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In this work we present the assessment of the structural and piezoelectric properties of Al(0.5-x)TixN0.5 compounds (titanium content menor que6% atomic), which are expected to possess improved properties than conventional AlN films, such as larger piezoelectric activity, thermal stability of frequency and temperature resistance. Al:Ti:N films were deposited from a twin concentric target of Al and Ti by reactive AC sputtering, which provided films with a radial gradient of the Ti concentration. The properties of the films were investigated as a function of their composition, which was measured by electron dispersive energy dispersive X-ray spectroscopy and Rutherford backscattering spectrometry. The microstructure and morphology of the films were assessed by X-ray diffraction and infrared reflectance. Their electroacoustic properties and dielectric constant were derived from the frequency response of BAW test resonators. Al:Ti:N films properties appear to be strongly dependent on the Ti content, which modifies the AlN wurtzite crystal structure leading to greater dielectric constant, lower sound velocities, lower electromechanical factor and moderately improved temperature coefficient of the resonant frequency.
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La iglesia parroquial de San Pedro, en Vegas de Matute (Segovia) corresponde a un tipo muy habitual del último gótico español, en el siglo XVI: volumen único al exterior, de gran altura y aspecto de fortaleza, respondiendo a un interior de varias naves a la misma altura. Es menos corriente la disposición en planta, asimétrica, con sólo dos naves. En 1540, por encargo de Pedro de Segovia, se construye una pequeña capilla funeraria sobre una iglesia anterior, románica. La capilla, de una nave y dos tramos, se amplía entre 1570 y 1660 hasta la planta actual, de dos naves y cuatro tramos. La iglesia resulta interesante por los siguientes temas: -El autor de las sucesivas trazas de la iglesia (la primera, para construir una capilla funeraria, de 1540, y la segunda, para ampliar esta capilla y adaptarla a la planta actual de dos naves) fue Rodrigo Gil de Hontañón, una figura fundamental en la arquitectura de siglo XVI en España, maestro de obras de la catedral de Segovia, de la catedral nueva de Salamanca y de numerosísimas iglesias en toda Castilla, autor de un importante tratado sobre construcción gótica en España. -Se conservan muchos documentos originales acerca del proceso de construcción de esta iglesia: las trazas dibujadas por Rodrigo Gil y las ?condiciones? que debían regular estas obras, escritas también por Rodrigo Gil, en las que establece las medidas de todos los elementos de la iglesia (ancho y largo de tramos, espesor de muros y contrafuertes, tamaño de pilares, etc) para que un maestro de obras pueda llevarla a cabo. La comunicación es un estudio de las condiciones y trazas dictadas por Rodrigo Gil, tanto en el propio documento como sobre la iglesia que vemos hoy construida. También se relacionarán las medidas dadas en las condiciones con las reglas de construcción que aparecen en el tratado de Rodrigo Gil.
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Las bóvedas de arcos entrecruzados son un tipo particular dentro de las bóvedas nervadas. Se caracterizan porque los nervios no se cruzan en el centro, sino que forman un polígono, que en ocasiones se cubre con una linterna. Esta tesis analiza este tipo de bóvedas, desde el punto de vista de la geometría, la construcción y el comportamiento estructural. La tesis se encuadra dentro del marco disciplinar de la Historia de la Construcción. El estudio se divide en tres partes. En la primera se realiza por primera vez un estudio histórico de estas bóvedas, abarcando todos los focos geográficos en los que se han construido. Se construyen de los siglos X al XX, conservándose un número no demasiado grande de ellas. La tesis abarca exclusivamente del siglo X al XVI, lo que se corresponde con el periodo que va desde el Califato de Córdoba hasta el gótico tardío y la transición al Renacimiento en Europa, y hasta la dinastía Timúrida en Asia. En las segunda parte se tratan los epígrafes comentados anteriormente: geometría, construcción y estabilidad. En la geometría se estudian los distintos trazados geométricos de los nervios, realizando una clasificación en función del dibujo de los nervios en planta. Se trata también la geometría en el espacio, y un aspecto fundamental, que es el de las incompatibilidades geométricas. En cuanto a la construcción, al ser un tipo que se construye durante varios siglos en zonas muy alejadas, no se ha encontrado un sistema constructivo único. Por ello se estudian las bóvedas en función de los materiales utilizados, y las distintas técnicas. Se clasifican además en función de cómo se construye la intersección entre los nervios. En la parte relativa al comportamiento estructural, se repasan algunos de los aspectos relativos a las bóvedas nervadas en general, que se pueden aplicar de manera directa a las bóvedas de arcos entrecruzados. Se define el marco teórico en el que se inserta el análisis de estas bóvedas, que es el Análisis Límite de Estructuras de Fábrica. Se analizan los distintos textos en los que se trata este tema en el caso particular de las bóvedas de este tipo. Por último, se realiza, como ejemplo el análisis estructural de un caso concreto y complejo de bóvedas de arcos entrecruzados, el cimborrio de la catedral de Zaragoza. En la tercera parte se han escogido unos casos de estudio, que son las bóvedas la macsura de la mezquita de Córdoba, construidas por al-Hakam II en el siglo X. Son las primeras bóvedas que se conocen de este tipo. El segundo caso es la bóveda del crucero de la iglesia de San Millán, en Segovia, que es probablemente uno de los primeros ejemplos que se construye en la arquitectura cristiana. En ambos casos se ha realizado un levantamiento con estación total láser, y se ha hecho un análisis de la forma de las bóvedas a partir de estas mediciones. Se ha realizado también un estudio constructivo. Sólo se ha podido visitar el trasdós de las Capilla de Villaviciosa, una de las bóvedas de la mezquita de Córdoba, que se ha medido con cinta métrica y distanciómetro láser. En este caso, al tener medidos los espesores de la bóveda, se ha podido realizar además un análisis estructural. Además de estos tres apartados, se incluyen como apéndices un catálogo de las bóvedas que se conocen en España y el norte de África, y unos mapas con las distintas bóvedas en todos los focos geográficos (España y norte de África, Europa y Asia) con su cronología.
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Los años cincuenta y sesenta son los años de la incorporación definitiva de la arquitectura española al panorama internacional. Entre los arquitectos que protagonizan ese salto sin retorno, se encuentra el grupo de aquellos que unos años más tarde serán denominados por Juan Daniel Fullaondo como Escuela de Madrid. Carlos Flores, en su libro Arquitectura Española Contemporánea 1880-1950, se refiere a esos arquitectos como aquellos que se aplicaban a la difícil tarea de restablecer en España un tipo de arquitectura que conectaba con las teorías, soluciones y lenguajes establecidos por Europa durante las primeras décadas del siglo XX. Sigfried Giedion plantea en Espacio, Tiempo y Arquitectura el origen de una nueva tradición, surgida a partir de la revolución óptica de principios de siglo. Con tradición se refiere a una nueva cultura, que abarca la interrelación de las diferentes actividades del hombre: la similitud de los métodos que se usan en la arquitectura, la construcción, la pintura, el urbanismo o la ciencia. Esa novedad, fundamentada en su independencia y desvinculación con el periodo anterior, se inscribe dentro del esquema evolutivo que Thomas Kuhn plantea en su texto La Estructura de la Revoluciones Científicas, conforme a periodos no acumulativos. Kuhn habla del surgimiento de anomalías en cada periodo, origen de las crisis de pensamiento cuya explicación precisará un necesario cambio paradigmático. En la ciencia, en el campo de la óptica Thomas Young demuestra a principios del siglo XIX la naturaleza ondulatoria de la luz con su experimento de doble rendija; en el electromagnetismo se produce el salto conceptual que supone la postulación de la existencia del campo eléctrico por parte de Michael Faraday, y en termodinámica la consideración apuntada por Planck de que la radiación de la energía de produce de forma discreta, a través de cuantos. En las artes plásticas, paralelamente, Gleizes y Metzinger, en su recopilación de logros cubistas recogida en Sobre el Cubismo, hablan de la evolución sufrida durante el siglo XIX por la pintura: desde el idealismo de principios de siglo, para pasando por el realismo y la representación impresionista de la realidad, concluir prescindiendo de la perspectiva clásica. También la matemática, una vez desarrolladas por Gauss o Lobachevsky y Bolyai geometrías coherentes que incumplen el quinto postulado de Euclides, terminará dando validez a través de Riemann a los espacios ambiente en los que habitan dichas geometrías, desvinculando la relación directa entre espacio geométrico –el espacio ambiente al que da lugar un tipo de geometría- y el espacio físico. Capi Corrales refleja en su libro Contando el Espacio, cómo hasta la teoría de la relatividad y el cubismo, las geometrías no euclídeas no se hicieron notorias también fuera del campo de las matemáticas. El origen de la nueva tradición con la que Giedion se refiere a la nueva cultura de la modernidad coincide con los saltos paradigmáticos que suponen la teoría de la relatividad en las ciencias y el cubismo en las artes plásticas. Ambas se prolongan durante las primeras décadas hasta la teoría cuántica y la abstracción absoluta, barreras que los dos principales precursores de la relatividad y el cubismo, Einstein y Picasso, nunca llegan a franquear. En ese sentido Giedion habla también, además del origen, de su desarrollo, e incorpora las aportaciones periféricas en la arquitectura de Brasil, Japón o Finlandia, incluyendo por tanto la revisión orgánica propugnada por Zevi como parte de esa nueva tradición, quedando abierta a la incorporación tardía de nuevas aportaciones al desarrollo de esa cultura de la modernidad. Eliminado el concepto de la estética trascendental de Kant del tiempo como una referencia absoluta, y asumido el valor constante de la velocidad de la luz, para la teoría de la relatividad no existe una simultaneidad auténtica. Queda así fijada la velocidad de la luz como uno de los límites del universo, y la equivalencia entre masa y energía. En el cubismo la simultaneidad espacial viene motivada por la eliminación del punto de vista preferente, cuyo resultado es la multiplicidad descriptiva de la realidad, que se visualiza en la descomposición en planos, tanto del objeto como del espacio, y la consecuente continuidad entre fondo y figura que en arquitectura se refleja en la continuidad entre edificio y territorio. Sin la consideración de un punto de vista absoluto, no existe una forma auténtica. El cubismo, y su posterior desarrollo por las vanguardias plásticas, hacen uso de la geometría como mecanismo de recomposición de la figura y el espacio, adoptando mecanismos de penetración, superposición y transparencia. Gyorgy Kepes indica en El Lenguaje de la Visión que la descomposición