4 resultados para Políticas públicas y salud
em Universidad Politécnica de Madrid
Resumo:
El territorio chileno esta propenso, desde antes que se constituyera como nación, al impacto del comportamiento de la naturaleza que le es inherente y que también le produce daños. Está representado en los seísmos, los más dañinos. Todavía, la sociedad chilena no termina de comprender que esos daños, son parte de un desequilibrio de una convivencia armoniosa entre ella y esa naturaleza, puesto que el ser humano que vive y habita sobre ella, también lo es. Así entonces, cada vez que el territorio y su espacio son remecidos por los seísmos, la naturaleza, manifestada en la sociedad, adquiere nuevos aprendizajes para mejorar la respuesta al próximo evento. El terremoto 2010 de 8.8° Richter, fue el segundo de mayor magnitud después del otro que hasta ahora, es el más grande del planeta, y que pudo ser medido. Aquel, fue el terremoto de Valdivia de 9,5° Richter, ocurrido el 22 de mayo de 1960. Las sociedades no son estáticas, cambian, son dinámicas. Esta vez el seísmo del 2010, ocurrió en una sociedad que hace ya 35 años, adoptó un modelo de economía de libre mercado. La pobreza que tenía a 1990, era de aproximadamente, un 40%. La del 2010, de un 14%. Durante la dictadura militar hubo otro seísmo de 7,8° Richter, recién instalándose el modelo aludido. El del 2010, permite sacar conclusiones en el contexto de este modelo económico. Los resultados aparentemente son interesantes en cuanto a que hubo pocas víctimas pero por otra parte, hubo un gran daño económico. La tesis profundiza en el impacto del seísmo en la dimensión del parque habitacional construido y de la vivienda social y en los habitantes más pobres y vulnerables. Es la primera investigación sobre seísmos y vivienda social en Chile. Se asume la hipótesis que ciertas variables por una parte, y una cultura antisísmica por otra, están presentes y han penetrado en los sectores populares durante los últimos 50 años y que ello, podría estar en la base de los resultados obtenidos. Se plantea una suerte de “matrimonio bien avenido” entre el habitante y políticas públicas en vivienda. De ello, se derivan recomendaciones para mejorar los avances en el problema investigado que se contextualizan en referencia al marco teórico elaborado. Sin embargo, y no obstante lo investigado, lo ya avanzado no garantiza buenos resultados en el próximo evento, Por ello, los aprendizajes nutren a otros, nuevos, que acompañarán a la sociedad chilena en su esencia e identidad como nación. ABSTRACT Long before its establishment as an independent nation, the Chilean territory has been prone to the impact of nature, which is an inherent and damaging feature of this land. Such an impact is represented by earthquakes, which are regarded as the most damaging natural disasters. Today, the Chilean society is still unable to understand that these impacts are part of an unbalanced coexistence between individuals and nature since human beings, who live and inhabit this space, are also an element of nature. Therefore, each time this territory is hit by earthquakes, nature —represented by society— learns new lessons in order to provide a better response to future events. The 2010 earthquake, which rated 8.8 on the Richter scale, was the second largest earthquake after the most powerful earthquake ever recorded. Such an event was the Valdivia earthquake of May 22, 1960, which rated 9.5 on the Richter scale. Societies are not static as they are changing and dynamic. The 2010 earthquake took place within a context in which society operated under a free market economy model that had been running for 35 years. As of 1990, 40 per cent of the population lived in poverty; in 2010, such a figure was reduced to 14 per cent. Likewise, a magnitude 7.8 quake struck the country during the military regime period in the early days of the above model. The 2010 earthquake allows us to draw some conclusions within the context of this economic model. Results are interesting since there were few fatalities but significant economic loss. This thesis provides insights into the impact of the 2010 earthquake on the housing stock, social housing and those living in poverty and vulnerability. This is the first research on earthquakes and social housing conducted in Chile. The hypothesis is that certain variables and anti-seismic culture have permeated popular segments of the population over the last 50 years. The latter may be at the basis of the results obtained during this research. Likewise, this study proposes a certain “happy marriage” between the inhabitant and public policies on housing. The above offers some recommendations intended to further explore this issue; these suggestions are contextualized according to the theoretical framework developed in this research. However, current progress on this matter does not ensure positive results in the event of an earthquake. This is why these lessons will serve as models for future events, which are intrinsically tied to local society and Chilean identity.
