua franca that tends to avoid scattering among mortals by the ancient gods, so if it was not possible the heaven of the gods sought the language of the Earth was at least intelligible to be understood. Power structure has always required a certain level of organization, and the instructions are clearly understood: it seems that in our times these ancient canons were replaced by obedience to abstract rules, issued by institutions also somewhat abstract and have funny names made up acronym, although not well known virtue. The current canon consists of "rules" that leave some quiet, although it seems that maybe all that interweaves-do formally serving as anaesthesia for the social body also seeks the destruction of forests in forms of huge mountains of bureaucratic paper. For many centuries were other rules, in the form of a canon which no one could escape: still using royalties or without them, civilization flourished in architecture from the earliest cave shelters or shelters and the primordial reality was setting mode in landscape. As noted above, this is a return trip in which both confused and subsumed: the management of forms and languages of architecture over time would allow the distinction between the field where chaos reigns and city, where order reigns theoretically creating a divorce that lasted millennia and still persists. This opposition also generate a form of landscape and a series of symbolic and sacred uses of architectural elements - such as doors and walls - which have remained conceptually although today the cities no longer having physical walls or doors close during the night. In this sense, the architecture could define the landscape, architecture is not only understood as the buildings themselves, but the fact of the manifestation of the man on the premises, so you can not speak without his landscape architecture, the same so we can not speak of landscape without men. For this reason, the thesis discusses architecture and landscape, but more particularly to the fact of architecture in defining landscape, as the facts of architectural or not will determine the quality and qualification of a landscape. One should begin first a definition of what is understood and has been commonly understood by landscape: equally, and given the context in which it places the own thesis work, the issue only be limited to what is understood as western culture, for the development of civilization always has a local colour that makes the analysis of a phenomenon of this magnitude have different connotations in different areas of civilization. Similarly, and given also that the landscape is constructed through all cultural manifestations, will sometimes necessary to investigate other non-architectural disciplines to understand the scope of some cases in which the architectural remains have disappeared, or the remaining few traces. Such a broad definition of architecture take to write a story about all of Western culture and for this reason only been sketched ideas about the appearance of these signs on the landscape based on ancient and primitive elements are repeated insistently and leading the varied repertoire of Western architecture shaping ideas about how the media and the world is perceived and inhabited.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

Invariantes del pensamiento en los arquitectos de Madrid. Primera década del siglo XXI. Una historia de transmisión oral es una Tesis Doctoral que parte de la elaboración de un archivo documental inédito, archivo que aglutina los testimonios de los más importantes arquitectos de Madrid presentes durante los primeros diez años del siglo XXI. Estos testimonios se recogen ordenadamente a modo de conversaciones transcritas, reflexiones puntuales y audios. La incorporación de los audios al trabajo documental permite comprobar a futuros investigadores, de manera directa, la certeza de las conclusiones o, incluso, establecer interpretaciones distintas. Los documentos sonoros son el germen de este trabajo. La Tesis Doctoral ordena e interpreta los testimonios en su apartado de ANÁLISIS/ DESARROLLO permitiendo entender a través de constantes demostraciones un hilo conductor del pensamiento en los arquitectos de Madrid. Se trata de una Tesis Doctoral que se entiende como un documento vivo, abierto y que gracias a su carácter inédito descubre matices y reflexiones de los arquitectos nunca antes recogidos en otros trabajos. Se ha conseguido reunir y ordenar por primera vez la voz y el pensamiento de los más importantes arquitectos de Madrid, muchos de ellos ya fallecidos. Se ha establecido un árbol genealógico ordenado y completo de los arquitectos de referencia indiscutibles desde el año 1939. Se ha conseguido reunir en un solo documento a los arquitectos y personajes más citados y recurrentes en el discurso de los arquitectos de Madrid, pudiendo constatar así sus referentes culturales más utilizados. Se ha descubierto y argumentado un pensamiento común dividido en cuatro conceptos: Oportunidad, Orden, Compromiso y Contención. Se produce una aproximación al arquitecto y a su pensamiento de la manera más natural y espontánea. Las grabaciones nos permitirán introducirnos, sin imposturas, no solo en el fondo, sino también en la forma de lo que se comunica, en el cómo. Una vez seleccionados los documentos sonoros más adecuados para el