25 resultados para Forces de tension
Resumo:
The stability of slender, axisymmetric liquid bridges held by surface tension forces between two coaxial, parallel solid disks having different radii is studied by using standard perturbation techniques. The results obtained show that the behaviour of such configurations becomes similar to that of liquid bridges between equal disks when subject to small axial gravity forces.
Resumo:
La presente tesis es un estudio analítico y numérico del electrospray. En la configuración más sencilla, un caudal constante del líquido a atomizar, que debe tener una cierta conductividad eléctrica, se inyecta en un medio dieléctrico (un gas u otro líquido inmiscible con el primero) a través de un tubo capilar metálico. Entre este tubo y un electrodo lejano se aplica un voltaje continuo que origina un campo eléctrico en el líquido conductor y en el espacio que lo rodea. El campo eléctrico induce una corriente eléctrica en el líquido, que acumula carga en su superficie, y da lugar a un esfuerzo eléctrico sobre la superficie, que tiende a alargarla en la dirección del campo eléctrico. El líquido forma un menisco en el extremo del tubo capilar cuando el campo eléctrico es suficientemente intenso y el caudal suficientemente pequeño. Las variaciones de presión y los esfuerzos viscosos asociados al movimiento del líquido son despreciables en la mayor parte de este menisco, siendo dominantes los esfuerzos eléctrico y de tensión superficial que actúan sobre la superficie del líquido. En el modo de funcionamiento llamado de conochorro, el balance de estos esfuerzos hace que el menisco adopte una forma cónica (el cono de Taylor) en una región intermedia entre el extremo del tubo y la punta del menisco. La velocidad del líquido aumenta al acercarse al vértice del cono, lo cual propicia que las variaciones de la presión en el líquido generadas por la inercia o por la viscosidad entren en juego, desequilibrando el balance de esfuerzos mencionado antes. Como consecuencia, del vértice del cono sale un delgado chorro de líquido, que transporta la carga eléctrica que se acumula en la superficie. La acción del campo eléctrico tangente a la superficie sobre esta carga origina una tracción eléctrica que tiende a alargar el chorro. Esta tracción no es relevante en el menisco, donde el campo eléctrico tangente a la superficie es muy pequeño, pero se hace importante en el chorro, donde es la causa del movimiento del líquido. Lejos del cono, el chorro puede o bien desarrollar una inestabilidad asimétrica que lo transforma en una espiral (whipping) o bien romperse en un spray de gotas prácticamente monodispersas cargadas eléctricamente. La corriente eléctrica transportada por el líquido es la suma de la corriente de conducción en el interior del líquido y la corriente debida a la convección de la carga acumulada en su superficie. La primera domina en el menisco y la segunda en el chorro lejano, mientras que las dos son comparables en una región intermedia de transferencia de corriente situada al comienzo del chorro aunque aguas abajo de la región de transición cono-chorro, en la que el menisco deja de ser un cono de Taylor. Para un campo exterior dado, la acumulación de carga eléctrica en la superficie del líquido reduce el campo eléctrico en el interior del mismo, que llega a anularse cuando la carga alcanza un estado final de equilibrio. El tiempo característico de este proceso es el tiempo de relajación dieléctrica, que es una propiedad del líquido. Cuando el tiempo de residencia del líquido en la región de transición cono-chorro (o en otra región del campo fluido) es grande frente al tiempo de relajación dieléctrica, la carga superficial sigue una sucesión de estados de equilibrio y apantalla al líquido del campo exterior. Cuando esta condición deja de cumplirse, aparecen efectos de relajación de carga, que se traducen en que el campo exterior penetra en el líquido, a no ser que su constante dieléctrica sea muy alta, en cuyo caso el campo inducido por la carga de polarización evita la entrada del campo exterior en el menisco y en una cierta región del chorro. La carga eléctrica en equilibrio en la superficie de un menisco cónico intensifica el campo eléctrico y determina su variación espacial hasta distancias aguas abajo del menisco del orden de su tamaño. Este campo, calculado por Taylor, es independiente del voltaje aplicado, por lo que las condiciones locales del flujo y el valor de la corriente eléctrica son también independientes del voltaje en tanto los tamaños de las regiones que determinan estas propiedades sean pequeños frente al tamaño del menisco. Los resultados experimentales publicados en la literatura muestran que existe un caudal mínimo para el que el modo cono-chorro que acabamos de describir deja de existir. El valor medio y la desviación