2 resultados para Jeremiah 17:5-10
em Universidad Politécnica de Madrid
Resumo:
Maíz y trigo son los cereales más utilizados en piensos para aves. El maíz tiene menos proteína (7,7 vs. 11,2%) pero más energía (3.260 vs. 3.150 Kcal EMAn/kg) que el trigo (FEDNA, 2010). Además, el valor nutricional es más variable para el trigo que para el maíz Kim et al., 1976; Mollah et al., 1983). En pollos y en ponedoras, numerosos trabajos indican que el trigo puede ser utilizado en sustitución del maíz como ingrediente principal del pienso Mathlouthi et al., 2002; Carré et al., 2002; Lázaro et al., 2003; Pérez-Bonilla et al., 2011). Frikha et al. (2009), observaron que las pollitas alimentadas con maíz tenían mayores GMD pero IC similares que las pollitas alimentadas con trigo. La presentación del pienso afecta los rendimientos productivos en avicultura. Amerah et al. (2007) mostraron un aumento de la GMD y una mejora del IC en pollos alimentados con gránulos en comparación con los alimentados con harina. Gous y Morris (2001) observaron que pollitas alimentadas con migas de 1 a 4 sem y con gránulo de 5 a 20 sem de edad, consumieron 2% menos pienso pero pesaron un 6% más que las alimentadas con harina durante toda la recría. Frikha et al. (2009) observaron un incremento en la GMD en las pollitas alimentadas con gránulo respecto a las pollitas alimentadas con harina. Los autores no han encontrado información alguna sobre el efecto de alternar la presentación del pienso (bien en harina, bien en miga) durante las distintas etapas del periodo de recría (0-5, 5-10 y 10-17 sem de vida) sobre la productividad de las aves. El presente trabajo estudió la influencia del cereal base del pienso y de cambios en la presentación del mismo durante las 3 fases del programa de alimentación en recría sobre los parámetros productivos en pollitas de 1 a 17 semanas de edad.
Resumo:
The influence of feed form and energy concentration of the diet on growth performance and the development of the gastrointestinal tract (GIT) was studied in brown-egg laying pullets. Diets formed a 2 x 5 factorial with 2 feed forms (mash vs. crumbles) and 5 levels of energy differing in 50 kcal AMEn/kg. For the entire study (0 to 17 wk of age) feeding crumbles increased ADFI (52.9 vs. 49.7 g; P < 0.001) and ADG (12.7 vs. 11.6 g; P < 0.001) and improved feed conversion ratio (FCR; 4.18 vs. 4.27; P < 0.001). An increase in the energy content of the diet decreased ADFI linearly (P < 0.001) and improved FCR quadratically (P < 0.01) but energy intake (kcal AMEn/d) was not affected. BW uniformity was higher (P < 0.05) in pullets fed crumbles than in those fed mash but was not affected (P > 0.05) by energy content of the diet. At 5, 10, and 17 wk of age, the relative weight (RW, % BW) of the GIT and the gizzard, and gizzard digesta content were lower (P < 0.05 to P < 0.001) and gizzard pH was higher (P < 0.05 to P < 0.001) in pullets fed crumbles than in pullets fed mash. Energy concentration of the diet did not affect any of the GIT variables studied. In summary, feeding crumbles improved pullet performance and reduced the RW of the GIT and gizzard, and increased gizzard pH at all ages. An increase in the energy content of the diet improved FCR from 0 to 17 wk of age. The use of crumbles and the increase in the AMEn content of the diet might be used adventageously when the objetive is to increase the BW of the pullets. However, crumbles affected the development and weight of the organs of the GIT, which might have negative effects on feed intake and egg production at the beginning of the egg laying cycle.