7 resultados para Desambiguación de topónimos
em Universidad Politécnica de Madrid
Resumo:
En la cartografía tradicional es evidente la falta de precisión referencial de los diferentes topónimos, quedando, en muchas ocasiones, abierta a la pericia o interpretación del lector del mapa. Aun cuando existen topónimos cuya delimitación aparece definida de una forma clara y nítida por las autoridades competentes, en una gran mayoría de casos no ocurre así: el área que es reconocible por un topónimo concreto no posee límites precisos, sino que éstos varían en función del mapa mental y referencial de los usuarios que, lógicamente, no es coincidente. En este trabajo se plantean procedimientos para recoger la riqueza y complejidad de la expresión de las áreas a las que son referenciables los diferentes topónimos, tanto a nivel de nomenclátor como en su expresión cartográfica. Se indican procedimientos de recogida de referencias de información toponímica de diferentes tipos y distintas formas de expresión cartográfica de los mismos. El resultado consiste en una nueva propuesta de tratamiento de la toponimia en el ámbito de la cartografía. Cada topónimo irá asociado a un área específica de referencia, donde se matiza un núcleo de referencia segura, otros de referencia difusa y áreas de ambigüedad.
Resumo:
En las ciudades turísticas, la toponimia constituye un elemento esencial en la configuración de los imaginarios de turistas y visitantes. En este sentido, los nombres geográficos ejercen un fuerte papel de referente, muchas veces como hilo conductor en los mapas mentales del turista que, cuando visita por primera vez un espacio urbano, se dirige a visitar, en primera instancia, un determinado monumento o un determinado paraje antes que otros, especialmente cuando se trata de una ciudad histórica. El paisaje urbano, en los imaginarios de los turistas, aparece condicionado por la señalización toponímica y turística que constituye, por tanto, un elemento para dirigir al visitante. Los carteles de señalización son entonces, además de una importante fuente de información patrimonial, un importante indicio del tipo de modelo turístico que persigue la ciudad analizada. Toledo, ciudad histórica ubicada en el área metropolitana sur de Madrid, es una ciudad turística con un importante flujo de visitantes que no pernoctan y que, por regla general, discurren únicamente hacia el Casco Histórico, cuando su riqueza patrimonial y turística trasciende el mismo. La focalización del turismo toledano hacia el Casco Histórico queda patente en los topónimos que se insta a manejar al visitante, a través de la cartografía turística y la señalización. Este trabajo abordará las relaciones existentes entre el paisaje turístico, los imaginarios urbanos de los turistas y la toponimia de Toledo, poniendo en valor el papel de la toponimia como elemento informativo, patrimonial y de referencia social y cultural. Palabras clave: toponimia, paisaje urbano, imaginarios, señalización, turismo.
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Registro de topónimos proclives al tejo(Taxus Baccata L) en todas y cada una de las 1111 hojas del Mapa Topográfico de España MTN50. Frecuencias de las distintas formas lingüísticas en cada Comunidad Autónoma. Referencia especial a la provincia de Guadalajara.
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El catastro es el inventario de la riqueza de un país, los primeros avances en este sentido fueron identificar las poblaciones existentes y su ubicación geográfica. En este trabajo se analiza el trabajo del cartógrafo Tomás López, primero enmarcando su vida y obra, y posteriormente se analiza Atlas Geográfico de España (AGE) de Tomás López en su edición de 1804 y en concreto la hoja n.º 64 correspondiente al Reyno de Jaén y cuya elaboración data de 1787. Para ello se propone una metodología de análisis sistemático mediante Sistemas de Información Geográfica, basada en digitalizar todos los núcleos de población del AGE y compararlos con los actuales. Se aprecia por otro lado una falta de homogeneidad en la escala del plano siendo más preciso en la zona central, aumentando el error de forma radial. Este trabajo a la vez que aporta nueva información, también sirve para revalorizar el meritorio trabajo del maestro López y abre nuevas ventanas a la investigación de la cartografía histórica y al conocimiento de la realidad de cada territorio. Desde el punto de vista catastral, destaca que alrededor de la mitad de las poblaciones de la época o han desaparecido o han cambiado de nombre, pudiendo ser objeto de una investigación detallada de topónimos. Esto también puede ser indicativo a su vez del gran despoblamiento rural que ha existido en dos siglos, donde se han perdido la mitad de las poblaciones.
