76 resultados para Casa de la Misericordia-Privilegis
Resumo:
El tema objeto de investigación “El recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid (1950-75)” se trata desde una perspectiva que alterna la visión general y la visión pormenorizada. Profundizamos en la comprensión de las relaciones del recinto con el resto de la ciudad, desde la originalidad y singularidad de su trazado,la descripción y el análisis con distinto grado de detalle de sus arquitecturas, a partir, de la investigación documental, bibliográfica y la restitución gráfica realizada. Procuramos situar los pabellones en el contexto de las arquitecturas del periodo estudiado, indicando, en el caso del recinto original y los pabellones proyectados por el arquitecto Francisco Cabrero, posibles referencias a la tradición vernácula y clásica, los invariantes de la arquitectura española, sus maestros, la visión contemporánea de la arquitectura moderna e interpretación personal, recogida en sus cuatro libros de arquitectura. Otro campo de estudio, el resto de los pabellones construidos en virtud de las necesidades de los organismos que concurrían a la feria, constituyeron, dependiendo de sus distintos autores, un conjunto heterogéneo y diverso de planteamientos estilísticos, concepciones funcionales, espaciales y de calidad arquitectónica. De la comparación se extraen las oportunas reflexiones. La feria supone una alteración de las preexistencias del lugar, influyendo decisivamente en la configuración y evolución del ámbito urbano, condicionándolo, también hoy en día. Examinaremos la repercusión del trazado, la topografía, la vegetación y las construcciones. El carácter actual de cuña dotacional en el entorno del río Manzanares y la repercusión en la estructura del recinto de su división en dos piezas de arquitecturas tan distintas, como la parte antigua y la parte nueva. Partiremos de una restitución gráfica y cronológica, con distinto grado de detalle, del conjunto y los pabellones seleccionados. Otras reflexiones se centraran en el papel del comisario y los arquitectos directores. Desde los condicionantes del encargo inicial, la ampliación del recinto y la gestión de la evolución de la feria en base a los requerimientos agrícolas,folklóricos, comerciales, industriales y turísticos. Una arquitectura que nace de capacidad de improvisar, la flexibilidad, la habilidad y el provecho de cada situación particular. La concreción en unos 40 pabellones y stands (una tercera parte de los que se construyeron), supone una elección en base a criterios de calidad y oportunidad. Son hitos o ejemplos de las distintas corrientes que clasificamos en populares y modernos, casi, como una conclusión preestablecida. El trabajo se orienta hacia las edificaciones modernas ya sea por su logro en la asimilación del ideal, su grado de experimentación e innovación técnica o su interés en la configuración de sus espacios expositivos. Se conservan más y mejor los pabellones populares, lo que nos obliga a la puesta en valor de los modernos, sin menospreciar el interés de los populares, que deberán estudiarse con mayor detalle en trabajos posteriores, a partir, del abundante material recopilado. El objetivo fundamental del trabajo ha sido conocer en profundidad la arquitectura de los pabellones representativos de cada periodo, intentando comprender y restituir el proceso proyectual desde una visión múltiple que comprenda las disciplinas que confluyen en el proyecto arquitectónico. La tesis ofrece la restitución escrita y dibujada del recinto y sus arquitecturas, además,de la interpretación y valoración del autor. La visión contemporánea de Alejandro de la Sota con su crítica arquitectónica de la primera feria, los invariantes expuestos por Fernando Chueca o las sesiones de crítica celebradas en la Revista Nacional, indican el camino que siguieron los autores de los pabellones de la feria y permiten profundizar en el diagnóstico de las ideas del momento, también, a partir de algunas entrevistas realizadas. Se estudian además las relaciones entre el estrecho círculo de autores, las nuevas tendencias y la influencia otros artistas plásticos. Finalmente, la documentación y análisis del material audiovisual, los noticieros, revistas y boletines de la Feria del Campo, permiten extraer conclusiones sobre la originalidad del trazado del recinto y los pabellones, su utilización, así como, el funcionamiento y aceptación social de la feria, desde la perspectiva de la apertura y evolución política y cultural de la transición hacia la democracia. La abundante documentación administrativa localizada admite concluir sobre la veracidad de las circunstancias que influyeron en la concepción y desarrollo del recinto y sus edificios, contrastando el testimonio de sus protagonistas a partir de la recreación propuesta.
