Psicomotricidad y armonia afectivo-emocional del niño en preescolar.


Autoria(s): Labiano Ruiz, María Eugenia
Contribuinte(s)

García Arroyo, María Jesús

Universidad Pontificia de Salamanca;

Data(s)

22/05/2013

22/05/2013

1981

01/05/1990

Resumo

Subrayar la actividad motriz, en el campo del niño. El hombre no es exclusivamente un ser motor o un ser físico, pero el hombre tampoco es exclusivamente espíritu, alma. El hombre es una realidad psicofísica y solamente por medio de la educación del ser entero: cuerpo y psique, se pueden favorecer el desarrollo anímico de todos los aspectos de su personalidad. El movimiento interviene en el desarrollo psíquico del niño, en los origenes de su carácter, en las relaciones con los demás y en la base de la adquisición de los aprendizajes escolares. En ello se basa la psicomotricidad para intentar una educación que parte de las vivencias corporales, del descubrimiento del mundo en el cuerpo y de la asimilación de las nociones fundamentales, arrancando de la motividad, para llegar a la expresión simbólica y gráfica, y a la abstracción. Es fundamental que el niño tenga conocimiento de su esquema corporal para poder mantener la relación con los objetos y el mundo de los demás, tal relación permitirá la elevación de su 'yo' personal. El yo corporal, está en el centro mismo de la personalidad del niño en esta edad preescolar, y únicamente aquel que logra el conocimiento y dominio del mismo tiene las bases suficientes para su desarrollo integral. El cuerpo, al ser medio de relación y comunicación con el mundo exterior, es reflejo de estas relaciones. Los afectos, las emociones, los problemas psicológicos y psicoafectivos, se reflejan en los movimientos, las posturas. Por otra parte, problemas sensoriomotrices, insuficiencias perceptivas que comprometan al esquema corporal del niño, impiden que este mantenga con el medio ambiente una relación adecuada. La vivencia psicomotriz que estos niños mantienen es deficiente, se crean entonces complejos afectivos y emocionales que repercuten en su personalidad, definiciones incluso intelectuales. La función tónica de los músculos constituye el telón de fondo sobre el cual se armonizará el movimiento voluntario, regula las diferentes actitudes del niño y es el fundamento de la afectividad y de la emoción. El dominio, así como la flexibilidad del tono, hace posible que el niño llegue a vivir la realidad en la que se encuentra, pasando por toda la escala de situaciones humanas. Al mismo tiempo, permite al niño volver a su tono habitual, en tanto los estados de hiper o hipotonicidad que dificultan su adaptación al medio.

Identificador

p. 157-160

http://hdl.handle.net/11162/90661

CL. P. 910

Idioma(s)

spa

Direitos

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Palavras-Chave #educación preescolar #educación física #niño #psicomotricidad #afectividad #emoción
Tipo

Tesina