2 resultados para Salado
em Universidad Politécnica de Madrid
Resumo:
El proyecto tiene por objeto el estudio detallado de la dinámica litoral en la unidad costera en la que se enmarca la zona de interés, limitada septentrionalmente por la desembocadura del Río Salado y por el Cabo de Trafalgar al Sur, con el fin de poder diseñar una suficiente y adecuada aportación de arenas para conseguir la regeneración y recuperación ambiental de la Playa de Zahora, que ha venido sufriendo episodios erosivos en los últimos años. La configuración del tramo de costa gaditano al Sur de Conil (tramo en el que se ubica la zona de estudio) ha sido trazada en sus líneas generales por la actividad tectónica reciente. La línea de costa corre hacia el Sur en un zig-zag que va formando líneas paralelas a las dos direcciones principales de fractura de la zona. Los bloques individualizados por el sistema de fallas han sufrido una serie compleja de movimientos diferenciales de elevación, hundimiento y basculamiento debido a los movimientos diferenciales de las placas euroasiática y africana. Los procesos sedimentarios cuaternarios así como la acción erosiva de los agentes marinos, han ido rellenando entrantes y suavizando salientes, pero a pesar de esto, la forma de la línea de costa aún constituye un reflejo de la tectónica, así que puede decirse que el tramo de costa gaditana comprendido entre Conil y Tarifa, está ligado fundamentalmente a fenómenos tectónicos, jugando la dinámica sedimentaria un papel más secundario en la configuración general del litoral. La Playa de Zahora, lejos de ser estable, ha ido sufriendo erosiones continuadas ocasionando retrocesos anuales de orden métrico, habiendo sido necesario efectuar aportaciones esporádicas de arena a lo largo de los años con objeto de paliar su deterioro. El proyecto plantea unas actuaciones tendentes a la regeneración de esta playa, satisfaciendo la demanda existente. Las actuaciones proyectadas suponen la aportación de material sedimentario procedente del yacimiento existente en El Placer de Meca, a profundidades comprendidas entre 15 m y 20 m. El yacimiento se conforma como una gran duna submarina, situada a unos 6 km del frente costero. Asimismo se contemplan, junto con dicha aportación, otras dos alternativas, consistentes en la construcción de un espigón curvo para la contención de dichas arenas y, por otro lado, la construcción de un dique exento paralelo a la costa.
Resumo:
En este capítulo se reflexiona sobre la evolución en el siglo XIX de lo que en Italia solían llamar scienza delle construzioni. En dos palabras: se trata de la aplicación de modelos de cálculo basados en la mecánica racional para determinar la seguridad de las construcciones. En este sentido, el XIX ofrece un cambio radical respecto al panorama de siglos anteriores, en los que lo fundamental era la experiencia constructiva y el proceso lento; lento tanto en la formación de técnicos como en la materialización de obras, donde la falta de herramientas de cálculo para prever comportamientos condujo en ocasiones al uso de modelos físicos a escala reducida para demostrar la seguridad de las construcciones o la factibilidad de su proceso edilicio. El capítulo se refiere exclusivamente a modelos abstractos (ni siquiera a los ensayos de laboratorio que pusieron de manifiesto nuevos fenómenos), a pesar de lo cual conviene arrancar con cuatro ejemplos reales, uno por cada cuarto de siglo que pongan de manifiesto los cambios de enfoques producidos en la construcción El primero es una celebrada estructura de madera cuya seguridad fue comprobada mediante ensayos sobre elementos a escala real. Insuperable en la elegancia de su diseño, el segundo, el viaducto de las Cabrillas (1851), fue proyectado y construido en piedra por Lucio del Valle en la cuesta de Contreras. El tercer ejemplo podría ser un puente colgante o «colgado», como se denominaban en la época, de los numerosos que se construyeron en España en la segunda mitad de siglo, pero, por su envergadura y tipología, se ha decidido escoger un caso más tardío: el viaducto del Salado, en la línea de ferrocarril Linares-Almería, proyecto de José Olano (1897) llevado a cabo por la compañía Fives-Lille. El proceso de lanzamiento por empuje hasta entroncar con el túnel del estribo izquierdo fue presenciado en enero de 1899 por un grupo de alumnos de la Escuela de Caminos encabezados por su director, Rogelio Inchaurrandieta, y diferentes profesores, entre los que se encontraban Serafín Freart, encargado de Mecánica Aplicada, y Luis Gaztelu, profesor de Puentes. Con sus pilas de alrededor de 110 m de altura y sus vanos de otro tanto, es un buen ejemplo de lo que] avier Mantero la llama «la gran invención de todo el siglo XIX: la viga en celosía, invención de tanta o mayor trascendencia que la bóveda de piedra para el arco" (Manterola, 2006. Aunque las cerchas de bronce del Panteón de Roma, debidas a Apolodoro de Damasco, o los esquemas de Palladio y las cubiertas de inglesias góticas son precursores de esta tipología (Mainstone, 1975), está laro que sólo en el siglo XIX el cálculo permitió racionalizar los diseños y alcanzar la simplicidad y efectividad que Manterola reconoce como invención. Finalmente, se hace referencia al puente de Golbardo en Santander, uno de los primeros de hormigón armado en España (1900). Este material llegará a su pleno desarrollo en el siglo XX, no sin vencer la desconfianza de sucesivas generaciones. En resumen, a los materiales clásicos, madera y piedra, se añaden en el siglo XIX los hierros y aceros, así como finalmente, el hormigón. Ello motiva una reconsideración de la tipología, de las ideas sobre seguridad estructural, sobre los métodos constructivos y sobre el cálculo que produce la gran eclosión en la representación abstracta del comportamiento de las construcciones, lo cual sólo es posible gracias al progreso de las ciencias. En este capítulo se intentará, en un primer apartado, resumir la experiencia teórica hasta que Coulomb escribe su magistral ensayo. A continuación se tratarán someramente las diferentes líneas de trabajo generadas en países extranjeros y, finalmente, se dará una visión personal de los esfuerzos llevados a cabo en España, que, aún disponiendo de centros docentes perfectamente conectados con lo que sucedía en el extranjero, no fue capaz de generar ninguna aportación original al debate internacional.