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El proyecto consiste en una repoblación con Quercus suber L. en 30 hectáreas dividida en dos parcelas (5,87% de la superficie actual de la finca); la dedicación actual de esa parcelas es erial a pastos. Se ha estudiado las condiciones del medio natural y se han estudiados varias alternativas eligiéndose la repoblación con especie autóctona con alcornoques procedente de viveros cercanos. El proyecto supone la plantación de 11.850 árboles para continuar con la reconversión de la finca a terreno forestal completando las repoblaciones realizadas en 1994, 1995, 1996 y 2003. La inversión de ejecución material sin IVA asciende a 172.727,37 euros, la inversión se podrá recuperar a los seis años si se reciben las ayudas a la reforestación, se estima que el primer descorche podrá alcanzarse a los 20 años.
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Este artículo estudia la evolución de un modelo de vivienda prefabricada en madera, ejemplificada en la casita de verano que construye Konrad Wachsmann para Albert Einstein en 1929 en Caputh, cerca de Potsdam. El físico deseaba construirse un "lugar de descanso", eligiendo la construcción en madera por su facilidad y rapidez de montaje, adaptabilidad, calidez y para que armonizara mejor con el medio ambiente en el paraje donde se insertaba. Konrad Wachsmann, que trabajaba para la firma de viviendas prefabricadas en madera "Christoph&Unmack A.G." le presentará un modelo prefabricado moderno. Esta tipología, que había evolucionado desde los diseños iniciales "nórdico escandinavos", pasando por el "jugendstil", hasta introducir un nuevo lenguaje de líneas puras, cubierta plana, y grandes ventanales iniciado por Poelzig, será ligeramente modificada por Einstein, que finalmente adjudica el encargo. Ayudado por Einstein a trasladarse a EEUU, Konrad Wachsmann continuará allí la labor de investigación sobre vivienda prefabricada junto con Walter Gropius, que dará como resultado el "General Panel System" y sus conocidas "Packaged Houses". A HOUSE FOR EINSTEIN: KONRAD WACHSMANN AND THE EVOLUTION OF A PREFABRICATED WOODEN HOUSING MODEL FROM " CHRISTOPH & UNMACK A.G." TO "GENERAL PANEL SYSTEM". This article studies the evolution of a prefabricated wooden housing model, exemplified in the summer house built by Konrad Wachsmann for Albert Einstein in 1929, in Caputh, near Potsdam. The Physician wanted to build a "resting house", choosing a wood construction because of its easy and fast assembly, adaptability, warmth and harmony with the environment where it would be inserted. Konrad Wachsmann, who worked for the wooden prefabricated houses firm "Christoph & Unmack AG", proposed Einstein a modern prefabricated wood model. This typology, which had evolved from the initial "Nordic Scandinavian" and "Jugendstil" designs to a new modern language initiated by Poelzig (with clean lines, flat roof, and large windows) will be slightly modified by Einstein, that finally hired the construction of the house. Aided by Einstein to move to USA, Konrad Wachsmann continued there his research work about prefabricated houses with Walter Gropius, giving as a results the "General Panel System" and the popular "Packaged Houses".