típica de la distribución de tamaños de las gotas generadas por un electrospray son mínimos cuando se opera cerca del caudal mínimo. A pesar de que los mecanismos responsables del caudal mínimo han sido muy estudiados, no hay aún una teoría completa del mismo, si bien su existencia parece estar ligada a la aparición de efectos de relajación de carga en la región de transición cono-chorro. En esta tesis, se presentan estimaciones de orden de magnitud, algunas existentes y otras nuevas, que muestran los balances dominantes responsables de las distintas regiones de la estructura asintótica de la solución en varios casos de interés. Cuando la inercia del líquido juega un papel en la transición cono-chorro, los resultados muestran que la región de transferencia de corriente, donde la mayor parte de la corriente pasa a la superficie, está en el chorro aguas abajo de la región de transición cono-chorro. Los efectos de relajación de carga aparecen de forma simultánea en el chorro y la región de transición cuando el caudal se disminuye hasta valores de un cierto orden. Para caudales aún menores, los efectos de relajación de carga se notan en el menisco, en una región grande comparada con la de transición cono-chorro. Cuando el efecto de las fuerzas de viscosidad es dominante en la región de transición, la región de transferencia de corriente está en el chorro pero muy próxima a la región de transición cono-chorro. Al ir disminuyendo el caudal, los efectos de relajación de carga aparecen progresivamente en el chorro, en la región de transición y por último en el menisco. Cuando el caudal es mucho mayor que el mínimo del modo cono-chorro, el menisco deja de ser cónico. El campo eléctrico debido al voltaje aplicado domina en la región de transferencia de corriente, y tanto la corriente eléctrica como el tamaño de las diferentes regiones del problema pasan a depender del voltaje aplicado. Como resultado de esta dependencia, el plano caudal-voltaje se divide en diferentes regiones que se analizan separadamente. Para caudales suficientemente grandes, la inercia del líquido termina dominando frente a las fuerzas de la viscosidad. Estos resultados teóricos se han validado con simulaciones numéricas. Para ello se ha formulado un modelo simplificado del flujo, el campo eléctrico y el transporte de carga en el menisco y el chorro del electrospray. El movimiento del líquido se supone casi unidireccional y se describe usando la aproximación de Cosserat para un chorro esbelto. Esta aproximación, ampliamente usada en la literatura, permite simular con relativa facilidad múltiples casos y cubrir amplios rangos de valores de los parámetros reteniendo los efectos de la viscosidad y la inercia del líquido. Los campos eléctricos dentro y fuera del liquido están acoplados y se calculan sin simplificación alguna usando un método de elementos de contorno. La solución estacionaria del problema se calcula mediante un método iterativo. Para explorar el espacio de los parámetros, se comienza calculando una solución para valores fijos de las propiedades del líquido, el voltaje aplicado y el caudal. A continuación, se usa un método de continuación que permite delinear la frontera del dominio de existencia del modo cono-chorro, donde el método iterativo deja de converger. Cuando el efecto de la inercia del líquido domina en la región de transición cono-chorro, el caudal mínimo para el cual el método iterativo deja de converger es del orden del valor estimado del caudal para el que comienza a haber efectos de relajación de carga en el chorro y el cono. Aunque las simulaciones no convergen por debajo de dicho caudal, el valor de la corriente eléctrica para valores del caudal ligeramente mayores parece ajustarse a las estimaciones para caudales menores, reflejando un posible cambio en los balances aplicables. Por el contrario, cuando las fuerzas viscosas dominan en la región de transición, se pueden obtener soluciones estacionarias para caudales bastante menores que aquel para el que aparecen efectos de relajación de carga en la región de transición cono-chorro. Los resultados numéricos obtenidos para estos pequeños caudales se ajustan perfectamente a las estimaciones de orden de magnitud que se describen en la memoria. Por último, se incluyen como anexos dos estudios teóricos que han surgido de forma natural durante el desarrollo de la tesis. El primero hace referencia a la singularidad en el campo eléctrico que aparece en la línea de contacto entre el líquido y el tubo capilar en la mayoría de las simulaciones. Primero se estudia en qué situaciones el campo eléctrico tiende a infinito en la línea de contacto. Después, se comprueba que dicha singularidad no supone un fallo en la descripción del problema y que además no afecta a la solución lejos de la línea de contacto. También se analiza si los