3 resultados para Richard III, King of England, 1452-1485.

em Universidad Politécnica de Madrid


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The aim of this study was to establish the relationships between faecal fat concentration and gaseous emissions from pig slurry. Five diets were designed to meet essential nutrient requirements: a control and four experimental feeds including two levels (35 or 70 g/kg) of calcium soap fatty acids distillate (CSP) and 0 or 200 g/kg of orange pulp (OP) combined in a 2 × 2 factorial structure. Thirty growing pigs (six per treatment) were used to measure dry matter (DM) and N balance, coefficients of total tract apparent digestibility (CTTAD) of nutrients, faecal and urine composition and potential emissions of ammonia (NH3) and methane (CH4). Increasing dietary CSP level decreased DM, ether extract (EE) and crude protein (CP) CTTAD (by 4.0, 11.1 and 3.5%, respectively, P < 0.05), but did not influence those of fibrous constituents. It also led to a decrease (from 475 to 412 g/kg DM, P < 0.001) of faecal concentration of neutral detergent fibre (aNDFom) and to an increment (from 138 to 204 g/kg, P < 0.001) of EE in faecal DM that was related to greater CH4 emissions, both per gram of organic matter (P = 0.021) or on a daily basis (P < 0.001). Level of CSP did not affect N content in faeces or urine, but increased daily DM (P < 0.001), and N (P = 0.031) faecal excretion with no effect on urine N excretion. This resulted in lesser (P = 0.036) NH3 potential emission per kg of slurry. Addition of OP decreased CTTAD of EE (by 7.9%, P = 0.044), but increased (P < 0.05) that of all the fibrous fractions. As a consequence, faecal EE content increased (from 165 to 177 g/kg DM; P = 0.012), and aNDFom decreased greatly (from 483 to 404 g/kg DM, P < 0.001), which in all resulted in a lack of effect of OP on CH4 potential emission. Inclusion of OP in the diet also led to a significant decrease of CP CTTAD (by 6.85%, P < 0.001), and to an increase of faecal CP concentration (from 174 to 226 g/kg DM, P < 0.001), with no significant influence on urine N content. These effects resulted in higher N faecal losses, especially those of the undigested dietary origin, without significant effects on potential NH3 emission. No significant interactions between CSP and OP supplementation were observed for the gaseous emissions measured.

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El espacio geográfico, entendido como territorio que da soporte a la vida y a la civilización, ha estado siempre fuertemente supeditado a la presencia de agua. Desde la Prehistoria el hombre otorgó al agua, junto a otros elementos que aseguraban o protegían su vida, un valor superior, por encima de lo humano. Paralelamente y de manera natural, el jardín, en sus inicios en estrecha relación con la agricultura y con el paisaje, fue el ámbito idóneo para la creación de nuevas formas acuáticas artificiales. Este proceso dio lugar a un extenso repertorio de formas compositivas que parece que tuvo en el Renacimiento un punto de inflexión, en el que se observa como la mayoría de recursos y configuraciones básicas del agua estaban ya plenamente establecidas. Esta evolución y sus resultados ha sido el objeto de la primera parte de la tesis: su objetivo ha sido analizar cómo el agua configura, cualifica o puede llegar a construir el jardín y el territorio en el que se inserta, así como establecer las posibles relaciones entre estos dos ámbitos de estudio. Aunque la historia es su fundamento, el planteamiento aquí ha sido más bien conceptual; estudiando los componentes acuáticos desde un punto de vista fundamentalmente compositivo. Esta indagación previa ha sido indispensable para llegar a entender en profundidad los modos en los que el agua se muestra en el jardín y en el paisaje renacentista y manierista, momentos en que se insertan los dos casos de estudio que constituyen la segunda parte de la tesis. Sin caer en un determinismo geográfico extremo, puede admitirse que el jardín, como manifestación cultural intrínsecamente ligada al entorno, depende fuertemente del territorio en el que se asienta; hecho particularmente evidente en aquellas regiones en las que su especial geografía ha sido un claro factor condicionante de su historia. Por ello, Holanda y España han sido las dos localizaciones elegidas para profundizar en este estudio; no tanto por su estrecha relación política y cultural, sino por su profundo y sugerente contraste de medio físico y climático. La Península Ibérica, geográficamente el término del mundo conocido en Occidente hasta el final de la Edad Media, y por esta circunstancia convertida en destino, en territorio de permanencia y fusión, estará además supeditada en la mayoría de su territorio a la falta de agua, siendo a la vez heredera directa del universo y la tradición del jardín meridional originario de Oriente. En el extremo opuesto, Holanda, espacio de transición entre el mar y la tierra firme “real”, es un territorio permeado de humedad y surcado con generosidad por grandes ríos. El país, con una relación ambivalente con el agua, unas veces como amenaza y otras como fuente de nuevas oportunidades, será por el contrario especialmente favorable para el desarrollo de un modelo de jardín septentrional. Un jardín del norte, que no obstante, no surgirá de despejar los bosques, como en el arquetipo nórdico, sino que crecerá