42 resultados para Vanguardia hispanoamericana
Resumo:
El artículo afronta el análisis de ciertos aspectos sociales y "culturales" del fenómeno blog; y lo hace con la ayuda metodológica de un modelo, el Nuevo Entorno Tecnosocial (NET) y el enfoque sociotécnico de dos "blogólogos", estudiosos de la nueva realidad de la Red (Universal Digital). Tras repasar algunas definiciones, se destacan los aspectos principales de una posible cultura blog emergente y se relacionan con las propiedades del NET. Inmediatamente después de un breve paréntesis práctico dedicado a las personas que se adentran por vez primera en la blogosfera, se presentan algunas reflexiones acerca de los blogs como evolución de las comunidades virtuales y los cambios experimentados por los habitantes de la infociudad que nace inmersa en el NET, para terminar con la inquietante cuestión de si entre esos cambios no se incluirá también una gradual transformación de la estructura y forma de la inteligencia humana
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Proyecto de arquitectura competitivo. Concurso para la construcción de la sede de la empresa Urbopama. La nueva sede de la constructora Urbopama es ya uno d elos edificios más representativos de Legatec, el parque tecnológico de Leganes (Madrid). Es un moderno edificio de 4.515,93 m2 con una disposición modular que parte de un zócalo conjunto para divergir hacia dos contundentes volúmenes independientes de geometrías no coincidentes.
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Comunicación realizada a partir de una entrevista realizada al artista José Luis Sánchez, centrándose en su colaboración en la arquitectura religiosa de Luis Cubillo
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Análisis y descripción de la arquitectura moderna y del arte contemporaneo en la ciudad brasileña.
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La próxima bienal hispanoamericana
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El artículo estudia los cambios en el trazado de la ciudad colonial chilena en función de los condicionantes geográficos
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Con el presente estudio sobre la evolución urbanística del "Campus de la Moncloa" se ha pretendido combinar el punto de vista histórico con las sucesivas propuestas de planeamiento, materializadas más tarde en numerosas arquitecturas. De esta forma, el trabajo refleja los últimos cincuenta y cinco años de la historia de España; en cada período diferente del diseño urbano es posible reconocer las influencias ideológicas y la gestión que aparece simultáneamente en muchos aspectos de la vida del país. Por ejemplo, se pueden encontrar en el campus proyectos funcionalistas, junto a ejemplos de arquitecturas fascistas, o a experimentos estructuralistas u organicistas. La tesis intenta reconstruir el rompecabezas que representa toda esta acumulación de ideas e iniciativas, que han llegado a conformar un estado actual tan interesante como complejo. Se ha elaborado una serie de planos que muestran de forma gráfica la evolución del conjunto; en ellos se ha reconstruido cada una de las fases de diseño del campus desde 1927 hasta 1948, e incluso el incontrolado crecimiento posterior, no resultante de una planificación específica, que llega hasta nuestros días. Las conclusiones de la investigación se desarrollan según dos vertientes sucesivas: por una parte, el proceso histórico ordena y esclarece, cronológicamente, los hechos acaecidos en estos cincuenta y cinco años; por otra parte, se ha analizado la situación actual del conjunto universitario, de acuerdo con los planes precedentes, con los modelos actuales de otras universidades de vanguardia, y con la realidad de la Universidad española actual. De esta forma ha sido posible proponer una serie de alternativas de uso y de diseño, que se conviertan en una base eficaz para futuros planeamientos del recinto.
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La torre Einstein se erige en 1921 en el Telegraphsberg de Potsdam con un único objetivo: la demostración empírica (o refutación) de las bases de la Teoría de la Relatividad enunciada por Albert Einstein. Establecida ya desde su origen como un monumento, que el tiempo ha consolidado como icono de una incipiente vanguardia, la Torre Einstein es, a su vez, la historia de un triple fracaso. El presente artículo describe este primer proyecto de Erich Mendelsohn, no tanto como la apertura de una carrera profesional, sino como el necesario cierre de la vía iniciada con sus anteriores dibujos de guerra.