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Aunque imperfectos, los topónimos se consideran desde siempre los identificadores geográficos más extendidos entre los usuarios para acceder al conjunto de datos fundamental de las IDE de los países. Su función esencial en la lectura e interpretación de la información de las IDE no debe eclipsar otras valiosas misiones que cumplen, que deben ser tenidas en cuenta a la hora de incorporarse a los catálogos básicos de información geográfica. En un trabajo anterior presentado con motivo de las JIIDE de 2012, los autores abordaron, en un primer nivel, el reconocimiento del papel de la toponimia en el marco de las IDE para la delimitación de las áreas de referencia de las entidades geográficas no definidas administrativamente. Se propuso, en este sentido, avanzar en la definición de las áreas de referencia de los topónimos a partir de la relación entre topónimos e imaginarios de los ciudadanos. Las diferentes concepciones de las áreas y elementos que designan los distintos nombres geográficos permiten diferenciar entre áreas de referencia segura de los topónimos, áreas de referencia difusa y áreas de ambigüedad, lo que facilita la optimización del valor de las IDE como herramientas de una complejidad rica y precisa. En este nuevo trabajo se aspira a poner de manifiesto que no solo hay que profundizar en el análisis del valor referencial espacial de la toponimia, sino también en su propio valor como herramienta discursiva. Se aspira a poner de manifiesto la importancia que puede llegar a tener el tratamiento que se da a los topónimos en una IDE, dado, por un lado, el valor patrimonial inmaterial de los nombres geográficos y, por otro lado, su capacidad de afectar al discurso por las connotaciones que adquiere como signo y símbolo al referirse a una entidad geográfica. Así, en el presente documento se abordará, en primer lugar, los motivos que hacen necesario extremar precauciones en el uso de las denominaciones toponímicas y, en segundo lugar, cómo se estima que deberían resolverse los problemas que pueden surgir a este respecto en el caso de las Infraestructuras de Datos Espaciales.
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Lupinus mariae-josephae H. Pascual es un altramuz endémico de un reducido número de sitios en la Comunidad Valenciana, donde coloniza sustratos de ?terra rossa? sobre afloramientos de lapiaz. Descrito en 2004 a partir de plantas cultivadas, no pudo localizarse en campo hasta 2006, y el hallazgo de sus poblaciones ha estado estrechamente ligado a topónimos relativos a su nombre popular, ?tramús? en valenciano. Se ha demostrado la clara independencia genética, y en consecuencia el valor como ?buen taxon? de esta especie. Hasta ahora se han caracterizado y censado cinco poblaciones silvestres en diferentes localidades, y en todas ellas se observan fuertes fluctuaciones interanuales de sus efectivos, a veces acompañadas de importantes diferencias de vigor de los ejemplares; tres de estas poblaciones están actualmente protegidas mediante sendas microrreservas de flora. Algunos de estos núcleos poblacionales se componen en años concretos de formas poco vigorosas, que a menudo sólo producen 1-2 frutos con 1-2 semillas; por el contrario, las formas más vigorosas pueden producir varias docenas de semillas. La emergencia de plántulas se produce con gran probabilidad tras años de progresiva escarificación de la cubierta de las semillas en el suelo, y probablemente se acelera por procesos de reducción de la cubierta vegetal como los incendios forestales. La germinación experimental ex situ sólo se consigue satisfactoriamente mediante el pretratamiento de escaldado de las semillas.
Resumo:
Se presenta un trabajo de investigación toponímica en La Rioja con enfoque geobotánico. La premisa de partida es que la toponimia relacionada con especies y agrupaciones vegetales, productos forestales y usos del suelo proporciona información valiosa sobre la corología y la dinámica de la vegetación al ser clasificada y analizada con criterios biogeográficos y ecológicos. Se ha elegido la región riojana como zona piloto, al concurrir distintos tipos fisonómicos de vegetación y un conjunto muy diverso de comunidades vegetales representativas del paisaje peninsular. Se añade una larga historia de usos agrícolas en la llanura del Ebro que contrasta con la predominante actividad forestal en las zonas montañosas, en particular la potenciación de los pastos para ganadería trashumante. La Rioja tiene carácter de encrucijada no sólo fitocorológica: es también tierra de fronteras políticas y transiciones lingüísticas. En el léxico y la toponimia conviven variantes puras del castellano, rasgos del romance navarro-aragonés, elementos genuinos de una variante medieval riojana, palabras mozárabes y un numeroso y significativo elenco de topónimos de origen vasco. El trabajo se inicia con unas consideraciones epistemológicas. Se establece un planteamiento de la Toponimia como ciencia interdisciplinar, la etiología de los nombres geográficos, así como su valor apelativo descriptor de los atributos del paisaje. Se enumeran los condicionantes metodológicos de la investigación toponímica y se desarrolla una reflexión sobre las particularidades de la toponimia geobotánica. Se dedica un epígrafe a reseñar estudios precedentes de toponimia botánica y ecológica y el estado actual de conocimientos sobre la toponimia de La Rioja. La delimitación superficial de los parajes designados por los nombres geográficos es clave para un análisis orientado a detectar la correspondencia entre los elementos aludidos por el topónimo y las especies y comunidades vegetales. Las áreas de distribución y presencia, así como las transformaciones del paisaje, quedan definidas en superficies acotadas territorialmente. La metodología seguida se basa en la revisión exhaustiva de fuentes toponímicas ya existentes; destacadamente, los datos procedentes de la cartografía del Castro de Rústica, adscritos a polígonos con dimensión espacial. Las denominaciones de las parcelas catastrales se han complementado con los nombres geográficos del Diccionario de Toponimia Actual de La Rioja (DTALR) (González Blanco, 1987), el nomenclátor NomGeo del IGN, y algunas recopilaciones toponímicas municipales. De la base de datos conjunta