Morfog��nesis erosiva del relieve en Gran Canaria (Islas Canarias)

El relieve de un territorio volc��nico est�� condicionado por la sucesi��n de fases magm��ticas y erosivas. Una dilatada historia de fases que se alternan a lo largo del tiempo favorece la generaci��n de relieves muy variados que se superponen en un espacio muy reducido y que dificultan evaluar los efectos morfog��nicos que han tenido los procesos erosivos durante los periodos de relativa inactividad eruptiva. Este es el caso de Gran Canaria.

Caracterizaci��n geot��cnica de las rocas volc��nicas involucradas en la avalancha rocosa de Arteara (Gran Canaria, Islas Canarias)

Caracterizaci��n geot��cnica de las rocas volc��nicas involucradas en la avalancha rocosa de Arteara (Gran Canaria, Islas Canarias)

Agaete revisited: new data on the Gran Canaria tsunamiites.

The tsunami deposits of the valley of Agaete (P��rez-Torrado et al., 2006), north-western Gran Canaria, attributed to the Guimar flank collapse in Tenerife, have been revisited and new data are presented here. Besides the occurrences reported by P��rez-Torrado et al. (2006) a new outcrop was found and named ���La Ruina��� (at 28�� 05��� 47,41��� N; 15�� 41��� 52,04��� W; 71 m asl). The above-mentioned authors suggested the possibility that more than one marine conglomerate deposit could be present in the outcrops of ���Llanos de Turm��n��� and ���Berrazales���. At ���La Gasolinera��� and ���La Aldea 1��� the conglomerates are formed by a single layer representing one depositional event; at ���La Aldea 2���, the conglomerates are composed of two layers directly contacting with each other, but evidence of a time hiatus between them was not found. Although the hypothesis of stacking of two depositional units within the same episode versus deposition of two distinct layers in different time-moments is debatable at the present state of knowledge, the first possibility is favoured. The field evidence at ���Llanos de Turman��� and ���Berrazales��� unquestionably shows that terrestrial sediments (colluvia; paleosols) are present and separate two marine conglomerate deposits, indicating that at least two distinct tsunami inundations are needed to explain the stratigraphy. However, at the new ���La Ruina��� outcrop, besides the two deposits mentioned above, a third and older marine conglomerate was found, clearly separated in time from the ones cited above. The existence of marine conglomerates emplaced in different moments is evidenced by the occurrence of intercalated paleosols, colluvia and other subaerial materials, implying significant time intervals between the emplacement of marine conglomeratic layers. A number of gastropod operculae from the tsunamiites were sent for U-Th dating to try to further constrain the age span of these deposits. The field evidence presented above shows that the emplacement of the deposits is related to, at least, three tsunami events. The lateral correlation between different outcrops is difficult due to variable number of deposits in each outcrop, lateral discontinuity and variability, and to compositional and textural similarity between distinct tsunami sediments. The occurrence of three Pleistocene tsunami deposits in the same area points to a relatively high frequency of tsunamis (generated by landslides, surface rupturing earthquakes, fast entry of voluminous volcanic deposits into the sea or large submarine eruptions). It is possible that this recurrence of tsunami inundations may reflect multiple-phased landslides responsible for the mega-landslide scars prominent in the geomorphology of the neighbouring island of Tenerife. This is a contribution from project ���Estabilidad de los edificios volc��nicos en Canarias: an��lisis de los factores geol��gicos, geomec��nicos y paleoclim��ticos. Aplicaci��n a los flancos N y S de la isla de Tenerife��� financed by MCT, Spain.

Carbonatos en suelos de la zona oriental de Gran Canaria

The study of three soil profiles in the aridic-xeric zone of Las Palmas island showed that: petrocalcic horizons are formed in pyroclastic episodes; these horizons are generally thick; the xeric zone frequently have polycyclic profiles and their carbonates have complex mineralogy; underlain basaltic rocks are scantly altered, and their joints are frequently filled by carbonates. These facts suggest that the development of these profiles is mostly Pleistocene, and the diffuse carbonates accumulation in depth obstructs the assessment of carbonatation processes.

