Educar en valores.

La obra consta de un libro y 4 DVD de más de 4 horas de duración en total. En ella se combinan escenas desarrolladas por un grupo de adolescentes, actores profesionales, con los comentarios aclaratorios de Eulalia Paredes, paso a paso y concepto a concepto. Los discos, numerados como A-D, llevan los títulos: Aprender a ser responsable; Aprender a ser respetuoso; Aprender a ser empático; Aprender a autorregularse. Todo el material se presenta guardado en un estuche

Responde al creciente interés de nuestra sociedad por la educación, por la manera en que debemos transmitir valores a nuestros hijos. El objetivo de tener una sociedad mejor hace que, desde diversos ámbitos, se tenga un interés en el modo de inculcar a los jóvenes factores como la responsabilidad, el respeto, la empatía y el autocontrol. Ofrece respuestas a este interés social por la transmisión de valores a los jóvenes y métodos y materiales para que esta transferencia de valores sea puesta en práctica de la manera más satisfactoria posible. El tratamiento de los temas empieza con un planteamiento, un análisis del tema, un debate sobre él y una conclusión. El libro consta de cuatro partes. La primera es 'Aprender a ser responsable': explica las responsabilidades que deben aprender a adquirir los adolescentes, ya sea hacia sí mismos, como hacia los demás, para, así, poder formarse más adecuadamente como personas. La segunda es 'Aprender a ser respetuoso': los cuatro temas que componen este bloque van destinados a aportar información, reflexión y debate acerca de cuatro ámbitos en los que debemos aplicar el respeto si queremos conseguir una convivencia armónica con nosotros mismos, con los que nos rodean y con nuestro entorno. La tercera es 'Aprender a ser empático': explica la necesidad de ser capaces de entender a los demás, de ponernos en su lugar para, así, fortalecer las relaciones humanas, fomentar la comunicación entre las personas y mejorar la sociedad. La cuarta es 'Aprender a autorregularse': se explica la importancia del autoconocimiento. Si el adolescente se conoce a sí mismo será capaz de controlar sus impulsos negativos y de afrontar las contrariedades con una actitud más positiva.