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¿Qué han hecho los ciudadanos que se desplazan en coche para que tantos grupúsculos, grupos, organismos y medios estén empeñados en restringir este estupendo modo de desplazamiento? ¿Están justificados tantos ataques? ¿Hay recursos técnicos para ordenar la situación, ajustando la libertad a sus límites y dando y pidiendo responsabilidades a los conductores, a otros actores y a la Administración? Para empezar, necesitamos términos nuevos. Acompañante no es un término correcto para un viajero que no conduce. Parecería que, no teniendo nada mejor que hacer, se mete en el coche con el conductor (un estudio reseñado en La Vanguardia afirma que el 33,3% % de los desplazamientos de las mujeres catalanas se hacen en coche, pero ellas prefieren viajar sin conducir). Por su parte, conductores son unos cuantos, pero esto queda bastante lejos de todos los que manejan un coche. La misma denominación de conductor trae a la cabeza a alguien cuyo primer objetivo es conducir, y esto no suele ser cierto: es desplazarse con otro motivo, no es pasear en coche sin más. Cochero no parece un término adecuado. Viajero individual tampoco. Pero necesitamos que el lenguaje refleje la realidad: los que llamamos conductores son viajeros, o pasajeros (aunque no compren un pasaje).
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El artículo describe como el uso de la axonométrica, promovido por los arquitectos de las vanguardias europeas de los años 20 se generaliza en todo el continente llegando a convertirse en una moda. España no fué una excepción. Según se introduce la arquitectura de vanguardia van desapareciendo los dibujos artísticos y aumentan las representaciones técnicas con planos y perspectivas axonométricas.
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A Le Corbusier le hubiera gustado que le recordaran también como pintor. Igual que su compatriota E. L. Boullée, devoto como él de las formas más puras de la geometría, hubiera escrito gustoso, bajo el título de cualquiera de sus libros de Arquitectura, aquella frase: “Yo también soy pintor”. Para él, como para el ilustrado, la Arquitectura comparte una dimensión artística con la Pintura (y con la Escultura, la Música, la Poesía...etc.) que se pone de manifiesto en el proceso creativo y que está encaminada a emocionar al espectador que participa y se involucra en la obra. Arquitectura y Pintura se convierten de este modo en caminos diferentes para llegar a los mismos objetivos. Esta Tesis trata sobre el proceso de creación en la arquitectura de Le Corbusier y de cómo en él se producen continuas incursiones en el mundo de la pintura cubista. Asumiendo que es un tema sobre el que ya se ha escrito mucho ( las bibliografías de Le Corbusier y de Picasso son sin duda las más numerosas entre los artistas de sus respectivos campos) creemos que es posible ofrecer una nueva visión sobre los mecanismos que, tanto el arquitecto como el pintor, utilizaban en su trabajo. Lo que buscamos es desvelar un modo de creación, común entre ambas disciplinas, basado en el análisis de ciertos componentes artísticos capaces de ser ensamblados en composiciones sintéticas siempre nuevas, que inviten al espectador a participar del hecho creativo en una continua actividad cognoscitiva. El proyecto cubista, tanto para Le Corbusier como para Picasso, se alcanza al final de un largo camino como resultado de un profundo estudio de la realidad (en la Arquitectura, social, cultural y económica, y en la Pintura la realidad cotidiana), en el que el motivo, ya sea objeto, espacio ó luz, intenta ser “conocido” en su totalidad a través del filtro personal del artista. Es por lo tanto, algo a lo que se llega, y cuyo resultado, a priori, es desconocido. En cualquier caso, forma parte de una investigación, de un proceso continuo que intencionadamente supera la circunstancia concreta de cada ocasión. Es la coincidencia en los procesos de proyecto lo que unificará arquitecturas en principio tan dispares como la Capilla de Ronchamp, el Tribunal de Justicia de Chandigarh, o el Hospital de Venecia, y son esos procesos los que aquí, a través de varias obras concretas vamos a intentar desvelar. Es cierto que el proyecto presentado al concurso del Palacio de los Soviets de Moscú es un ejercicio brillante de Constructivismo, pero