Vida, vejez y muerte.


Autoria(s): Guevara Barreno, Vidal
Contribuinte(s)

López Sánchez, Félix

Universidad Pontificia de Salamanca;

Data(s)

22/05/2013

22/05/2013

1979

01/05/1990

Resumo

Estudiar el movimiento del ciclo vital humano centrándonos en el tiempo de la vejez. La noción del tiempo cambia con las edades, la relatividad se manifiesta en las características de las etapas del ciclo vital humano. Así, el dinamismo de la juventud lo acorta y la disminución orgánica y el deterioro que se da en la vejez, lo alarga. Objetivamente, el periodo más largo de la vida humana es el de la vejez, alargada cada día con las nuevas técnicas médicas y temida por las personas debido a sus problemas y porque representa a su vez, la última etapa de la vida, la que lleva irremediablemente a la muerte. Tiempo y muerte son los enemigos más grandes al apego de nuestras existencias a la vida física. Los valores, las formas, los intereses y las mismas éticas, nos exaltan la juventud o lo que es igual, la plenitud física de la vida humana. Con esta situación crítica actualmente debido a la crisis de valores y la desorientación de la humanidad respecto de los nuevos problemas que originan la civilización moderna, las viejas problemáticas renacen y se mezclan con las nuevas amenazas atómicas o ecatómbicas. El hombre actual se plantea constantemente la supervivencia no ya solo como individuo sino como propia especie: su conocimiento le ha llevado a plantearse la existencia bajo la sombra de la destrucción. Este realce del vivir, no encubre otro problema sino el del miedo a la muerte, miedo a morir. La vejez, con su especial característica de esta etapa final del ciclo humano se resiente más aun de toda esta problemática civilizadora. Lo pretendible consiste en comprender que la muerte natural es normal y biológicamente buena y que lo irradicable son los males del progreso, las enfermedades del progreso. Lo erradicable consiste en eliminar lo antinatural, sea causa de enfermedades, accidentes, desordenes de la vida, vicios que minan la salud u otros. A partir de aquí, la esperanza estriba en salir victoriosos de la guerra creada contra el dejar de existir, y si no es posible llegar a ser inmortales, si al menos, llegar a morir cuando debe ser, ni antes, ni después, para que morir no sea como actualmente es en muchas ocasiones, un acto que corta la vida humana cuando aun le faltaban cosas que hacer. En este sentido, debemos procurar que la vejez, como verdadera culminación de la vida complete ésta, antes de que la muerte lo haga, para ello primero hay que separar las ideas negativas que de ella se mantienen y diferenciar, claramente, vejez y muerte. Si al menos llegamos a darnos cuenta de una respuesta factible al problema de la muerte humana, habremos resuelto muchos males en la vejez de los achaques y en la angustia de las personas ante la desconocida 'segadora' de la vida.

Identificador

p. 117-122

http://hdl.handle.net/11162/90528

CL. Ps. 321

Idioma(s)

spa

Direitos

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Palavras-Chave #vida activa #vejez #madurez #muerte
Tipo

Tesina