Para una metafísica de la escultura castellana.


Autoria(s): Rocamora, Pedro
Data(s)

17/05/2013

17/05/2013

1948

17/07/2007

Resumo

El arte ha expresado siempre de manera espontánea, decidida y tangible lo que la filosofía de cada época explicaba esotericamente. La belleza inexpresiva o el interés psicológico, la forma pura o la angustia del alma, son en este caso los límites del problema. Lo bello entra en crisis en su choque con el espíritu. Sólo después de que el cristianismo ha enseñado que detrás de la terrible fealdad de sus santos o de sus profetas había un espíritu inmortal, el arte ha descubierto el secreto perenne de la belleza. Por ello, para esta concepción tipicamente occidental, el arte no puede limitarse a un puro esteticismo inanimado. Así, el fundamento actual de la escultura religiosa refleja perfectamente el estado del alma a través del sufrimiento, martirio, penitencia, muerte, resurrección. El ejemplo de España confirma la realidad. Alonso de Berruguete es en Castilla uno de los prototipos de esta ágil y genial manera española de concebir la escultura a través de las iglesias donde están esos santos terribles desproporcionados, gigantescos, con rostros tétricos de desgarrado dolor, donde lo escultórico se pierde hasta llegar a una plasticidad fantástica. Lo mismo que el color de realismo carnal. Pero la tendencia a lo imaginativo quiebra aquí los dogmas primitivos de la escultura. A fuerza de ser realista el arte escultórico español desborda con su empuje los límites de lo racional para llegar sin querer a lo fantástico. Es un arte de inspiración metafísica. Mediante él, el escultor bordea los confines de la divinidad. El equilibrio de las figuras, su dinamismo son problemas que afectan al mundo de la física o de la mecánica. Pero la escultura religiosa española ignora aquéllas exigencias materiales, porque su mundo es el mundo de la teología. La escultura barroca ha dado una dimensión casi mitológica al sentido cristiano del arte. Un abismo separa la escultura española de la del resto del mundo. Un rasgo diferenciador de la escultura española es su popularidad dado el carácter tan realista que tiene. Pero Gregorio Fernández forma con Berruguete la guardia de honor del Barroco español . Para España el Barroco es lo antiminoritario convertido al arte, el pueblo como modelo para las esculturas de sus santos y así, los escultores castellanos han hecho a Dios a imagen y semejanza de los hombres.

Identificador

0034-8082

http://hdl.handle.net/11162/71922

M-57-1958

EC R-638

Idioma(s)

spa

Relação

Revista nacional de educación. Madrid, 1948, n. 80 ; p. 9-22

Direitos

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Palavras-Chave #escultura #arte #historia
Tipo

Artículo de revista