Resumo:
El Real Decreto 1627/97 sobre disposiciones mínimas en materia de seguridad y salud en las obras de construcción, dictado en aplicación de la Directiva europea 92/57/CEE, establece la obligación de contar, tanto en la fase de redacción de proyecto como en la de ejecución de obra, con un coordinador en materia de seguridad y salud, esto es, un “técnico competente”1 que, desde el lado de la propiedad, desempeñe funciones de control sobre la actuación preventiva de los proyectistas y empresas constructoras participantes en ambos procesos. Dicha labor de control, tal y como veremos más adelante, no se limita a una mera tarea de supervisión de la práctica preventiva de empresas y proyectistas, sino que, yendo más allá, exige la participación activa del coordinador en la validación expresa de los procedimientos organizativos de carácter preventivo que vayan adoptando dichos agentes a lo largo de sus respectivas actuaciones. Si bien la presencia real del coordinador en fase de proyecto ha quedado, de manera poco justificada, relegada a aquellos casos singulares que demandan la participación de diversos especialistas, su homólogo en fase de ejecución es, actualmente, una figura habitual en la práctica totalidad de las obras de construcción sobre cuya capacitación y cometidos persisten, aún hoy, interpretaciones muy diversas que conviene analizar de manera detallada.
Resumo:
Realmente la figura del coordinador de seguridad y salud, con tal nombre y apellidos, debe aparecer por primera vez en España el día veinticinco de diciembre de 1997, debido a la entrada en vigor del RD 1627/1997,por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y salud en obras de CONSTRUCCION. (boe nº 256 25/10/1997). Dicho Real Decreto proviene de la transposición a la Normativa española de la directiva europea específica en el sector de prevención en la construcción, Directiva 92/57/CEE del Consejo de 24.06.1992 relativa a las disposiciones mínimas de seguridad y de salud que deben aplicarse en las obras de construcción temporales o móviles (8ª específica). ¿Pero esta figura descrita existía con anterioridad de una u otra manera?. Para su contestación, se debe recurrir a un estudio pormenorizado de todas las figuras preventivas o paliativas que han rondado por los trabajos de construcción y afines, lo que conlleva a su vez un intenso estudio referente a las distintas épocas acaecidas en el siglo XX en nuestro país, con sus normativas de referencia, tipología de trabajos, diferentes actividades con diferentes políticas y dirigentes. Con el presente estudio, se pretenden definir los previos normativos (específicos preventivos en construcción) existentes durante el periodo comprendido entre 1900 y 1939, y definir si dentro del mismo podemos obtener un antecedente Normativo específico referente a la figura estudiada.
Resumo:
El modelo de desarrollo que han seguido la mayor parte de las ciudades españolas en las últimas décadas ha quedado puesto en entredicho por la crisis económica. Simultáneamente, la irrupción a nivel internacional de nuevas problemáticas sociales, territoriales y medioambientales, hace de éste un momento idóneo para (re)pensar nuestras formas de construcción de la ciudad y renovar las políticas públicas y la planificación urbana, con el objetivo de reorientarlos hacia modelos territoriales más sostenibles, duraderos y cohesionados. La regeneración urbana integrada no constituye hoy tan sólo una alternativa a la expansión o al modelo disperso, sino que se impone como una realidad incuestionable y uno de los mayores desafíos para la ciudad del siglo XXI. En este contexto, resulta de la máxima importancia aprender de la experiencia internacional, ya que otros países europeos comenzaron este camino hace años. Analizaremos, en el presente trabajo, cómo en Francia, la fuerte crítica al modelo de crecimiento urbano de las décadas de 1960 y 1970, fue el origen de la irrupción de unas nuevas formas de hacer ciudad a finales de los años ochenta. Estas experiencias iniciales dieron lugar, al cabo de una década, a una transformación radical del marco legal de la planificación urbana y las políticas públicas en Francia, cuestiones que constituyen el foco de este análisis. La necesidad de aproximarse al modelo europeo refuerza la importancia de una investigación que toma como punto de partida las innovadoras prácticas francesas y explora los modos de adaptación al contexto español