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A profunda crisis de la ‘nave espacial Tierra’ que cohabitamos, como llamaba Buckminster Fuller a nuestro planeta, y los imparables cambios en los modos de vida occidentales demandan un urgente cambio en el modelo de vivienda que las sociedades‘desarrolladas’ proporcionan a sus ciudadanos. Los nuevos modos de vida son variables e imprevisibles, incapaces de ser predeterminados en un proyecto arquitectónico ‘cerrado’. Los avances tecnológicos conducen a la movilidad, la desaparición del hogar tradicional, la interrelación de los espacios de vivienda y trabajo y anticipan la llegada de tipos de vida más dinámicos y menos ligados a un sitio específico. En cuanto a las formas de relación, disminuye la duración de los compromisos afectivos y crece el número de personas con una vida al margen de la familia tradicional o producto de la disgregación de proyectos familiares. Y, en el campo arquitectónico, no dejan de surgir nuevas herramientas mecánicas y tecnológicas capaces de transformar, de forma sencilla, una vivienda. Todas estas circunstancias no encuentran acomodo en las viviendas concebidas para los modos de vida de las pasadas generaciones. Desde hace décadas, al menos en nuestro país, los arquitectos han dejado de diseñar las viviendas de promoción privada que firman, ya que el propio ‘mercado’ se encarga de hacerlo. Las viviendas que el ‘mercado’ diseña no persiguen entregar a sus habitantes un lugar donde puedan desarrollar sus potencialidades. El único objetivo de estas promociones es el beneficio económico. Las casas que el ‘mercado’ promueve son indiferentes a las minorías y a los nuevos modos de vida. Son viviendas mínimas y uniformes para, de esta forma, maximizar el beneficio y simplificar el proceso económico. Estas viviendas promueven los mismos valores que guían nuestra ‘nave’: son individualistas, buscando minimizar el contacto vecinal, persiguen la uniformidad, en personas y pensamientos, y perpetúan valores, ya que insisten en repetir los mismos modelos habitacionales creados para los modos de vida de las generaciones anteriores. Son casas cerradas que tratan de imponer a sus habitantes el modo de habitarlas. Son casas estáticas que no están pensadas para facilitar su adaptación al particular modo de vida de sus ocupantes. Siguiendo en nuestro país, las viviendas de promoción pública obedecen, también desde hace décadas, a una normativa desfasada ajena a los nuevos modelos familiares, los nuevos modelos de convivencia al margen de la familia, el trabajo en casa, las nuevas tecnologías y los esquemas habitacionales con espacios compartidos. Las viviendas que esta normativa obliga a construir no solo obedecen al modo de vida de dos generaciones atrás, momento en que estas normas se redactaron; tampoco permiten la alteración de sus adjudicatarios para acomodar las viviendas a sus particulares circunstancias. La inflexibilidad de estas normativas obsoletas provoca que el Estado no esté en realidad subvencionando un espacio donde sus habitantes puedan desarrollar la vida que deseen. Lo que el Estado, por medio de estas viviendas, subvenciona es una determinada forma de vida. Esta tesis propone un modelo de vivienda que denomina ‘casa abierta’ porque está abierta a ser vivida tal y como sus ocupantes deseen y necesiten. La casa abierta es un espacio indeterminado que sus usuarios han de completar conceptualmente, y que pueden transformar con facilidad, cuantas veces deseen, según su propio criterio. Es un espacio lleno de potencialidades, un soporte definido solo a medias, a la espera que el usuario lo adapte a sus necesidades. El primer objetivo de la casa abierta es responder a los nuevos modos de vida. Es, pues, destino de algo que está pasando. Pero la casa abierta tiene también un segundo objetivo, tan importante como el primero: ayudar a desarrollar nuevos valores, ser origen de algo, desconocido aún, que ayude a enderezar el rumbo de nuestra ‘nave’. Esta tesis cree que cada nueva generación trae consigo nuevas capacidades que podrían ayudar a las anteriores a solventar sus problemas. Por ello defiende una educación que promueva la diversidad y la creatividad, evitando