cubista del objeto implica la sucesiva autonomía de los planos, hasta convertirse en elementos constituyentes. Algo que refleja las axonometrías arquitectónicas de Van Doesburg y que culmina con los espacios propuestos por Mies van der Rohe en sus primeros proyectos europeos. Estos mecanismos, encuentran eco en los primeros planteamientos de Javier Carvajal: en la ampliación del Panteón de españoles del cementerio de Campo Verano, un recinto virtual reconstruido mentalmente a partir del uso de tres únicos planos; o en el Pabellón de Nueva York, que organiza su planta baja desde el recorrido, introduciendo el parámetro temporal como una dimensión más. Al uso diferenciado del plano como elemento constituyente, Carvajal incorpora su plegado y su disposición conformando envolventes como mecanismo de cualificación espacial y formal, potenciando la prolongación entre arquitectura y territorio. Una continuidad que quedará culminada en las dos viviendas unifamiliares construidas en Somosaguas. La descomposición volumétrica conduce a unos niveles de abstracción que hace precisa la incorporación de elementos de la memoria -fuentes, patios, celosías…- a modo de red de señales, como las que Picasso y Braque introducen en sus cuadros para permitir su interpretación. Braque insiste en el interés por el espacio que rodea a los objetos. Una búsqueda de la tactilidad del espacio contraria a la perspectiva que aleja el objeto del observador, y que en los jardines de las viviendas de Somosaguas parece emanar de su propia materialidad. Un espacio táctil alejado del espacio geométrico y que Braque identifica con el espacio representativo en el que Poincaré, en La Ciencia y la Hipótesis, ubica nuestras sensaciones. Desdibujar los límites del objeto prolonga el espacio indefinidamente. Con el paso en el arte griego del mito al logos, se abre paso a la matemática como herramienta de comprensión de la naturaleza hasta el siglo XIX. Leon Lederman, en Simetría y la Belleza del Universo, apunta a que una de las mayores contribuciones de la teoría de Einstein es hacer cambiar el modo de pensar la naturaleza, orientándolo hacia la búsqueda de los principios de simetría que subyacen bajo las leyes físicas. Considerando que la simetría es la invariancia de un objeto o un sistema frente a una transformación y que las leyes físicas son las mismas en cualquier punto del espacio, el espacio de nuestro universo posee una simetría traslacional continua. En la ocupación del espacio de las primeras propuestas de Corrales y Molezún aparecen estructuras subyacentes que responden a enlosetados: paralelogramos sometidos a transformaciones continuas, que la naturaleza identifica tridimensionalmente con los grupos cristalográficos. Las plantas del museo de Arte Contemporáneo de la Castellana, la residencia de Miraflores, el pabellón de Bruselas o la torre Peugeot pertenecen a este grupo. La arquitectura como proceso de ocupación continua del territorio y de su trasposición al plano de cubierta, se materializa en líneas estructurales coincidentes con la estructura matemática de sus simetrías de traslación cuya posibilidad de prolongación infinita queda potenciada por el uso de la envolvente transparente. Junto a esta transparencia literal, inherente al material, Colin Rowe y Robert Slutzky nos alertan sobre otra transparencia inherente a la estructura: la transparencia fenomenal, ilustrada por los cuadros de Juan Gris, y cuya intuición aparece reflejada en la casa Huarte en Puerta de Hierro de Madrid. Corrales y Molezún insisten en una lectura de su volumetría alejada de la frontalidad, en la que los contornos de sus cubiertas inclinadas y las visuales tangenciales sugeridas por la organización de sus recorridos introducen una estructura diagonal que se superpone al entendimiento ortogonal de su planta, dibujando una intrincada red de líneas quebradas que permiten al espacio fluctuar entre las secuencia volumétrica propuesta. Los datos relativos al contenido energético de la luz y el concepto de átomo parten de la consideración de la emisión de energía en cuantos realizada por Planck, y concluyen con una circunstancia paradójica: la doble naturaleza de la luz -demostrada por la explicación de Einstein del efecto fotoeléctrico- y la doble naturaleza de la materia -asumida por Bohr y demostrada por el efecto Compton-. Schrödinger y Heisenberg formularán finalmente la ecuación universal del movimiento que rige en las ondas de materia, y cuya representación matemática es lo que se conoce como función de onda. El objeto es así identificado con su función de onda. Su ondulatoriedad expresará la probabilidad de encontrarse en un lugar determinado. Gyorgy Kepes subraya la necesidad de simplificar el lenguaje para pasar de la objetividad que aún permanece en la pintura cubista a la abstracción total del espacio. Y es así como los artistas plásticos reducen los objetos a simples formas geométricas, haciendo aflorar a la vez, las fuerzas plásticas que los tensionan o equilibran, en un proceso que acaba por eliminar cualquier atisbo de materia. Robert Rosenblum en La Pintura Moderna y la Tradición del Romanticismo Nórdico habla de cómo ese rechazo de la materia en favor de un vacío casi impalpable, campos luminosos de color denso que difunden un sereno resplandor y parecen engendrar las energías elementales de la luz natural, está directamente vinculado a la relación con la naturaleza que establece el romanticismo nórdico. La expresión de la energía de la naturaleza concentrada en un vacío que ya había sido motivo de reflexión para Michael Faraday en su postulación del concepto de campo eléctrico. Sáenz de Oíza incide en la expresión de la condición material de la energía en su propuesta junto a José Luis Romany para la capilla en el Camino de Santiago. La evocación de diferentes fuerzas electromagnéticas, las únicas junto a las gravitatorias susceptibles de ser experimentadas por el hombre, aparecerán visualizadas también en el carácter emergente de algunas de sus obras: el Santuario de Aránzazu o Torres Blancas; pero también en la naturaleza fluyente de sus contornos, la dispersión perimetral de los espacios -el umbral como centro del universoo la configuración del límite como respuesta a las tensiones germinales de la naturaleza. Miguel Fisac, a la vuelta de su viaje a los países nórdicos, aborda una simplificación lingüística orientada hacia la adecuación funcional de los espacios. En el Instituto de Daimiel, el Instituto de formación del profesorado o los complejos para los Padres Dominicos en Valladolid o Alcobendas, organiza progresivamente la arquitectura en diferentes volúmenes funcionales, incidiendo de un modo paralelo en la manifestación de los vínculos que se establecen entre dichos volúmenes como una visualización de las fuerzas que los tensionan y equilibran. En ellos la prolongación de la realidad física más allá de los límites de la envolvente ya es algo más que una simple intuición. Un proceso en el que el tratamiento de la luz como un material de construcción más, tendrá un especial protagonismo. En la iglesia de la Coronación, la iluminación del muro curvo escenifica la condición ondulatoria de la luz, manifestándose como si de un patrón de interferencia se tratara. Frente a la disolución de lo material, el espacio se manifiesta aquí como un medio denso, alejado de la tradicional noción de vacío. Una doble naturaleza, onda y partícula, que será intuido también por Fisac en la materia a través de su uso comprometido del hormigón como único material de construcción. Richard Feynmann nos alerta de la ocupación del espacio por multitud de fuerzas electromagnéticas que, al igual que la luz, precisan de receptores específicos para captar su presencia. Sus célebres diagramas suponen además la visualización definitiva de los procesos subatómicos. Al igual que la abstracción absoluta en las artes plásticas, esas representaciones diagramáticas no son asimilables a imágenes obtenidas de nuestra experiencia. Una intuición plasmada en el uso del diagrama, que irán adquiriendo progresivamente los dibujos de Alejandro de la Sota. La sección del gimnasio Maravillas recoge los trazos de sus principales elementos constructivos: estructura, cerramientos, compartimentaciones…, pero también, y con la misma intensidad, los de las fuerzas que generan su espacio, considerando así su condición de elementos constituyentes. El vacío, nos deja claro Sota, es el lugar donde habitan dichas tensiones. La posterior simplificación de las formas acompañadas de la obsesión por su aligeramiento, la casi desaparición de la envolvente, incide en aquella idea con la que Paul Klee define la actividad del artista en su Teoría del Arte Moderno, y en la que se transmite el distanciamiento hacia lo aparente: No se trata de reproducir lo visible, se trata de volver visible. Así, en Bankunión y Aviaco, como en tantos otros proyectos, frente al objetivo de la forma, Sota plantea el límite como la acotación de un ámbito de actuación. Su propia representación aséptica y diagramática transmite la renuncia a una especificidad espacial. Gilles Deleuze expresa ese posicionamiento en Pintura, el Concepto de Diagrama: el diagrama como la posibilidad de cuadros infinitos, o la posibilidad infinita de cuadros. Aparece así una concepción probabilística del espacio en la que frente a la renuncia por la forma, la tendencia al aligeramiento, y lo difuso de su definición – ideas claras, definición borrosa, en palabras de Llinás referidas al modo de operar de Sota-, la insistente atención a algunos elementos como escaleras, protecciones o miradores parece trasmitir la idea de que la arquitectura queda condensada en aquellos acontecimientos que delatan su condición dinámica, transitoria. Primando la relación frente al objeto, el vínculo frente a lo tangible. English summary. The fifties and sixties were the years of the final incorporation of Spanish architecture to the international scene. Among the architects who star that no return leap, is the group of those who a few years later will be named by Juan Daniel Fullaondo as Escuela de Madrid. Carlos Flores, in his book Arquitectura Española Contemporánea 1880-1950, refers to those architects as those that applied to the difficult task of restoring in Spain an architecture that connected with theories, solutions and established languages in Europe during the first decades of the twentieth century. Sigfried Giedion proposes in Space, Time and Architecture, the origin of a new tradition, arising from the optical revolution at the beginning of the century. With tradition he refers to a new culture, covering the interplay of different human activities: the similarity of the methods used in architecture, building, painting, urban planning or science. This new feature, based on its independence and detachment from the previous period, is part of the evolutionary scheme that Thomas Kuhn proposes in his text The Structure of Scientific Revolutions, according to non-accumulative periods. Kuhn talks about the emergence of anomalies in each period, origin of thought crisis whose explanation will require a paradigm shift needed. In science, in the field of optical Thomas Young demonstrates at the early nineteenth century the wave nature of light with its double-slit experiment , in electromagnetism the postulation of the existence of the electric field by Michael Faraday involves a conceptual leap, and in thermodynamic, the consideration pointed