esfuerzos eléctricos infinitamente grandes a los que da lugar dicha singularidad pueden ser compensados por el resto de esfuerzos que actúan en la superficie del líquido. El segundo estudio busca determinar el tamaño de la región de apantallamiento en un chorro de líquido dieléctrico sin carga superficial. En esta región, el campo exterior es compensado parcialmente por el campo que induce la carga de polarización en la superficie del líquido, de forma que en el interior del líquido el campo eléctrico es mucho menor que en el exterior. Una región como ésta aparece en las estimaciones cuando los efectos de relajación de carga son importantes en la región de transferencia de corriente en el chorro. ABSTRACT This aim of this dissertation is a theoretical and numerical analysis of an electrospray. In its most simple configuration, a constant flow rate of the liquid to be atomized, which has to be an electrical conductor, is injected into a dielectric medium (a gas or another inmiscible fluid) through a metallic capillary tube. A constant voltage is applied between this tube and a distant electrode that produces an electric field in the liquid and the surrounding medium. This electric field induces an electric current in the liquid that accumulates charge at its surface and leads to electric stresses that stretch the surface in the direction of the electric field. A meniscus appears on the end of the capillary tube when the electric field is sufficiently high and the flow rate is small. Pressure variations and viscous stresses due to the motion of the liquid are negligible in most of the meniscus, where normal electric and surface tension stresses acting on the surface are dominant. In the so-called cone-jet mode, the balance of these stresses forces the surface to adopt a conical shape -Taylor cone- in a intermediate region between the end of the tube and the tip of the meniscus. When approaching the cone apex, the velocity of the liquid increases and leads to pressure variations that eventually disturb the balance of surfaces tension and electric stresses. A thin jet emerges then from the tip of the meniscus that transports the charge accumulated at its surface. The electric field tangent to the surface of the jet acts on this charge and continuously stretches the jet. This electric force is negligible in the meniscus, where the component of the electric field tangent to the surface is small, but becomes very important in the jet. Far from the cone, the jet can either develop an asymmetrical instability named “whipping”, whereby the jet winds into a spiral, or break into a spray of small, nearly monodisperse, charged droplets. The electric current transported by the liquid has two components, the conduction current in the bulk of the liquid and the convection current due to the transport of the surface charge by the flow. The first component dominates in the meniscus, the second one in the far jet, and both are comparable in a current transfer region located in the jet downstream of the cone-jet transition region where the meniscus ceases to be a Taylor cone. Given an external electric field, the charge that accumulates at the surface of the liquid reduces the electric field inside the liquid, until an equilibrium is reached in which the electric field induced by the surface charge counters the external electric field and shields the liquid from this field. The characteristic time of this process is the electric relaxation time, which is a property of the liquid. When the residence time of the liquid in the cone-jet transition region (or in other region of the flow) is greater than the electric relaxation time, the surface charge follows a succession of equilibrium states and continuously shield the liquid from the external field. When this condition is not satisfied, charge relaxation effects appear and the external field penetrates into the liquid unless the liquid permittivity is large. For very polar liquids, the field due to the polarization charge at the surface prevents the external field from entering the liquid in the cone and in certain region of the jet. The charge at the surface of a conical meniscus intensifies the electric field around the cone, determining its spatial variation up to distances downstream of the apex of the order of the size of the meniscus. This electric field, first computed by Taylor, is independent of the applied voltage. Therefore local flow characteristics and the electric current carried by the jet are also independent of the applied voltage provided the size of the regions that determine these magnitudes are small compared with the size of the meniscus. Many experiments in the literature show the existence of a minimum flow rate below which the cone-jet mode cannot be established. The mean value and the standard deviation of