5 resultados para Para leer el Quijote
em Universidad Politécnica de Madrid
Resumo:
Uno de los elementos que más preocupan, especialmente a la población de la zona donde se pretende implantar un parque eólico, es la afección paisajística por la introducción de elementos artificiales, muy visibles, con partes móviles que atraen la mirada, que casi siempre destacan en altura sobre el horizonte, y que contrastan fuertemente, por formas, materiales y colores, en casi cualquier panorama. Aunque se trata de un efecto muy obvio y notable, su valoración reviste cierta dificultad, fundamentalmente por el carácter de percepción subjetiva que posee el paisaje. Y es que el paisaje constituye una experiencia de carácter subjetivo, por más que muchos de los elementos de la percepción sean objetivables. En este sentido el paisaje es la ?percepción polisensorial y subjetiva de la expresión externa en que se manifiesta el sistema territorial? (Gómez Orea, 2008) Analizar el paisaje implica, por tanto, analizar dos lugres, un espacio objetivo, la imagen externa del sistema, y un espacio subjetivo: el percibido por el observador, porque el paisaje no existe hasta que es interpretado por el observador. Debe existir un perceptor para que el paisaje se revele y manifieste, para Teresa Villarino (2008) el paisaje es el territorio, más la luz, más la mirada humana. Para resolver esta dificultad se propone una metodología que se enfoca hacia la ?lectura? del paisaje, es decir, a entenderlo al igual que lo hacían el hombre primitivo o el agricultor ancestral, que utilizaban el paisaje como fuente esencial de información sobre el medio físico, para planificar sus asentamientos, sus estrategias de caza, o la ubicación de sus cultivos en las áreas más fértiles. Esta metodología para leer el territorio persigue: Identificar, conocer y cartografiar los elementos primarios de la percepción existentes en el ámbito geográfico de interés sometido a estudio. Son aquellos que se pueden observar directamente: formas, texturas, colores, etc. Diagnosticar la situación en que se encuentra el paisaje (cómo es y cómo funciona), la forma en que se ha llegado a ella (evolución histórica), la evolución previsible hacia el futuro, con qué valores cuenta, cuales son los problemas actuales o potenciales que le afectan, qué potencialidades ofrece y qué limitaciones de uso y aprovechamiento presenta para garantizar su sostenibilidad. Es lo que en la metodología que se propone se denominan elementos elaborados de percepción, que se determinan aportando a los elementos básicos métodos de interpretación propios del diagnóstico. Facilitar la inserción del paisaje en el proceso de toma de decisiones al que se aplica. Tal inserción pretende la mejor integración del proyecto de aprovechamiento de energía eólica en el paisaje, de tal manera que su instalación no suponga una merma de su valor, tanto como indicador históricocultural, recurso socioeconómico directa e indirectamente explotable, factor ambiental susceptible de ser afectado por las actividades humanas, componente de la calidad de vida, etc. Esto se resuelve en la metodología a través de los elementos de percepción para la decisión.
Resumo:
Este libro ha nacido de las clases de Mecánica de Rocas que impartimos en la Universidad Politécnica de Madrid y en la de Vigo, y en el Máster Internacional “Aprovechamiento Sostenible de los Recursos Minerales”. Ha sido escrito pensando en los universitarios y en los profesionales de la geotecnia. A ambos colectivos les dedicamos con todo cariño esta obra en la que hemos invertido muchas horas durante los últimos años. El impulso para ponernos a escribir surgió cuando recibimos el encargo de la Cátedra Madariaga de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la UPM de organizar unos cursos sobre estabilidad de taludes, que fueron financiados por la Comisión Nacional de Seguridad Minera, y el apoyo prestado por el Máster contribuyó a que se terminara el libro. Hay en esta obra dos partes claramente diferenciadas. La primera es de Fundamentos de Mecánica de Rocas y aquellos que posean ya un conocimiento general sobre esta materia podrían saltársela y comenzar a leer el libro en la segunda parte, que está dedicada a la Ingeniería de Taludes. No obstante, recordar las bases nunca está de más por lo que, sin duda alguna, la lectura ordenada del libro, de principio a fin, puede resultar muy provechosa. Evidentemente la obra es incompleta pues tanto la Mecánica de Rocas como la Ingeniería de Taludes han adquirido una extensión tal que resulta imposible resumirlas en un sólo libro, aunque sea tan extenso como éste. Los fundamentos variarán poco en los próximos años, pero ciertos aspectos prácticos y métodos de cálculo posiblemente serán superados en breve plazo. Esperamos, sin embargo, que el libro resulte útil durante un tiempo al menos tan largo como el que nos ha llevado escribirlo. El nivel de conocimientos que se requiere para leer el libro está al alcance de los alumnos de nuestras universidades; a propósito se ha partido de unas bases accesibles. No obstante, los problemas que se presentan en la ingeniería de taludes son, en general, únicos y se requiere experiencia para resolverlos correctamente. Varios profesores han contribuido con capítulos a esta obra: D. Ricardo Laín Huerta (Capítulo 9), D. Celestino González Nicieza y Dª Inmaculada Álvarez Fernández (Capítulo 15), Dª. Inmaculada Álvarez Fernández y Miguel Ángel Rodríguez Díaz (Capítulo 16), D. Fernando García Bastante (Capítulo 17), Dª. María Belarmina Díaz Aguado y D. Fernando Ariznavarreta Fernández (Capítulo 18). A todos ellos les agradecemos su colaboración.