objetivo de este trabajo se ha procedido a su transcripción al papel. En este proceso se depura el lenguaje y se liman defectos de forma, al mismo tiempo se resumen las conversaciones y se recogen solo los comentarios más interesantes. En el proceso de transcripción, así como en la elección de las preguntas, existe una labor editorial, la aplicación de un criterio a la hora de seleccionar, resumir, corregir, completar, etc. Para abordar las conversaciones se ha recurrido a la bibliografía de referencia de cada uno de los arquitectos. Una vez transcritas las entrevistas, se establece una valoración crítica, una aproximación teórica al tema principal de la conversación. Bien puede tratarse de una reflexión sobre el arquitecto y su trabajo o sobre algunas de las opiniones o temas vertidos durante la charla. Para situar a cada uno de los arquitectos que se citan, se ha establecido un apartado genealógico completo donde cada uno se coloca en su lugar correspondiente conforme a sus apariciones en los textos principales de la historiografía reciente desde Carlos Flores hasta el año 2010. Esta Tesis Doctoral es un testigo de la diversidad de pensamientos y actitudes así como de las coincidencias. Las conversaciones mantenidas, las reflexiones y las opiniones vertidas al respecto han tocado reiteradamente muchos temas que aparecerán ordenados en el ANÁLISIS/DESARROLLO y en el apartado DESCRIPTORES. A partir de estos y otros temas genéricos, los pensamientos se aglutinan en torno a cuatro puntos que resumen las actitudes y los planteamientos conceptuales más recurrentes y coincidentes. Estos cuatro puntos definen de una manera concreta al arquitecto de Madrid. Oportunidad, Orden, Compromiso y Contención. Identidad generada a través de una historia de transmisión oral, desde los arquitectos de las primeras generaciones de posguerra hasta hoy. ABSTRACT Invariable thought in the architects of Madrid. First decade of the XXI century. A history of oral transmission is a Doctoral Thesis that starts with the development of a new documentary file, a file which brings together the testimonies of the most important architects of Madrid present during the first ten years of this century. These testimonies include conversations, punctual reflections and audio bites. Incorporating audio allows future researchers to check certain conclusions directly or even to have different interpretations. Sound bites are the seed of this work. This Doctoral Thesis orders and interprets the testimonies in the ANALYSIS / DEVELOPMENT section, through which a common thread of thought in Madrid architects can be ascertained. This doctoral thesis is meant as a living, open document, which, thanks to its unprecedented nature, discovers nuances and reflections of architects that had never been collected in previous studies. It has brought together and sorted for the first time the voice and thoughts of the most important architects of Madrid, many of them already deceased. It has established an orderly and comprehensive reference guide to the most important architects since 1939. It has brought together in one document the most cited and recurring architects and characters in the discourse of the architects of Madrid, which enables us to observe the cultural references they used the most. We have discovered and put forward a common thought divided into four concepts: Opportunity, Order, Commitment and Containment. The architect and his thoughts are revealed as naturally and spontaneously as possible. The recordings allow us to ascertain, without impositions, not only the substance but also the form of what is communicated. After selecting the most appropriate sound bites for the purpose of this work, we have proceeded to transcribe them to paper. In this process the language has been purified and formal defects have been dealt with, and at the same time the conversations have been summarized and only the most interesting comments have been kept. The transcription process and the choice of questions entails editorial work, applying a criterion when selecting, summarizing, amending, supplementing, etc. To address the conversations, the bibliographic reference of each of the architects has been used. Once the interviews have been transcribed, a critical appraisal and a theoretical approach to the main topic of conversation are established. It may be a reflection on the architect and his work or some of the views or issues discussed during the talk. In order to place each of the cited architects, a complete family tree has been devised in which each architect is situated according to his appearances in the main text of recent historiography, from Carlos Flores until 2010. This Doctoral Thesis is a witness to the diversity of thoughts, attitudes and coincidences. The conversations, reflections and opinions expressed in this regard have repeatedly touched many issues that will be sorted in the ANALYSIS/DEVELOPMENT and the KEYWORDS section. From these and other generic issues, thoughts coalesce around four points which summarize the attitudes and the most recurrent and similar conceptual approaches. These four points define the architect of Madrid in a concrete way. Opportunity, order, engagement and containment. An identity generated by a history of oral transmission, from the architects of the first post-war generations until today.