the electrospray droplet size distribution are minimum when the device is operated near the minimum flow rate. There is no complete explanation of the minimum flow rate, even though possible mechanisms have been extensively studied. The existence of a minimum flow rate seems to be connected with the appearance of charge relaxation effects in the transition region. In this dissertation, order of magnitude estimations are worked out that show the dominant balances in the different regions of the asymptotic structure of the solution for different conditions of interest. When the inertia of the liquid plays a role in the cone-jet transition region, the region where most of the electric current is transfered to the surface lies in the jet downstream the cone-jet transition region. When the flow rate decreases to a certain value, charge relaxation effects appear simultaneously in the jet and in the transition region. For smaller values of the flow rate, charge relaxation effects are important in a region of the meniscus larger than the transition region. When viscous forces dominate in the flow in the cone-jet transition region, the current transfer region is located in the jet immediately after the transition region. When flow rate is decreased, charge relaxation effects appears gradually, first in the jet, then in the transition region, and finally in the meniscus. When flow rate is much larger than the cone-jet mode minimum, the meniscus ceases to be a cone. The electric current and the structure of the solution begin to depend on the applied voltage. The flow rate-voltage plane splits into different regions that are analyzed separately. For sufficiently large flow rates, the effect of the inertia of the liquid always becomes greater than the effect of the viscous forces. A set of numerical simulations have been carried out in order to validate the theoretical results. A simplified model of the problem has been devised to compute the flow, the electric field and the surface charge in the meniscus and the jet of an electrospray. The motion of the liquid is assumed to be quasi-unidirectional and described by Cosserat’s approximation for a slender jet. This widely used approximation allows to easily compute multiple configurations and to explore wide ranges of values of the governing parameters, retaining the effects of the viscosity and the inertia of the liquid. Electric fields inside and outside the liquid are coupled and are computed without any simplification using a boundary elements method. The stationary solution of the problem is obtained by means of an iterative method. To explore the parameter space, a solution is first computed for a set of values of the liquid properties, the flow rate and the applied voltage, an then a continuation method is used to find the boundaries of the cone-jet mode domain of existence, where the iterative method ceases to converge. When the inertia of the liquid dominates in the cone-jet transition region, the iterative method ceases to converge for values of the flow rate for which order-of-magnitude estimates first predict charge relaxation effects to be important in the cone and the jet. The electric current computed for values of the flow rate slightly above the minimum for which convergence is obtained seems to agree with estimates worked out for lower flow rates. When viscous forces dominate in the transition region, stationary solutions can be obtained for flow rates significantly smaller than the one for which charge relaxation effects first appear in the transition region. Numerical results obtained for those small values of the flow rate agree with our order of magnitude estimates. Theoretical analyses of two issues that have arisen naturally during the thesis are summarized in two appendices. The first appendix contains a study of the singularity of the electric field that most of the simulations show at the contact line between the liquid and the capillary tube. The electric field near the contact line is analyzed to determine the ranges of geometrical configurations and liquid permittivity where a singularity appears. Further estimates show that this singularity does not entail a failure in the description of the problem and does not affect the solution far from the contact line. The infinite electric stresses that appear at the contact line can be effectively balanced by surface tension. The second appendix contains an analysis of the size and slenderness of the shielded region of a dielectric liquid in the absence of free surface charge. In this region, the external electric field is partially offset by the polarization charge so that the inner electric field is much lower than the outer one. A similar region appears in the estimates when charge relaxation effects are important in the current transfer region.