Resumo:
Las redes inalámbricas están experimentando un gran crecimiento en el campo de la instrumentación electrónica. En concreto las redes de sensores inalámbricas (WSN de Wireless Sensor Network) suponen la opción más ventajosa para su empleo en la instrumentación electrónica ya que sus principales características se acoplan perfectamente a las necesidades. Las WSN permiten la utilización de un número relativamente alto de nodos, están orientadas a sistemas de bajo consumo y funcionamiento con baterías y poseen un ancho de banda adecuado para las necesidades de la instrumentación electrónica. En este proyecto fin de carrera se ha realizado un estudio de las tecnologías inalámbricas disponibles, se han comparado y se ha elegido la tecnología ZigBeeTM por considerarse la más adecuada y la que más se ajusta a las necesidades descritas. En el desarrollo de mi vida profesional se han conectado dos campos teóricamente distantes como son la instrumentación electrónica y la ingeniería civil. En este proyecto se hace una descripción de la instrumentación que se utiliza para controlar estructuras como presas, túneles y puentes y se proponen casos prácticos en los que las redes WSN aportan valor añadido a instrumentación actual y a los sistemas de comunicaciones utilizados. Se definen tanto los sistemas de comunicaciones utilizados actualmente como una serie de sensores utilizados para medir los principales parámetros a controlar en una obra civil. Por último se ha desarrollado una aplicación de prueba de una red ZigBeeTM basada en equipos comerciales del fabricante Digi. consiste en una aplicación desarrollada en entorno web que maneja de forma remota, a través de Internet, las entradas y salidas digitales y analógicas de los nodos que forman la red. Se forma una red ZigBeeTM con un coordinador, un router y un dispositivo final. El Coordinador está integrado en un Gateway que permite acceder a la red ZigBeeTM a través de internet y conocer el estado de los nodos que forman la red. Con los comandos adecuados se puede leer el estado de las entradas y salidas analógicas y digitales y cambiar el estado de una salida digital. ABSTRACT. Wireless networks are experiencing tremendous growth in the field of electronic instrumentation. In particular wireless sensor networks represent the most advantageous for use in electronic instrumentation since its main characteristics fit perfectly to the needs. The WSN allow the use of a relatively large number of nodes, are aimed at low-power systems and battery operation and have an adequate bandwidth for the needs of electronic instrumentation. In this project has made a study of available wireless technologies have been compared and chosen ZigBeeTM technology was considered the most appropriate to the needs described. In the course of my professional life have connected two fields are theoretically distant as electronic instrumentation and civil engineering. In this project, there is a description of the instrumentation used to control structures such as dams, tunnels and bridges and proposes practical cases in which WSN networks add value to current instrumentation and communications systems used. There are defined as communications systems now being used as a set of sensors used to measure the main parameters to be controlled in a civil structure. Finally, I have developed a test application based ZigBeeTM networking equipment maker Digi trading. It consists of a Web-based application developed to manage remotely, via the Internet, the digital and analog inputs and outputs nodes forming the network. ZigBeeTM It forms a network with a coordinator, router and end device. The Coordinator is built into a gateway that allows access to the ZigBeeTM network through internet and know the status of the nodes forming the network. With the appropriate command can read the status of the digital inputs and outputs and change the state of a digital output.