by Planck about quantum energy radiation. In the arts, in a parallel process, Gleizes and Metzinger , in his collection of cubism achievements on their book Du Cubisme, speak of evolution occurring during the nineteenth century by the painting: from the idealism of beginning of the century, going for realism and impressionist representation of reality, and finishing regardless of the classical perspective . Mathematics also, once developed by Gauss and Lobachevsky and Bolyai consistent geometries that violate Euclid's fifth postulate , will end validating Riemann’s ambient spaces in which these geometries inhabit, decoupling the direct relationship between geometric space -the space environment that results in a type of geometry- , and physical space. Capi Corrales reflectes in his book Contando el Espacio, that non-Euclidean geometries were not noticeable outside the field of mathematics until the theory of relativity and cubism. The origin of the new tradition that Giedion relates to the new culture of modernity coincides with paradigmatic leaps pointed by the theory of relativity in science and Cubism in the visual arts. Both are extended during the first decades until quantum theory and absolute abstraction, barriers that the two main precursors of relativity and cubism, Einstein and Picasso never overcome. In that sense Giedion speaks about the origin, but also the development, and incorporates peripheral inputs from Brazil, Japan and Finland architecture, thus including organic revision advocated by Zevi as part of this new tradition, being open to the late addition of new contributions to the development of that culture of modernity. Removed the concept of Kant's transcendental aesthetics, of time as an absolute reference, and assumed the constant value of the speed of light, theory of relativity says there is no authentic concurrency. It is thus fixed the speed of light as one of the limits of the universe, and the equivalence of mass and energy. In cubism, spatial simultaneity results from the elimination of preferential points of view, resulting in the multiplicity descriptive of reality, which is displayed in decomposition levels, both the object and the space, and the resulting continuity between figure and background that architecture is reflected in the continuity between building and land. Without the consideration of an absolute point of view, there isn’t an authentic shape. Cubism, and its subsequent development by the vanguard arts, make use of geometry as a means of rebuilding the figure and space, taking penetration mechanisms, overlapping and transparency. Gyorgy Kepes suggest in Languaje of Vision, that cubist decomposition of the object involves successive planes autonomy, to become constituent elements. Something that reflects the Van Doesburg’s architectural axonometrics and culminates with the spaces proposed by Mies van der Rohe in his first European projects. These mechanisms are reflected in the first approaches by Javier Carvajal: the extension of Spanish Pantheon in Campo Verano Cemetery, virtual enclosure mentally reconstructed from 24 the use of only three planes, or in the Spanish Pavilion of New York, which organizes its ground floor from the tour, introducing the time parameter as an additional dimension. Carvajal adds to the differential use of the plane as a constituent, Carvajal incorporates its folding and forming enclosures available as a mechanism for spatial and formal qualification, promoting the extension between architecture and territory. A continuity that will be completed in the two houses built in Somosaguas. Volumetric decomposition, as the fragmentation achieved in the last cubist experiences, needs the incorporation of elements of memory - fountains, patios, shutters...- as a network of signals, such as those introduced by Picasso and Braque in their paintings to allow their interpretation. Braque insists in his interest in the space surrounding the objects. A search of the tactility of space contrary to the perspective, which moves the observer away from the object, and that in the gardens of Somosaguas seems to emanate from its own materiality. A tactile space away from the geometric space and Braque identified with the representative space in which Poincaré in La Science et l´hypothèse, located our feelings. To blur those boundaries of the object extends the space indefinitely. With the passage in Greek art from myth to logos, it opens up to mathematics as a tool for understanding the nature until the nineteenth century. Leon Lederman, in Symmetry and beautiful Universe, suggests that one of the greatest contributions of Einstein's theory is to change the mindset of nature, namely the search for symmetry principles that underlie physical laws. Considering that symmetry is the invariance of an object or system from a transformation and that physical laws are the same at any point in space, the space of our universe has a continuous translational symmetry. In the space occupation of the first proposals by Corrales and Molezún underlying structures appear that match enlosetados: parallelograms under continuous transformations, which nature identifies tridimensionally with the crystallographic groups. Plants in the Contemporary Art Museum in La Castellana, the residence in Miraflores, the Brussels pavilion or the Peugeot tower belong to this group. The architecture as a process of continuous occupation of the territory and of its transposition to the deck, embodied in structural lines coincide with the mathematical structure of the translational symmetry and infinite extension whose possibility is enhanced by the use of the transparent cover. Alongside this literal transparency inherent to the material, Colin Rowe and Robert Slutzky alert us another transparency inherent in the structure: phenomenal transparency, illustrated by the Juan Gris’ works, and whose intuition is reflected in the Huarte’s house in Puerta de Hierro in Madrid. Corrales and Molezún insist on a reading of its volume away from the frontal, in which the outline of their inclined roofs and tangential visual suggested by the organization of his circulations introduce a diagonal structure which overlaps the orthogonal understanding of its plant, drawing an intricate web of broken lines that allow the space fluctuate between the volumetric sequence proposal. Information concerning to the energy mean of light and the concept of atom start from the consideration by Plank about the energy emission, and conclude with a paradoxical situation: the dual nature of light - demonstrated by the explanation of Einstein's photoelectric effect-, and the dual nature of matter -assumed by Bohr and demonstrated by the Compton effect-. Finally, Schrödinger and Heisenberg will formulate the universal movement equation governing in undulatory matter, whose mathematical representation is what is known as a wave function. The object is thus identified with its wave function. Its undulatory expression speaks about the probability of being found in a certain place. Gyorgy Kepes emphasizess the need to simplify the language to move from the objectivity that still remains in the cubist painting to the total abstraction of the space. And this is how artists reduced the objects to simple geometric shapes, making emerge at a time, the plastic forces that tense or balance them, in a process that eventually eliminate any trace of matter. Robert Rosenblum in Modern Painting and the Northern Romantic Tradition. Friedrich to Rothko talks about how this rejection of matter in an almost impalpable vacuum: dense color light fields that broadcast a serene glow and seem to generate the elemental energies of natural light is directly linked to the relationship with nature that sets the northern romanticism. An expression of the power of nature concentrated in a vacuum which had been reason for thought by Michael Faraday in his application of the concept of electric field. Saenz de Oíza touches upon the material expression of the energy in its proposal with Jose Luis Romany to the chapel on the Camino de Santiago. The presence of electromagnetic forces, the only ones with the gravitational one capable of being experienced by the man will also visualize in the emerging nature of some of his works: the sanctuary of Aránzazu or Torres Blancas, but also in the flowing nature of its contours, and the inclusion of interest in the realization of space fluctuating boundary: the threshold as the center of the universe. Miguel Fisac, back from his trip to the Northern Countries, starts on a linguistic simplification oriented to the functional adequacy of spaces. In the Daimiel Institute, in the Institute to Teacher Formation or in the complex to the Dominican Fathers in Valladolid or Alcobendas, progressively organized into different functional volumes architecture, focusing in a parallel way in the manifestation of the links established between these volumes as a visualization of the forces that tense and balance them. The prolongation of the physical reality beyond the limits of the envelope is already something more than a simple intuition. A process in which the treatment of light as a construction material, have a special role. In the Coronation church, curved wall lighting dramatizes the undulatory condition of the light, manifesting as if an interference pattern is involved. Versus the dissolution of the material, the space is expressed here as a dense atmosphere, away from the traditional notion of the vacuum. A dual nature, wave and particle, which is also sensed by Fisac in his committed use of concrete as a unique construction material. Richard Feynman alerts us to the occupation of space by many electromagnetic forces, which like the light, require specific receptors to capture their presence. His famous diagrams also involve the final visualization of atomic processes. As absolute abstraction in the visual arts, these representations are not assimilated to images obtained from our experience. A diagrammatic nature, abstracted from figuration, which will obtein the pictures of Alejandro de la Sota. The section of Maravillas gym collects traces of its main building blocks: structure, enclosures... but also, and with the same intensity, of the forces that generate their space as constituent elements. Sota makes it clear: the vacuum is where inhabit these tensions. The subsequent simplification of forms, accompanied by the obsession with his lightening, the near disappearance of the envelope, touches upon that idea which Paul Klee defines the activity of the artist in his Modern Art Theory, the spacing out to the apparent: it is not to reproduce the visible, it is to turn visible. Thus, in Bankunión and Aviaco, as in many other projects, against the shape, raises the limit as the dimension of a scope. His own aseptic and diagrammatic representation transmits waiver to a spatial specificity that Gilles Deleuze clearly expressed in Painting. The Concept Diagram: The diagram as the possibility of infinite pictures, or infinite possibility of the picture. Thus appears the probabilistic concept of space in which, opposite to the diffuse of its definition -clear ideas, diffuse definition, as Llinas said- the insistent attention to some elements like stairs, guards or lookouts seems to concentrate the architecture in its dynamic condition, transitional. The relationship opposite the object, the link opposite the tangible.
