Ámbitos de expresión.


Autoria(s): Pereira Rúa, María Nieves
Data(s)

17/05/2013

17/05/2013

1976

24/08/2007

Resumo

La puesta en común es una situación personalizante en cuanto que hace alusión al concepto de persona de la escuela personalista que, entre otros, reconoce como esenciales su capacidad de relación, participación y comunicación. Todo concepto de persona, una actividad pedagógica que se traduce en situaciones didácticas como la puesta en común. Con ella, se provoca la participación, la relación, la expresión, porque se cree que el niño, el joven son capaces de participar, de relacionarse, de expresarse. Es un ámbito donde entran en relación varios individuos. Es una situación que pretende que cada un se exprese como es ante otras personas con capacidad de recibir el mensaje. Pero, es necesaria la receptividad, acogida de la expresión del otro. De lo contrario, habrá mentiras. Proporcionar un ámbito donde la persona se exprese natural y espontáneamente, de acuerdo a su ser, a su capacidad, es ayudarle a crecer. En la puesta en común se fomentan dos dimensiones en la persona que participa en ellas: el saber expresarse y el saber escuchar, convirtiéndose en la situación escolar de clase que complementa el trabajo personal. En esa participación el alumno deberá valorar las ideas de los demás como algo que merece la pena, como algo importante porque vienen con el sello de su originalidad, de su persona, de su nombre y defender las suyas propias, razonándolas, siendo capaz, cuando no coinciden con la de otros, de llegar en lo fundamental a una colaboración . La actitud del profesor sería no la del especialista, sino la del educador: que por encima de todo sirva para que el alumno tome conciencia de si mismo, de los demás, de su propio trabajo, de los recursos de que dispone, de lo que hace, pero sobre todo de cómo lo hace y en qué medida puede aportar algo al progreso del otro. Pero, la presencia corporal no ha llegado a los sistemas educativos, sino de forma excepcional, quizá porque todavía es muy fuerte el influjo cartesiano, el dualismo psique-soma. Una educación integral no es solo mental, ni solamente corporal, una educación donde la persona se manifiesta, se expresa con todos los lenguajes que posee. Favorecer estos lenguajes es proporcionar a los individuos ámbitos de expresión, congruentes con el concepto de hombre, que no admite el dualismo psique-soma. Así, el propio término psicomotriz habrá que interpretarlo como ejercicio en el que se da una educación corporal que hace alusión a la educación total. En nuestro concepto integral de educación, dada la unidad del ser, la educación corporal toma una dimensión capital. El niño, el joven y también el adulto, hacemos el aprendizaje del mundo con todo el cuerpo, con todo el ser y, por tanto, dominando el cuerpo, podremos aprehender el mundo de las cosas y establecer relaciones entre ellas y con nosotros mismos. Cuando dominamos el uso del yo podemos adquirir la independencia frente al mundo de los demás, aceptarlo y establecer relaciones necesarias con él. Es una gran aportación la educación psicomotriz dentro de la escuela activa que rescata la dimensión que faltaba a lo educativo: lo corporal.

Identificador

0034-8082

http://hdl.handle.net/11162/71574

M-57-1958

EC R-638

Idioma(s)

spa

Relação

Revista de educación. Madrid, 1976, n. 247 ; p. 21-39

Direitos

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Palavras-Chave #enseñanza individualizada #educación #trabajo en equipo #comunicación #expresión oral #actividades escolares #alumno #expresión corporal #programa de enseñanza
Tipo

Artículo de revista