sobre planicies antes saturadas de agua o directamente anegadas. El marco temporal de los dos casos concretos ha considerado como fecha inicial 1548, momento en el que Felipe II, aún príncipe, realizó su primer viaje a los Países Bajos, y entró en contacto con el modelo holandés. La extensa producción posterior de jardines de Felipe II, siempre con el agua como protagonista, tuvo como destacado referente la adaptación al suelo y la geografía hispánicos de dicho modelo. Como fecha final se fija 1648, justo un siglo después, fecha coincidente con la firma de la Paz de Westfalia, tratado que supone la total reorganización política del territorio europeo y la pérdida de la hegemonía española en Europa. En Holanda sólo dos años después nacerá Guillermo III de Orange, estatúder de las Provincias Unidas, también futuro rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Para entonces en Holanda ya se había asistido al desarrollo de un arte propio de jardín, íntimamente ligado al agua, sorprendentemente no demasiado bien conocido y que será uno de los temas de esta investigación. Finalmente, se propone una lectura conjunta de toda esta serie de intervenciones que tienen como argumento el agua, en la que se integra la información procedente de distintos campos de estudio, cada una con su metodología particular. El resultado es una tesis en la que el jardín y el territorio son tratados desde un nuevo y enriquecedor punto de vista. ABSTRACT Geographical space, understood as the territory that provides support to human life and civilization, has always been strongly subjected to the presence of water. From Prehistory man gave to water, along with other elements that ensured or protected life, a higher value than the merely human. At the same time and in a natural way, the garden, in its beginnings with a close relationship with agriculture and landscape, soon developed as the appropriate ground for the creation of new artificial aquatic forms, in a process that seems to have a turning point in the Renaissance, when most of the basic waterworks and resources were already fully established. This development and its outcomes are the subjects of the first part of the thesis: its scope has been to analyse how water configures, qualifies and might even help to construct the garden or landscape attached to it; and to establish the possible links between these two fields of study. Although history based, the point of view here is mainly conceptual, studying the water components understood as composite elements. This exploratory research has been essential to deeply understand the water patterns shown in the Renaissance and Mannerist garden and landscape, periods in which the two case studies are inserted. Without falling in extreme determinism, it can be accepted however, that garden, as a cultural expression linked to environment, is strongly dependant on territorial setting; something particularly evident in those areas where specific geography has been a clear history conditioning factor. This is the reason that leads to choose the Netherlands and Spain to deepen this study, no so much for their interesting cultural and politics relations as for the suggestive and profound contrast of their physical environment and climate. The Iberian Peninsula, geographically the limit of the known world in Occident until the end of the Medium Age, and by this circumstance understood as endpoint, more a destination than a crossroad, a territory of permanence and fusion, but also subjected to water shortage; is thus associated with the universe and tradition of the meridional garden imported from Orient. In the opposite, the Netherlands, a transitional space between the sea and the “real” firm land, is a territory permeated by water and crossed by big rivers. Always with an ambivalent relationship with water, sometimes seen as a threat and sometimes as a source of new opportunities, it was in the other hand the adequate land for the development of a special model of Northern garden. A garden that will not arise, however, from the clearing of woods as in the Nordic archetype, but that will grow on plains originally saturated of water or directly waterlogged. The timeframe of the two cases has 1548 as the initial year, moment in which Philip II, yet prince, made his first trip to the Low Lands and imbibed the Dutch garden model. The later and bountiful garden works of the king, always with the water as the main focus, adapted the imported model to the Spanish ground and geography. The final date is fixed in 1648, just a century after, in coincidence with the Westfalia Peace; a treaty that implied the total political reorganization of the European territory and the end of the Spanish hegemony in the continent. In Holland, only two years later, William III of Orange, Stadtholder of the United Provinces and also future king of England, Scotland and Ireland, was born. But by then the Netherlands had developed an own garden art, closely linked to water. This type garden, surprisingly not very well known, and its relationship with water, will be other of the addressing questions of this work. Finally, the investigation merges the different interventions that have water as an argument, integrating all the fields considered with their particular methodological approaches. The final result is a thesis in which garden and territory are treated from a new and enriching perspective.