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

Arquifanía: arquitectura y epifanía. La revelación que se da en el proyectar, en el construir y en el habitar. Desentrañar los protagonistas y el escenario de ese encuentro es el objetivo de esta tesis. Nace de una doble inquietud: la relación entre literatura y arquitectura y la constatación de algo inconmensurable en la arquitectura. A lo largo de los siglos la teoría de la arquitectura ha hecho un gran esfuerzo por racionalizar todos los aspectos de la disciplina. La sistematización del orden y jerarquía de los espacios, el uso de parámetros más rigurosos en los cálculos estructurales, el desarrollo de la técnica y el estudio de los esquemas funcionales han supuesto una fuente inagotable de manifestaciones arquitectónicas. Los paradigmas científicos, incluso, han resultado fundamentales en la creación de nuevos lenguajes. Sin embargo, en este camino de racionalización se han orillado aspectos de difícil cuantificación. Pese a que en la experiencia diaria del arquitecto se constata la presencia de parámetros inconmensurables, la teoría de la arquitectura no ha integrado de forma sistemática este conocimiento. De aquí nace la presente tesis doctoral. En ella se estudia, por analogía con el resto de artes, el concepto de manifestación. Se analiza de qué manera la obra arquitectónica se manifiesta, haciendo uso de su autonomía, y se convierte en la que dirige al arquitecto en todos los tiempos de la existencia de la obra: desde su génesis en el tiempo del proyecto hasta la experiencia de la obra terminada en el tiempo de la historia. Se considera que reflexionar en el concepto de manifestación puede aportar luces sobre la disciplina arquitectónica en un doble momento. Se estudia por una parte la actitud y el proceder del arquitecto ante la génesis del proyecto y por otra su posicionamiento ante la obra ya existente, sometida a su análisis (para la posterior síntesis) generando una espiral de conocimiento siempre abierta y en continuo enriquecimiento. Se analiza la obra de María Zambrano, filósofa, y José Ángel Valente, poeta, en busca de la definición del concepto de manifestación. El momento creativo, la naturaleza de la palabra poética, la actitud del poeta ante su obra, el conocimiento y la revelación de la belleza son temas recurrentes en sus obras y crean un corpus teórico que permite elaborar una teoría poética sólida y abierta, llena de sugerencias que se dirige con precisión al momento de la generación de la forma: su epifanía. A continuación se repasa el concepto de manifestación en la actividad de algunos artistas de la modernidad que, de manera implícita o explícita, han hablado del concepto de epifanía. A menudo de forma intuitiva, los artistas han detectado en su actividad la condición de ser depositarios de un don que se renueva en cada obra ejecutada. Entrelazado con su trabajo y con la disciplina diaria los artistas experimentan un diálogo con la obra, que se revela libre y con voluntad de manifestarse. Enunciado el problema y hecho el repaso por el mundo de la creación artística, nos enfrentamos con el núcleo de la tesis: ¿hasta qué punto y de qué manera el concepto de manifestación es válido en arquitectura? El discurso busca en la actividad de múltiples arquitectos la validez del concepto de manifestación. Se rastrean testimonios, textos, obras y análisis de obras. De esta investigación surge una topografía, un atlas de revelaciones de manifestaciones arquitectónicas: constataciones explícitas, testimonios implícitos o intuiciones. A través de este periplo entre el concepto de manifestación que la razón poética ofrece y la experiencia de muchos arquitectos se intenta responder, aunque sea parcialmente, a las preguntas que surgen al llevar a las últimas consecuencias la arquifanía: ¿En qué momento existe una voluntad de forma? ¿De qué manera encuentra el arquitecto la forma? ¿Cómo se le presenta? ¿Es el arquitecto el verdadero artífice de la obra? ¿O es en cambio un ser a la espera de la aparición? ABSTRACT Archiphany: architecture and epiphany. The revelation taking place in designing, building and living. The objective of the present dissertation is to unravel the protagonists and the scenario of this encounter. It stems from a double interest: the relationship between literature and architecture and the discovery of something incommensurable in architecture. Over the centuries, architectural theory has made a great effort in order to rationalise all aspects of this discipline. Thus, the systematization of the order and hierarchy of space, the use of more rigorous parameters on the structural analysis, the development of technical capacities and the study of functional schemes have been an inexhaustible source of architectural manifestations. Even scientific paradigms have been essential in the creation of new languages. However, aspects of difficult quantification have been relegated in this path of rationalisation. Whereas the presence of immeasurable parameters are encountered in the daily experience of the architect, architectural theory has failed to systematically integrate this knowledge. This is the driving force of this thesis. It explores, by analogy with the other arts, the concept of manifestation. It discusses how the architectural work manifests itself, making use of its autonomy, becoming the one leading the architect during the whole existence of the work: from its genesis in the designing time until the experience of the completed work in the historical time. In the present dissertation, it is assumed that reflecting on the