Paternidad responsable en el Istmo Centroamericano
Contribuinte(s) |
NU. CEPAL. Subsede de México |
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Data(s) |
02/01/2014
02/01/2014
08/03/2002
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Resumo |
Incluye Bibliografía Resumen La reproducción de la pobreza de un país no depende exclusivamente de los indicadores económicos, ya que diversos mecanismos socioculturales, con cierta autonomía relativa, influyen en el fenómeno. En particular, cuando se analiza la pobreza de los hogares cobran importancia los aspectos demográficos y culturales, en los que enmarca el ejercicio de la paternidad. Precisamente, la forma en que se vinculan los hombres con su pareja y las relaciones que desarrollan con sus hijos e hijas determinan la satisfacción de las necesidades de niños y niñas, la inserción de éstos en la sociedad y el cumplimiento de los derechos de la niñez y la adolescencia. Una parte importante de los nacimientos en Centroamérica no reciben reconocimiento legal por parte de los hombres. Ello determina que muchos niños y niñas vivan sin su padre temporal o definitivamente, lo que también es causado por la disolución de la pareja, el establecimiento de hogares paralelos y la expulsión de los menores del hogar. Además, aunque muchos hombres son padres responsables, hay quienes aportan económicamente menos de lo que podrían hacer, otros dejan de hacerlo cuando se separan de la mujer o antes, y en el peor de los casos se cuentan los que llegan a usar y explotar a sus hijos e hijas para obtener recursos. La paternidad irresponsable también se caracteriza por las relaciones emocionales distantes, la falta de compromiso en el cuidado y crianza cotidianas de los hijos, y la práctica del control y la violencia en el hogar. Estas modalidades de paternidad irresponsable detectadas en el Istmo Centroamericano atentan contra el bienestar y la educación de los hijos, y fomentan su ingreso prematuro al mercado de trabajo. Además, los niños, niñas y adolescentes quedan expuestos a sufrir daños físicos, emocionales y sexuales, a ser explotados, a vivir en situación de calle o internados, a involucrarse en actos delictivos y a enfrentar restricciones económicas. En todos los países centroamericanos existe un marco legal que determina las responsabilidades y obligaciones de los hombres ante sus hijos e hijas. Además, se protegen los derechos de la niñez y la adolescencia convenidos internacionalmente. Asimismo, se cuenta con instrumentos legales para erradicar la violencia contra mujeres y menores de edad y existen compromisos oficiales que determinan la participación de los hombres en las acciones que promuevan su responsabilidad como padres. Este marco legal es un punto de partida para construir formas de asumir la paternidad exenta de irresponsabilidad, de negligencia, lejanía y abuso. Sin embargo, es necesario revisarlo y resolver las contradicciones y los vacíos legales, así como capacitar a los prestadores de justicia y promover el conocimiento y respeto a la ley y los derechos de la niñez y la adolescencia entre la población. En los países de la región se han emprendido acciones dirigidas a problemas relacionados con la paternidad, como la educación sexual, la salud reproductiva, la violencia y el reconocimiento legal de los nacimientos por parte del padre; se ha trabajado directamente con hombres sobre este asunto. Se han aplicado estrategias desde la educación, la comunicación y la información, la capacitación a diversos grupos, la sensibilización. Son esfuerzos que han contribuido a atacar muchos de los problemas asociados con la paternidad, pero son insuficientes y enfrentan restricciones de tipo económico, de cobertura, obstáculos institucionales y socioculturales. Principalmente, no se han tomado en cuenta los procesos y mecanismos que regulan las relaciones de los hombres como padres desde la lógica del género. En conclusión, es necesario impulsar una iniciativa regional que cubra los diversos aspectos que muestra la paternidad en el Istmo Centroamericano. La iniciativa requiere el concurso de muchos ámbitos institucionales, como el sector educativo, el sector salud, las instituciones del sector laboral, las organismos de justicia, las instituciones que trabajan con familias y con los menores de edad, y con el ejército. También se necesita la participación de la iniciativa privada, de la sociedad civil, de las comunidades y muy especialmente de los hombres que están de acuerdo con la responsabilidad de cubrir las necesidades de niños y niñas, de apoyarlos en su inserción ventajosa a la sociedad y en la defensa de los derechos de la niñez y la adolescencia. La iniciativa sobre paternidad debe coordinar acciones para transformar las representaciones culturales que se interponen entre los hombres y sus hijos e hijas, porque asignan privilegios y justifican la irresponsabilidad masculina. Por último, se debe promover la capacitación del personal institucional, de las organizaciones no gubernamentales y de la comunidad misma, con un criterio que trascienda la