2 resultados para Mães - Cuidados medicos
em Universidad Politécnica de Madrid
Resumo:
En un artículo anterior (1) se trató del cultivo del cacahuete en España, sus problemas y las posibilidades de mecanización del mismo. El presente trabajo presenta los estudios y ensayos realizados durante las pasadas campañas de 1972 y 1973, los cuales muestran la realidad de esas soluciones mecánicas en pequeña y en gran escala. Puede realizarse un cultivo de cacahuete total o casi totalmente mecanizado, tanto en el caso de grandes superficies como en parcelas del tamaño medio (alrededor de 1/2 ha), usual en la región valenciana, utilizando medios mecánicos naturalmente adaptados a cada tipo de explotación. En fincas pequeñas, cuyos medios mecánicos se basan en el motocultor y / o en el tractor pequeño de 18- 20 CV, es adecuado sembrar el cacahuete en surcos separados 62,5 cm, lo que permite la realización de las labores de forma mecanizada por medio de este tractor con las ruedas en la posición más estrecha. Así puede realizarse la siembra, el cultivo y el arranque con los distintos aperos. La trilla y la limpieza pueden realizarse manualmente o por medio de una cosechadora de alquiler arrastrada por un tractor mayor Los números entre paréntesis se refieren a las reseñas bibliográficas. (ver Recolección en el próximo número) de 1,25 m de anchura. En las explotaciones mayores, con tractores grandes, la siembra adecuada será en líneas pareadas, siendo la distancia entre surcos 125-180 cm, según variedades y según se cultive en regadío o en secano (1), o en mesetas de unos 190 cm, con cuatro filas de plantas. La mecanización en estos casos está mejor adaptada y más justificada económicamente. Para el cultivo mecánico habrán de elegirse, dentro de las variedades existentes, las más adecuadas. Las cultivadas actualmente en la zona valenciana están muy degeneradas y es necesaria su mejora, pero están bien adaptadas a las condiciones climáticas y resultan bastante adecuadas para su mecanización. Algunas variedades americanas ensayadas en el INIA (Benicalap, Valencia), muy atractivas por sus frutos grandes y de gran calidad, vienen de origen adaptadas a la mecanización, pero por ser en general de ciclo largo, presentan problemas en relación a la climatología de la zona; en las experiencias realizadas se han dado campañas de extraordinaria producción y otras de una producción muy baja. Para el cultivo de estas variedades se hace realmente necesaria la recolección mecanizada, a base de arranque con arrancadora, uno o dos días de secado en el campo, recogida y trilla con cosechadora y desecación artificial. Todo ello con el fin de 3 abreviar lo más posible el proceso, evitando el peligro de que las lluvias mojen repetidamente las plantas una vez arrancadas y colocadas en hileras en el campo para su desecación natural. Esto último viene siendo la causa de unas pérdidas de cosecha enormes por pudrición de los frutos.
Resumo:
En la Unión Europea los métodos de muda en gallinas ponedoras , basados en la supresión de la alimentación sólida a las mismas durante un determinado período, están prohibidos por su negativa incidencia en el bienestar de las aves. Por esta razón, se están estudiando otros sistemas para inducir y realizar la muda que no perjudiquen su bienestar y , paralelamente, que no impliquen un empeoramiento global de la producción de aquéllas, tanto cuantitativa como cualitativamente. En el presente trabajo se han comparado 3 alimentos distintos utilizados para inducir la muda (salvado de trigo , cebada y un pienso comercial suministrado en cantidad restringida) , aplicados a 240 gallinas semi pesadas , de 53 a 73 semanas de edad , alojadas en grupos de 4 y 6 gallinas por jaula. Todas las variables cualitativas estudiadas se vieron afectadas (p<0 , 001) por el mes de puesta tras la muda . El tipo de restricción utilizado tuvo un efecto (p<0,001) en el espesor de cáscara y en su peso específico (mayor con pienso restringido), en el color de yema (menor con salvado) , en la altura del albumen y en las U. Haugh (menor con pienso restringido). El peso del huevo no se vio afectado por el tipo de dieta ingerida durante el proceso, pero sí por el número de gallinas por jaula (p<0,05); tipo de dieta que también influyó (p<0,001) en los parámetros de calidad estudiados, aunque de forma variable en cada caso.