9 resultados para ELISA
em REPOSITORIO DIGITAL IMARPE - INSTITUTO DEL MAR DEL PERÚ, Peru
Resumo:
Se estudió la dieta del guanay Leucocarbo bougainvillii y del piquero peruano Sula variegata en siete áreas guaneras del litoral peruano en abril y mayo de 1997. Además se presenta información sobre la dieta del camanay Sula nebouxii, piquero enmascarado Sula dactylatra y por primera vez, del cushuri Hypoleucos olivaceus. El pejerrey Odontesthes regia fue la presa más consumida por el guanay representando el 42,41% de los otolitos hallados. La anchoveta ocupó el segundo lugar, con el 39,40% de los otolitos (33,70% adultos y 5,70% juveniles). La presa principal del guanay en las islas Lobos de Tierra, Macabí y Guañape Sur fue la anchoveta, en las islas Mazorcas y Chincha Norte y Punta Coles fue el pejerrey, en tanto que en San Juan fue el camotillo Normanichthys crockeri. La dieta del guanay refleja poca disponibilidad de anchoveta en el zona norte, siendo esta aún menor en las zonas centro y sur. En general, se ha observado una disminución en el número de presas consumidas por el guanay en todas las zonas muestreadas, con respecto a una evaluación realizada en febrero de 1997.
Resumo:
Se estudió la dieta del guanay y el piquero peruano a partir de 4.425 bolos residuales y 1.220 regúrgitos respectivamente, en cinco áreas guaneras de la costa, con el objeto de conocer sus variaciones. La anchoveta Engraulis ringens fue la presa predominante, 42,30º;0 en guanay y 76.23º/o en piquero, encontrándose diferencias altamente significativas en el consumo de esta presa entre zonas y entre meses muestreados. Las variaciones latitudinales mostraron tendencias similares a los patrones de distribución conocidos de este recurso: gran disponibilidad en la zona norte-centro, escasez en la zona de San Juan y poca disponibilidad en la zona sur. Estacionalmente la dieta del guanay no presentó ninguna tendencia, sin embargo, los cambios en el consumo de anchoveta en la dieta del piquero mostraron mayor disponibilidad de esta presa en meses de verano respecto a los meses de invierno. Estas fluctuaciones en las dietas muestran que la oferta de alimento en el sistema de afloramiento peruano, fue bastante variable durante el período de estudio y que la disponibilidad de anchoveta presenta grandes variaciones tanto en el espacio como en el tiempo. La continuación de estos estudios permitirá monitorear permanentemente los cambios en la distribución y abundancia de los stocks de peces que forman parte de su alimento.
Resumo:
Los guanayes Leucocarbo (Phalacrocorax) bougainvillii y piqueros Sula variegata, a pesar de alimentarse de una amplia gama de peces, consumen principalmente la anchoveta Engraulis ringens. Se han encontrado fuertes correlaciones entre la biomasa de anchoveta estimada por métodos hidroacústicos y la proporción de anchoveta encontrada en los regúrgitos de ambas especies de aves. Asimismo, las variaciones latitudinales en el consumo de anchoveta por guanayes refleja la disponibilidad de este recurso en el litoral. La dieta del piquero no muestra claramente la disponibilidad de anchoveta en la costa, debido probablemente a la estrategia de forrajeo de la especie. Estacionalmente, los guanayes presentan ligeras tendencias en el consumo de anchoveta, observándose mayor consumo en invierno y primavera, época cuando consumirían un mayor número de ejemplares de menor tamaño. En piqueros, en cambio se observa que el consumo de anchoveta es mayor en meses de verano, meses en los cuales el recurso se concentra cerca a la costa. La utilización oportuna de la información proporcionada a partir del monitoreo de la dieta de estas aves en las islas y puntas del litoral permitiría conocer, periódicamente y a un muy bajo costo, los cambios en abundancia y distribución del stock de anchoveta, complementando así la información que anualmente se obtiene mediante los cruceros de evaluación acústica y las estadísticas que periódicamente se obtienen de las pesquerías.
Resumo:
Se encontraron adultos reproductivos durante todo el año; sin embargo, se identificaron dos picos reproductivos. El primero, más sincrónico, ocurre en los meses de verano entre diciembre y marzo; el segundo, menos marcado, ocurre en invierno entre mayo y setiembre. La duración del período de incubación se ha estimado en 50 a 60 días. Los pichones que nacen requieren de 70 a 80 días para completar el desarrollo. Se observaron tasas de crecimiento mayores durante los meses de invierno, debido probablemente, a la calidad diferencial en el alimento. En invierno, los potoyuncos consumen un porcentaje elevado de larvas de peces, en tanto que en verano se presenta un alto consumo de crustáceos planctónicos. Durante 1997, año anormal donde se inició un evento El Niño de fuerte intensidad, el primer pico reproductivo se realizó de manera normal, observándose una clara disminución en lo que respecta al segundo pico reproductivo. La proporción de adultos con huevo en mayo de 1997, bajó de 45,25% a 17,5% en julio y la proporción de pichones disminuyó de 15% en mayo y julio a menos del 5% en setiembre, sugiriendo un bajo éxito de eclosión en los huevos y una elevada mortalidad de pichones. Un censo realizado en noviembre de 1997 permitió estimar una población de 12.800 parejas y no difiere de las estimaciones de años anteriores. Durante el desarrollo de este censo el 38,41% de los nidos monitoreados contenían adultos con huevos, de los cuales el 66,27% eran adultos previamente anillados.