divulgación de información, promueva el desarrollo de habilidades y cambie actitudes. Es necesario definir como uno de los objetivos de la iniciativa la organización de grupos dentro de las instituciones y en las comunidades que promuevan las acciones y contribuyan a la creación de una nueva cultura de la paternidad. ABSTRACT The reproduction of poverty in a country does not depend exclusively on economic indicators; several socio-cultural mechanisms influence the phenomenon, and with relative autonomy. When household poverty is analyzed, demographic and cultural aspects are important, and the exercise of fatherhood is a part of those aspects. The way men are bound to their partners and the relationships they develop with their children determine the satisfaction of children's needs, the integration of children into society, and the realization of adolescent and child rights. A significant portion of the children born in Central America are not legally recognized by their fathers. For this reason, and due to the dissolution of couples, the establishment of parallel households, and the expulsion of minors from the household, many children live temporarily or permanently without their father. Moreover, although many men are responsible fathers, there are some who contribute economically less than they could, others who stop contributing altogether when they separate from their partner or before, and, in the worst cases, those who use and exploit their children in order to obtain resources. Irresponsible fatherhood is also characterized by emotionally distant relationships, a lack of commitment to caring for and parenting children on a daily basis, and the use of control and violence in the home. These types of irresponsible fatherhood, observed in the Central American Isthmus, endanger children's well-being and education and encourage their premature entry into the labor market. Furthermore, children and adolescents are exposed to physical, emotional, and sexual harm, to exploitation, to life on the street or in institutions, to involvement in criminal activity, and to economic constraints. All Central American countries have in place a legal framework that determines a man's responsibilities and obligations regarding his children. Additionally, children and adolescent rights, agreed upon internationally, are protected. Legal instruments are in place for eradicating violence against women and minors, and official obligations determine men's participation in actions that promote their responsibility as fathers. This legal framework is a starting point for constructing methods of fathering that are free from irresponsibility, negligence, distance, and abuse. Nonetheless, the legal framework must be revised, contradictions and loopholes must be resolved, ministers of justice must be trained, and knowledge and respect for the law and for adolescent and child rights must be promoted among the population. Throughout the countries in this region actions have been taken to address issues related to fatherhood like sexual education, reproductive health, violence, and legal recognition of births by fathers. Work has been done directly with men on these issues. Strategies have been applied ranging from education to communication and information, training for different groups, and awareness building. These measures have helped to confront many of the problems associated with fatherhood, but they are insufficient, they are subject to economic constraints, they have a limited range, and they face institutional and socio-cultural obstacles. Mainly, the processes and mechanisms that regulate men's relationships as fathers have not been taken into account from a gender perspective. Finally, a regional initiative covering the different aspects of fatherhood that are observed in the Central American Isthmus must be promoted, and it must be the concerted effort of a variety of institutional spheres like education, health, labor, justice organizations, and institutions that work with families, minors, and the army. Additionally, participation is needed from private enterprise, civil society, communities, and especially from those men that understand the responsibility of fulfilling children's needs, of supporting them in their favorable entry into society, and of defending adolescent and child rights. The fatherhood initiative must coordinate measures to transform the cultural images that come between men and their children because these images give preference to men and justify male irresponsibility. Lastly, institutional personnel and people working in non-governmental organizations and in the community must be trained in a way that not only transfers information but that also promotes development and changes attitudes. One objective of the initiative must be to organize groups within institutions and communities to promote action and contribute to creating a new culture of fatherhood. Resumen La reproducción de la pobreza de un país no depende exclusivamente de los indicadores económicos, ya que diversos mecanismos socioculturales, con