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The deformation and failure micromechanisms of a hybrid 3D woven composite were studied in tension. Plain and open-hole composite coupons were tested in tension until failure in the fill and warp directions, as well as fiber tows extracted from the dry fabric and impregnated with the matrix. The macroscopic evolution of damage in the composite coupons was assessed by means of periodic unloading–reloading (to obtain the elastic modulus and the residual strain), whereas the microscopic mechanism were established by means of X-ray computed microtomography. To this end, specimens were periodically removed from the mechanical testing machine and infiltrated with ZnI-containing liquid to assess the main damage modes as a function of the applied strain. The experimental observations and the predictions of an isostrain model were used to understand the key factors controlling the elastic modulus, strength and notch sensitivity of hybrid 3D woven composites in tension. It was found that the full contribution of the glass fibers to the composite strength was not employed, due to the premature fracture of the carbon fibers, but their presence increased the fracture strain and the energy dissipated during fracture. Thus, hybridization of the 3D woven composite led to a notch-insensitive behavior as demonstrated by open-hole tests
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In this paper we review simulation and experimental studies of thermal capillary wave fluctuations as an ideal means for probing the underlying disjoining pressure and surface tensions, and more generally, fine details of the Interfacial Hamiltonian Model. We discuss recent simulation results that reveal a film-height-dependent surface tension not accounted for in the classical Interfacial Hamiltonian Model. We show how this observation may be explained bottom-up from sound principles of statistical thermodynamics and discuss some of its implications
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The shape of the interface of a drop of liquid held by surface tension forces between two solid disks,a liquid bridge, depends on the geometry of the supporting disks, the volume of liquid and the external forces acting on the drop. Therefore, once the geometry of the supporting disks and the volume of liquid are fixed, and assuming that the value of the surface tension is known, a way to measure such external forces could be by measuring the deformation of the liquid bridge interface.
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1D and 2D patterning of uncharged micro- and nanoparticles via dielectrophoretic forces on photovoltaic z-cut Fe:LiNbO3 have been investigated for the first time. The technique has been successfully applied with dielectric micro-particles of CaCO3 (diameter d = 1-3 μm) and metal nanoparticles of Al (d = 70 nm). At difference with previous experiments in x- and y-cut, the obtained patterns locally reproduce the light distribution with high fidelity. A simple model is provided to analyse the trapping process. The results show the remarkably good capabilities of this geometry for high quality 2D light-induced dielectrophoretic patterning overcoming the important limitations presented by previous configurations.
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This paper describes the procedure implemented at CEM for dynamic force calibration using sinusoidal excitations of force transducers. The method is based on a sinusoidal excitation of force transducers equipped with an additional top mass excited with an electrodynamic shaker system. The acceleration is measured by means of a laser vibrometer.
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If only Fluid Mechanics aspects are considered, the configuration appearing in the floating zone technique for crystal growth can be modelled as a mass of liquid spanning between two solid rods. Besides, if now the influence of temperature gradients and heat flow are not considered, the simplest fluid model consists of an isothermal liquid mass of constant properties (density and surface tension) held by capillary forces between two solid disks placed a distance L apart: the so called liquid bridge. As it is well known, if both supporting disks were parallel, coaxial and of the same diameter, 2R, the volume of liquid, V, were equal to that of a cylinder of the same L and R (V=KR~L) and no body forces were acting on the liquid column, the fluid configuration (under these conditions of cylindrical shape) will become unstable when the distance between the disks equals the length of the circumference of the supporting disks (L=2KR, the so-called Rayleigh stability limit). One should be aware that the Rayleigh stability limit can be dramatically modified when the geometry differs from the above described cylinder (due to having non-coaxial disks, different diameter disks, liquid volume different from the cylindrical one, etc) or when other external effects like accelerations either axial or lateral are considered. In this paper the stability limits of liquid bridges considering different types of perturbations are reviewed.