imponer valores caducos e incitando a los jóvenes a encontrar sus propias capacidades y desarrollarlas, no ya por su propio interés personal sino por la satisfacción de aportarlas al mundo. La casa abierta persigue objetivos similares. Su anhelo es proporcionar buenas herramientas y nuevos valores a sus ocupantes, y dejarles hacer. La casa abierta busca incitar a sus habitantes a desarrollar su creatividad sobre su propio hábitat, convirtiéndolos en co-creadores y, en consecuencia, responsables del mismo. La casa abierta es un espacio de libertad, donde sus ocupantes pueden desarrollar su diferencia, singularidad y diversidad, pudiendo crear un entorno que responda a sus criterios y su sensibilidad. La casa abierta es un lugar de experimentación donde replantear las convenciones sobre la casa, probando nuevas formas de convivencia y hábitat acordes con los nuevos modos de vida. La casa abierta busca también estimular el sentido comunitario de sus ocupantes, favoreciendo el contacto y la agrupación entre vecinos. Pero también desea contribuir a crear un modelo de desarrollo sostenible, respetuoso con el medio ambiente, los recursos del planeta y el futuro de las generaciones venideras. Para crear una casa abierta proponemos diez atributos: versatilidad, permeabilidad elasticidad, adaptabilidad, perfectibilidad, movilidad, sociabilidad, indeterminación, disgregación y sostenibilidad. Con ellos tratamos de establecer diversas cualidades a incorporar en los futuros proyectos de viviendas. A partir de estos diez atributos la tesis analiza cerca de 200 proyectos de vivienda de los últimos 90 años, donde el habitante es parte activa en su concepción o donde los ocupantes pueden transformar su vivienda, con facilidad, acomodándola a su modo de vida o a su estado de ánimo. Dentro de la historia de la arquitectura moderna existen grandes ejemplos de viviendas o proyectos que cumplen con algunos de los atributos propuestos. Muchos de los planteamientos de la ‘casa abierta’ tienen su origen en los años 20 del siglo pasado. Fueron desarrollados por los arquitectos de la primera generación del movimiento moderno, sobre todo Adolf Loos, Le Corbusier, Mies van der Rohe, Gerrit Rietveld, y Buckminster Fuller. El periodo más cercano a las ideas de la casa abierta es el comprendido entre 1955 y 1980, con el trabajo de la tercera generación de arquitectos del movimiento moderno. En estos años surgen grandes ejemplos de casas abiertas, se publican libros sobre la implicación de los habitantes en el diseño de sus casas y se convocan coloquios sobre la adaptabilidad de las viviendas. Entre los ejemplos construidos destacan las viviendas Il Rigo Quarter de Renzo Piano, el complejo residencial Genter Strasse en Munich de Otto Steidle, Doris y Ralph Thut, los apartamentos universitarios en Lovaina de Lucien Kroll y el inicio de las comunidades de cohousing en Dinamarca. La década de 1990 es también propensa a la casa abierta. Entre los ejemplos construidos podemos destacar las casas Latapie y Coutras de Lacaton y Vassal, la Residencia Yakult de Toshio Akimoto, las casas Naked y la Nine square grid de Shigeru Ban y los apartamentos Fukuoka de Steven Holl. En esta década, surgen las cooperativas de viviendas autopromocionadas en Centroeuropa, como la Sargfabrik de BKK-2 en Viena, y se produce el desembarco del cohousing danés en EEUU. Ya en el siglo XXI podemos destacar las viviendas sociales Quinta Monroy y la Colonia Lo Barnechea de Alejandro Aravena-Elemental, las 14 viviendas en Mulhouse de Lacaton y Vassal, las casas Glass Shutter y Metal Shutter de Shigeru Ban, la casa Moriyama de SANAA, el d21system de José Miguel Reyes González y la ETSAM, la propuesta Parasite para Amsterdam, de Maccreanor y Lavington, la Shinonome Canal Court de Tokio y muchos ejemplos de viviendas prefabricadas y móviles como la Micro Compact Home o la LoftCube.
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Muy pocos arquitectos han sido tan fieles a lo largo de toda su carrera a unos principios básicos tan explícitamente expuestos como el autor de la casa Schröder. Con sus novedosas formas, colores y espacios parece haber sido una de sus más claras demostraciones.
