Prevalencia del síndrome metabólico en una población de niños obesos en el País Vasco, su relación con la resistencia a la insulina, las adipoquinas y grhelina


Autoria(s): Aguayo Calcena, Aníbal
Contribuinte(s)

Vela Desojo, Amaia

Castaño González, Luis Antonio

Pediatría/Pediatria

Data(s)

20/07/2012

20/07/2012

20/07/2012

04/03/2011

Resumo

274 p. : graf.

Introducción: El síndrome metabólico es un conjunto de alteraciones antropométricas, clínicas y bioquímicas que predisponen al desarrollo de la enfermedad cardiovascular arterioesclerótica y a la diabetes mellitus tipo 2 a lo largo de la vida. En la asociación entre la obesidad y el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina es clave porque constituye el sustrato fisiopatológico sobre el cual se desarrolla el síndrome. Igualmente las adipoquinas y citoquinas pueden influir para el desarrollo del mismo. Objetivo: Este trabajo tiene como objetivo conocer la prevalencia del síndrome metabólico y observar la relación que existe entre los componentes del síndrome con la resistencia a la insulina, las adipoquinas y la ghrelina en una población de niños obesos del País Vasco y observar si tras la disminución del IMC existen diferencias en la prevalencia del SM y en los niveles plasmáticos de las adipoquinas, ghrelina e insulina. Diseños, población y métodos: Se han estudiado 136 pacientes con edades entre los 6-15 años con el diagnóstico de obesidad. El criterio de inclusión fue la presencia de una obesidad primaria definida como un índice de masa corporal (IMC) ¿ 2 SDS. La obesidad además se clasificó en obesidad leve (¿ 2 y <3 SDS), obesidad moderada (¿ 3 y <4 SDS) y obesidad severa (¿ 4SDS). Para la definición del síndrome metabólico se utilizaron los criterios propuestos por la International Diabetes Federation (IDF) para la población pediátrica. Resultados: La edad media de los niños participantes fue de 10,3 ± 2,3 años (r: 6,2-14,5). Con un IMC de 3,8 ± 1,4 SDS (r: 2-11,9). La distribución de los niños según la severidad de la obesidad fue obesidad leve 31%, obesidad moderada 37% y obesidad severa 32%. La distribución por sexo fue 57% varones (77 pacientes) con edad media de 10,5 ± 2,3 años (r: 6,2-14,2) y 43% mujeres (59 pacientes) con edad media de 10,1 ± 2,3 años (r: 6,2-14,5). No se observaron diferencias en la edad según el sexo. La prevalencia del síndrome metabólico en la población estudiada fue del 2,9% (cuatro pacientes). Observamos que el 24,3% de los niños presentaron dos criterios, el 70% un criterio y el 2,9% ningún criterio. Cuando consideramos exclusivamente la población de niños mayores de 10 años (n= 77), la prevalencia del SM fue del 5,2%. En el análisis de los criterios que componen el síndrome metabólico el HDL-c estaba disminuido en el 14% de los pacientes y estaban aumentados, la glucemia en ayunas en un paciente, los triglicéridos en el 4,4% de los pacientes, la tensión arterial sistólica en el 11,8 % de los pacientes y la tensión arterial diastólica en 2 pacientes. Igualmente el 96,3% de los pacientes presentaron un perímetro abdominal igual o mayor al percentil 90. Tras la realización de un TTOG que consideramos como un criterio adicional, encontramos alteración del metabolismo hidrocarbonado en el 9,6% de los pacientes (13 niños) presentando todos ellos intolerancia a la glucosa (ITG), sólo un niño presentó además alteración de la glucemia en ayunas (AGA). Cuando comparamos la frecuencia de los criterios del SM según el sexo, no se observaron diferencias La prevalencia de la resistencia a la insulina fue 13,5% (18 niños). Con una frecuencia mayor en los puberales (72%) frente a los prepuberales (28%). Así mismo el índice de resistencia a la insulina realizado por medio del índice HOMA aumentó según la severidad de la obesidad. Además los niños con resistencia a la insulina fueron mayores, con un mayor IMC-z, con una tensión sistólica y diastólica aumentada. Con niveles más elevado de la glucemia basal y en el minuto 120 en un TTOG y de los triglicéridos. Igualmente los niños con resistencia a la insulina tenían disminuidos los niveles de adiponectina y ghrelina y estaban aumentados los niveles de leptina, insulina, IGF-1 y IGF-BP3 y no había diferencias significativas con la resistina. También observamos las múltiples correlaciones que existían entre los criterios que componen el síndrome metabólico, las adipoquinas y la insulina con los índices de insulinoresistencia HOMA-IR y de insulinosensibilidad QUICKI-IS. La evolución de los niños en conjunto fue favorable. En el control anual se objetivó una disminución del IMC-z en 0,95 ± 1 SDS (r: -1,12 a 4,4 SDS) y el 30% de los niños que seguían en el estudio presentaron un peso adecuado o sobrepeso. Entre los niños obesos la severidad de la obesidad también había disminuido, así el 32% presentaron obesidad leve, el 18% obesidad moderada y el 20% seguía con una obesidad severa. Cuando existió una disminución del IMC ¿ 0,5 SDS observamos que se modificaron favorablemente los criterios del SM. Así el número de niños con dos criterios para el diagnostico disminuyó y aumentó el numero de niños sin criterios para el SM. Además aumentaron los niveles plasmáticos de la adiponectina y disminuyeron la leptina, ghrelina e insulina y no se observó diferencia con la resistina. En síntesis con la modificación del estilo de vida en los niños se consigue la disminución del IMC-z y la mejoría metabólica de los mismos.

Identificador

http://hdl.handle.net/10810/8382

Idioma(s)

spa

Direitos

info:eu-repo/semantics/openAccess

Palavras-Chave #pediatría #metabolismo energético
Tipo

info:eu-repo/semantics/doctoralThesis