Resumo:
Este trabajo se centra en el estudio de las investigaciones de Jorge Oteiza en torno a la funcionalidad estética del espacio, en especial, en la actividad artística que desarrolló en el año 1958, un año decisivo en la vida del escultor en el que dio por finalizado su proceso de experimentación sobre la naturaleza espacial de la estatua. En este desenlace tuvo un papel fundamental la relación funcional que planteó, a la hora de retomar su trabajo después de su triunfo en la IV Bienal de São Paulo de 1957, entre la escultura y la arquitectura. La primera, entendida como organismo puramente espacial, debía de responder a las condiciones de su mundo circundante, el espacio arquitectónico. Su función: acondicionarlo estéticamente para satisfacer las necesidades espirituales del habitante. Siguiendo el canon estético que para la escultura acababa de anunciar en Brasil, la desocupación espacial (la liberación de la energía espacial de la estatua, el rompimiento de la neutralidad del espacio libre) no se trataba de embellecer superficialmente la arquitectura sino de activar su vacío interior. Oteiza, que siempre estuvo muy interesado por la arquitectura y que había colaborado con anterioridad en numerosas ocasiones con los mejores arquitectos del país, fue durante este año cuando profundizó de manera más sistemática (teórica y prácticamente) sobre la relación arte-arquitectura. De hecho, él mismo nombraba como el último trabajo de su línea de experimentación en escultura a su propuesta para el concurso del Monumento a José Batlle en Montevideo, que junto al arquitecto Roberto Puig acabaron a finales de año. En el proyecto se planteaba a escala urbana, y como ejemplo concreto, el modelo teórico de integración arquitectura + (arte=0) que había elaborado los meses anteriores, la integración vacía. En el texto explicativo que acompañaba al proyecto (un texto que desbordaba los límites de una memoria al uso) demandaba la necesidad de la toma de conciencia estética del espacio, como acto de libertad individual, y declaraba el fin del rol de espectador del hombre frente a la obra de arte, reclamando su participación activa en la misma. Para él, la noción del espacio estético no era una condición innata en el hombre, se descubría, se aprendía, evolucionaba y se olvidaba (una vez convertido en hábito). Frente a la ceguera de la sensibilidad espacial del hombre, proponía la educación de la percepción espacial, condicionar emocionalmente la reflexión espontánea ante el juego espacial de las formas en la naturaleza y el espectáculo natural de la ciudad. Aprender a leer el lenguaje emocional del espacio, a pensar visualmente. La obra de arte era así un catalizador espiritual del contorno del mundo, modificador de la vida espacial circundante que corregía hábitos visuales y condicionaba estímulos y reflejos. Desde una resonancia afectiva con la definición psicológica del término (como energía psíquica profunda que invita o incita a pasar a la acción), a diferencia del instinto, la pulsión (siendo la fuente de toda conducta espontánea) es susceptible de ser modificada por la experiencia, por la educación, por la cultura, por el deseo. Es desde esta aproximación en términos de energía desde la que se propone la noción pulsiones del espacio como fórmula (reversible) entre la energía espacial liberada en el proceso de desocupación definido por Oteiza y caracterizadora de la obra como vacío activo (en escultura, en arquitectura), y la energía psíquica profunda que invita o incita a la toma de posesión del espacio (la voluntad espacial absoluta con la que Oteiza definía su modelo de arte=0, cero como expresión formal). Si el hombre modifica su entorno al mismo tiempo que es condicionado por él, es indispensable una conciencia estética del espacio que le enseñe, de entre todas las posibilidades que este le ofrece, qué es lo que necesita (qué es lo que le falta), para tomar posesión de él, para un efectivo ser o existir en el espacio. Es desde esta caracterización como energía por lo que las pulsiones del espacio se sitúan entre el hombre y su entorno (construido) y permiten la transformación entre energía espacial y energía psíquica; entre su hábitat y sus hábitos. Por estas mismas fechas, Oteiza definía una casa como un conjunto articulado de vacíos activos, como una obra de plástica pura que no es arte sino en función del habitante. Es este habitante, educado en la toma de conciencia estética del espacio, el que participando activamente en la interpretación de los espacios previstos por el arquitecto, sintiendo y movido por las pulsiones del espacio, hará uso adecuado de la arquitectura; pasando de un arte como objeto a un arte como comportamiento, transformará su habitar en un arte, el arte de habitar. ABSTRACT This work focuses on the study of Jorge Oteiza’s investigations on the aesthetic functionality