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La tesis Asplund versus Lewerentz analiza, por el método comparado, los invariantes, las convergencias y las divergencias entre las obras de los arquitectos suecos Erik Gunnar Asplund y Sigurd Lewerentz. Autores del Cementerio del Bosque de Estocolmo, que desarrollaron en colaboración durante más de veinte años, supone una de las obras maestras de la arquitectura escandinava, y uno de los ejemplos de referencia para entender la cultura arquitectónica nórdica moderna en relación a su tradición. Del estudio contrastado de los distintos proyectos y versiones del cementerio, ejecutados conjuntamente o por separado, se obtienen los valores compartidos entre ambos arquitectos, así como sus afinidades o diferencias respecto a un mismo tema. Estos aspectos, extrapolados al resto de sus trabajos, permiten entender sus actuaciones según las referencias e influencias mutuas, y la definición de las variables que configuran sus respectivos espacios arquitectónicos. La investigación se ha estructurado en ocho capítulos: La Escuela Klara, que trata la relación de Asplund y Lewerentz en su época de estudiantes, así como la influencia de sus maestros respectivos; El Grand Tour, que analiza sus viajes y las miradas de cada uno de ellos en sus visitas a los mismos lugares; Los Estudios, que profundiza en sus caracteres, reflejados a través de la comparación de los distintos lugares de trabajo; Las Tumbas, donde se concretan a pequeña escala los temas desarrollados ampliamente en el Cementerio del Bosque, constituyendo así un laboratorio de ideas; La Exposición de Estocolmo de 1930, que vuelve a aclarar las posturas divergentes de ambos, en este caso, en relación a un tema lúdico, y que supuso un giro de su arquitectura y, con ello, un importante apoyo a los cambios sociales del momento; Los Concursos, realizados por separado, donde se observan con precisión las afinidades y las diferencias respecto a un mismo planteamiento inicial; Los Accesos del Cementerio del Bosque, que supone un trabajo conjunto con alternancia de decisiones, en el que se perfila con claridad los intereses específicos de ambos; y por último, las Capillas del Cementerio del Bosque, especialmente la Capilla del Bosque y de la Resurrección, que concretan, en los dos lugares más íntimos del cementerio, las ideas y personalidades opuestas de Asplund y Lewerentz en relación al tema común de la muerte. Las conclusiones de este estudio comparado y centrado en varios temas, determinan una confluencia de intereses en la conexión de sus obras con la topografía como medio de contextualización, en las acciones sobre la vegetación como un aspecto fundamental y no sólo como un acompañamiento a la arquitectura, y en la manipulación de la luz como hecho diferencial del carácter de los distintos espacios. Se reúnen así en esta tesis unas constantes del trabajo de Asplund y Lewerentz, que planteadas muchas veces de forma distinta, apuntan directamente a los sentimientos del Hombre en el momento de la muerte y ante una despedida en relación a la Arquitectura. ABSTRACT The thesis Asplund versus Lewerentz analyses, by means of comparative methodology, the constants, the convergences and the divergences between the works of the Swedish architects Erik Gunnar Asplund and Sigurd Lewerentz. They are the authors of Stockholm’s Woodland Cemetery, which they developed in collaboration over a period of more than twenty years, one of the masterpieces of Swedish architecture and one of the key examples in terms of understanding modern Nordic architectural culture in relation to its tradition. From the contrasted study of the various projects and versions of the cemetery, executed jointly or separately, one obtains the values shared by both architects as well as their affinities or differences with respect to one and the same theme. These aspects, extrapolated from the rest of their works, permit an understanding of their actions according to mutual references and influences, and the definition of the variables that shape their respective architectural spaces. The research is divided into eight chapters: The Klara School, dealing with Asplund and Lewerentz’s relationship during their student days, as well as the influence of their respective teachers; The Grand Tour, which analyses their travels and the viewpoints of each of them on their visits to the same places; The Studies, looks closely at their personalities, reflected by a comparison of their different workplaces; The Tombs, where the themes extensively developed in the Woodland Cemetery are set out on a small scale, thus constituting one of their laboratories of ideas; The Stockholm exhibition of 1930, which again clarifies the diverging postures of the two, in this case, in relation to a recreational topic which represented a turnabout in their architecture and, moreover an important support for the social changes of the age; The Competitions, which they carried out separately, where one closely observes affinities and differences with respect to an initial approach; The Accesses to the Woodland Cemetery, which represents a joint work with alternating decision-making, in which the interests of both are clearly outlined; and finally, the Chapels of the Woodland Cemetery, especially the Woodland Chapel and the Chapel of the Resurrection, which, in the two most intimate spots in the cemetery, embody the opposing ideas and personalities of Asplund and Lewerentz in relation to the common theme of death. The conclusions of this comparative study centred on various topics, determine a confluence of interests in the connection of their works with the topography as a means of contextualization, in actions relating to vegetation as a fundamental aspect and not just an accompaniment to architecture, and in the manipulation of light as a differential factor in the character of the different spaces. Thus this thesis brings together some of the constants of the work of Asplund and Lewerentz which, frequently dealt with in a different manner, point directly to Man’s feelings at the point of death and in the face of a farewell in relation to Architecture.
Resumo:
El objetivo del presente trabajo es evaluar los métodos de prospección geofísica que, además de servir para la caracterización hidrológica superficial en una finca de investigación vitivinícola, alcance la mayor resolutividad para la localización de contaminantes agrícolas. Con este fin se ha realizado, en primer lugar una revisión teórica de los métodos de prospección geofísica que, a priori, pueden considerarse más adecuados por cuanto reflejan en mayor medida las variaciones físicas derivadas de los efluentes químicos agrícolas de baja salinidad. Para alcanzar el objetivo del proyecto se ha realizado una serie de perfiles eléctricos de Tomografía Eléctrica y Polarización Inducida, además de un Sondeo de Resonancia Magnética Nuclear Se han obtenido mediante las técnicas tomográficas una caracterización del subsuelo para la determinación de la litología en profundidad con variaciones laterales bruscas, así como la porosidad de estas formaciones. La sección de cargabilidad (PI) ha permitido la detección de iones disueltos en el agua subterránea. Combinando estos resultados, con los obtenidos por Resonancia Magnética en la localización de las masas de agua y la permeabilidad de las rocas circundantes, somos capaces de determinar los agentes contaminantes así como su movilidad y distribución. La conclusión es que el método que resulta más efectivo para detección de contaminantes sería la combinación de todos ellos, puesto que son complementarios entre sí. ABSTRACT The main goal of this project is to evaluate the methods of geophysical prospection, also serving for surface hydrologic characterization in a research farm wine, reaching the most resoluteness for locating agricultural pollutants. To this end was made, first a theoretical review of geophysical prospecting methods that may be considered more suitable, a priori, as they reflect more closely the physical changes resulting from agricultural chemical measure low salinity. Reaching the objective of the project has made a series of Electrical Tomography profiles (ET) and Induced Polarization profiles (IP) also has conducted a drilling of Nuclear Magnetic Resonance (RMN). It was obtained by tomography characterization techniques for determining subsurface litho logy in depth and abrupt lateral variations, as well as the porosity of these formations. The chargeability Section (IP) has enabled detection of ions dissolved in groundwater. Combining these results with those that was obtained by Nuclear Magnetic Resonance with the location of groundwater body and the surrounding rocks permeability, we are able to determine the pollutants and the mobility and distribution of contaminants. The bottom line is the method more effective for detection of contaminants would be the combination of all of them because they are complementary in the environmental study.
Resumo:
La tesis Asplund versus Lewerentz analiza, por el método comparado, los invariantes, las convergencias y las divergencias entre las obras de los arquitectos suecos Erik Gunnar Asplund y Sigurd Lewerentz. Autores del Cementerio del Bosque de Estocolmo, que desarrollaron en colaboración durante más de veinte años, supone una de las obras maestras de la arquitectura escandinava, y uno de los ejemplos de referencia para entender la cultura arquitectónica nórdica moderna en relación a su tradición. Del estudio contrastado de los distintos proyectos y versiones del cementerio, ejecutados conjuntamente o por separado, se obtienen los valores compartidos entre ambos arquitectos, así como sus afinidades o diferencias respecto a un mismo tema. Estos aspectos, extrapolados al resto de sus trabajos, permiten entender sus actuaciones según las referencias e influencias mutuas, y la definición de las variables que configuran sus respectivos espacios arquitectónicos. La investigación se ha estructurado en ocho capítulos: La Escuela Klara, que trata la relación de Asplund y Lewerentz en su época de estudiantes, así como la influencia de sus maestros respectivos; El Grand Tour, que analiza sus viajes y las miradas de cada uno de ellos en sus visitas a los mismos lugares; Los Estudios, que profundiza en sus caracteres, reflejados a través de la comparación de los distintos lugares de trabajo; Las Tumbas, donde se concretan a pequeña escala los temas desarrollados ampliamente en el Cementerio del Bosque, constituyendo así un laboratorio de ideas; La Exposición de Estocolmo de 1930, que vuelve a aclarar las posturas divergentes de ambos, en este caso, en relación a un tema lúdico, y que supuso un giro de su arquitectura y, con ello, un importante apoyo a los cambios sociales del momento; Los Concursos, realizados por separado, donde se observan con precisión las afinidades y las diferencias respecto a un mismo planteamiento inicial; Los Accesos del Cementerio del Bosque, que supone un trabajo conjunto con alternancia de decisiones, en el que se perfila con claridad los intereses específicos de ambos; y por último, las Capillas del Cementerio del Bosque, especialmente la Capilla del Bosque y de la Resurrección, que concretan, en los dos lugares más íntimos del cementerio, las ideas y personalidades opuestas de Asplund y Lewerentz en relación al tema común de la muerte. Las conclusiones de este estudio comparado y centrado en varios temas, determinan una confluencia de intereses en la conexión de sus obras con la topografía como medio de contextualización, en las acciones sobre la vegetación como un aspecto fundamental y no sólo como un acompañamiento a la arquitectura, y en la manipulación de la luz como hecho diferencial del carácter de los distintos espacios. Se reúnen así en esta tesis unas constantes del trabajo de Asplund y Lewerentz, que planteadas muchas veces de forma distinta, apuntan directamente a los sentimientos del Hombre en el momento de la muerte y ante una despedida en relación a la Arquitectura. ABSTRACT The thesis Asplund versus Lewerentz analyses, by means of comparative methodology, the constants, the convergences and the divergences between the works of the Swedish architects Erik Gunnar Asplund and Sigurd Lewerentz. They are the authors of Stockholm’s Woodland Cemetery, which they developed in collaboration over a period of more than twenty years, one of the masterpieces of Swedish architecture and one of the key examples in terms of understanding modern Nordic architectural culture in relation to its tradition. From the contrasted study of the various projects and versions of the cemetery, executed jointly or separately, one obtains the values shared by both architects as well as their affinities or differences with respect to one and the same theme. These aspects, extrapolated from the rest of their works, permit an understanding of their actions according to mutual references and influences, and the definition of the variables that shape their respective architectural spaces. The research is divided into eight chapters: The Klara School, dealing with Asplund and Lewerentz’s relationship during their student days, as well as the influence of their respective teachers; The Grand Tour, which analyses their travels and the viewpoints of each of them on their visits to the same places; The Studies, looks closely at their personalities, reflected by a comparison of their different workplaces; The Tombs, where the themes extensively developed in the Woodland Cemetery are set out on a small scale, thus constituting one of their laboratories of ideas; The Stockholm exhibition of 1930, which again clarifies the diverging postures of the two, in this case, in relation to a recreational topic which represented a turnabout in their architecture and, moreover an important support for the social changes of the age; The Competitions, which they carried out separately, where one closely observes affinities and differences with respect to an initial approach; The Accesses to the Woodland Cemetery, which represents a joint work with alternating decision-making, in which the interests of both are clearly outlined; and finally, the Chapels of the Woodland Cemetery, especially the Woodland Chapel and the Chapel of the Resurrection, which, in the two most intimate spots in the cemetery, embody the opposing ideas and personalities of Asplund and Lewerentz in relation to the common theme of death. The conclusions of this comparative study centred on various topics, determine a confluence of interests in the connection of their works with the topography as a means of contextualization, in actions relating to vegetation as a fundamental aspect and not just an accompaniment to architecture, and in the manipulation of light as a differential factor in the character of the different spaces. Thus this thesis brings together some of the constants of the work of Asplund and Lewerentz which, frequently dealt with in a different manner, point directly to Man’s feelings at the point of death and in the face of a farewell in relation to Architecture.