concept of manifestation might shed light on two different moments on the way to project architecture. The architect approach to the project genesis is studied on the one hand, while in the other hand it is considered his positioning in front of the existing work, as well as his analysis (for a following synthesis) that generates an ever-open and ever-enriching spiral of knowledge. In the search for a definition of the concept of manifestation, the work of the philosopher María Zambrano and the poet José Ángel Valente are analysed. The creative moment, the nature of the poetic word, the attitude of the poet in front of his work, the knowledge and the revelation of beauty are persistent issues in their works. They create a theoretical corpus allowing to develop a sound and open poetical theory full of suggestions, accurately directed to the time of the form generation: its epiphany. The concept of manifestation is then reviewed in the activity of some modern artists that talked about the concept of epiphany –either implicitly or explicitly. Often in an intuitive way, artists have come to realize in their activity to be the depositories of a gift that is renewed in each work. Intertwined with their work and with their daily discipline, artists experience a dialogue with the work, which proves to be free and willing to manifest itself. Having stated the problem and having reviewed the world of artistic creation, we are confronted with the core of the thesis: Up to which extent and in which way is the concept of manifestation valid for architecture? Validity and evidence of this concept is sought in the activity of multiple architects. Texts, works, analysis, reviews and testimonies are investigated. From this research, a topography, an atlas of revelations of architectural manifestations arises: explicit findings, implicit witnesses or intuitions. By means of this journey going from the concept of manifestation hinted by the poetic reason to the experience of many architects, the ultimate questions risen by archiphany are meant to be answered (though partially): When does a will of form emerge? How does the architect find the form? How does it appear? Is the architect the true creator of the work? Or is he instead a being waiting for the vision?

Relevância:

10.00% 10.00%

Publicador:

Resumo:

The Illinois Institute of Technology (iit) campus, Chicago, by architect Ludwig Mies van der Rohe, is often considered as a transitional work, usually acknowledged as significant for the reorientation of his professional career after he emigrated to the United States. Moreover, its favorable recognition today is somehow indicative of its relevance as a model for urban intervention in the contemporary American city and for contemporary city planning in general, not to mention the profound impact that it had on the cityscape of Chicago. However, today we know it was rather the result of a close collaboration between he and Ludwig Hilberseimer —later on, to be completed with Alfred Caldwell— who merged their personal ideas and expertise in the design for the first time. In addition to this, when one tries to locate the design within its own historical context and evaluate the sources of its approach to it, some contradictions arise. The major impact of the images produced by Mies to promote its realization —widely disseminated in most contemporary architectural periodicals— probably outshined the particular circumstances in which the design was conceived. In fact, it would never be materialized as originally presented, but it was, instead, continuously reworked according to land availability in the site —a circumstance often ignored by subsequent architectural critic, that enthusiastically praised the design even before it was fully completed. One of the main consequences of looking at iit from such a standpoint is that, when historically contextualized, one can appreciate that, due to the urban scale of its implementation process, the design had to face a complex reality very different to that initially planned by the architect, often far from his actual possibilities of intervention. Such approach is in contradiction with the common description of the design as a ‘tabula rasa’ that allegedly would have been formulated on the basis of a full denial of its context. On the contrary, the ever-changing circumstances of the design motivated a necessary re-interpretation of the relation between its executed fragments, in order to keep the original identity of the whole in an ever-changing context. This situation implied a continuous transformation of the design by means of a steady re-composition of its elements: as the number of completed buildings increased in its successive stages, their relation to their site-specific context changed, in a very particular process that these lines try to delineate. Requiring decades to be erected, neither of its authors would ever see the design finished as planned, partially because of the difficulties in acquiring the extension of land that it required. Considering the study of this process as able to provide a valuable gateway to understand the urban discourse that the architects entailed, the aim of these lines is to analyze the problems that the iit campus design had to face. As a starting point, a relationship between practice and theory in the activity of the authors implied in iit campus design has been assumed. Far from being interrupted during World War ii, strong historical evidence can be found to infer that both were developed in parallel. Consequently, the historical sequence of the preserved