este resultado no se anunciaba al principio. Si analizamos el proceso de proyecto encontramos que inicialmente la propuesta no era muy diferente a la del Centorsoyuz, o incluso a la de la Cité de Refuge o a la del Pavillon Suisse de París. La solución final sólo se alcanzaría después de mover muchísimas veces, las piezas preseleccionadas en el solar. Cuando entendemos el Convento de la Tourette como una versión actualizada del monasterio dominico tradicional estamos haciendo una lectura parcial y engañosa de la idea de proyecto del arquitecto. En los croquis previos del archivo de la Fondation Le Corbusier encontramos otra vez las mismas ideas que en la vieja Cité de Refuge, ahora actualizadas y adaptadas al nuevo fin. Con la Asamblea de Chandigarh las similitudes son obvias e incluso aparece el mismo cubo al que se superpone una pirámide como techo, avanzando hacia el espacio central pero aquí aparece un gran hiperboloide en un interior cerrado. Este hiperboloide fue en el inicio del proyecto un cubo, y después un cilindro. Sólo al final encontró su forma óptima en un volumen de geometría reglada que en su idoneidad podría también valer para otros edificios, por ejemplo para una Iglesia. La comparación que se ha hecho de este volumen con las torres de refrigeración de Ahmedabad es puramente anecdótica pues, como veremos, esta forma se alcanza desde la lógica proyectual que sigue el pensamiento plástico de Le Corbusier, en este caso, en la adaptación del espacio cilíndrico a la luz, pero no como inspiración en las preexistencias. En todas sus obras los mecanismos que se despliegan son, en muchas ocasiones pictóricos (fragmentación analítica del objeto y del espacio, ensamblaje multidimensional, tramas subyacentes de soporte, escenografía intencionada ...etc.) y el programa en cada caso, como el motivo de los cubistas, no es más que una ocasión más para investigar una nueva forma de hacer y de entender, la Arquitectura. Cualquier proyecto del pintor-arquitecto cubista es en realidad un trabajo continuo desarrollado a lo largo de toda su vida, en el que se utilizan, una y otra vez, las mismas palabras de su vocabulario particular y personal. aunque con diferente protagonismo en cada ocasión. Se trata de alcanzar, desde ellas mismas, una perfección que las valide universalmente. Los mismos objetos, los mismos mecanismos, las mismas constantes manipulaciones del espacio y de la luz, se desplegarán, como ingredientes previos con los que trabajar, sobre el tablero de dibujo coincidiendo con el inicio de cada proyecto, para desde aquí hacer que el motivo que se trata de construir emerja, aunque a veces sea de manera incierta e inesperada, como resultado alcanzado al final. Con muchas dudas, a partir de la primera hipótesis planteada, se confirma, se añade o se elimina cada elemento según van apareciendo en el tiempo los condicionantes del solar, del programa o incluso a veces de obsesiones propias del arquitecto. El trabajo que presentamos utiliza un método inductivo que va desde los ejemplos hasta los conceptos. Empezaremos por investigar el proceso de proyecto en una obra concreta y con los mecanismos que en él se utilizan plantearemos una síntesis que los generalice y nos permitan extenderlos al entendimiento de la totalidad de su obra. Se trata en realidad de un método que en sí mismo es cubista: desde la fragmentación del objeto-proyecto procedemos a su análisis desde diversos puntos de vista, para alcanzar después su recomposición en una nueva estructura sintética. Cada mecanismo se analiza de forma independiente siguiendo un cierto orden que correspondería, supuestamente, al trabajo del arquitecto: manipulación del objeto, método compositivo, entendimiento del soporte (lienzo o espacio) y de su geometría implícita, relación con el observador, concepto y materialidad del espacio y de la luz ..etc. recurriendo a la teoría sólo en la medida en que necesitemos de ella para aclarar el exacto sentido con el que son utilizados. En nuestra incursión en el mundo de la pintura, hemos decidido acotar el Cubismo a lo que fue en realidad su periodo heroico y original, que discurrió entre 1907 y 1914, periodo en el que desarrollado casi exclusivamente por los que habían sido sus creadores, Picasso y Braque. Solo en alguna ocasión entraremos en la pintura del “tercer cubista”, Juan