se han seleccionado los topónimos con significado geobotánico. Se propone una taxonomía de grupos semánticos basada en categorías de estructura (arbolado, matorral, cubiertas herbáceas y áreas de vegetación escasa o rala) y en la adscripción a tipos de vegetación potencialmente dominantes, ordenados según una escala de higrofilia decreciente). También se reseñan topónimos referentes a usos y aprovechamientos en el medio rural: dehesas, ganadería, productos forestales y algunos cultivos agrícolas. El trabajo reúne en un repertorio sistemático los datos toponímicos, acopiados por comarcas y términos municipales. Se incluye la relación de nombres geográficos encontrados por campos nocionales y se comentan los nombres vernáculos que les han dado origen y su etimología. Quedan señalados los topónimos georreferenciados y asignados a entidades superficiales en la cartografía digital catastral, que se ha superpuesto a mapas forestales a escalas 1:200.000 y 1:50.000, en cuya elaboración participamos. El análisis ha permitido definir “topónimo externo” como el recinto catastral en que la especie o agrupación aludida no tiene presencia en la vegetación actual, al menos como dominante. Los topónimos externos más significativos de cada grupo han sido analizados describiendo la cubierta vegetal actual correspondiente, lo que permite interpretar, junto con las características fisiográficas del paraje, las causas posibles de ausencia del elemento aludido, teniendo en cuenta criterios generales de mesología, de dinámica de la vegetación y de la historia de la acción humana. El trabajo se cierra con un capítulo de conclusiones generales, conceptuales y metodológicas, así como una relación de líneas de profundización de la investigación que quedan apuntadas. Se completa con una relación de fuentes y referencias bibliográficas fundamentales. ABSTRACT This paper presents a study of the toponymy of La Rioja with a specific focus on place names reflecting the region’s geobotany. Its underlying premise is that the toponymy associated with plant species and communities, forest products and land uses can provide valuable information about the chorology and vegetation dynamics when classified and analysed using biogeographical and ecological criteria. La Rioja has been chosen for this pilot study because it concentrates vegetation types of distinct physiognomy and a highly diverse set of plant communities that can be considered representative of the vegetation of the peninsula’s landscapes. This combines with a long history of different agricultural uses on the Ebro plain that contrast with the predominance of forestry activity in the more mountainous areas, in particular the promotion of pasture for livestock transhumance. Indeed, La Rioja is not only a crossroads in terms of its phytochorology, but it is also a land of political boundaries and language transitions. Coexisting in its lexicon and toponymy, we find pure Castilian variants, features from the Romance language of Navarro-Aragonese, genuine elements of the medieval variant of the Riojan dialect, words of Mozarabic and a large and significant list of place names of Basque origin. The paper begins by outlining a number of epistemological considerations and establishes an interdisciplinary approach to toponymy, the aetiology of geographical names, and their value in the descriptive naming of the features of a landscape. It continues by enumerating the methodological determinants of toponymic research and reflects on the specific characteristics of geobotanical toponyms. The next section is dedicated to examining previous studies of botanical and ecological place names and providing a state-of-the-art review of the toponymy of La Rioja. Delimiting the sites designated by the geographical names is essential to any analysis designed to detect the correspondence between the elements alluded to by the toponyms and plant species and communities. These areas of distribution and presence, as well as the landscape changes, are defined in terms of spatially delimited surface areas. The methodology adopted involves an exhaustive review of existing toponymic sources; in particular, data obtained from the maps of the Rustic Cadastre, assigned to spatial polygons. The names of these cadastral parcels are complemented by the geographical names taken from the Diccionario de Toponimia Actual de La Rioja (DTALR) (González Blanco, 1987); the gazetteer – NomGeo, published by Spain’s Instituto Geográfico Nacional; and, various municipal list of toponyms. Place names with a geobotanical meaning were then selected from this joint database. The paper proposes a taxonomy of semantic groups based on structural categories (namely wooded areas, brushland, grassy areas and areas of scanty or sparse vegetation) and assignment to the potentially dominant type of vegetation (ordered on a scale of decreasing hygrophilic trends). Place names referring to land uses and practices in rural areas – including, pasture, livestock, forest products and some agricultural crops – are also described. The study produces a systematic list of toponyms ordered by counties and municipalities. The geographical names are organised by notional fields and the vernacular names that have given rise to them and their etymology are discussed. The toponyms are georeferenced and assigned to surface elements on the digital cadastral map, superimposed on forest maps at scales of 1:200,000 and 1:50,000, in the production of which the authors participated. The analysis has allowed us to define “external toponyms” as those cadastral parcels in which the plant species or group alluded to is no longer present in the vegetation, at least as the dominant type. The most significant external toponyms in each group have been analysed by describing the corresponding, present-day vegetation cover, which allows us to interpret, along with the physiographic features of the site, the possible causes of the absence of the aforementioned element, bearing in mind general criteria of mesology, vegetation dynamics and the history of human action. The paper finishes by offering a number of general conceptual and methodological conclusions, and a list of areas that future research can usefully examine. The study is supplemented with a list of sources and key references.