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Esta tesis doctoral desarrolla una investigación original sobre las torres defensivas de Menorca y las torres Martello de las costas sur y este de Inglaterra. Con respecto a las torres menorquinas, se distinguen las de Alcaufar y Punta Prima, construidas por ingenieros militares españoles, en 1786; de las levantadas por el ejército británico durante su último periodo de dominación de la isla, entre 1798 y 1802. Estos ingenieros reales británicos construyen las torres Martello en las costas inglesas, entre 1805 y 1812; y otras, semejantes a ellas, en el resto de su Imperio, hasta mediados del siglo XIX. La falta de estudios que relacionen las torres defensivas de Menorca y las Martello inglesas dentro del marco disciplinario de la construcción, ha constituido la justificación de esta investigación. La hipótesis de trabajo plantea un objetivo principal: el estudio y análisis comparativo entre ellas, que se desarrolla en varios niveles de análisis: morfológico, físico-constructivo, de visibilidades; pero también territorial, histórico y poliorcético. Esta tesis cuestiona, en consecuencia, la idea tradicionalmente aceptada de que las torres Martello tomaran la torre de Mortella, en Córcega, o cualquiera de las denominadas torres "preMartello", como referencia para crear su prototipo. La metodología empleada combina los trabajos de gabinete con una intensa labor de campo, en la que se documentaron cincuenta y siete torres, catorce en Menorca y cuarenta y tres en Inglaterra. Se han redactado sus correspondientes fichas de datos, que incluyen aspectos generales - morfológicos y constructivos -, así como documentación fotográfica. Se han elaborado los levantamientos morfológicos de siete de estas torres, aquellas que por sus particularidades constructivas, o bien representan un determinado tipo de torre, o bien se distinguen del resto. Del mismo modo, se han desarrollado los levantamientos físico-constructivos y la caracterización de materiales de las cuatro torres más relevantes para este estudio: las menorquinas Alcaufar y Punta Prima, y las torres 24 y C, que ejemplifican, respectivamente, las levantadas en las costas sur y este de Inglaterra. El sistemático método de trabajo llevado a cabo ha favorecido la investigación y ha ayudado a obtener conclusiones que verifican la hipótesis planteada en la tesis y cumplen los objetivos establecidos al comienzo de la misma. ABSTRACT This doctoral thesis develops an original research on the defensive towers of Minorca, and the Martello towers on the south and east coasts of England. Regarding the Minorcan towers, Alcaufar and Punta Prima, built by the Spanish military engineers in 1786, must be distinguished from those erected by the British Army during its last period of domination of the island between 1798 and 1802. These Royal Engineers build the Martello towers on the English coasts between 1805 and 1812; and others, similar to them, in the rest of their Empire until the middle of the 19th century. The lack of studies linking these Minorcan and English towers, within the disciplinary framework of construction, has been the justification for this research. The hypothesis poses a main goal: the study and comparative analysis of them, which takes place at several levels of analysis: morphological, constructive, of visibilities; but also territorial, historical and poliorcetic. Consequently, this thesis questions the traditionally accepted notion that the Martello towers took the Corsican Mortella Tower, or any of the so-called “preMartello” towers as a reference to create their prototype. The methodology combines the cabinet works with significant fieldwork, in which fifty seven towers were documented, fourteen in Minorca and forty three in England. The corresponding data sheets were drafted including general aspects - morphological and constructive-, and photographic documentation. Morphological survey plans were developed for seven of these towers due to their construction peculiarities, which either denote a specific type of tower or makes it stand out from the rest. Likewise, constructive survey plans and material characterisation sheets of the four more relevant towers in this study were developed: the Minorcan Alcaufar and Punta Prima, and towers 24 and C, both respectively exemplifying those built on the south and east coasts of England. The systematic method of work encouraged the research and helped to draw conclusions that both confirm the hypothesis raised in the thesis and meet the objectives established at the beginning of it.