Resumo:
Tanto Alejandro de la Sota como Peter Zumthor se han mantenido a una distancia prudencial respecto a las épocas que les ha tocado vivir, compartiendo ambos una elegancia casi estoica que se hace tangible en la levedad de sus obras. En ocasiones se ha calificado a la arquitectura de Alejandro de la Sota como “ligera”. Preferiremos utilizar a partir de ahora el término “leve”. Leve como ausencia de “gravedad”, no solo desde el punto de vista físico y gravitatorio, sino también como aquello que no duele, silencioso, humilde…. Leve porque el proyecto no “carga” con el gesto del autor, porque la relación entre los objetivos y el esfuerzo que supone alcanzarlos resulta coherente. Leve porque se libera del peso de la historia y de los prejuicios, sometiéndose al duro y silencioso ejercicio de “cuestionar” lo que otros han asumido sin más. En los croquis iniciales de Alejandro de la Sota para el Gimnasio Maravillas (1961) y el realizado por Peter Zumthor para la Bruder Klaus Field Chapel (2007) notamos cómo ambos arquitectos se deshacen de sus propios gestos gracias a la construcción. Es ella quien asume la responsabilidad del proyecto. De esta manera “claridad” y “necesidad”, actúan como marcadores de la levedad proyectual. Una agradable sensación de “sin esfuerzo” o “facilidad aparente”, surge cuando recordamos cómo el proyecto para las aulas de la Universidad de Sevilla (1972) se construyó con los planos de concurso (1/100) y las instrucciones sobre cómo se ponían en contacto los elementos constructivos. Paralelamente, esta “prefabricación de ideas” aparece en la Capilla de Alemania, donde tampoco se necesitaron detalles constructivos, únicamente las precisas instrucciones que fueron dictadas por el arquitecto. Detalles como el techo del Gobierno Civil de Tarragona (1954-57) nos llevan a pensar en las soluciones que fijan el vidrio en techos y fachada en el Kunsthaus de Bregenz (1990-97). ¿Conocería Peter Zumthor los escritos de Sota en defensa de lo que el llamaba arquitectura “física” cuando, en el año 2000, diseñó el proyecto para el Pabellón Suizo en la Exposición de Hannover? Alejandro de la Sota no necesita utilizar piedra del lugar para dar al edificio de Correos en León un carácter “imponente”, sólo trabajar la chapa de la manera adecuada. Tampoco Peter Zumthor necesita diseñar un vidrio aposta para la fachada de Bregenz. Es la precisión de ambos arquitectos quien les permite acercarse a un concepto tan “inasible” como el que les pone en relación.
Resumo:
Rafael Moneo se enfrenta a la arquitectura religiosa en la madurez de su carrera profesional. Toma como punto de partida el tipo, y confía en la manipulación del mismo como herramienta proyectual, y recurre a su memoria del espacio sagrado, sus recuerdos de la mejor arquitectura religiosa. Con el primer proceso dispone el edificio en el lugar y organiza su funcionamiento. En el segundo, trata de dotar de carácter al espacio, muy importante en estos casos para que los fieles se puedan identificar con el edificio. Las arquitecturas del pasado, Bizancio, las catedrales góticas, el Barroco, y referentes más recientes, como Bryggman, Scarpa, y principalmente la capilla de Ronchamp. En la arquitectura religiosa de Rafael Moneo están presentes los temas que han sido importantes a lo largo de su trayectoria. Así la atención a los condicionantes específicos del lugar en el que se asienta la obra, la integración de la historia de la arquitectura con las nuevas disciplinas y los modos de construcción, la reflexión sobre el tipo y la simbiosis que establece entre el tratamiento de la luz y la materialidad del edificio.
Resumo:
El entorno alpino de los Grisones ha sido un laboratorio donde experimentar un método arquitectónico procedente de diversas fuentes durante los años 70 en la ETHZ. Este método ha producido durante las últimas tres décadas un discurso teórico propiamente suizo alemán. La tradición continúa siendo un valor cultural para la comunidad alpina de los Grisones, que apuesta por seguir relacionando la arquitectura con su historia y su paisaje. La especificidad de cada entorno suizo alemán es un hecho obvio pero, por encima de sus rasgos característicos, hay un denominador común que les da unidad en silencio: se trata de una idea de la construcción. El fenómeno de los Grisones es territorial en su localización concreta, pero comparte el trasfondo teórico del resto de la arquitectura suizo alemana reciente. La tesis recorre transversalmente las condiciones que han dado lugar a esa trayectoria común hasta la actualidad, en que la arquitectura suizo alemana se halla precisamente en un momento de cambio generacional. La obra de Peter Märkli constituye en esta tesis un paradigma de la voluntad suizo alemana por formar parte de la continuidad cultural de la arquitectura, como una actitud de resistencia compartida frente al mundo globalizado. La tesis se articula a partir de ocho proyectos recientes, realizados por arquitectos suizo alemanes en el entorno del territorio alpino de los Grisones. Estos proyectos condensan la trayectoria arquitectónica suizo alemana durante el siglo XX, así como el fenómeno arquitectónico que ha tenido lugar en el entorno de los Grisones durante las últimas tres décadas. La tesis analiza a través de cada pareja de proyectos los episodios teóricos, artísticos y filosóficos más relevantes que se sintetizan en estas obras, así como sus referentes arquitectónicos y la dimensión trascendente de los materiales en los que la cultura suiza hunde sus raíces: la madera, la piedra y el hormigón. Las vanguardias pictóricas, el Movimiento Moderno y las corrientes humanistas y regionalistas que se fueron sucediendo durante el pasado siglo, configuran el escenario en el que tomó cuerpo la sensibilidad arquitectónica suizo alemana reciente, que emerge a través de la compleja red de relaciones establecidas entre el panorama suizo y el internacional. El mismo bagaje teórico subyace al territorio suizo alemán a nivel general, por lo que asociarlo a través de esta tesis a proyectos realizados en un entorno característico, permite acceder a una realización concreta de ese debate en un entorno tan particular como son los Grisones. La aproximación a los proyectos es de carácter fenomenológico: la experiencia directa de los mismos ha sido el sustrato fundamental del enfoque de la tesis. El trabajo de campo no se limitó a visitar los proyectos que vertebran la tesis, sino que trató de abarcar las obras más relevantes de la producción suizo alemana reciente en los Grisones, con el fin de adquirir cierto grado de sensibilidad perceptiva hacia la singularidad de su identidad territorial. La tesis hace especial hincapié en las obras de Peter Märkli y Peter Zumthor, representantes de los dos extremos del discurso suizo alemán reciente, respecto a la materialidad y al carácter de la secuencia espacial, sistemático o fluido respectivamente, pero que asimismo comparten el clasicismo formalista que subyace al fenómeno suizo alemán. Los dos proyectos que establecen el periodo 1992-2004 explorado por esta investigación constituyen dos hitos fundamentales. El Museo de La Congiunta en Giornico de Peter Märkli se construyó en 1992 y se erige a partir de entonces como un icono arquitectónico de la condensación típicamente suizo alemana de base reductiva. Este paradigma de síntesis conceptual y constructiva comenzó a forjarse en la década de 1930 de la mano del Konkrete Kunst formulado por Max Bill, que es la única manifestación artística genuinamente suiza del siglo XX y que desarrolló pictóricamente los valores de precisión, rigor, racionalismo y abstracción afines a la sensibilidad suizo alemana. En segundo lugar, el proyecto para la rehabilitación de la Villa Garbald y la construcción de la Torre Roccolo en Castasegna llevado a cabo por Miller & Maranta en 2004, supuso la consumación de la Analoge Architektur, que fue la primera corriente arquitectónica propiamente suiza, desarrollada durante la década de 1980 por Miroslav Sik. La Deutscher Tendenza es un periodo de la trayectoria suizo alemana reciente poco conocido, representado por una figura tan relevante como es Peter Zumthor. Las obras que proyectó Zumthor entre 1979 y 1985 forman parte de un periodo en que el arquitecto se encontraba profundamente influido por el neorracionalismo italiano, como ilustra la escuela de Churwalden de 1983. La arquitectura suizo alemana reciente exploró sistemáticamente los sistemas compositivos de las vanguardias pictóricas y del Movimiento Moderno, por encima de su formalismo concreto. La segunda fase de la obra de Zumthor entre 1985 y 1996 se caracteriza por la transfiguración del plano libre del sistema compositivo neoplasticista desarrollado por De Stijl, plano que adquirió grosor hasta convertirse en la caja articuladora de la fluidez de la secuencia espacial. El formalismo de Zumthor en esta fase implica la prioridad del esquema compositivo, compuesto por un perímetro regular en el que se reúnen las cajas que, como las superficies de color de las composiciones de Mondrian, articulan el espacio a su alrededor. La Residencia de Masans de Zumthor de 1993 es un proyecto canónico de este sistema compositivo, que culmina en el esquema radial de las Termas de Vals de 1996. La imagen poética se convirtió en el lenguaje propio del pensamiento de la arquitectura suizo alemana, que permitía una reflexión no verbal, a partir de unos pocos arquetipos fundamentales. Los arquitectos del Ticino buscaron en la Tendenza italiana durante la década de 1970 una alternativa al insostenible modelo territorial que estaba destruyendo su paisaje cultural. Algunos de estos arquitectos comenzaron a dar clase durante esa década en la ETHZ, por lo que transmitieron sus inquietudes al alumnado e introdujeron a Aldo Rossi en la facultad, que era uno de los máximos representantes de la Tendenza. El método analógico de Rossi, basado en la psicología analítica de Carl Jung, fue una influencia fundamental en la ETHZ durante los años 70. Rossi partía de una teoría afín al colectivo intelectual suizo que los arquitectos de la ETHZ pronto comprendieron que debían independizar del contexto italiano, desarrollando su propio método a partir de 1985 con la Analoge Architektur. El valor de la preexistencia de acuerdo a este método incipiente se hallaba en su papel articulador de la continuidad cultural de una comunidad, que Miroslav Sik definió a partir de su concepto de Altneue (literalmente, lo Nuevo-Viejo). La fusión entre lo nuevo y lo viejo era la base de la espontaneidad con la que habían crecido los asentamientos históricamente. Sik consideraba que la continuidad dependía de la comprensión de los patrones preexistentes, con el objeto de mantener su vigencia mediante la incorporación de estrategias contemporáneas, que renovarían su significado sin perder su esencia. La Casa Gugalun en Versam de Zumthor de 1994 supone una aproximación a escala doméstica a este planteamiento. La arquitectura suizo alemana reciente a menudo busca en sus referentes plásticos una manera de explorar ámbitos poco accesibles para la disciplina arquitectónica. El pensamiento arquitectónico basado en la imagen poética se implementa a partir de la tectónica de la construcción, que es el medio para comunicar una idea vertebradora del proyecto de principio a fin. La construcción como medio introduce el concepto clave de la apariencia de la arquitectura, estrechamente relacionado con la filosofía idealista de Friedrich Schiller. La apariencia debe expresar el sentido conceptual de la obra, que los arquitectos suizo alemanes denominan idea, por lo que la construcción no tiene un valor por sí misma, sino en cuanto a la apariencia. La Capilla de Oberrealta de Christian Kerez de 1993 puede ser considerada una obra escultórica en el paisaje, más próxima a las artes plásticas que a la arquitectura. La tensión que surge entre la figura ideal y la pieza sometida a una sutil deformación confiere un carácter dinámico a la composición, que intensifica el efecto perceptivo, de acuerdo a la teoría del pensamiento visual de Rudolph Arnheim. La deformación al servicio de la psicología de la percepción es un fenómeno que caracteriza la arquitectura suizo alemana reciente. El concepto de Forme Forte (forma fuerte) fue introducido por Martin Steinmann para caracterizar el objeto arquitectónico denominado internacionalmente Swiss Box. Este concepto se caracteriza por una predilección por lo monolítico, lo unitario y lo arquetípico. La condición más sustancial de una Forme Forte es, sin embargo, la de configurar un elemento estructurador del entorno. Tanto la base morfológica de una Forme Forte, como su capacidad para estructurar el lugar, se corresponden con los conceptos de arquetipo y monumento de la teoría de Rossi. La tesis explora el sentido de la deformación en la producción suizo alemana reciente, a partir de la Escuela de Paspels de Valerio Olgiati de 1998 y la Torre Roccolo de Villa Garbald de