Eficacia de la exposición cognitiva y la exposición a las sensaciones interoceptivas en una paciente con trastorno de pánico en agorafobia.

Resumen tomado de la publicación

Se presenta el caso de una paciente de 22 años diagnosticada de trastorno de pánico (TP) con agorafobia (DSM-IV, 1994). Se evalúa la gravedad del trastorno (Inventario de Agorafobia, Echeburúa, Corral, Gacía, Páez y Borda, 1992), ansiedad (Invetario de Ansiedad Estado/Rasgo, Spielberger, Gorsuch y Lushene, 1970), depresión (Inventario de Depresión, Beck, rush, Shaw y Emery, 1996), nivel de adaptación (Escala de Adaptación, Echeburúa y Corral, 1987, cfr, Borda y Echeburúa, 1991) y características de personalidad (Cuestionario de 16 Factores de Personalidad, Cattell, 1972) en el pre, post y seguimiento de 6 y 12 meses. Se expone el tratamiento (13 sesiones + 5 de seguimiento) basado en la exposición en vivo de las situaciones evitadas, exposición cognitiva y exposición interoceptiva, tanto a los síntomas fisiológicos de ansiedad experimentados así como a la interpretación catastrofista de los síntomas temidos. Los resultados señalan, respecto al TP con agorafobia, en la valoración global de triple sistema de respuestas, el 80,87 por ciento de mejoría con el tratamiento (el 92,93 por ciento, 74,04 por ciento y el 62,97 por ciento en las respuestas fisiológicas, motoras y cognitivas, respectivamente, en ambos momentos) y el 90,57 por ciento tras un año de seguimiento (el 96,96 por ciento, 93,27 por ciento y 81,48 por ciento). Del mismo modo, se observa una reducción clínicamente significativa en las distintas medidas de evaluación y un nivel de adaptación adecuado a la vida cotidiana.