Resumo:
Se actualizaron las series de tiempo sobre las poblaciones de guanay Leucocarbo bougainvillii, piquero peruano Sula variegata y pelícano peruano Pelecanus thagus entre 1953 y 1999. El desarrollo de la pesquería industrial de anchoveta a inicios de los años 50, significó un cambio en la dinámica poblacional de las aves guaneras. A partir de El Niño 1965, que causó una mortandad del 76%, reduciendo 17 millones de aves guaneras a sólo alrededor de 4, ellas no han recuperado sus más altos valores poblacionales, alcanzados antes del desarrollo de la pesquería industrial. Sin embargo, la tendencia a un paulatino crecimiento de la población de las aves guaneras, registrado a partir de 1983, fue afectado drásticamente por El Niño 1997-98. Hacia finales de 1999, se ha observado una progresiva recuperación de las colonias de estas especies en todas las islas y puntas, pero permanecen muy por debajo de los tamaños alcanzados antes de El Niño 1997-98. Se ha sugerido que el alimento es la principal causa de la regulación poblacional de las aves marinas, y estudios recientes muestran que la disponibilidad de presas actúa como un factor limitante en el tamaño de las poblaciones reproductoras. La reducción de áreas adecuadas para la reproducción de las aves guaneras, debido a una creciente perturbación humana, podría también restringir el crecimiento de sus poblaciones.
Resumo:
Se hipotetiza que la mortalidad por pesca ocasiona efectos ecosistémicos, no sólo sobre la anchoveta, sino también sobre otros componentes del ecosistema, tales como los depredadores tope. El objetivo es realizar simulaciones con un modelo ecotrófico multiespecífico cubriendo el decenio de los años 2000, cambiando la mortalidad por pesca y analizando las variaciones en la biomasa de anchoveta, aves guaneras y lobos marinos. Se usó el Índice de Oscilación Peruano (IOP) para incluir una mediación que afecte la vulnerabilidad de las presas de la anchoveta. Se comparó el ajuste de los datos observados, usando dos tipos de dieta para anchoveta (fitoplanctófaga y zooplanctófaga). Se realizaron proyecciones de la biomasa, cambiando la mortalidad por pesca de 0,0 a 1,4 año-1. Las simulaciones con la dieta zooplanctófaga, que eleva el nivel trófico de la anchoveta de 2,35 a 3,36, produjo un menor ajuste entre los datos observados y simulados. La relación inversa entre la mortalidad por pesca y la biomasa desovante de la anchoveta, mostró que mortalidades por pesca entre 0,8 y 1,4 año-1 estarían asociadas a una biomasa desovante mínima de anchoveta, tomando en consideración sus relaciones multiespecíficas. También se encontró una relación inversa entre la mortalidad por pesca y las poblaciones de aves guaneras y lobos marinos.
Resumo:
Con el examen conjunto de datos de seguimiento satelital de la flota pesquera y de marcaje electrónico de aves marinas, se analizan las interacciones entre la actividad pesquera y el forrajeo de las aves en periodo de reproducción. Se evidencia que las aves pueden mitigar la competencia con la pesca hasta cierto punto, forrajeando más lejos o quedándose más tiempo en el mar. Sin embargo, las aves en reproducción enfrentan a la vez un alto requerimiento energético para alimentar los pichones, y viajes de forrajeo limitados en distancia y tiempo por la necesidad de atender el nido. Para optimizar el éxito reproductivo de las aves marinas se recomienda: (1) Estimar, con la ayuda de modelos ecotróficos, qué cantidad de anchoveta sería conveniente ‘reservar’ para la alimentación de las aves; (2) Establecer zonas temporalmente cerradas a la pesca, alrededor de las principales colonias en los meses de reproducción de las aves. Los rangos máximos de forrajeo observados en guanayes y piqueros sugieren un radio de 50 a 100 km alrededor de las colonias, lo cual permitiría asegurar el forrajeo de estas especies en periodo de reproducción y así favorecer la sostenibilidad de sus poblaciones.
Resumo:
Se realizaron observaciones de aves marinas en 1177 millas en el Estrecho de Bransfield y alrededores de la Isla Elefante en enero de 1998. Durante el recorrido se observó un total de 21.624 aves. Se identificaron 18 especies pertenecientes a 7 familias. Los avistamientos de aves marinas se analizaron en relación a la abundancia y distribución relativa promedio del total de aves (aves/milla) fue 3,4 veces mayor que la observada en millas donde no se registró krill. Para todas las especies en estudio, excepto las especies de Pygoscelis, la probabilidad de encontrar este recurso se incrementó a una mayor abundancia de aves.
Resumo:
Se observó la distribución, estructura por tamaños, estado reproductivo y niveles de biomasa de los principales recursos pelágicos