Miller&Maranta de 1998. La teoría tectónica de Gottfried Semper y la razón de la forma de Adolf Loos constituyen el sustrato teórico, que relaciona la actividad existencial de habitar con la materialidad de la arquitectura suizo alemana reciente. La teoría tectónica de Semper fundamenta las revisiones posteriores de los sistemas constructivos tradicionales suizo alemanes. Esta influencia sirvió como base a la vanguardia suiza de la Neues Bauen, que desarrolló un racionalismo funcionalista durante las décadas de 1920 y 1930, que constituye una gramática de base no simbólica. Esta gramática constituye el fundamento de la transición del orden clásico a la materialidad como instrumento compositivo durante la segunda mitad del siglo XX, consolidando el concepto de la base material de la forma. La revisión de la tradición regionalista y racionalista llevada a cabo por la generación de arquitectos suizo alemanes de la década de 1950 y 1960, constituyó una investigación lingüística sustancial. Rudolph Olgiati es la figura determinante de este periodo. La revisión de esta investigación se codificó en clave estructuralista durante los años 70 en la ETHZ, influenciada por la presencia de Roland Barthes como profesor invitado. Esta revisión constituyó la base de la articulación tectónica propiamente suizo alemana todavía vigente, como ilustra expresamente la obra de Burkhalter&Sumi en esta tesis. La obra de Gion Caminada en Vrin entre 1995 y 2002 aporta una intensa investigación sobre el Strickbau, que implementa una y otra vez variaciones sobre un sistema tradicional, ilustrando las infinitas posibilidades que ofrece un lenguaje, paradójicamente limitado por los medios disponibles en un entorno alpino aislado. Para terminar Jürg Conzett es el ingeniero con el que han desarrollado sus proyectos la mayoría de los arquitectos en el entorno de los Grisones, formado durante 8 años con Zumthor y colaborador habitual de Caminada entre otros. Conzett es el referente que relaciona la ingeniería con la arquitectura en el ámbito de esta tesis, imprescindible en el contexto de esta investigación. ABSTRACT The Alpine setting of Grisons has been a laboratory for architectural experimentation with an approach forged in the 1970s from various sources in the Swiss Federal Institute of Technology in Zurich (ETHZ). This method has produced a uniquely German-Swiss theoretical discourse over the past three decades. Tradition continues to be a cultural value for Grisons, a region committed to continue linking its architecture with the region’s history and landscape. The specificity of the German-Swiss environment is obvious, but beyond its characteristic features, there is a common denominator that gives these settings a silent unity: it is an idea of building. The phenomenon of Grisons is geographic in its specific location, but it shares the theoretical basis of the rest of the new German-Swiss architecture. This thesis transversely delves into the conditions that have shaped this common path up to the present, just as German-Swiss architecture is going through a time of generational change. In this thesis, Märkli Peter's work constitutes a paradigm of the German-Swiss will to uphold the cultural and architectural continuity of the region, exemplifying an attitude of shared resistance to the globalized world. The thesis is structured around eight recent projects carried out by German-Swiss architects in the Alpine region of Grisons. These projects represent the trajectory of twentieth century German-Swiss architectural history, as well as the architectural phenomenon that has taken place in the environs of Grisons over the past three decades. Through these projects the thesis analyzes the most relevant theoretical, artistic and philosophical references that are synthesized in the works, as well as their architectural references and the transcendental dimension of the materials in which Swiss culture is rooted: wood, stone and concrete. The artistic avant-garde, together with Modernism and the humanistic and regional movements that occurred during the last century, set the stage for present-day German-Swiss architectural sensitivity, which emerges from a complex web of relationships established between the Swiss and international panorama. This same theoretical background and experience underlies all of the German-Swiss territory in general, so associating it through this thesis to a particular context allows the description of a specific embodiment of this debate, within the unique environment of Grisons. The methodological approach to analyzing the projects was phenomenological: direct experience is the main substrate underpinning the focus of the thesis. Field work was not limited to visiting the projects featured in the thesis, but rather encompassed the most important works of recent German-Swiss construction in the Grisons in order to gain some degree of perceptual sensitivity to the uniqueness of its territorial identity. The present paper puts special emphasis on the works of Peter Märkli and Peter Zumthor, who share the formal classicist perspective of the German-Swiss context but stand on opposite sides of the philosophical spectrum with regard to the notion of materiality and the nature of space, which they conceive as systematic or fluid, respectively. The two projects that establish the boundaries of the time period 1992–2004 explored by this research represent two key milestones. The Museum La Congiunta in Giornico, by Peter Märkli, was built in 1992 and quickly established itself as an architectural icon of German-Swiss reductionism. This paradigm of conceptual and constructive synthesis began to take shape in the 1930s under the banner of Konkrete Kunst (Concrete Art), led by Max Bill. The only genuinely Swiss artistic movement of the twentieth century, Konkrete Kunst was characterized by the artistic values of precision, rigor, rationalism and abstraction, sentiments that were very close to the German-Swiss tradition. Secondly, the project for the rehabilitation of Villa Garbald and the construction of the Roccolo Tower in Castasegna, conducted by Miller&Maranta in 2004, represented the consummation of the Analoge Architektur, which was the first truly Swiss architectural movement, spearheaded in the 1980s by Miroslav Sik. The Deutscher Tendenza is a little-known period of recent German-Swiss history, represented by the important figure of Peter Zumthor. The projects that Zumthor led between 1979 and 1985 are part of a period when Italian Neo-Rationalism exercised a profound influence on the architect, as illustrated by the Churwalden School, circa 1983. Recent German-Swiss architecture systematically explored the compositional systems of the artistic avant-garde and Modernism, beyond its specific formal aspects. The second phase of Zumthor's work, between 1985 and 1996, is characterized by the transfiguration of the free plane, neoplastic compositional system developed by De Stijl, a plane that thickened until it became the box articulating fluidity from the spatial sequence. Zumthor's formalism in this phase prioritizes the compositional scheme, consisting of a regular perimeter in which the boxes that -like Mondrian’s colored surfaces- arrange the space around it. Zumthor’s Masans Residence, circa 1993, is a canonical project of this compositional system, which culminates in the radial pattern of the Therme Vals, circa 1996. The poetic image became the appropriate language of thought for German-Swiss architecture, which invited a nonverbal reflection inspired by a few fundamental archetypes. The architects of Ticino sought, through the Italian Tendenza of the 1970s, an alternative to the unsustainable territorial model that was destroying their cultural landscape. Some of these architects began to teach during that decade at ETHZ, and naturally they transmitted their unease to their students. These architects also introduced Aldo Rossi, one of the leading representatives of the Tendenza, to the school. Rossi’s analogue method, based on the analytical psychology of Carl Jung, was a major influence on the ETHZ during the 1970s. Rossi’s theoretical grounding was very much in tune with Swiss intellectualism, and it did not take long for architects from ETHZ to realize that they should break away from the Italian context, developing their own method from 1985 on with the Analoge Architektur. The value of the pre-existing conformity of this emerging method, stemmed from its role in facilitating the cultural continuity of a community, which Miroslav Sik defined in his concept of Altneue (literally, Old-new). This fusion of old and new was the basis for the spontaneity with which settlements had historically grown. Sik considered that continuity depended on understanding the existing patterns and sustaining their relevance through the incorporation of contemporary strategies, which would renew their meaning without losing their essence. Zumthor’s Gugalun House in Versam, circa 1994, is a domestic-scale approach to this philosophy. Modern German-Swiss architecture often looks to its references in visual art for a way to explore areas that are normally inaccessible to the architectural discipline. Architectural thinking based on the poetic image is achieved through a building’s tectonics, which communicate the core idea of a project from start to finish. The understanding of construction as a medium introduces the key concept of the appearance in architecture, closely related to the idealistic philosophy of Friedrich Schiller. The appearance should express the conceptual meaning of the work, which German-Swiss architects call the idea, so that the building does not have value in and of itself, but only in terms of its appearance. The Oberrealta Chapel by Christian Kerez, circa 1993, can be considered a sculpture in the landscape, closer to the visual arts than to architecture. The tension that arises between the ideal figure and the piece subjected to a subtle deformation confers a dynamic character onto the composition, intensifying the perceptual effect, according to Rudolf Arnheim’s theory of visual thought. The deformation in the service of the psychology of perception is a phenomenon that characterizes recent German-Swiss architecture. Martin Steinmann introduced the Forme Forte (Strong Form) concept to describe the architectural object known internationally as the Swiss Box. This concept is characterized by a predilection for all things monolithic, unitary and archetypal. The most substantial condition of a Forme Forte, however, is the configuration of a structuring element in the environment. Both the morphological basis of a Forme Forte and its ability to frame the place, correspond to the concepts of archetype and monument put forward by Rossi’s theory. The present thesis explores the sense of deformation in recent German-Swiss production, based on the School of Paspels by Valerio Olgiati, circa 1998 and the Roccolo Tower in Villa Garbald, by Miller&Maranta, circa 1998. Gottfried Semper’s tectonic theory and Adolf Loos’s reason for form constitute the theoretical foundation that links the existential activity of dwelling to the materiality of recent German-Swiss architecture. Semper’s tectonic theory laid the foundation for subsequent revisions of the German-Swiss traditional building systems. This influence was the basis for the Swiss avant-garde of Neues Bauen, which developed a functional rationalism during the 1920s and 30s that served as a non-symbolic grammatical foundation for the transition from classical order to materiality as a compositional tool. During the second half of the twentieth century, this architectural grammar helped consolidate the concept of the material base of the form. The revision of the regionalist and rationalist tradition, carried out by the generation of German-Swiss architects of the 1950s and 60s, constituted a substantial linguistic investigation. Rudolph Olgiati is the key figure of this period. The research was codified in terms of structuralism in the 1970s in ETHZ and influenced by the presence of Roland Barthes as a visiting professor. This revision was the basis of the uniquely German-Swiss tectonic design still in use today, as specifically illustrated by the work of Burkhalter & Sumi in this thesis. Gion Caminada's work in Vrin between 1995 and 2002 offers an extensive study on the Strickbau, which implements variations on a traditional system again and again, illustrating the endless possibilities of a language that paradoxically seems limited by the available resources in a remote Alpine setting. Finally, Jürg Conzett is the engineer with whom most architects in the Grisons region have developed their projects. Trained under Zumthor for 8 years, and a regular collaborator of Caminada, among others, Conzett is the reference point linking engineering with architecture in this thesis, essential in the context of this research.