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The role of matter has remained central to the making and the thinking of architecture, yet many attempts to capture its essence have been trapped in a dialectic tension between form and materiality, between material consistency and immaterial modes of perception, between static states and dynamic processes, between the real and the virtual, thus advancing an increasing awareness of the perplexing complexity of the material world. Within that complexity, the notion of agency – emerging from and within ecological, politico-economic and socio-cultural processes – calls for a reconceptualization of matter, and consequently processes of materialisation, offering a new understanding of context and space, approached as a field of dynamic relationships. In this context, cutting across boundaries between architectural discourse and practice as well as across the vast trans-disciplinary territory, this dissertation aims to illustrate a variety of design methodologies that have derived from the relational approach. More specifically, the intention is to offer new insights into spatial epistemologies embedded within the notion of atmosphere – commonly associated with the so-called New Phenomenology – and to reflect upon its implications for architectural production. In what follows, the intended argumentation has a twofold dimension. First, through a scrutiny of the notion of atmosphere, the aim is to explore ways of thinking and shaping reality through relations, thus acknowledging the aforementioned complexity of the material universe disclosed through human and non-human as well as material and immaterial forces. Secondly, despite the fact that concerns for atmospherics have flourished over the last few decades, the objective is to reveal that the conceptual foundations and procedures for the production of atmosphere might be found beneath the surface of contemporary debates. Hence, in order to unfold and illustrate previously advocated assumptions, an archaeological approach is adopted, tracing a particular projective genealogy, one that builds upon an atmospheric awareness. Accordingly, in tracing such an atmospheric awareness the study explores the notoriously ambiguous nature and the twofold dimension of atmosphere – meteorological and aesthetic – and the heterogeneity of meanings embedded in them. In this context, the notion of atmosphere is presented as parallactic. It transgresses the formal and material boundaries of bodies. It calls for a reevaluation of perceptual experience, opening a new gap that exposes the orthodox space-bodyenvironment relationships to questioning. It offers to architecture an expanded domain in which to manifest itself, defining architectural space as a contingent construction and field of engagement, and presenting matter as a locus of production/performance/action. Consequently, it is such an expanded or relational dimension that constitutes the foundation of what in the context of this study is to be referred to as affective tectonics. Namely, a tectonics that represents processual and experiential multiplicity of convergent time and space, body and environment, the material and the immaterial; a tectonics in which matter neither appears as an inert and passive substance, nor is limited to the traditionally regarded tectonic significance or expressive values, but is presented as an active element charged with inherent potential and vitality. By defining such a relational materialism, the intention is to expand the spectrum of material attributes revealing the intrinsic relationships between the physical properties of materials and their performative, transformative and affective capacities, including effects of interference and haptic dynamics – i.e. protocols of transmission and interaction. The expression that encapsulates its essence is: ACTIVE MATERIALITY RESUMEN El significado de la materia ha estado desde siempre ligado al pensamiento y el quehacer arquitectónico. Sin embargo, muchos intentos de capturar su esencia se han visto sumergidos en una tensión dialéctica entre la forma y la materialidad, entre la consistencia material y los modos inmateriales de la percepción, entre los estados estáticos y los procesos dinámicos, entre lo real y lo virtual, revelando una creciente conciencia de la desconcertante complejidad del mundo material. En esta complejidad, la noción de la operatividad o capacidad agencial– que emerge desde y dentro de los procesos ecológicos, políticos y socio-culturales– requiere de una