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La Casa Huarte (Madrid, 1966) representa, ante todo, una actuación en el paisaje. Mediante una transformación topográfica sus creadores, los arquitectos José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún, construyeron un lugar en el que el horizonte, entendido como el paisaje formado por el encuentro de planos donde converge nuestra mirada, fue modificado. Cuando esto ocurre se produce una alteración de la mirada del observador, se ?construye? un nuevo horizonte visual, que es en definitiva el horizonte de la arquitectura. En esta construcción del nuevo horizonte, en la creación de nuevas experiencias visuales, las esculturas situadas en los patios de la Casa Huarte se convirtieron en referencias visuales que alteraban los ángulos de visión previamente establecidos por la arquitectura. Las esculturas, también los árboles como esculturas naturales mutantes, incorporaban nuevos puntos de referencia en ese horizonte, entre la posición del observador y el infinito. Corrales y Molezún evolucionaron un sistema ya contrastado en proyectos anteriores (Instituto en Herrera de Pisuerga, Residencia en Miraflores, Pabellón de Bruselas) de relación de la edificación con el entorno y con el paisaje, donde alteraban la orografía natural del terreno esculpiendo unas plataformas artificialmente escalonadas en función de la modulación de la estructura de la edificación.
Resumo:
José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún proyectaron en 1966 la vivienda para la familia de Jesús Huarte, uno de los principales empresarios y coleccionistas de arte de España. El proyecto de la Casa Huarte nace del lugar donde se inserta mediante un método no convencional: se plantea desde la negación de su contexto físico. Es un proyecto defensivo, se amuralla a la calle, ruidosa y hostil, y se abre a unos patios interiores creando un mundo interior idílico aislado visual y acústicamente del tráfico de la calle. La intervención cuestionaba los planteamientos de la casa-patio compacta del Movimiento Moderno, cuyo paradigma fueron los distintos proyectos de casa-patio de Mies y su prototipo construido: la Casa Sert en Cambridge, a la vez que se alimentaba de la herencia clásica. Corrales y Molezún adaptaron a la modernidad tradicionales intervenciones en el paisaje resueltas mediante el uso de patios, desde la secuencia de patios heterogéneos de la arquitectura pompeyana y otomana a la relación del espacio interior con el inmediatamente exterior de la arquitectura tradicional japonesa. El resultado fue una novedosa casa-patio decididamente moderna que aportó un nuevo concepto de intervención en el paisaje.
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En el contexto de inestabilidad y cambio vivido en la URSS durante la década de 1920, un grupo de arquitectos dirigido por Moisei Ginzburg abordó el tema del alojamiento de masas. Su misión no sería sólo dar solución al problema de la vivienda, sino redefinirla como el marco adecuado para una sociedad sometida a un cambio sin precedentes. La respuesta se desarrolló a través de un proceso de investigación que duró más de cinco años, en tres aproximaciones sucesivas que culminaron con el edificio Narkomfin. La primera, de carácter conceptual, se formalizó en el Concurso Amistoso de 1926. La segunda se articuló a través de la investigación del Stroikom bajo premisas científicas y metodológicas. Finalmente, las conclusiones tipológicas alcanzadas en esta segunda etapa se materializaron en la construcción de algunos ejemplos, entre los que destacó el edificio Narkomfin. Este último acercamiento, de carácter empírico, ha sido tradicionalmente examinado por los expertos como un hecho aislado. Sin embargo, su estudio debe trascender necesariamente el genio del autor-creador en favor del proceso de investigación al que pertenece. Sólo desde este punto de vista cobra sentido la consideración de Ginzburg sobre su propio edificio como un medio propositivo y no impositivo: un proyecto concebido como una herramienta de transición hacia una sociedad más avanzada.
Resumo:
La casa black and white de la UPM: la casa que sigue al sol