Resumo:
La escalera de caracol es uno de los elementos que mejor define la evolución de la construcción pétrea a lo largo de nuestra historia moderna. El movimiento helicoidal de las piezas de una escalera muestra, con frecuencia, el virtuosismo que alcanzaron los maestros del arte de la cantería y la plasticidad, expresividad y ligereza de sus obras. A pesar de su origen exclusivamente utilitario y de su ubicación secundaria, se convertirán en signo de maestría y en elementos protagonistas del espacio que recorren y de la composición de los edificios, como es el caso de las grande vis de los Châteaux franceses del XVI como Blois, Chateaudun o Chambord o los schlosses alemanes como el de Hartenfels en Torgau. Este protagonismo queda patente en los tratados y manuscritos de cantería, elaborados fundamentalmente en España y Francia, a partir del siglo XVI que recogen un gran número de variantes de escaleras de caracol entre sus folios. Breve historia de la escalera de Caracol Los ejemplos más antiguos conocidos de escaleras de caracol en Occidente provienen de los primeros siglos de nuestra era y están asociados a construcciones de tipo conmemorativo, funerario o civil, romanas. Destaca de entre ellas la columna trajana, construida en el 113 por Apolodoro de Damasco en los Foros de Roma. Esta columna, conservada en la actualidad, fue profusamente representada por los tratados de arquitectura desde el Renacimento como el de Serlio, Caramuel, Piranesi, Rondelet y, más recientemente, Canina. Choisy describe en El arte de construir en Bizancio un grupo de escaleras de caracol cubiertas por bóvedas helicoidales y construidas entre el siglo IV y VIII; a esta misma época pertenecen otras escaleras con bóvedas aparejadas de forma desigual con sillarejos y sillares de pequeño tamaño sin reglas de traba claras, pensadas al igual que las de Choisy para ser revestidas con un mortero. Herederas de estas bóvedas de la antigüedad son las escaleras de caracol de la Edad Media. Así las describe Viollet le Duc: “compuestas por un machón construido en cantería, con caja perimetral circular, bóveda helicoidal construida en piedra sin aparejar, que se apoya en el machón y sobre el paramento circular interior. Estas bóvedas soportan los peldaños en los que las aristas son trazadas siguiendo los radios del círculo”. En esta misma época, siglos XI y XII, se construyen un grupo de escaleras de caracol abovedadas en piedra de cantería vista: las de la torre oeste de Notre Dame des Doms en Avignon, las de la tour de Roi, de Évêque y Bermonde de los Chateaux de Uzés, las gemelas de las torres de la Catedral Saint Théodorit de Uzés y la conocida escalera del transepto de la Abadía de Saint Gilles. Ésta última dará el nombre a uno de los modelos estereotómicos de mayor complejidad del art du trait o arte de la cantería: la vis Saint Gilles, que aparece en la mayoría de los textos dedicados al corte de piedras en España y Francia. La perfección y dificultad de su trazado hizo que, durante siglos, esta escalera de caracol fuera lugar de peregrinación de canteros y se convirtiera en el arquetipo de un modelo representado con profusión en los tratados hasta el siglo XIX. A partir del siglo XIII, será el husillo el tipo de escalera curva que dará respuesta a las intenciones de la arquitectura a la “moderna” o gótica. Estas escaleras con machón central se generalizarán, insertándose en un complejo sistema de circulaciones de servicio, que conectaban por completo, en horizontal y vertical, los edificios. Estos pasadizos horizontales y estas conexiones verticales, hábilmente incorporadas en el espesor de contrafuertes, machones, esquinas, etc, serán una innovación específicamente gótica, como señala Fitchen. La pieza de peldaño, que se fabrica casi “en serie” reflejará fielmente el espíritu racional y funcionalista de la arquitectura gótica. Inicialmente los peldaños serán prismáticos, sin labrar por su cara interior; después, éstos darán paso a escaleras más amables con los helicoides reglados formando su intradós. Insertos en construcciones góticas y en convivencia con husillos, encontramos algunos ejemplos de escaleras abovedadas en el siglo XIII y XIV. Estamos hablando de la escalera de la torre este del Castillo de Maniace en Siracusa, Sicilia y la escalera de la torre norte del transepto de la Catedral de Barcelona. En ambos casos, los caracoles se pueden relacionar con el tipo vis de Saint Gilles, pero incorporan invariantes de la construcción gótica que les hace mantener una relación tipológica y constructiva con los husillos elaborados en la misma época. En la segunda mitad del siglo XV aparecen, vinculadas al ámbito mediterráneo, un conjunto de escaleras en las que el machón central se desplaza transformándose en una moldura perimetral y dejando su lugar a un espacio hueco que permite el paso de la luz. Los tratados manuscritos de cantería que circulan en el XVI y XVII por España recogen el modelo con su denominación: caracol de Mallorca. Varios autores han mantenido la tesis de que el nombre proviene de la escalera situada en la torre noroeste de la Lonja de Palma de Mallorca. Los Manuscritos y tratados de Cantería y las escaleras de caracol Coincidiendo con la apertura intelectual que propicia el Renacimiento se publican algunos tratados de arquitectura que contienen capítulos dedicados al corte de las piedras. El primero de ellos es Le premier tome de l’Architecture de Philibert de L’Orme, publicado en 1567 en Francia. En España tenemos constancia de la existencia de numerosos cuadernos profesionales que circulaban entre los canteros. Varias copias de estos manuscritos han llegado hasta nuestros días. Los más completos son sin duda, las dos copias que se conservan del tratado de arquitectura de Alonso de Vandelvira, una en la Biblioteca Nacional y otra en la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y el manuscrito titulado Cerramientos y trazas de Montea de Ginés Martínez de Aranda. Todas estas colecciones de aparejos, con excepción de la atribuida a Pedro de Albiz, presentan trazas de escaleras de caracol. En los siglos XVII y XVIII los textos en España más interesantes para nuestras investigaciones son, como en el XVI, manuscritos que no llegaron a ver la imprenta. Entre ellos destacan De l’art del picapedrer de Joseph Gelabert y el Cuaderno de Arquitectura de Juan de Portor y Castro. Estos dos textos, que contienen varios aparejos de caracoles, están claramente vinculados con la práctica constructiva a diferencia de los textos impresos del XVIII, como los del Padre Tosca o el de Juan García Berruguilla, que dedican algunos capítulos a cortes de Cantería entre los que incluyen trazas de escaleras, pero desde un punto de vista más teórico. Podemos agrupar las trazas recogidas en los manuscritos y tratados en cinco grandes grupos: el caracol de husillo, el caracol de Mallorca, los caracoles abovedados, los caracoles exentos y los caracoles dobles. El husillo, de procedencia gótica, permanece en la mayoría de nuestros textos con diferentes denominaciones: caracol de husillo, caracol de nabo redondo o caracol macho. Se seguirá construyendo con frecuencia durante todo el periodo de la Edad Moderna. Los ejemplares más bellos presentan el intradós labrado formando un helicoide cilíndrico recto como es el caso del husillo del Monasterio de la Vid o el de la Catedral de Salamanca o un helicoide axial recto como en el de la Capilla de la Comunión en la Catedral de Santiago de Compostela. La diferencia estriba en la unión del intradós y el machón central: una amable tangencia en el primer caso o un encuentro marcado por una hélice en el segundo. El segundo tipo de caracol presente en casi todos los autores es el caracol de Mallorca. Vandelvira, Martínez de Aranda, y posteriormente Portor y Castro lo estudian con detenimiento. Gelabert, a mediados del siglo XVII, nos recordará su origen mediterráneo al presentar el que denomina Caracol de ojo abierto. El Caracol de Mallorca también estará presente en colecciones de aparejos como las atribuidas a Alonso de Guardia y Juan de Aguirre, ambas depositadas en la Biblioteca Nacional y en las compilaciones técnicas del siglo XVIII, de fuerte influencia francesa, aunque en este caso ya sin conservar su apelación original. El Caracol que dicen de Mallorca se extiende por todo el territorio peninsular de la mano de los principales maestros de la cantería. Los helicoides labrados con exquisita exactitud, acompañados de armoniosas molduras, servirán de acceso a espacios más representativos como bibliotecas, archivos, salas, etc. Es la escalera de la luz, como nos recuerda su apelación francesa, vis a jour. Precisamente en Francia, coincidiendo con el renacimiento de la arquitectura clásica se realizan una serie de escaleras de caracol abovedadas, en vis de Saint Gilles. Los tratados franceses, comenzando por De L’Orme, y siguiendo por, Jousse, Derand, Milliet Dechales, De la Hire, De la Rue, Frezier, Rondelet, Adhémar o Leroy, entre otros, recogen en sus escritos el modelo y coinciden en reconocer la dificultad de su trazado y el prestigio que adquirían los canteros al elaborar este tipo de escaleras. El modelo llega nuestras tierras en un momento histórico de productivo intercambio cultural y profesional entre Francia y España. Vandelvira, Martínez de Aranda y Portor y Castro analizan en sus tratados la “vía de San Gil”. En la provincia de Cádiz, en la Iglesia Mayor de Medina Sidonia, se construirá el más perfecto de los caracoles abovedados de la España renacentista. También en la provincia