cierta autonomía relativa, influyen en el fenómeno. En particular, cuando se analiza la pobreza de los hogares cobran importancia los aspectos demográficos y culturales, en los que enmarca el ejercicio de la paternidad. Precisamente, la forma en que se vinculan los hombres con su pareja y las relaciones que desarrollan con sus hijos e hijas determinan la satisfacción de las necesidades de niños y niñas, la inserción de éstos en la sociedad y el cumplimiento de los derechos de la niñez y la adolescencia. Una parte importante de los nacimientos en Centroamérica no reciben reconocimiento legal por parte de los hombres. Ello determina que muchos niños y niñas vivan sin su padre temporal o definitivamente, lo que también es causado por la disolución de la pareja, el establecimiento de hogares paralelos y la expulsión de los menores del hogar. Además, aunque muchos hombres son padres responsables, hay quienes aportan económicamente menos de lo que podrían hacer, otros dejan de hacerlo cuando se separan de la mujer o antes, y en el peor de los casos se cuentan los que llegan a usar y explotar a sus hijos e hijas para obtener recursos. La paternidad irresponsable también se caracteriza por las relaciones emocionales distantes, la falta de compromiso en el cuidado y crianza cotidianas de los hijos, y la práctica del control y la violencia en el hogar. Estas modalidades de paternidad irresponsable detectadas en el Istmo Centroamericano atentan contra el bienestar y la educación de los hijos, y fomentan su ingreso prematuro al mercado de trabajo. Además, los niños, niñas y adolescentes quedan expuestos a sufrir daños físicos, emocionales y sexuales, a ser explotados, a vivir en situación de calle o internados, a involucrarse en actos delictivos y a enfrentar restricciones económicas. En todos los países centroamericanos existe un marco legal que determina las responsabilidades y obligaciones de los hombres ante sus hijos e hijas. Además, se protegen los derechos de la niñez y la adolescencia convenidos internacionalmente. Asimismo, se cuenta con instrumentos legales para erradicar la violencia contra mujeres y menores de edad y existen compromisos oficiales que determinan la participación de los hombres en las acciones que promuevan su responsabilidad como padres. Este marco legal es un punto de partida para construir formas de asumir la paternidad exenta de irresponsabilidad, de negligencia, lejanía y abuso. Sin embargo, es necesario revisarlo y resolver las contradicciones y los vacíos legales, así como capacitar a los prestadores de justicia y promover el conocimiento y respeto a la ley y los derechos de la niñez y la adolescencia entre la población. En los países de la región se han emprendido acciones dirigidas a problemas relacionados con la paternidad, como la educación sexual, la salud reproductiva, la violencia y el reconocimiento legal de los nacimientos por parte del padre; se ha trabajado directamente con hombres sobre este asunto. Se han aplicado estrategias desde la educación, la comunicación y la información, la capacitación a diversos grupos, la sensibilización. Son esfuerzos que han contribuido a atacar muchos de los problemas asociados con la paternidad, pero son insuficientes y enfrentan restricciones de tipo económico, de cobertura, obstáculos institucionales y socioculturales. Principalmente, no se han tomado en cuenta los procesos y mecanismos que regulan las relaciones de los hombres como padres desde la lógica del género. En conclusión, es necesario impulsar una iniciativa regional que cubra los diversos aspectos que muestra la paternidad en el Istmo Centroamericano. La iniciativa requiere el concurso de muchos ámbitos institucionales, como el sector educativo, el sector salud, las instituciones del sector laboral, las organismos de justicia, las instituciones que trabajan con familias y con los menores de edad, y con el ejército. También se necesita la participación de la iniciativa privada, de la sociedad civil, de las comunidades y muy especialmente de los hombres que están de acuerdo con la responsabilidad de cubrir las necesidades de niños y niñas, de apoyarlos en su inserción ventajosa a la sociedad y en la defensa de los derechos de la niñez y la adolescencia. La iniciativa sobre paternidad debe coordinar acciones para transformar las representaciones culturales que se interponen entre los hombres y sus hijos e hijas, porque asignan privilegios y justifican la irresponsabilidad masculina. Por último, se debe promover la capacitación del personal institucional, de las organizaciones no gubernamentales y de la comunidad misma, con un criterio que trascienda la divulgación de información, promueva el desarrollo de habilidades y cambie actitudes. Es necesario definir como uno de los objetivos de la iniciativa la organización de grupos dentro de las instituciones y en las comunidades que promuevan las acciones y contribuyan a la creación de una nueva cultura de la paternidad. |
Identificador |
http://hdl.handle.net/11362/25537 LC/MEX/L.475/REV.1 |
Idioma(s) |
es |
Publicador |
CEPAL |