of space, especially on his artistic activity developed in 1958, a decisive year in the life of the sculptor, in which he gave end to his process of experimentation on the spatial nature of the statue. In this outcome it was fundamental the functional relationship that he propounded, at the time of returning to work after his triumph in the IV Bienal de São Paulo in 1957, between sculpture and architecture. The first, understood as a purely spatial organism, should respond to the conditions of its environment (umwelt), the architectonic space. Its function: set it up aesthetically to meet the spiritual needs of the inhabitant. Following the aesthetic canon that he had just announced in Brazil for sculpture, the spatial disoccupation (the liberation of the spatial energy of the statue, the breaking of the neutrality of the free space) the aim was not to superficially beautify architecture but to activate its inner void. Oteiza, who had always been very interested in architecture and who had previously collaborated on numerous occasions with the best architects in the country, was in this year when he deepened in a more systematic way (theoretically and practically) about the art-architecture relationship. In fact, he named as the last work of his line of experimentation in sculpture to his proposal for the competition of the Monument to José Batlle in Montevideo, which, developed together with the architect Roberto Puig, was ended at the end of the year. The project proposed on an urban scale, and as a concrete example, the theoretical model of integration architecture + (art = 0) which he had elaborated the previous months, the empty integration. In the explanatory text accompanying the project (a text that exceeded the normal extents of a competition statement) he demanded the need of the aesthetic awareness of space, as an act of individual freedom, and it declared the end of the role of man as passive spectator in front of the work of art, claiming his actively participation in it. For him, the notion of the aesthetic space was not an inborn condition in man; first it was discovered, then learned, evolved and finally forgotten (once converted into a habit). To counteract blindness of the spatial sensitivity of man, he proposed the education of spatial perception, to emotionally influence the spontaneous reflection in front of the spatial game of forms in nature and the natural spectacle of the city. Learn to read the emotional language of space, to think visually. The work of art was thus a spiritual catalyst of the world’s contour, a modifier of the surrounding spatial life that corrected visual habits and conditioned stimuli and reflexes. From an emotional resonance with the psychological definition of the term (such as deep psychic power that invites or urges action), as opposed to instinct, drive (being the source of all spontaneous behavior) is likely to be modified by experience, by education, by culture, by desire. It is from this approach in terms of energy from which the notion drives of space is proposed, as a (reversible) formula between the spatial energy released in the process of disoccupation defined by Oteiza and characterizing of the work as a charged void (in sculpture, in architecture), and the deep psychic energy that invites or encourages the taking possession of the space (the absolute spatial will with which Oteiza defined its model of Art = 0, zero as a formal expression). If man changes his environment at the same time that is conditioned by it, it is essential an aesthetic awareness of space that shows him, among all the possibilities that it offers, what he needs (what is what he lacks), in order to take possession of it, for an effective being or existing in space. It is this characterization as energy by what drives of space lie between man and his (built) environment and allow the transformation between spatial and psychological energy; between his habitat and his habits. Around this same time, Oteiza defined a House as an articulated set of charged voids, as a work of pure plastic that is not art but according to the inhabitant. It is this inhabitant, educated in aesthetic awareness of space, who actively participating in the interpretation of the spaces provided by the architect, feeling and moved by the drives of the space, will make proper use of the architecture; from an art as object to an art as behavior, he will transform his inhabitation into an art, the art of inhabitation.
Resumo:
En un libro publicado a finales del pasado año, Screening History, Gore Vidal planteaba, entre muchos otros temas, el hecho de que él consideraba básico introducir el cine, o su prima hermana la televisión, entre los métodos que —ineludiblemente— habrían de adoptarse en los próximos años para la enseñanza, a todos los niveles, de cualquier rama del conocimiento humano