de Cádiz y vinculadas, posiblemente, a los mismos maestros encontramos un curioso grupo de escaleras abovedadas con generatriz circular horizontal. A pesar del extenso catálogo de escaleras presentes en la tratadística española, no aparece ninguna que muestre una mínima relación con ellas. Desde el punto de vista de la geometría, estamos ante uno de los tipos de escaleras que describe Choisy en El arte de construir en Bizancio. Se trata de escaleras abovedadas construidas por hojas y lechos horizontales. Los caracoles abovedados tendrán también su versión poligonal: la vis Saint Gilles quarré o el caracol de emperadores cuadrado en su versión vandelviresca. Las soluciones que dibujan los tratados son de planta cuadrada, pero la ejecución será poligonal en los raros ejemplos construidos, que se encuentran exclusivamente en Francia. Su geometría es compleja: el intradós es una superficie reglada alabeada denominada cilindroide; su trazado requiere una habilidad extrema y al ser un tanto innecesaria desde el punto de vista funcional, fue muy poco construida. Otro tipo de escalera habitual es la que Vandelvira y Martínez de Aranda denominan en sus tratados “caracol exento”. Se trata de una escalera volada alrededor de un pilar, sin apoyo en una caja perimetral y que, por lo tanto, debe trabajar en ménsula. Su función fue servir de acceso a espacios de reducidas dimensiones como púlpitos, órganos o coros. Encontramos ejemplos de estos caracoles exentos en el púlpito de la catedral de Viena y en España, en la subida al coro de la Iglesia arciprestal de Morella en Valencia. El largo repertorio de escaleras de caracol prosigue en los tratados y en las múltiples soluciones que encontramos en arquitecturas civiles y religiosas en toda Europa. Hasta varios caracoles en una sola caja: dobles e incluso triples. Dobles como el conocido de Chambord, o el doble husillo del Convento de Santo Domingo en Valencia, rematado por un caracol de Mallorca; triples como la triple escalera del Convento de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela. La tratadística española recogerá dos tipos de caracoles dobles, el ya comentado en una sola caja, en versiones con y sin machón central, definidos por Martínez de Aranda, Juan de Aguirre, Alonso de Guardia y Joseph Gelabert y el caracol doble formado por dos cajas diferentes y coaxiales. Vandelvira lo define como Caracol de Emperadores. Será el único tipo de caracol que recoja Cristobal de Rojas en su Teoría y Práctica de Fortificación. No hay duda que las escaleras de caracol han formado parte de un privilegiado grupo de elementos constructivos en constante evolución e investigación a lo largo de la historia de la arquitectura en piedra. Desde el cantero más humilde hasta los grandes maestros catedralicios las construyeron y, en muchos casos, crearon modelos nuevos en los pergaminos de sus propias colecciones o directamente sobre la piedra. Estos modelos casi experimentales sirvieron para encontrar trabajo o demostrar un grado de profesionalidad a sus autores, que les hiciera, al mismo tiempo, ganarse el respeto de sus compañeros. Gracias a esto, se inició un proceso ese proceso de investigación y evolución que produjo una diversidad en los tipos, sin precedentes en otros elementos similares, y la transferencia de procedimientos dentro del arte de la cantería. Los grandes autores del mundo de la piedra propusieron multitud de tipos y variantes, sin embargo, el modelo de estereotomía tradicionalmente considerado más complejo y más admirado es un caracol de reducidas dimensiones construido en el siglo XII: la Vis de Saint Gilles. Posiblemente ahí es donde reside la grandeza de este arte.
Resumo:
Este proyecto es un parque eólico en el mar (“offshore”). Este parque se encuentra ubicado en costas catalanas, al este de España, y más concretamente, es un parque eólico offshore ubicado en el municipio de Tarragona, provincia de Tarragona, a unos 3,5 km de la costa. Se trata de un parque eólico de 49,5 MW para la producción de energía para la empresa Iberdrola. Este proyecto supone una voluntad de avanzar en el desarrollo de proyectos de construcción de infraestructuras para la producción de energía a partir de recursos naturales, en este caso el viento en España, tomando como referencia la situación actual en nuestro país y su posible evolución futura gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías
Resumo:
La tesis ≪Peter Celsing en el complejo de Sergels torg. La Casa de la Cultura de Estocolmo ≫ intenta profundizar en la obra de este autor, en sus conexiones con otras arquitecturas y arquitectos de su entorno físico y temporal, que constituye uno de los episodios más interesantes y menos conocidos de la arquitectura nórdica. El objeto particular de estudio es la Casa de la Cultura dentro del complejo de Sergels torg como pieza clave que marca un antes y un después en su trayectoria. Se observa un proceso de desarrollo constante, que se fue gestando paulatinamente, y que en este ejercicio alcanza su punto álgido. Además, los proyectos que coexistieron con su evolución, y los posteriores, filtraron las inquietudes latentes del mayor reto al que se había enfrentado, dando pie a resultados novedosos en su producción. La investigación se estructura en tres capítulos. El primero, ≪Aprendizaje≫, examina sus experiencias de juventud, viajes de estudios y lecciones de sus maestros; así como sus inicios profesionales en el proyecto de restauración de la Catedral de Uppsala y en sus iglesias junto a Lewerentz. En ese periodo prima lo formal y escultórico, el hormigón y el ladrillo artesanal, y como referencia Le Corbusier y la capilla de Ronchamp. El segundo capítulo, ≪Obra≫, estudia el concurso que da origen a la Casa de la Cultura, su proceso de gestación y diseño, y las modificaciones posteriores durante su construcción. De repente emergen las cualidades espaciales y los sistemas estructurales aprendidos de Mies en el Crown Hall de Chicago, la gran escala de la metrópoli y las soluciones industriales ligeras. El tercer capítulo, ≪Madurez≫, sirve de cierre, y revisa su trayectoria posterior con relación a la obra referida. Tras este edificio, el diseño de las propuestas coetáneas se vuelve más abstracto y sencillo, gana en autonomía, rotundidad, atrevimiento y carácter. Las conclusiones verifican el cambio de actitud y de paradigmas. Hay elementos como las distorsiones, los contrastes y las manipulaciones, aprendidas en sus primeros años de formación y junto a Lewerentz, si bien es cierto que ahora han aumentado proporcionalmente a la escala de sus intervenciones e incluso se observan en el detalle, como sucede en el encuentro de los materiales y su montaje. Su visión, su punto de vista se eleva, y la pieza adopta una volumetría compacta y unitaria. Cada nuevo trabajo sintetiza un enfoque más universal y abierto en conceptos y metodología operativa. Sus preocupaciones nos hablan de un arquitecto consciente de su tiempo y cuya arquitectura final mira ya al siglo XXI. ABSTRACT The thesis ≪Peter Celsing in the complex of Sergels torg. The House of Culture in Stockholm ≫ delves deeper into the work of this author, in his connections with other architectures and architects of his physical and temporal surroundings, which is one of the most interesting and least known episodes of Nordic architecture. The particular focus of this study is how the House of Culture, a key point within the complex of Sergels torg, marks a before and after in his career. There is an observable process of constant development, which was growing steadily, and reaches its critical point in this exercise. In addition, the projects that coexisted during his evolution and those that came before, reveal latent concerns leading up to the biggest challenge he would face, ultimately giving way to new developments in his work. The study is divided into three chapters. The first, ≪Learning≫, examines his experiences as a youth, academic trips and lessons from his masters; as well as his professional beginnings alongside Lewerentz in the restoration project of Uppsala Cathedral and his churches. In that period the formal and sculptural were given preference, also concrete and handmade brick. And as reference, there is Le Corbusier and the chapel at Ronchamp. The second chapter, ≪Work≫, studies the competition that gives rise to the House of Culture, the gestation process and design and subsequent amendments during its construction. Suddenly the spatial qualities and structural systems learned from Mies in Crown Hall of Chicago emerge, the large scale of the metropolis and light industrial solutions. The third chapter, ≪Maturity≫, serves as the closure and examines his subsequent career in relation to said work. After this building, the design of coetaneous proposals become more abstract and simple, gaining autonomy, firmness, boldness and character. The conclusions verify the change in attitudes and paradigms. There are elements such as distortions, contrasts and manipulations, learned in his early years of training and with Lewerentz, that have now undeniably increased in proportion to the scale of their involvement and can even be observed in detail, as so happens in the joining of materials and assembly. His vision, his point of view is heightened, and the piece adopts a single and compact volume. Each new work synthesizes a more universal and open focus in concepts and operational methodology. His concerns speak of an architect aware of his time and whose final architecture now looks toward the 21st century.