testimonies has been put into context, as well as their transformation while Mies remained in charge for the campus Master Plan. Notably, when seen from this perspective, some ideas already expressed during his previous European practice were still present during the design process. Particularly, Mies's particular understanding of certain architectural concepts — such as those of ‘order’ and ‘structure’—can be traced paralleling the theories about urban planning from his collaborators, a fact that possibly facilitated the campus successful development. The study of the way these ideas were actually redeveloped and modified in the American urban context, added to the specific process of the implementation of iit campus design, sheds a new light for a critical interpretation of the reasons that made it possible, and of the actual responsibility of Mies's collaborators in its overall development and final completion. RESUMEN El campus del Illinois Institute of Technology (iit) de Chicago, obra del arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, es a menudo considerado como una obra de transición que, por lo general, ha venido siendo reconocida como relevante para la reorientación de su carrera profesional posterior a su exilio en los Estados Unidos. El reconocimiento del que goza el proyecto es indicativo, de algún modo, de su importancia como modelo para la intervención urbana en la ciudad norteamericana contemporánea y el planeamiento de la ciudad contemporánea en general, sin olvidar el profundo impacto que ha tenido sobre el paisaje urbano de Chicago. Sin embargo, hoy sabemos que el resultado se benefició de su estrecha colaboración con Ludwig Hilberseimer y se completaría más tarde con la de Alfred Caldwell, quienes unieron sus ideas y experiencia profesional en el proyecto por primera vez. Asimismo, cuando se intenta ubicar el proyecto dentro de su propio contexto histórico y evaluar los criterios de su manera de abordarlo, surgen algunas contradicciones. El considerable impacto de las imágenes producidas por Mies para impulsar su ejecución —ampliamente difundidas en la mayoría de publicaciones de arquitectura de la época— probablemente eclipsó las particulares circunstancias en las que el proyecto fue concebido. De hecho, nunca llegó a materializarse tal y como fue inicialmente presentado. Por contra, fue reelaborado de manera continua, de acuerdo a la disponibilidad de suelo en el emplazamiento; una circunstancia a menudo ignorada por la crítica posterior, que elogió con entusiasmo el proyecto antes siquiera de que fuese terminado. Una de las principales consecuencias de contemplar el iit desde semejante punto de vista es que, una vez contextualizada históricamente su puesta en obra, se puede apreciar que el arquitecto tuvo que enfrentarse a una compleja realidad urbana muy diferente a la inicialmente prevista —probablemente debido a la escala del proyecto— a menudo lejos de sus posibilidades reales de intervención. Este enfoque contradice la descripción habitual del proyecto como una ‘tabula rasa’, que supuestamente se habría formulado sobre la base de una negación completa de su contexto. Por el contrario, las circunstancias cambiantes del proyecto obligaron una necesaria reinterpretación de la relación entre sus frag mentos ejecutados, con el fin de mantener la identidad original del conjunto en un contexto en constante cambio. Esta situación implicó una continua transformación del proyecto por medio de una permanente re-composición de sus elementos: según se incrementaba el número de edificios construidos en las etapas sucesivas de desarrollo del conjunto, variaba su relación con el contexto específico en que se emplazaban, en un proceso muy particular que estas líneas tratan de perfilar. Al necesitar décadas para ser levantado, ninguno de sus autores vería el conjunto terminado según lo planificado, en parte debido a las dificultades para la adquisición de la extensión de suelo que demandaba. Asumiendo que el estudio de este proceso es capaz de proporcionar una valiosa puerta de entrada para elucidar el discurso urbano asumido por los Mies, el objetivo de estas líneas es analizar los problemas a los que el proyecto del campus del iit tuvo que enfrentarse. Como punto de partida, se ha supuesto una relación entre la práctica y la teoría en la actividad de los autores implicados en el proyecto del campus del iit. Lejos de interrumpirse durante la Segunda Guerra Mundial, existen evidencias históricas sólidas para deducir que ambas vertientes se desarrollaron en paralelo. En consecuencia, se ha contextualizado la secuencia histórica de los testimonios conservados, así como su transformación durante el periodo en que Mies estuvo a cargo del Plan General del campus. Significativamente, al ser contempladas bajo esta perspectiva, algunas ideas ya expresadas durante su práctica europea anterior resultan aún presentes durante la redacción del proyecto. En concreto, se puede trazar un paralelismo entre la comprensión particular de Mies de ciertos conceptos arquitectónicos —como los de ‘orden’ y ‘estructura’— y las teorías sobre el urbanismo de sus colaboradores, hecho que posiblemente facilitó el exitoso desarrollo del proyecto. El estudio de la manera en que estas ideas fueron reelaboradas y modificadas en el contexto urbano estadounidense, sumado al proceso específico de su aplicación en el proyecto del campus del iit, arroja una nueva luz para una interpretación crítica tanto de las razones que lo hicieron posible, como del papel real que los colaboradores de Mies tuvieron en su desarrollo y ejecución final.