Gris para entender el tránsito de los mecanismos de los primeros hasta la pintura purista, pero no es nuestra intención desviar las cuestiones planteadas de un ámbito puramente arquitectónico Resulta difícil hablar del cubismo de Pablo Picasso sin hacerlo comparativamente con el de Georges Braque (para algunos especialistas es éste incluso el auténtico creador de la Vanguardia), siendo necesario enfrentar los mecanismos de ambos pintores para obtener un exacto entendimiento de lo que supuso la Vanguardia. Por eso nos parece interesante estudiar la obra de Le Corbusier en paralelo con la de otro arquitecto de tal manera que los conceptos aparezcan como polaridades entre las que situar los posibles estados intermedios. En este sentido hemos recurrido a James Stirling. Su deuda es clara con Le Corbusier, y sobre todo con el Cubismo, y como vamos a ver, los mecanismos que utiliza en su obra, siendo similares, difieren significativamente. La Tesis adquiere un sentido comparativo y aparecen así atractivas comparaciones Picasso-Le Corbusier, Braque-Stirling que se suman a las ya establecidas Picasso-Braque y Le Corbusier-Stirling. Desde ellas podemos entender mejor lo que supone trabajar con mecanismos cubistas en Arquitectura. Por último, en relación a los dibujos creados expresamente para esta Tesis, hemos de indicar que las manipulaciones que se han hecho de los originales les convierten en elementos analíticos añadidos que aclaran determinadas ideas expresadas en los croquis de sus autores. Algunos están basados en croquis del archivo de la Fondation Le Corbusier (se indican con el número del plano) y otros se han hecho nuevos para explicar gráficamente determinadas ideas. Se completa la parte gráfica con las fotografías de las obras pictóricas, los planos originales e imágenes de los edificios construidos, extraídos de los documentos de la bibliografía citada al final. Nos disponemos pues, a indagar en las obras del Cubismo, en una búsqueda de los mecanismos con los que hacía su arquitectura Le Corbusier.
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El Color en el Siglo XIX: Utilización de Fondos de Colores Oscuros en los Revestimientos de Paramentos Interiores en la Arquitectura del Siglo XIX De los elementos del pasado el color es el que más rápidamente cambia y se deteriora, por lo que no podemos saber las condiciones originales de color e iluminación en los interiores que han llegado hasta nosotros. Frecuentemente nos enfrentamos a los problemas que plantean los espacios del pasado, proyectando nuestros propios criterios sobre color y luz, que no tienen que coincidir necesariamente con los criterios de épocas anteriores. En las hermosas láminas del libro de Cesar Daly ?Décorations intérieures: peintes? de 1877, observamos que los colores que decoran las paredes son sorprendentemente oscuros. La oscuridad de estos muros es más sorprendente si pensamos en la débil luz de llama que iluminaba las salas en esa época, muy inferior a los niveles de luz que nos proporciona la luz eléctrica hoy en día. No obstante, esta débil iluminación sobre paredes de tonos oscuros puede tener alguna ventaja. Las paredes y las líneas de la habitación se difuminan en las sombras, mientras los objetos brillantes que decoran la habitación, como los cuadros, los barnices de los muebles y de los instrumentos musicales, y sobre todo los trajes y los rostros, reflejan la tenue luz, destacando sobre el fondo oscuro de las paredes, convirtiéndose en el centro de una escenografía. Es lo que Lewis Mumford en su Libro ?Técnica y civilización?, llama la ?ventaja estética? del mundo oscuro de la Revolución Industrial, dominado por el uso del carbón, que contamina el ambiente, transforma el color de los edificios y produce nieblas que atenúan la luz. En este mundo, según este autor, se acrecienta la sensibilidad por la luz, y se valora como un bien preciado la luz tenue que brilla entre la niebla que disuelve los objetos, lo que podemos observar en cuadros como el de ?Lluvia, vapor y velocidad? de Turner, o ?Impressión: soleil levant? de Monet. La importancia de los fondos de color oscuro se hace evidente al comprobar cómo los diseñadores de vanguardia del siglo XX para superar el mundo caduco del XIX deciden pintar de blanco las superficies, lo que se convierte en el signo de la modernidad.