reconceptualización de la materia y los procesos inherentes a la materialización, ofreciendo una nueva visión del contexto y el espacio, entendidos como un campo relacional dinámico. Oscilando entre el discurso arquitectónico y la práctica arquitectónica, y atravesando un extenso territorio trans-disciplinar, el objetivo de la presente tesis es ilustrar la variedad de metodologías proyectuales que emergieron desde este enfoque relacional. Concretamente, la intención es indagar en las epistemologías espaciales vinculadas a la noción de la atmósfera– generalmente asociada a la llamada Nueva Fenomenología–, reflexionando sobre su impacto en la producción arquitectónica. A continuación, el estudio ofrece una doble línea argumental. Primero, a través del análisis crítico de la noción de atmósfera, el objetivo es explorar maneras de pensar y dar forma a la realidad a través de las relaciones, reconociendo la mencionada complejidad del universo material revelado a través de fuerzas humanas y no-humanas, materiales e inmateriales. Segundo, a pesar de que el interés por las atmósferas ha florecido en las últimas décadas, la intención es demostrar que las bases conceptuales y los protocolos proyectuales de la creación de atmósferas se pueden encontrar bajo la superficie de los debates contemporáneos. Para corroborar e ilustrar estas hipótesis se propone una metodología de carácter arqueológico, trazando una particular genealogía de proyectos– la que se basa en una conciencia atmosférica. Asimismo, al definir esta conciencia atmosférica, el estudio explora tanto la naturaleza notoriamente ambigua y la dimensión dual de la atmósfera– meteorológica y estética–, como la heterogeneidad de significados derivados de ellas. En este contexto, la atmósfera se entiende como un concepto detonante, ya que sobrepasa los limites formales y materiales de los cuerpos, llevando a la re-evaluación de la experiencia perceptiva y abriendo a preguntas la ortodoxa relación espacio- cuerpo-ambiente. En consecuencia, la noción de la atmósfera ofrece a la arquitectura una dimensión expandida donde manifestarse, definiendo el espacio como una construcción contingente, performativa y afectiva, y presentando la materia como locus de producción/ actuación/ acción. Es precisamente esta dimensión expandida relacional la que constituye una base para lo que en el contexto del presente estudio se define como una tectónica afectiva. Es decir, una tectónica que representa una multiplicidad procesual y experiencial derivada de la convergencia entre el tiempo y el espacio, el cuerpo y el entorno, lo material y lo inmaterial; una tectónica en la que la materia no aparece como una substancia pasiva e inerte, ni es limitada al significado considerado tradicionalmente constructivo o a sus valores expresivos, sino que se presenta como elemento activo cargado de un potencial y vitalidad inherentes. A través de la definición de este tipo de materialismo afectivo, la intención es expandir el espectro de los atributos materiales, revelando las relaciones intrínsecas entre las propiedades físicas de los materiales y sus capacidades performativas, transformativas y afectivas, incluyendo efectos de interferencias y dinámicas hápticas– o dicho de otro modo, protocolos de transmisión e interacción. Una expresión que encapsula su esencia vendría a ser: MATERIALIDAD ACTIVA
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The optimal design of a vertical cantilever beam is presented in this paper. The beam is assumed immersed in an elastic Winkler soil and subjected to several loads: a point force at the tip section, its self weight and a uniform distributed load along its length. lbe optimal design problem is to find the beam of a given length and minimum volume, such that the resultant compressive stresses are admisible. This prohlem is analyzed according to linear elasticity theory and within different alternative structural models: column, Navier-Bernoulli beam-column, Timoshenko beamcolumn (i.e. with shear strain) under conservative loads, typically, constant direction loads. Results obtained in each case are compared, in order to evaluate the sensitivity of model on the numerical results. The beam optimal design is described by the section distribution layout (area, second moment, shear area etc.) along the beam span and the corresponding beam total volume. Other situations, some of them very interesting from a theoretical point of view, with follower loads (Beck and Leipholz problems) are also discussed, leaving for future work numerical details and results.