Posible interrupci��n de la autov��a GC-2 (Gran Canaria) por deslizamientos y desprendimientos rocosos: an��lisis de estabilidad del acantilado de el Rinc��n

En este trabajo se han identificado los deslizamientos y desprendimientos que se pueden desarrollar en el acantilado de El Rinc��n (Gran Canaria) y sus repercusiones sobre la Autov��a GC-2, en la base del acantilado. El an��lisis de estabilidad realizado para las condiciones actuales indica que la ladera es estable. El an��lisis a largo plazo considera el sustrato saturado en agua y se limita a los dos bloques rocosos m��s susceptibles de experimentar deslizamiento: uno a media ladera y otro en coronaci��n. El deslizamiento del bloque de coronaci��n parece m��s probable ya que s��lo requiere la saturaci��n de los piroclastos y est�� favorecido por la progresiva apertura de la grieta subvertical. Por ��ltimo, la evaluaci��n de los desprendimientos rocosos que afectan al acantilado indica que los bloques no alcanzar��an la calzada de la autov��a GC-2; sino que se acumular��an en los conos de deyecci��n presentes al pie de la ladera.

Implicaciones geot��cnicas de las sucesivas reactivaciones del deslizamiento de Pajonales-Rosiana (depresi��n de Tirajana, Gran Canaria)

An��lisis geol��gico geot��cnico de inestabilidades de ladera en terrenos volc��nicos. En este trabajo se identifican los factores que han contribuido al desarrollo y reactivaci��n del deslizamiento de Pajonales-Rosiana. Para ello, se ha reconstruido la paleotopograf��a previa al deslizamiento, se ha establecido un modelo geol��gico de la ladera en funci��n de la observaci��n directa y datos de los mapas geol��gicos, y se ha generado un modelo geot��cnico con datos bibliogr��ficos y datos propios obtenidos en ensayos de laboratorio. Las superficies de rotura del deslizamiento de Pajonales-Rosiana se han desarrollado a trav��s de tobas pirocl��sticas e ignimbritas que, al ser meteorizadas, desarrollan niveles limo-arcillosos con ��ngulos de fricci��n bajos, alta plasticidad y comportamiento expansivo. Por otra parte, la presencia de agua constituy�� un factor desencadenante del deslizamiento, ya que para que se produzca la inestabilidad es necesaria la saturaci��n total de las ignimbritas del Grupo Mog��n y la saturaci��n parcial de las lavas y piroclastos del Grupo Roque Nublo.

Reconocimiento geol��gico y m��todos de estabilizaci��n de taludes rocosos en formaciones volc��nicas del sur de Gran Canaria y Fuerteventura, Islas Canarias.

El relieve natural de las islas volc��nicas monta��osas tiene profundos barrancos taludes rocosos de pronunciadas pendientes y elevados acantilados costeros. Las formaciones geol��gicas de origen volc��nico incluyen materiales rocosos y suelos muy heterog��neos en cuanto a su disposici��n espacial y comportamiento geomec��nico. Adem��s, en las zonas del sur de Gran Canaria y Fuerteventura, con frecuencia las construcciones civiles y de edificaci��n muestran altos taludes practicados en el terreno y, como resultado en diversos puntos se ven afectados por desprendimientos de rocas y deslizamientos En el presente trabajo se muestran dos casos de estudio: 1) Estudio del riesgo de desprendimientos de rocas y m��todos de estabilizaci��n aplicados en el talud de Los Teques, T.M. de Mog��n, sur de Gran Canaria, y 2) Estudio geol��gico-geot��cnico para el proyecto de construcci��n del paseo peatonal en el acantilado costero de Morro Jable T.M. de P��jara, sur de Fuerteventura. La variaci��n espacial de las formaciones volcamcas, su grado de soldadura y alteraci��n variables y la dificultad de establecer familias de fracturas caracter��sticas, han hecho que los m��todos cl��sicos de clasificaci��n geomecanica resultaran poco eficaces. En estos casos, el reconocimiento geol��gico detallado y una estimaci��n del comportamiento geomec��nico de los materiales ha sido el m��todo empleado para definir y evaluar las zonas inestables en los taludes y para establecer los m��todos de estabilizaci��n m��s convenientes.